Preparándose para el Matrimonio: Ayuda para las Parejas Cristianas/Matrimonio, Soltería, y la Virtud Cristiana de la Hospitalidad

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English: Preparing for Marriage: Help for Christian Couples/Marriage, Singleness, and the Christian Virtue of Hospitality

© Desiring God

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Por John Piper sobre Matrimonio
Capítulo 5 del Libro Preparándose para el Matrimonio: Ayuda para las Parejas Cristianas

Traducción por Manuel Bento Falcón


Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed pues prudentes y de espíritu sobrio para la oración. Sobre todo, sed fervientes en vuestro amor los unos por los otros, pues el amor cubre multitud de pecados. Sed hospitalarios los unos para con los otros, sin murmuraciones. Según cada uno ha recibido un don especial, úselo sirviéndoos los unos a los otros como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. El que habla, que hable conforme a las palabras de Dios; el que sirve, que lo haga por la fortaleza que Dios da, para que en todo Dios sea glorificado mediante Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el dominio por los siglos de los siglos. Amén.

—1 Pedro 4:7–11, LBLA

Lo que conduce a este capítulo es un anhelo por que Cristo sea magnificado en la manera en que la gente casada y soltera muestran hospitalidad unos a otros. O, para decirlo de otra forma, si es cierto - y creo que lo es - que la familia de Dios, que viene a la existencia por el nuevo nacimiento y la fe en Cristo, es más central y duradera que las familias que vienen a existir por medio del matrimonio, la procreación y la adopción, entonces el cómo esa familia espiritual y eterna (la Iglesia) se relaciona con otros (casados y solteros) es un testigo crucial al mundo de que nuestras vidas están orientadas en la supremacía de Cristo y que nuestras relaciones se ven definidas no sólo por la naturaleza, sino por Cristo. Anhelo ver a Cristo magnificado a través de la gente casada que incluye a los solteros en sus vidas, y a través de gente soltera que incluye a gente casada en sus vidas por Cristo y el evangelio.

“Porque Es un Discípulo”

Jesús dijo, “Y cualquiera que como discípulo dé de beber aunque sólo sea un vaso de agua fría a uno de estos pequeños, en verdad os digo que no perderá su recompensa.” (Mateo 10:42, LBLA). Desde luego, Jesús también dijo que debíamos amar a nuestros enemigos (Mateo 5:44), y Pablo dijo que había que dar un vaso de agua a nuestro enemigo (Romanos 12:20). Ese tipo de amor recibirá su recompensa. Pero aquí Jesús dice, mostrad simple amabilidad a la gente precisamente porque son seguidores de Jesús. Y eso también recibirá su recompensa.

En otras palabras, cuando miras a los ojos de una persona soltera o casada y ves la cara de un seguidor de Jesús-un hermano o hermana de tu propia familia eterna-esa relación con Jesús que ves debe salir de tu corazón en forma de amabilidad práctica-como es la hospitalidad-por Cristo. Jesús es el centro en esto. Él dice, haced esto “porque él es mi discípulo.” Seré honrado de manera especial si dan a mi discípulo de beber por esa razón. Si lo acogéis en vuestra casa, hacedlo por mí.” Eso es lo que quiero expresar cuando digo que anhelo ver a Cristo magnificado a través de la gente casada que incluye a los solteros en sus vidas, y de gente soltera que incluye a gente casada en sus vidas.

El Mundo Material — para la Gloria de Dios

Sólo unas pocas palabras más de introducción antes de que vayamos al texto de 1 Pedro. ¿Se ha preguntado alguna vez por qué Dios nos dio cuerpos y creó un universo material? ¿Y por qué levanta nuestros cuerpos de entre los muertos, los hace nuevos y luego libera a esta tierra de forma que se convierte en una nueva tierra en la que podemos vivir para siempre en nuestros nuevos cuerpos? Si Dios quería tener una gran alabanza (“Grande es el Señor, y muy digno de ser alabado,” Salmos 96:4), ¿por qué simplemente no creó ángeles sin cuerpo pero con corazones grandes que sólo pudiesen hablar a Dios y no unos con otros? ¿Por qué todos esos cuerpos y por qué tenían que ser las personas capaces de comunicarse unas con otras? ¿Y por qué los árboles y el agua y el fuego y el viento y los leones y los corderos y los lirios y los pájaros y el pan y el vino?

