La Historia De Un Pueblo de Dura Cerviz
De Libros y Sermones BÃblicos
Por John Piper
sobre Historia Redentora
Una parte de la serie Acts: What Jesus Did After the Beginning
Traducción por Silvia Griselda Buongiorne
- Hechos 7: 1-53
El texto del mensaje de hoy es demasiado extenso para leerlo todo de una vez, creo, a saber, Hechos 7: 1-53, pero los invito a recurrir a él de todos modos porque trataré de guiarnos a través de él, leyendo versículos clave y tratando de entender por qué Esteban dijo lo que dijo.
Mientras reflexionaba y oraba ayer sobre lo tiene que ver el mensaje de Esteban conmigo y con nosotros como pueblo, las aplicaciones que se me vinieron a la mente con más fuerza tienen que ver con este libro que les ofrecemos hoy (Recuperando la Hombría y la Feminidad Bíblica) y con el nuevo Centro de Adoración que estamos construyendo.
Contenido |
¿Qué está pasando en Hechos 6-7?
Pero primero déjame recordarte lo que está sucediendo aquí. Esteban fue un hombre brillante y espiritual. Hechos 6: 5 dice que él estaba "lleno del Espíritu Santo y de la fe". El versículo 8 dice que estaba "lleno de gracia y poder". El versículo 10 dice que sus adversarios "no pudieron resistir la sabiduría y el Espíritu con los que habló". E incluso después de que fue arrestado, el versículo 15 dice que "su rostro como el rostro de un ángel", ya que fue acusado en la corte.
A pesar de todo esto (o tal vez porrazón de todo esto), la respuesta fue viciosa. Los acusaciones en su contra se dan en 6:14: "Lo hemos oído decir que este Jesús de Nazaret [1] destruirá este lugar, y [2] cambiará las costumbres que Moisés nos entregó". Anteriormente en el versículo 11 había sido acusado de hablar palabras blasfemas contra Moisés y Dios. Así que Esteban está en juicio por oponerse a Moisés y sus costumbres, a Dios y a su templo.
Entonces en Hechos 7: 1 el sumo sacerdote le da a Esteban la oportunidad de defenderse, "¿Es así?" él pide. Y Esteban hace una cosa muy extraña. Él cuenta una historia, una versión condensada de la historia de Israel. Él comienza con Abraham al principio (en vv. 1-8). Entonces (en vv. 9-16) él se detiene en José y cómo los israelitas llegaron a Egipto. Luego pasa mucho tiempo con Moisés (en vv. 17-44). Luego se cierra con una breve referencia a Josué, David y Salomón (en vv. 45-50).
Finalmente, él saca su conclusión de esta historia. Hechos 7: 51-53: " Vosotros, que sois duros de cerviz e incircuncisos de corazón y de oídos, resistís siempre al Espíritu Santo; como hicieron vuestros padres, así también hacéis vosotros. ¿A cuál de los profetas no persiguieron vuestros padres? Ellos mataron a los que antes habían anunciado la venida del Justo, del cual ahora vosotros os hicisteis traidores y asesinos; vosotros que recibisteis la ley por disposición de ángeles y sin embargo no la guardasteis.
Entonces, ¿cuál fue la defensa de Esteban? Él había sido acusado de hablar en contra de Moisés y la ley, y en contra de Dios y el templo. Su defensa es que la historia demuestra lo contrario: es Israel como un pueblo que se ha endurecido contra Dios y ha resistido al Espíritu Santo. Persiguieron a los profetas de Dios y mataron a Jesús, el Hijo de Dios, y ahora están a punto de matar a un hombre "lleno de fe y del Espíritu Santo". Ellos son los que necesitan dar cuenta por ello, no Esteban. Veremos su respuesta la próxima semana.
