El despertar espiritual y el conocimiento de Dios
De Libros y Sermones BÃblicos
Por John Piper sobre Santificación y Crecimiento
Traducción por Jacob Markert
Nunca he entendido ni empatizado con la opinión que saber más de Dios estorba amar a Dios. Sin embargo, hay personas que, parece, construyen sus vidas y ministerios dentro de la confusión de la ambigüedad doctrinal.
Ha sido mi convicción, y mi experiencia, por más que cuarenta años que saber más de Dios desde su palabra inspirada y llena de energía provee más leña para que el Espíritu Santo pueda encender en nuestros corazones un fuego de pasión para Dios más y más grande.
La montaña de majestad
Pero hay personas que creen que nos maravillamos más a la majestad de la montaña de la verdad de Dios si no intentamos escalarla, sino quedarnos a la distancia, dejándolo en una niebla, brumosa e indistinta. No creo eso. Mi vida y ministerio se construyen sobre la convicción contraria—que la plenitud y la claridad del “consejo completo de Dios” (Hechos 20:27) son una fuente de alegría indomable y exquisita, y adoración apasionada, y obediencia radical, y unidad bíblica.
Fui creado—y usted también—para ayudar que la gente vea y saboree la gloria de Dios. Por eso he dedicado mi vida a difundir la verdad que esto pasa cuando nosotros mismos estamos profundamente satisfechos en Dios—especialmente en periodos de sufrimiento. Dios es más glorificado en nosotros cuando nosotros estamos más satisfechos en él.
Una suposición no expresada
Pero aquí hay una suposición no expresada. “Satisfecho en él” significa “él como realmente es”. Para que Dios se pueda amar debidamente, se deba saber verdaderamente. Disfrutar de un pastel rico honra al chef. Pero no si resulta que, después de todo, no fue su creación. Admirar la belleza de Jane la honra—a menos que resulta que realmente no fue Jane. La adoración entusiasta solo honra al Dios si lo que nos conmueve es de verdad cierto sobre Dios.
No importa qué intensa nuestra doxología se canta, si Dios no reconoce a sí mismo en la teología que nos conmueve. Cuanto más fiel nuestra representación de Dios, más nuestra respuesta alegre a esa representación lo honrará como él es.
El despertar
Por consiguiente, mi entusiasmo para el despertar espiritual y la unidad en el cuerpo de Cristo aumenta en proporción directa a la plenitud y la claridad de las verdades centrales del evangelio las que impulsan al despertar. Y mi entusiasmo para el despertar y la unidad disminuye en proporción directa a la disminución de la plenitud y la claridad de las verdades centrales de la biblia las que sostienen el despertar.
Quiero ver que Dios mande un gran despertar espiritual, marcado por un consenso apasionado, enfocado en Dios y lleno de la Biblia, y que exalta a Cristo, arraigado en la plenitud de las verdades centrales del evangelio. El despertar espiritual se diseña principalmente para que más y más personas vean y saboreen la gloria de Jesús Cristo. Y esa gloria reluce más brillantemente cuando su belleza se ve más claramente, y se saborea más sinceramente.
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