Existen varias respuestas maravillosas y profundas a estas preguntas. Pero la que quiero mencionar es esta: Dios creó los cuerpos y las cosas materiales porque cuando se ven y se utilizan correctamente, la Gloria de Dios es conocida y mostrada de forma más completa. Los cielos proclaman la gloria de Dios (Salmos 19:1). Considere los pájaros del aire y los lirios del campo y sabrá más de la bondad y del cuidado de Dios (Mateo 6:26-28). Vea en las cosas que ha creado sus atributos invisibles su poder eterno y naturaleza divina (Romanos 1:20). Mire al matrimonio y verá a Cristo y a la iglesia (Efesios 5:23-25). Siempre que come su pan y bebe su copa, usted declara la muerte del Señor hasta que él venga (1 Corintios 11:26). Ya sea que comáis, que bebáis, o que hagáis cualquier otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios (1 Corintios 10:31). El mundo material no es un fin en sí mismo; está diseñado para mostrar la gloria de Dios y despertar nuestros corazones a conocerlo y valorarlo más.

Haciendo Santos la Comida y el Sexo

La realidad física es buena. Dios la creó como revelación de su gloria. Y Él quiere que la santifiquemos y le demos culto con ella - Es decir, que veamos la realidad con relación a Él y la utilicemos de forma que lo exalte y al hacerlo nos dé gozo. Todo esto tiene relación directa con el matrimonio y la soltería. Nos protege de idolatrar el sexo y la comida como si fueran dioses. No son dioses; fueron creados por Dios para honrar a Dios. Y eso nos protege de temer el sexo y la comida como si fuesen malos. No son malos; son instrumentos de adoración-son formas de exaltar a Cristo. Este es el texto clave: 1 Timoteo 4:1-5, LBLA. Es uno de los textos más importantes en la Biblia sobre el significado de los apetitos físicos o el sexo.

Pero el Espíritu dice claramente que en los últimos tiempos algunos apostatarán de la fe, prestando atención a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios, mediante la hipocresía de mentirosos que tienen cauterizada la conciencia; prohibiendo casarse y mandando abstenerse de alimentos que Dios ha creado para que con acción de gracias participen de ellos los que creen y que han conocido la verdad. Porque todo lo creado por Dios es bueno y nada se debe rechazar si se recibe con acción de gracias; porque es santificado mediante la palabra de Dios y la oración.

El Sexo y la comida - dos grandes ídolos en Asia Menor en el siglo primero y en América en el siglo veintiuno. Y la respuesta de Dios a aquellos que resuelven el problema de la idolatría al sexo y a la comida mediante la renunciar o evitarlos es decir que esos maestros son demoníacos-“doctrinas de demonios” (v. 1). ¿Cuál es la solución de Dios? Todo lo creado por Dios es bueno y nada se debe rechazar si se recibe con acción de gracias y es santificado mediante la palabra de Dios y la oración. La comida se santifica utilizándola de acuerdo a la palabra de Dios en oración dependiente de Cristo. El sexo se santifica utilizándolo de acuerdo a la palabra de Dios en oración dependiente de Cristo.

Exaltando a Cristo — Soltero o Casado

Todo esto es una simple introducción para dejar claro que en la belleza del matrimonio como una parábola física del amor del pacto entre Cristo y la iglesia, y en la belleza de la soltería como una parábola física de la naturaleza espiritual de la familia de Dios que crece por la regeneración y la fe, no por la procreación y el sexo - para dejar claro en todo esto que ni el matrimonio ni la soltería son idolatrados o temidas. El Matrimonio y el celibato pueden ser idólatras. Los esposos pueden adorarse el uno al otro o adorar al sexo o adorar a sus hijos o adorar el poder de compra de tener dobles ingresos sin hijos. Los solteros pueden adorar la autonomía y la independencia. Los solteros pueden ver el matrimonio como un compromiso Cristiano de segunda clase con respecto al deseo sexual. Los casados pueden ver la soltería como una marca de inmadurez, irresponsabilidad, incompetencia o incluso homosexualidad.

