Juntos en el Sufrimiento

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Revisión a fecha de 19:24 3 jun 2013; Pcain (Discusión | contribuciones)
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English: Together in Suffering

© Ligonier Ministries

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Por R.C. Sproul Jr. sobre Sufrimiento

Traducción por Yenis Figuereo


Es quizás el más profundo desafío y, a su vez, la lección más grande para un hombre cuando aquellos a los que ama, sufren. Todo el mundo se siente tentado a preguntarse acerca de la voluntad de Dios y el por qué del sufrimiento. Cada uno prueba la amargura de aquella primera fruta, agradable como lo fue a los ojos y deseable para alcanzar la sabiduría. Todo el mundo siente el aguijón del sufrimiento, el dolor compartido de vidas compartidas. Sin embargo, un hombre, un esposo, un padre siente algo más: la impotencia. Allí viene cuando el médico suministra con cautela las malas noticias, horrible, punzante y penetrante porque usted es el reparador, y no lo puede reparar. Usted es el héroe, revestido en kriptonita. Los que le buscan, los que en usted esperan, descubren la terrible verdad de que su conocimiento, su fuerza y su voluntad no son suficientes, deficientes. Peor aún, usted corre precipitadamente en la misma verdad: ha fallado.

Mientras estrategias tras estrategias fallaban y como con cada nuevo paso en su lucha contra el cáncer llegan probabilidades cada vez mayores, yo no quiero nada más que darle a mi querida esposa esperanza, una razón para creer que puede estar mejor, que tan malo como como era, juntos podríamos superarlos Naturalmente, hablamos un poco sobre Jesús. Le recordé que Jesús reina, que hace toda su santa voluntad. Le recordé que Jesús había sufrido enormemente, sólo para ser exaltado a la diestra del Padre. Le recordé que Jesús la amaba con un amor eterno, inmutable, e imparable. Él era la respuesta a mi debilidad.

Pero todavía había una debilidad en mi entendimiento. Había una promesa que deseaba hacerle, un pensamiento hermoso que pensé le calentaría y consolarla. Una cosa que me había propuesto en mi corazón cuando comenzó este viaje; sin embargo, yo no le diría una mentira. Yo sabía que si ella no podía confiar en mi para que le diga la verdad; que incluso las verdades que le dije no podían ofrecerle ninguna comodidad. Así que mientras le dije que Jesús había sufrido dificultades aún mayores, no podría decirle que Él había pisado su ruta exacta, que había experimentado con exactitud las dificultades que ella iba a pasar. Eso es exactamente donde me equivoqué.

Es algo bueno y glorioso recordar lo que nuestra unión con Cristo significa en términos de nuestra justificación. Que nuestro pecado es imputado hacia Él y su justicia imputada no es una ficción legal, como Roma acusa, precisamente debido a la realidad de nuestra unión con Él. Él realmente era culpable porque Él realmente era uno con nosotros. Realmente somos inocentes porque realmente somos uno con Él.

Es algo bueno y glorioso recordar lo que nuestra unión con Cristo significa en términos de nuestra glorificación. Su trabajo no se limitó a adquirir para nosotros un veredicto de no culpable. Más bien, porque estamos en unión con Él, somos coherederos con Él. La gloria que está en Su resurrección es nuestra. La gloria que está en su ascensión es nuestra. Estamos incluso ahora, porque estamos en unión con Él, sentados con Él en los lugares celestiales. Somos reyes y reinas, incluso ahora, porque somos uno con Él,- aquel que reina sobre todo.

Hay, sin embargo, más todavía. Recuerde que Jesús, cuando Él se reunió con Saulo en el camino a Damasco, no le preguntó, "¿Por qué persigues a mi novia?" Sino "¿Por qué me persigues?" Él, en unión con nosotros. Así que se identifica con nosotros. Con lo que sufrimos, Él sufre. Porque somos una sola carne, lo que sufre la mitad, el otro también lo sufre. Debido a nuestra unión con Él, Jesús sufrió de leucemia mieloide aguda. Debido a nuestra unión con Él, Jesús entró en remisión después de un trasplante de médula ósea exitoso. Debido a nuestra unión con Él, Jesús tuvo una recaída. Debido a nuestra unión con Él, el ensayo clínico de Jesús fue incapaz de frenar la progresión mortal de la enfermedad. Debido a nuestra unión con Él, Él no podía recibir más quimioterapia porque sus riñones comenzaron a fallar. Debido a nuestra unión con Jesús, Jesús fue al hospital, se despidió de sus amigos, de sus padres, su hermana y su hermano, y de sus hijos pequeños. Debido a nuestra unión con Jesús, Jesús le dijo adiós al hombre que amaba para siempre. Y debido a nuestra unión con Jesús, Jesús, uno en mí, se sentó impotente mientras su novia se iba a la eternidad.

Sin embargo, Jesús fue resucitado de entre los muertos. Con Él fue levantada mi amada y con Él se levantó mi esperanza. Como ella está en unión con Él, ha encontrado la plenitud del reino y su justicia es ahora muy personal. Además, porque yo estoy en unión con Él, a pesar de que veo a través de un vidrio oscuro, yo estoy allí para bailar con ella. Porque yo estoy en unión con El, tengo que estar allí cuando Jesús y Denise le den la bienvenida a nuestra niña Shannon al descanso eterno.

Estamos llamados a buscar primeramente el reino de Dios y su justicia. Por su gracia, sabemos que en su gracia, su reino y su justicia nos han estado buscando. Pero incluso eso no es la mayor gloria del reino. La gloria del reino es la gloria del Rey. El Rey y Su reino son uno, así como lo somos nosotros y el Rey. Descanse y alégrese. De gracias y alabe.



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