Ejecución, escape y devorado por gusanos

De Libros y Sermones Bíblicos

Hechos 12

Este capítulo trata sobre Dios y Herodes. Este Herodes es Herodes Agripa I, el nieto de Herodes el Grande que era rey cuando Jesús nació y ordenó la muerte de los niños en Belén. Fue criado en Roma y hecho rey en Judea y los territorios circundantes por el emperador Cayo.

Si te opones a Jesús, pierdes

El capítulo comienza con Herodes matando a Santiago el apóstol del Señor Jesús (v. 2), y termina con el ángel del Señor matando a Herodes (v. 23) El punto principal del capítulo es claro: si te opones a Jesús, pierdes. Lucas reunió este capítulo para dejar esto en claro para la iglesia primitiva: puedes sentirte pequeño e insignificante en el imperio romano; Puedes pensar que te ves dominado cuando algunos de tus mejores líderes son asesinados por capricho político. Pero la verdad es que si te quedas con Jesús, ganas, y si te opones a él, pierdes. Así que anímate. Sé valiente y esfuérzate para difundir la Palabra de verdad y dejar el resultado en manos de Dios.

Ese es el punto principal. La forma en que Lucas hace este punto es mostrar cómo los dos profundos deseos de Herodes entran en acción, y la oposición de Dios a ambos deseos porque significan una traición contra el Rey de reyes.

Los dos deseos profundos de Herodes

El primer deseo que tuvo Herodes fue la auto exaltación y el segundo fue la limitación cristiana. El primero era el deseo más profundo y el segundo era solo un medio para ese fin debido al clima político en Jerusalén que existía entonces.

La auto exaltación y búsqueda de elogios de los hombres

Vemos esto primero en los versículos 2–3: "Mató a Santiago, el hermano de Juan, con la espada; y cuando vio que complacía a los judíos, procedió a arrestar a Pedro también". En otras palabras, lo que lo impulsó fue su deseo de ser popular como un gobernante poderoso. "Cuando vio que complacía a los judíos. . . "Amaba los elogios de los hombres, especialmente los elogios que le daban poder.

Este deseo de auto exaltación lo llevó a oponerse al cristianismo. No sabemos por qué había arrestado y asesinado a Santiago en primer lugar, pero podemos imaginar fácilmente que un hombre como este se ofendería con los Hijos del Trueno, Santiago y Juan, al igual que Herodes Atipas (el tetrarca, Lucas 3:1, 19) se ofendió con Juan el Bautista y lo mató para complacer a los demás.

El mensaje de Jesús siempre agravio a la multitud de personas dedicadas a la alabanza de los hombres. En Juan 5:44 Jesús dijo a los fariseos que buscan la gloria: ¨¿Cómo podéis creer, cuando recibís gloria los unos de los otros, y no buscáis la gloria que viene del Dios único?¨

En otras palabras, no puedes creer en Jesús y dedicarte a la búsqueda de la gloria entre los hombres. La fe es exaltadora de Dios. La búsqueda de la gloria es auto exaltante. No pueden ir juntos. Si buscas la alabanza de los hombres, estás en un curso de colisión con Dios.

Ser visto como poderoso

Eso es exactamente lo que Herodes buscaba y eso es exactamente lo que sucedió. Está mas claro que el agua en los versículos 20–23. Tiro y Sidón, ciudades costeras en Siria, dependían del granero de Herodes en Galilea, al igual que California depende de Iowa. Pero Herodes estaba enojado con estas ciudades y su suministro de alimentos estaba en peligro. Entonces vienen buscando de alguna manera complacer a Herodes. Que es exactamente lo que le gusta: el ser complacido.

Pero de una manera muy especial. Le gusta sentirse complacido al exaltarse a sí mismo como poderoso. Si eso requiere matar a apóstoles cristianos, entonces lo hará. Si toma dar discursos públicos con pompa real y gloria, entonces lo hará. Eso es lo que hace en el versículo 21. " El día señalado, Herodes, vestido con ropa real, se sentó en la tribuna y les arengaba." En otras palabras hizo todo lo posible para dejar que estas personas de Tiro y Sidón vean que realmente era alguien. No solo venían a suplicar a un granjero inquilino. Él dominaba su suministro de alimentos más como Dios que como un granjero.

