¿Job Fue Un Hombre O Un Mito?
De Libros y Sermones BÃblicos
Por John Piper
sobre Santificación y Crecimiento
Una parte de la serie Ask Pastor John
Traducción por Javier Matus
Transcripción de audio
El libro de Job es una obra profunda sobre el sufrimiento humano, digno de toda una vida de estudio y reflexión. ¿Pero fue el mismo Job un personaje real e histórico (como John Bunyan), o es Job una leyenda mítica (como Paul Bunyan)? ¿Y, al final, lo que él fue —hecho o folklore— realmente importa? La pregunta nos llega de una oyente llamada Lori.
“Querido pastor John, he disfrutado sus mensajes sobre el libro de Job. Recientemente, estaba en un servicio conmemorativo en una iglesia reformada en la que el pastor dijo que Job era un personaje ficticio. Las lecciones del libro, dijo, siguen siendo útiles. Pero ¿qué piensa usted? ¿Fue Job una persona real o no? ¿Por qué o por qué no? ¿Y cree que importa?”
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¿Realidad o ficción?
Sí, si escuchara a mi pastor hacer una declaración confiada de que Job era un personaje ficticio, consideraría seriamente encontrar otra iglesia. (Ahora, quiero estar seguro aquí de que no estoy asumiendo que Lori entendió bien —que realmente está citando a su pastor con precisión. Puede que no lo esté.) Digo que consideraría encontrar otra iglesia no porque la declaración del pastor no puede ser verdad y la Biblia aún ser infalible. Lo digo porque no hay motivos para ser dogmático de que Job sea ficticio. Esa es mi primera razón.
Mi segunda razón es que la inclinación a tomar el libro como ficción con una verdad moral revela una inclinación mental que creo que cuestiona los prejuicios del pastor. Esa es la manera en que yo mismo lo diría. Yo diría que sus prejuicios se están inclinando en la dirección equivocada. Esa es mi preocupación.
Ahora, ¿hay buenas razones para tomar el libro de Job como una descripción precisa de eventos que realmente sucedieron, o simplemente decimos: “Bueno, es un empate.”? Leí algunos comentaristas que dijeron: “Es solo un empate. No sabemos si es una parábola o si es historia. No importa”, dicen. Permíteme dar tres razones para tomar la historia como una historia real en vez de una parábola con moral y teología buenas.
Hombre de Uz
Primero, toma la manera en que abre el libro: “Hubo en tierra de Uz un varón llamado Job” (Job 1:1). Ahora compara eso con el inicio de Jueces 17:1, que comienza una historia: “Hubo un hombre del monte de Efraín, que se llamaba Micaía”. O compáralo con el comienzo de 1 Samuel: “Hubo un varón de Ramataim de Zofim, del monte de Efraín, que se llamaba Elcana” (1 Samuel 1:1).
Ahora, una de las maneras de evaluar si un escrito es historia o si tiene rasgos de ficción sería comparar cómo se escriben los libros. El hecho de que Job comience de la forma en que comienzan esos capítulos, que no se presentan como parábola o ficción, es al menos un indicador de la manera en que los lectores lo habrían tomado al comenzar a leer este libro. Lo habrían tomado de la manera en que tomaron Jueces o 1 Samuel —como un relato de las cosas que realmente sucedieron. Ese es mi primer argumento.
Vinculado a la historia
En segundo lugar, en Ezequiel 14:12-20, donde el profeta muestra cuán indefensa está Jerusalén bajo el juicio de Dios por causa de cuánta inmoralidad hay en la tierra, dice esto:
- Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Hijo de hombre, cuando la tierra pecare contra Mí rebelándose pérfidamente, y extendiere Yo Mi mano sobre ella, y le quebrantare el sustento del pan, y enviare en ella hambre, y cortare de ella hombres y bestias, si estuviesen en medio de ella estos tres varones, Noé, Daniel y Job, ellos por su justicia librarían únicamente sus propias vidas, dice Jehová el Señor… O si enviare pestilencia sobre esa tierra y derramare Mi ira sobre ella en sangre, para cortar de ella hombres y bestias, y estuviesen en medio de ella Noé, Daniel y Job, vivo Yo, dice Jehová el Señor, no librarían a hijo ni a hija; ellos por su justicia librarían solamente sus propias vidas”. (Ezequiel 14:12-14, 19-20)
Ahora, sé que hay académicos más o menos conservadores que dicen que estos nombres —Noé, Daniel y Job— se mencionan aquí no porque sean históricos, sino porque todos son eminentemente justos en los libros que cuentan sus historias. Sin embargo, el caso de Jerusalén es tan malo que este escritor, Ezequiel, elige a tres personas, dos de las cuales son manifiestamente históricas, y la otra presumiríamos que es histórica.
Piensa conmigo mientras notamos dos cosas. Noé y Daniel son inconfundiblemente históricos. La Biblia nunca los trata como ficticios, y Job aparece con ellos sin distinción alguna. Eso sería realmente extraño si Job no fuera como ellos históricamente. Aquí está la segunda cosa a observar: Ezequiel considera la posibilidad hipotética de que Noé, Daniel y Job pudieran estar “en medio de la tierra”. Es una verdadera exageración pensar que está diciendo que Noé y Daniel, las personas históricas, podrían estar en medio de la tierra como personas reales, pero Job debe considerarse como en medio de la tierra de una manera totalmente diferente.
En otras palabras, me parece que necesitaríamos razones muy fuertes para pensar que Job es ficticio si vamos a tomar Ezequiel 14:14 y 19 de una manera tan antinatural. ¿Dos figuras históricas y una ficticia funcionando de la misma manera? Lo dudo.
Testificado por Santiago
Aquí está el último punto. En Santiago 5:10-11, Santiago dice esto:
- Hermanos míos, tomad como ejemplo de aflicción y de paciencia a los profetas que hablaron en nombre del Señor. He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo.
Ahora, de nuevo, hay quienes dicen: “Esto no prueba nada sobre la realidad histórica de Job. Simplemente lo está usando como un personaje ficticio de la misma forma en que podríamos usar Hamlet de Shakespeare como un ejemplo de indecisión trágica, por ejemplo”. Job, dicen, se está usando como un ejemplo de perseverancia.
¿En serio? Digo, Santiago dice: “tomad como ejemplo de aflicción y de paciencia a los profetas que hablaron en nombre del Señor. He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job”. No está hablando de Job en un vacío. Está tratando a Job como uno de los profetas. Lo está poniendo en la categoría con otros en la historia quienes se mantuvieron firmes.
Por qué importa
Diría que tenemos por lo menos estas tres líneas de evidencia de que Job es histórico: (1) la similitud interna con algunas de las otras obras históricas, (2) el tratamiento de Job en Ezequiel, y (3) el tratamiento de Job en Santiago.
Entonces Lori pregunta: “¿Cree que importa?”. Por supuesto, la ficción puede enseñar la auténtica verdad de carne y hueso. Las parábolas de Jesús hacen eso. No es malo escribir ficción para comunicar la verdad. Así que no es como si la teología de Job tuviera que ser sacrificada si el libro fuese ficción inspirada.
Pero diría que importa por otras razones. Dada la forma en que Ezequiel y Santiago tratan al libro y la persona de Job, la disposición de tratar al libro y al hombre como ficticios significa una especie de mentalidad, una especie de inclinación del alma, que se inclina más fácilmente hacia las tendencias críticas de lo que creo que es saludable. Eso sería una preocupación para mí.
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