Dos Maneras en que Nos Ministra el Mensaje de Esteban
Lo que tenemos que hacer hoy es dejar que el mensaje de Esteban nos ministre al menos de dos maneras. Él dice que Israel "siempre se resiste al Espíritu Santo". Esto significa, primero, que Dios había estado trabajando para Israel una y otra vez con repetidos actos de misericordia, paciencia y sufrimiento a lo largo de su historia. Y, en segundo lugar, significa que habían endurecido repetidamente sus corazones y endurecido sus cuellos y detenido sus oídos a la obra de Dios.
Entonces creo que Dios quiere hablarnos sobre dos cosas hoy:
1. Ánimo
Él quiere que seamos animados por la historia de su paciencia y longanimidad con un pueblo rebelde: que es " lento para la ira y abundante en misericordia y fidelidad; y perdona la iniquidad, la transgresión y el pecado" (Éxodo 34: 6-7). Él no está ansioso por castigar. Él está ansioso por perdonar y seguir adelante con gente arrepentida y humilde.
2. Advertencia
Él quiere advertirnos que hay un final a su paciencia. Hay una resistencia al Espíritu Santo que dura tanto y tan lejos que Dios le entrega a una persona el poder de su propio pecado. Ves esto en las palabras del versículo 42: "Dios se volvió y los entregó para adorar al ejército del cielo". Entonces, la segunda forma en que Dios quiere ministrarnos hoy es despertarnos a la increíble verdad de que podemos resistirnos tanto tiempo y desear otras cosas mucho más de las que queremos, que finalmente se da vuelta, deja de condenar, deja de dar sentimientos de culpa gentil, y nos entrega completamente a nuestro pecado (cf. Romanos 1:24, 26, 28) y finalmente a los dioses demoníacos como Moloch y Rephan (v. 43).
Ambas Son Palabras De Gracia
Y recuerden que tanto las promesas de la paciencia de Dios como las advertencias de su juicio son palabras de gracia esta mañana. Y son muy relevantes para nosotros en este momento: tienen que ver con este libro y tienen que ver con nuestro nuevo Centro de Adoración y con otras cosas en su vida también.
Examinando Los Puntos Clave de la Historia de Israel
Creo que la mejor manera de escuchar el estímulo y la advertencia de Dios esta mañana es tomar algunos de los puntos culminantes de la historia de Israel donde vemos su rebelión y su misericordia.
La Elección De Abraham
Comencemos en medio del versículo 2: "El Dios de gloria apareció a nuestro padre Abraham cuando estaba en Mesopotamia, antes que habitara en Harán, y le dijo: ``sal de tu tierra y de tu parentela, y ve a la tierra que yo te mostrare.". Según el versículo 4, Abraham llega a la mitad de la Tierra Prometida y se instala en Harán. Pero Dios es misericordioso y hace más que simplemente decirle a Abraham que vaya a la Tierra Prometida; en realidad lo mueve, ejerce un poder especial sobre Abraham. Verso 4b: "después de la muerte de su padre, Dios lo trasladó a esta tierra en la cual ahora vosotros habitáis
Entonces la misericordia de Dios comienza con elegir a Abraham de entre todos los pueblos de la tierra para heredar la Tierra Prometida; y la paciencia de Dios comienza por darle a Abraham un empujón adicional para llegar a la Tierra Prometida cuando se había establecido a mitad de camino en Harán.
La llegada de José a Egipto
Observe a continuación la forma en que José, uno de los bisnietos de Abraham, llega a Egipto desde la Tierra Prometida. Versículo 9: " Y los patriarcas tuvieron envidia de José y lo vendieron para Egipto". Entonces aquí hay otra instancia de resistencia a la voluntad de Dios. Estaban celosos de que Dios les estuviera hablando a través de José e incluso de que algún día pudieran honrar a José como su superior.