Esto es exactamente lo contrario de lo que Jesús enseñó en Lucas 22: 25–26, " Y Jesús les dijo: Los reyes de los gentiles se enseñorean de ellos; y los que tienen autoridad sobre ellos son llamados bienhechores. Pero no es así con vosotros; antes, el mayor entre vosotros hágase como el menor, y el que dirige como el que sirve." Entonces Herodes estaba en violación directa del llamado de Jesús a la humildad.

Organizándose con pompa divina

Y juega el papel hasta el final para que su traición en contra de Dios realmente se pueda ver. Versículo 22: "Y la gente gritó: ¡Voz de un dios y no de un hombre es esta! ¨ Dios deja que el orgullo y el egocentrismo y la exaltación de Herodes lleguen hasta el final para que podamos ver el estado final. El orgullo se va y por qué deberíamos crucificarlo tan pronto como lo veamos levantar su fea cabeza.

Entonces Los dos deseos de Herodes se vuelven muy claros en la historia que nos cuenta Lucas. Quiere ser exaltado y popular por su poder. Y con ese fin se opondrá al cristianismo y matará a sus líderes y se armará con una pompa divina.

La oposición de Dios a Herodes

Ya basta con los deseos de Herodes. Dije que el capítulo era sobre Dios y Herodes. Y Dios es el jugador principal en este drama. Entonces veamos la forma en que Dios pone a Herodes en su lugar. Lo que quiero decir con "ponerlo en su lugar" es esto: Jesús dijo: "El que se ensalza a sí mismo será humillado y el que se humilla a sí mismo será exaltado" (Lucas 14:11; 18:14). El lugar de Herodes debe ser menospreciado por la traición de su auto exaltación en el lugar de la exaltación de Dios.

Hay tres maneras en que Dios convierte los deseos de Herodes en futilidad.

1) Rescatando a Pedro, el prisionero modelo de Herodes

Primero, al sacar al prisionero de Herodes de debajo de sus narices y frustrar su deseo de obtener un mayor impulso político con la sangre de Pedro. Según el versículo 4, Herodes tenía la intención de sacar a Pedro para una ejecución pública después de las Pascuas. Pero el versículo 5 dice que la iglesia estaba orando.

Entonces Dios envía a su ángel para mostrarle a Herodes que ni siquiera con cuatro escuadrones de soldados (v. 4) ¿puede aprisionar al que Dios decide liberar? El ángel despierta a Pedro, le quita las cadenas de las manos, lo lleva más allá de los guardias y atraviesa la puerta de hierro que conduce a la ciudad. El versículo 11 resume lo que está sucediendo: Pedro dice: "Ahora estoy seguro de que el Señor ha enviado a su ángel y me ha rescatado de la mano de Herodes y de todo lo que el pueblo judío esperaba".

El Señor rescató a Pedro de Herodes. El Señor le mostró a Herodes quién era más poderoso. El Señor nos mostró a Herodes, a la iglesia y a nosotros hoy que cuando Santiago fue martirizado solo unos días antes, NO fue porque el Señor no pudo salvarlo. No fue porque fuera débil o incompetente. Fue porque, entre otras razones, Jesús le había dicho a Santiago: "La copa que yo bebo, tú también la beberás" (Marcos 10:39). Algunos dan testimonio a través de la muerte, otros a través de la vida.

