Abiertos a Dios

De Libros y Sermones Bíblicos

“Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en Su presencia, antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de Aquel a quien tenemos que dar cuenta” (Heb. 4:13).

- Hebreos 4:13

El público original del libro de los Hebreos conocía bien las Escrituras Hebreas y por eso nuestro autor las cita libremente para demostrar que hablan de Cristo. El poder de la Palabra de Dios convence a nuestro autor que su congregación recibirá convicción por las Escrituras y será motivada a la obediencia. Ayer vimos el poder vivo de la Palabra de Dios (4:12a), y cómo es idéntico al poder vivo de Dios Mismo. Hoy vamos a ver cómo el autor amplía esta idea en 4:12b-13.

La Palabra de Dios es “más cortante que toda espada de dos filos, y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos…” (Hebreos 4:12b). Algunos creen que este versículo enseña una distinción entre el alma y el espíritu, y que el ser humano consiste de tres componentes: cuerpo, alma y espíritu. En general, la Escritura no parece enseñar esto. Otros pasajes implican que cuando se utilizan los términos “alma” y “espíritu”, se utilizan indistintamente para referirse a nuestra naturaleza espiritual (Isaías 26:9). La separación entre las coyunturas y los tuétanos (Hebreos 4:12b) lo confirma. Las coyunturas y los tuétanos son partes de la naturaleza física del hombre —una parte constitutiva del ser humano. Si las coyunturas y los tuétanos indican una separación en una parte constitutiva del ser humano, entonces el alma y el espíritu indican una separación en una parte constitutiva del ser y humano. El alma y el espíritu indican una separación en nuestra naturaleza espiritual —la segunda parte constitutiva del ser humano.

En cualquier caso, está claro que este versículo no está diseñado principalmente para describir los componentes del ser humano, sino más bien para demostrar el poder de la Palabra de Dios. La Palabra de Dios es tan poderosa que puede dividir y examinar incluso los aspectos más ocultos de los seres humanos. Los humanos no pueden ver el alma, ni pueden ver, al menos habitualmente, las coyunturas y los tuétanos. Dios, sin embargo, es capaz de ver no sólo estas partes, Él puede dividirlas con Su Palabra.

Sólo la Palabra de Dios puede poner al descubierto los pensamientos y las intenciones ocultas de nuestro corazón (4:12b). Podemos ocultarnos unos de los otros, pero no podemos escondernos de Dios. En el versículo 13 afirma: “no hay cosa creada que no sea manifiesta en Su presencia, antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de Aquel a quien tenemos que dar cuenta.” Podemos tratar de escondernos de Dios, pero su Palabra siempre nos revelará por lo que realmente somos.

Coram Deo

Aunque escrita hace miles de años a una cultura muy diferente a la nuestra, la Escritura todavía comunica la Palabra de Dios a nosotros hoy. El poder de la Biblia para darnos convicción y guiarnos radica en el hecho de que es la Palabra del Dios viviente. Dé gracias al Señor de que Él todavía se comunica con nosotros a través de la Sagrada Escritura.

Pasajes para Estudio Adicional

2 Sam. 12:1-15
Ps. 119:105
Matt. 10:26
Hechos 5:1-11