Pero lo que intento clarificar es que existen formas de exaltar a Cristo en el matrimonio y hay formas de exaltar a Cristo en la soltería. Hay maneras de utilizar nuestros cuerpos, nuestros apetitos en el matrimonio y la soltería que pueden exaltar a Cristo.

Esa Frase Infame de 1 Corintios 7:9

Y creo que debería hacer un pequeño comentario acerca de esa frase infame en 1 Corintios 7:9 (LBLA):“Pero si carecen de dominio propio, cásense; que mejor es casarse que quemarse.” Recordemos que esto se dirige explícitamente a hombres y a mujeres (v. 8). Y hay algo que quiero decir sobre esto: cuando una persona busca casarse, sabiendo que siendo soltera él o ella “se quemaría de pasión,” no tiene que significar que el matrimonio se convierte en un simple canal para el deseo sexual. Pablo nunca querría decir eso en vistas de Efesios 5.

En lugar de eso cuando una persona se casa - permítanme tomar al hombre como ejemplo - él toma su deseo sexual y hace con él lo mismo que todos debemos hacer con nuestros deseos físicos si queremos convertirlos en medios de adoración - 1) Lo lleva a la conformidad con la palabra de Dios; 2) Lo subordina a un patrón más alto de amor y cuidado; 3) Transpone la música del placer físico a la música del culto espiritual, 4) Escucha los ecos de la bondad de Dios en cada nervio; 5) Busca duplicar su placer haciendo que el gozo de ella sea su gozo; y 6) Da gracias a Dios desde el fondo de su corazón porque sabe que siente que nunca mereció un sólo minuto de este placer.

Exaltando a Cristo Mostrando Hospitalidad

Ahora vamos al texto, 1 Pedro 4:7-11, y a lo que dirige este capítulo, esto es, un deseo de que Cristo sea magnificado en la forma en que la gente casada y la gente soltera muestran hospitalidad los unos a los otros. Pasaremos por el texto rápidamente con breves comentarios y luego extraeremos implicaciones simples y obvias - y oraremos para que Dios utilice esta palabra de manera poderosa para cambiarnos para su gloria y nuestro gozo.

El Fin Está Cerca

Versículo 7: “El fin de todas las cosas se acerca.” Pedro sabe que con la venida del Mesías el fin de los tiempos ha llegado (1 Corintios 10:12; Hebreos 12:2). El reino de Dios ha venido (Lucas 17:21). Y por tanto la consumación de todas las cosas podría barrer el mundo en muy poco tiempo.

Por tanto, tal y como Jesús nos enseñó a estar vigilantes sobre nuestras vidas y velar, Pedro dice (v. 7), “sed pues prudentes y de espíritu sobrio para la oración.” Es decir, cultiven una relación personal con aquel que esperan ver cara a cara en su venida. No sean gente no familiarizada con Cristo. No quieran encontrarse con él como con un extraño. Y busquen en oración toda la ayuda que necesitarán en estos últimos días de manera que puedan permanecer en pie en los días de gran tribulación (Lucas 21:36). Y no dependan de su espontaneidad para llevarlos a la oración. “Sed pues prudentes y de espíritu sobrio para la oración.”

El Amor es lo más importante

Entonces el versículo 9: “Sobre todo, sed fervientes en vuestro amor los unos por los otros, pues el amor cubre multitud de pecados.” El amor es lo más importante, y se necesitará mucho más conforme se acerque el final. ¿Por qué? Porque las presiones y preocupaciones y tribulaciones de los últimos días pondrán las relaciones bajo un estrés tremendo. Pero en esos días nos necesitaremos unos a otros, y el mundo estará observando para ver si somos auténticos: “En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si os tenéis amor los unos a los otros.” (Juan 13:35, LBLA). ¿Cubriremos y soportaremos y aguantaremos las faltas y debilidades los unos de los otros o será la ira quien gobierne nuestros corazones?