Pero los versículos 9b-10 dicen: "Pero Dios estaba con él, y lo rescató de todas sus aflicciones, y le dio gracia y sabiduría delante de Faraón, rey de Egipto, y éste lo puso por gobernador sobre Egipto". En otras palabras, a través de los celos y la resistencia de los patriarcas, Dios fue paciente y misericordioso, y siguió trabajando para su liberación. Rechazaron la palabra de Dios en los sueños de José, pero Dios, en lugar de juzgarlos, usó su propio pecado para rescatarlos cuando se quedaron sin comida y tuvieron que ir a mendigar a Egipto y su odiado hermano.
El Levantamiento De Moisés
La siguiente ilustración es Moisés. Dios lo levanta como libertador de su pueblo oprimido en Egipto, pero cuando Moisés hace su primera aparición para ayudar a su pueblo, lo resisten, como lo hicieron con José. En el versículo 26 trata de romper una pelea entre dos israelitas: "Varones, vosotros sois hermanos, ¿por qué os herís el uno al otro? Pero el versículo 27 dice: "Pero el que estaba hiriendo a su prójimo lo empujó, diciendo: ``¿quien te ha puesto por gobernante y juez sobre nosotros?”.
Entonces ellos rechazan a su libertador como lo hicieron con José y como lo harán con Jesús, y él huye al exilio en la tierra de Madián. Pero allí la paciencia y la misericordia de Dios lo mueven a enviar de vuelta a Moisés. Versículo 34: "ciertamente he visto la opresión de mi pueblo en Egipto y he oído sus gemidos, y he descendido para librarlos; ven ahora y te enviare a Egipto".
Entonces en el versículo 36 vemos a Moisés, el gobernante y libertador rechazado, salvando a la gente: "Este hombre los sacó, haciendo prodigios y señales en la tierra de Egipto, en el mar Rojo y en el desierto por cuarenta años".
El Becerro De Oro Y el Peregrinaje por el Desierto
Pero de nuevo, a pesar de toda esta paciencia, los versículos 39-41 dicen: "al cual nuestros padres no quisieron obedecer, sino que lo repudiaron, y en sus corazones regresaron a Egipto, diciendo a Aarón: ``haznos dioses que vayan delante de nosotros, porque a este Moisés que nos saco de la tierra de Egipto, no sabemos lo que le haya pasado". En aquellos días hicieron un becerro y ofrecieron sacrificio al ídolo, y se regocijaban en las obras de sus manos“.
Para muchos de ellos, la paciencia de Dios llegó a su colmo en ese momento. El versículo 42 dice: " Pero Dios se apartó de ellos y los entregó para que sirvieran al ejército del cielo". En otras palabras, dado que rechazaron la verdadera adoración de Dios y quisieron ídolos hechos con sus propias manos, Dios los entrego a la realidad que mora detrás de todos los ídolos, a saber, los demonios. Entonces el versículo 43 dice: "también llevasteis el tabernáculo de Moloch, y la estrella del dios Renfan".
Pero incluso entonces Dios no dejó de mostrar misericordia a todos ellos. En el versículo 45 dice que los israelitas "tomar en posesión de las naciones que Dios arrojó de delante de nuestros padres". Entonces, incluso después de la idolatría en el desierto, Dios luchó por Israel y les dio la Tierra Prometida.
Un Templo "Hecho Con Las Manos"
Finalmente, Esteban llega al punto del templo: la acusación contra él. Él señala que Salomón construyó una casa para Dios (v. 47) -el templo que tanto aprecian y que Jesús dijo que destruiría y edificaría de nuevo en tres días- y dice en el versículo 48: "Pero el Altísimo no habita en casas hechas con manos".
Y aquí llegamos al corazón de la advertencia de Esteban tiene para nosotros en este mensaje. ¿Cuál fue la raíz del mal en toda esta resistencia a la voluntad de Dios? ¿Por qué resistieron al Espíritu Santo (v. 51)?
Encontré la clave en una frase paralela en el versículo 41 y el versículo 48. En el versículo 41, Esteban dice que ofrecieron sacrificios al ídolo y "se regocijaron en las obras de sus manos". Y en el versículo 48 dice: "El Altísimo no habita en casas hechas con manos".
