Cada Mañana en el Minsterio

De Libros y Sermones Bíblicos

Revisión a fecha de 18:04 9 oct 2012; Pcain (Discusión | contribuciones)
(dif) ← Revisión anterior | Revisión actual (dif) | Revisión siguiente → (dif)
Saltar anavegación, buscar

Recursos Relacionados
Leer más Por Paul Tripp
Indice de Autores
Leer más sobre Ministerio Pastoral
Indice de Temas
Recurso de la Semana
Cada semana enviamos un nuevo recurso bíblico de autores como John Piper, R.C. Sproul, Mark Dever, y Charles Spurgeon. Inscríbete aquí—es gratis. RSS.

Sobre esta Traducción
English: Each Morning in Ministry

© The Gospel Coalition

Compartir esto
Nuestra Misión
Esta traducción ha sido publicada por Traducciones Evangelio, un ministerio que existe en internet para poner a disponibilidad de todas las naciones, sin costo alguno, libros y artículos centrados en el evangelio traducidos a diferentes idiomas.

Lea más (English).
Como Puedes Ayudar
Si tú puedes hablar Inglés bien, puedes ofrecerte de voluntario en traducir

Lea más (English).

Por Paul Tripp sobre Ministerio Pastoral

Traducción por Joshua Wilson


Cada mañana de tu ministerio, te despiertas a algo. Te despiertas con un nudo en la boca de tu estómago recordando alguna crisis pastoral muy dolorosa que la noche no ha logrado sanar. Te despiertas sintiendo mucha presión y peso por tus responsabilidades. Te despiertas sintiendote menospreciado, incomprendido, y poco valorado. O te despiertas sientiendo un poco de todas esas cosas, pero con algo que sobresale sobre todo lo demás. Es un sentir profundo y motivante de identidad y lugar.

Me acuerdo de estar sentado sobre mi cama en la oscuridad despues de volver a casa exhausto y un poco abrumado de una reunión de ancianos y diaconos exageradamente larga. No sabía si era yo o la iglesia, pero el ministerio parecía más dificíl que lo que pensé que iba a ser. También parecía casi imposible ser el esposo y el padre que se suponía que tenía que ser y cumplir con lo que habia sido llamado para hacer como pastor. Quería salir de la carrera, pero sabía que no podía. Miro atrás a ese momento y entiendo que no necesitaba un nuevo lugar de ministerio o una agenda nueva. Necesitaba el evangelio. En el acordarme de hacer todo lo que fui llamado a hacer, me habia olvidado quien era yo y dónde estaba en el plan de Dios.

¿Recuerdas tu identidad y lugar en el ministerio? ¿Te consuela y te motiva?

Nunca solo

Primero, recuerda que nunca estas solo porque Él a quien representas es un Padre siempre amante y siempre fiel. Él sabe exactemente lo que necesitas y ha hecho un pacto compromotiendose a suplir por cada uno. Puedes traer tus preocupaciones a tu Padre sabiendo que nunca serás rechazado porque Él realmente se preocupa por ti.

También necesitas recordar que entre el “ya” y el “todavía no” has sido aquí bendecido, ahora mismo, con gracia habilitante. Cada mañana cuando te despiertas a tu ministerio, Dios te bendice con misericordias nuevas para enfrentar los desafíos del día. Él sabe que no puedes hacer solo la tarea y por eso te bendice diariamente con su gracia habilitante.

Pero hay más. No tienes que arrastrar al día nuevo la carga paralizante de los pecados, las debilidades, necedades, y fracasos de ayer. No tienes que temer a lo que próximo que seras expuesto. No tienes que hacerte creer a ti y a otros una persona que no eres. Puedes ser genuino y honesto sobre las áreas donde necesitas crecer. Has sido bendecido con perdón que permite que el día siguiente sea libre de la culpa de ayer. Su perdón te permite reconocer tu pecado, aprender lecciones y seguir adelante con fe y gozo.

La carga de un Rey

Junto con estas bendiciones, puedes descansar en la realidad que hay un Rey, y no eres tu. No tienes que forzarte a una posición de soberanía en el ministerio. No tienes que llevar las cargas de un rey. No tienes que edificar tu propio reino, porque Dios te ha dado su reino, el cual Él gobierna perfectamente para su gloria y tu bien. Cuando todo parece ser como un caos, recuerdate a ti mismo que las cosas están fuera de tu control, pero nunca fuera del suyo.

Mientras recuerdes que tu Rey, exige de que cuentes las innumerablesbendiciones en tu vida que ni siquiera mereces y que no podrías haber ganado. Medita en todas las bendiciones que disfrutas diariamente que proveen una evidencia empirica, no de tu justicia, sino del celo fiel de su gracia.

Finalmente, recuerda que el poder de Dios es demasiado maravilloso, su celo demasiado fuerte, y su plan demasiado grande para que puedas frustrarlo. Su plan marchará hasta que su reino final venga y su voluntad completa sea cumplida. Si, tu puedes equivocarte y temporalmente complicar tu ministerio. Pero en el medio del desorden es importante recordar que en lo que has apostado tu vida y tu ministerio nunca están en riesgo porque el inconmovible celo divino esta detrás de todo.

Entonces, despierta mañana, recuerda, y sonrie. Sí, los desafíos del ministerio son muchos y muy cargados, pero Él que te ha enviado ha ido contigo porque nunca pensaría en llamarte a representarle y luego dejarte solo para hacerlo.



Vota esta traducción

Puntúa utilizando las estrellas