Todas Las Cosas Sujetas A Cristo
De Libros y Sermones BÃblicos
Por Ligonier Ministries Staff
sobre Jesucristo
Una parte de la serie Tabletalk
Traducción por Javier Matus
“Porque en cuanto le sujetó todas las cosas, nada dejó que no sea sujeto a Él” (Heb. 2:8b).
- Hebreos 2:8b-9
Después de dejar en claro que Cristo es el Soberano de todo, el autor de Hebreos ahora está listo para decirnos cómo esta soberanía se manifiesta en el mundo actualmente. Se nos dice que nada ha sido dejado fuera del control de Cristo (2:8b). Toda la creación, sin excepción, ahora está sujeta a la soberanía de Cristo.
El mismo versículo también nos dice que “en la actualidad, todavía no vemos que todas las cosas le sean sujetas.” Esto es preocupante, ya que parece ser la introducción de una contradicción. ¿El autor está diciendo que Cristo es, al mismo tiempo, tanto el Señor de todo y no el Señor de todo? No, no lo está. El problema se resuelve cuando vemos la palabra “todavía”. Desde una perspectiva terrenal y temporal, no podemos ver todo lo que está sucediendo en el universo. Cuando miramos a nuestro alrededor sí vemos cómo el mundo no está en plena sujeción a Cristo. La humanidad no lo sirve ni lo alaba. Hay mucha maldad en el mundo. Pero eso es sólo un punto de vista terrenal. Si fuésemos capaces de ver las cosas con ojos que no estén atados por estas limitaciones, veríamos que Cristo está en control total de todas las cosas. La plena manifestación de este reinado está por venir para aquellos de nosotros que, en la actualidad, sólo podemos ver desde una perspectiva limitada y terrenal. Sobre este punto, John Calvin escribe: “Así como Cristo continuamente guerrea contra varios enemigos, es sin duda evidente que Él no tiene la posesión pacífica de su reino. No está, sin embargo, bajo la necesidad de hacer la guerra, sino que es por su voluntad que sus enemigos no serán sometidos hasta el último día…”
Entonces, ¿qué es lo que vemos en la actualidad? Ahora vemos a Jesús, quien era temporalmente inferior a los ángeles, ahora coronado de gloria y honra por causa de Su sufrimiento y muerte (v. 9). Ahora debemos preguntarnos: ¿Cómo pueden el sufrimiento de Cristo resultar en Su honra y gloria? Hay por lo menos dos respuestas a esta pregunta. En primer lugar, el sufrimiento de Cristo es un ejemplo para nosotros. Coronamos y manifestamos la honra de Cristo como co-gobernantes en Su Reino sólo mientras compartimos Sus sufrimientos. Entramos en el reinado glorioso de Cristo a través de muchas tribulaciones (Hechos 14:22). En segundo lugar, Cristo recibe la gloria y la honra después de sufrir porque ahora le conocemos en una nueva manera. Tenemos una nueva comprensión del amor y la gracia salvadoras de Dios porque Él vino y sufrió por nuestra redención. Ahora podemos ver Su gran gloria como nuestro Redentor y nos deleitamos en su gracia, que lo llevó a probar la muerte por todos nosotros.
Coram Deo
En su gran sabiduría, Dios ha conseguido la salvación para nosotros, pero ha decidido no aplicar todavía la totalidad de sus beneficios. Uno de estos beneficios es la manifestación plena y completa de Su reinado que aún está por venir. Busque cómo puede manifestar el Reino de Dios en su vida diaria y ore para que venga el reino.
Pasajes para Estudio Adicional
Dan. 7:13-14
Marcos 4:30-32
1 Cor. 15:24-28
Ap. 11:15
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