Hospitalidad Sin Murmuración

El versículo 9 nos da una de las formas de ese amor, y ¿podríamos resaltar que menciona hacerlo sin murmuración? “Sed hospitalarios los unos para con los otros, sin murmuraciones.” Si estamos amando de verdad y el amor cubre multitud de pecados, entonces no murmuraremos con tanta facilidad ¿verdad? El amor cubre mucho de lo que nos hace murmurar. Así que la hospitalidad sin murmuración es el llamado de los Cristianos en los últimos días. En los mismos días cuando su estrés es alto, y hay pecados que necesitan ser cubiertos, y las razones para murmurar abundan en esos mismos días, Pedro dice que lo que necesitamos hacer es practicar la hospitalidad.

Nuestras casas necesitan estar abiertas. Porque nuestros corazones están abiertos. Y nuestros corazones están abiertos porque el Corazón de Dios está abierto a nosotros. ¿Recuerdan cómo el apóstol Juan conectó el amor a Dios con el amor los unos por los otros con relación a la hospitalidad? Escribió en 1 Juan 3:16-17 (LBLA), “En esto conocemos el amor: en que Él [Jesús] puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos. Pero el que tiene bienes de este mundo, y ve a su hermano en necesidad [¡soltero o casado!] Y cierra su corazón contra él, ¿cómo puede morar el amor de Dios en él?”

Administradores de la Multiforme Gracia de Dios

Así de lejos es para lo que tenemos espacio para ir en este texto. Excepto simplemente apuntar a lo que pasa cuando nos unimos en nuestras casas. Versículo 10: “Según cada uno ha recibido un don especial, úselo sirviéndoos los unos a los otros como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.” “¡Administradores de la multiforme gracia de Dios!” Amo esa frase. Cada Cristiano es un mayordomo-un custodio, un gerente, un director, un distribuidor, un siervo - de la multiforme gracia de Dios. ¡Qué gran razón para estar vivo! Todo Cristiano vive de la gracia. “Dios puede hacer que toda gracia abunde para vosotros, a fin de que teniendo siempre todo lo suficiente en todas las cosas, abundéis para toda buena obra;” (2 Corintios 9:8). Si teme a la hospitalidad-el no tener mucha fuerza o riqueza personal-tranquilo. No van a intimidar a nadie. Usted dependerá más en la gracia de Dios. Se verá más como la obra de Cristo y no la obra de usted. Y O que bendición tendrá la gente en su simple hogar. Su pequeño apartamento.

Aceptaos Los Unos a Los Otros, Como También Cristo Nos Aceptó

Así que ahí está: La virtud Cristiana de la hospitalidad - una estrategia de amor que exalta a Cristo en los últimos días.

Ahora algunas aplicaciones para cerrar: Primero, para todos. Si pertenece a Cristo, si usted ha recibido por fe su hospitalidad salvadora, por la cual pagó con su propia sangre, entonces extienda esa hospitalidad hacia otros. Romanos 15:7 (LBLA) “Por tanto, aceptaos los unos a los otros, como también Cristo nos aceptó para gloria de Dios.” Usted vive en gracia gratuita cada día. Sea un buen administrador de ella en hospitalidad.

Segundo, para las parejas casadas. Planeen que su hospitalidad incluya a gente soltera-pequeños grupos, cenas de domingo, picnics, celebraciones vacacionales. Y no hagan de ello algo muy grande. Simplemente sean naturales. Y no se olviden de que existen solteros de ocho años y solteros de sesenta años y de cincuenta y de cuarenta y de treinta y solteros de veinte años, hombres y mujeres, anteriormente casados y nunca casados, divorciados y enviudados. Piensen como un Cristiano. Esta es su familia, más profunda y eternamente que sus parientes.

Tercero, para la gente soltera. El mostrar hospitalidad a otra gente soltera y a parejas casadas. Quizás suene raro, pero ¿debería sonar así?  ¿No sería un signo de madurez y estabilidad inusuales? ¿No sería una marca de la gracia de Dios en su vida?

Oro para que el Señor haga esta hermosa obra entre nosotros - todos nosotros. El fin de todas las cosas está cerca. Seamos sobrios para nuestras oraciones. Amémonos unos a otros. Seamos buenos administradores de la multiforme gracia de Dios, y mostremos hospitalidad sin murmurar. “Aceptaos los unos a los otros, como también Cristo nos aceptó”


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