Dios puede liberar y Dios puede sostener y empoderar en el martirio. Ese es el punto de liberar a Pedro y no a Santiago. Dios tiene el control sobre este pequeño Herodes en ambos casos. De hecho hay un poder extraordinario en el martirio. Pablo dijo en Filipenses 1:14: " y que la mayoría de los hermanos, confiando en el Señor por causa de mis prisiones, tienen mucho más valor para hablar la palabra de Dios sin temor." En otras palabras el sufrimiento de los mártires cristianos tiene un poderoso efecto espiritual en los que viven. Nos pone cara a cara con la eternidad. Muestra la realidad de la fe. Elimina las pequeñas actividades y las ansiedades triviales en nuestras vidas. Y nos inflama con el mismo ardor.

Tertuliano, el defensor cristiano de la fe que murió en 225, dijo a sus enemigos: "Nos multiplicamos cada vez que nos abatimos; la sangre de los cristianos es [la] semilla [de la iglesia]". (Apologéticas 50) Y Jerónimo dijo unos 100 años después: "La iglesia de Cristo se fundó derramando su propia sangre, no la de los demás; soportando la indignación, no infligiéndola. Las persecuciones lo han hecho crecer; los martirios lo han coronado "(Carta 82).

Entonces no es como si Dios dejo caer el balón con Santiago y anotó un touchdown con Pedro. Dios nunca pierde el balón. Si lo entrega al otro lado para algunas derrotas, es porque conoce una mejor manera de ganar.

Entonces Lo primero que Dios hace para poner a Herodes en su lugar y derribarlo de su auto exaltación es sacar a su prisionero de debajo de sus narices.

2) Quitándole la vida a Herodes

Lo segundo que hace es quitarle la vida a Herodes. Esto se registra en los versículos 20–23. El ángel del Señor aparece dos veces en este capítulo. La primera vez para salvar a Pedro y la segunda para matar a Herodes. Justo en el medio de una de sus espléndidas demostraciones de auto exaltación, cruza la raya de la paciencia de Dios, y el versículo 23 describe lo que sucede: "Inmediatamente un ángel del Señor lo hirió, porque no le dio la gloria a Dios; y él fue comido por gusanos y murió ".

El objetivo de esto es dejar en claro a todos los que escucharán que Dios y no Herodes deben ser honrados y glorificados. Si un hombre se levanta contra Dios, se vuelve más débil que un gusano. Es una locura cometer traición contra el Creador del universo. No puedes ganar.

Daniel dio el mismo mensaje sobre reyes. En 2:21 dijo: "Dios cambia los tiempos y las estaciones; quita reyes y establece reyes". Y cuando Nabucodonosor se jactó: "¿No es esta la gran Babilonia, que he construido con mi poderoso poder como residencia real y para la gloria de mi majestad?" Una voz vino de Dios y dijo: "Comerás hierba como un buey. . . hasta que hayas aprendido que el más alto gobierna el reino de los hombres y se lo da a quien quiere "(4:30, 32).

Entonces Dios puso a Herodes en su lugar arrancándole a su prisionero modelo de debajo de su nariz, y luego quitándole la vida.

3) Hacer crecer y multiplicarse la Palabra de Dios

Finalmente, Dios cambió completamente las cosas sobre todo lo que Herodes estaba tratando de hacer al matar a Santiago y arrestar a Pedro: hizo que la Palabra de Dios creciera y se multiplicara. Versículo 24: "Pero la palabra de Dios creció y se multiplicó". Él exaltó a Dios, no a Herodes. Hizo propagar la reputación de Jesús, no la de Herodes.

Esta es la meta de todo lo que Dios hace: magnificar su sabiduría y poder y difundir la fama de su Hijo que salva a los pecadores y glorifica a su Padre.

La lección para nosotros es clara: si nos oponemos a Jesús perdemos. Podemos sentirnos pequeños e insignificantes; podemos pensar que somos vencidos cuando algunos de nuestros mejores líderes son asesinados por capricho político. Pero la verdad es que si nos quedamos con Jesús, ganamos, y si nos oponemos a él, perdemos. Así que anímate. No te dejes impresionar por los triunfos mundanos temporales sobre el evangelio. Sé valiente y esfuérzate para difundir la Palabra de Dios y deja el resultado en manos de Dios.