La raíz del mal en muchos en Israel era que basaban su alegría -su satisfacción, su significado, su sentido de importancia- de lo que podían lograr con sus propias manos. Verso 41: "Se regocijaron en las obras de sus manos". Querían una especie de dios y una especie de adoración en la que podían demostrar su propio poder, su propia sabiduría, su propia justicia, su propia moralidad y su propio fervor religioso. Se alegraron de lo que podían lograr por si mismos y sin Dios. Especialmente no de un Dios tan libre y tan grande y tan soberano y tan autosuficiente que se atribuye todo el mérito por todo lo bueno, y no se dejará limitar ni controlar por ningún templo hecho por el hombre.
El templo en Jerusalén se había convertido para muchos en Israel en un símbolo de lo que podían lograr: el trabajo de sus manos. Y, por lo tanto, el culto allí se había convertido en una forma sutil de adoración a sí mismo, todo muy religioso, usando todo el lenguaje correcto, pero proveniente de corazones incircuncisos, duros de cerviz, insumisos y exaltados en si mismos..
Lo Que Jesús Destruyó
Cuando Jesús dijo que destruiría el templo y construiría otro en tres días "no hecho con manos" (Marcos 14:58), quiso decir que destruiría este tipo de religión. Esteban lo vio tan claro como el sol del mediodía, porque era un hombre lleno de fe y del Espíritu Santo. No miró hacia los logros de sus propias manos o hacia las actuaciones de su propio poder. Miró a Dios con fe y confió en el Espíritu Santo para obtener poder, por lo que "el Dios de gloria" (v. 2) obtendría su gloria.
Dos Mensajes Que Dios Quiere Que Escuchemos
Esta mañana Dios quiere que oigas dos mensajes: uno es que él es un Dios "lento para la ira y abundante en amor firme, mostrando fidelidad a miles y perdonando la iniquidad, la transgresión y el pecado". Él no se aparta de nosotros ni deja de perseguirnos porque hemos pecado una o dos veces, o diez veces, o setenta veces o setenta veces siete veces. Si aún puedes arrepentirte, él todavía te está persiguiendo.
El otro mensaje de esta mañana es una advertencia misericordiosa: no obtengas tu realización de las obras de tus manos o de los logros de tu propia fuerza.
Tomo la advertencia primero para mí y para todos los autores de este libro (Recuperando la hombría y la feminidad bíblicos) ¿Me regocijaré en Dios y en su verdad y en su misericordia, reflejado imperfectamente aquí, o me regocijaré en el trabajo de mis manos y mi mente? ¿Será este libro un lugar de reunión dada por Dios para un encuentro con Dios mismo, o será para mí un becerro de oro en el que puedo jactarme? Ese es el problema planteado por Esteban esta mañana.
Y finalmente, el problema para todos nosotros cuando ingresamos al nuevo Centro de Adoración en unas pocas semanas es el mismo. Será hermoso. Nos deleitaremos con su fulgor, su tamaño y su acústica y sus áreas comunes y su guardería. Y cuán grande será el peligro de que caigamos como Israel, y que nos regocijemos en la obra de nuestras propias manos; y que convirtamos la obra de Dios en un símbolo de nuestro logro para que nuestra adoración allí se convierta en una forma de adoración propia y una abominación a Dios.
El cielo es mi trono y la tierra el estrado de mis pies. ¿Qué casa me edificareis, dice el Señor, o cuál es el lugar de mi reposo? ¿No fue mi mano la que hizo todas estas cosas? (Hechos 7: 49-51)
Más bien, que la obra de nuestras manos (ya sean libros, centros de adoración o cualquier otra cosa) nos lleve a regocijarnos en "el Dios de la gloria", "de quién y por quién y para quién son todas las cosas". A él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén "(Romanos 11:36).
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