Mis tiempos tranquilos son cualquier cosa menos tranquilos

De Libros y Sermones Bíblicos

He llegado a creer que muchas mujeres no están leyendo sus Biblias constantemente porque nuestra imaginación nos ha fallado. Tenemos alguna idea de cómo es la piedad cristiana, pero casi siempre está ligada a un estilo de vida particular, uno que desafortunadamente no tenemos.

Cuando imaginamos la lectura de la Biblia, lo que estamos viendo es algo parecido a la vida de un erudito. Vemos un enfoque y comentarios ininterrumpidos. Vemos a un pastor en su estudio, donde la palabra es el trabajo de su vida. Vemos a alguien viviendo en una casa en el lago, sin intrusiones, con serenidad completa y café perfecto. Tal vez veamos la vida de una súper mujer, que se levanta mucho antes del amanecer porque le importa mucho más de lo que nos interesa a nosotros. Vemos la calma. Nos imaginamos el enfoque. Vemos una diligencia heroica.

En pocas palabras, vemos que la práctica cristiana de leer la Biblia depende de un momento realmente especializado, un momento que rara vez (o casi nunca) honra nuestra propia vida.

Contenido 1 Los límites que le ponemos a la palabra 2 ¿Útil para quién? 3 La vida inevitablemente ruidosa 4 Mi sueño para las mujeres 5 Rezando por una súper floración

Los límites que le ponemos a la palabra

Cuando nos sentimos culpables o nos preguntamos qué está mal con nosotros por nunca leer la palabra, pasamos todo nuestro tiempo tratando de crear las circunstancias perfectas en las que la lectura de la Biblia podría florecer, en lugar de ver cómo podemos hacer que suceda en esta vida, con estos obstáculos. Si vamos a encontrarnos con Dios, tendremos que ser creativos.

Una madre fiel (ocupada y distraída) puede pensar que la única forma de volverse en una mujer de la palabra sería de repente convertirse en una nueva persona en una nueva vida. En otras palabras, nuestra idea de piedad y disciplina espiritual simplemente no encaja con la vida a la que Dios nos ha llamado. Pero estos son límites que hemos puesto en la palabra, no límites que Dios coloca en nosotros.

¿No es simplemente una mentira que nos dice que nuestra vida no es compatible con leer fielmente la palabra? ¿Por qué somos tan fácilmente apartados de una comida tan perfecta para nuestras almas?

¿Útil para quién?

El apóstol Pablo dice: "Toda la Escritura es exhalada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para entrenar en justicia, para que el hombre de Dios esté completo, equipado para toda buena obra" (2 Timoteo 3:16–17).

Observe que la Escritura en sí nos dice que es útil para prepararnos para toda buena obra, para que podamos estar completos. ¿Quién podría estar completo? ¿Solo los eruditos y pastores, y aquellos que poseen una vida muy ordenada o extraordinariamente diligente? No, ¡no solo ellos! El creyente que esté completo. Tu. La madre con niños pequeños, y la que comparte su auto todo el tiempo. La madre que se despertó demasiado temprano por un bebé hambriento, y la que está abrumada por las pequeñas preguntas e interrupciones, que tiene más en su lista de tareas pendientes de lo que puede hacer. La que hace muchas cosas al mismo tiempo y tiene el estado mental disperso para probarlo.

Por alguna razón, muchos de nosotros no nos hemos molestado en imaginar cómo sería la piedad en este tipo de vida de caos e interrupciones. Todavía pensamos que la lectura de la Biblia es un "momento de tranquilidad". ¿Pero qué pasa si su vida es inevitablemente ruidosa?

La vida inevitablemente ruidosa

Conozco mi propia vida, y la tranquilidad no es la palabra para describirla. De vez en cuando, por supuesto, lo es: un sofá, un café y un momento tranquilo. Pero si esperara esos momentos para leer la palabra, tal vez leería un capítulo cada semana y media. Eso simplemente no puede sostenerme.

Cuando su vida está realmente ocupada, y su agenda apretada, y las exigencias físicas pesadas, ¿decidiría reducir los alimentos? Tal vez una vez a la semana puedo comer un trozo de queso, pero de lo contrario, ¡mi vida es tan loca que no hay tiempo para comer!

"Todavía pensamos en la lectura de la Biblia como un ‘momento de tranquilidad’. Pero ¿qué pasa si su vida es inevitablemente ruidosa?". Un tweet compartido en Facebook, los niños que hacen preguntas repentinas, mi teléfono que suena, el cronómetro del horno que suena, el pequeño que tiene un problema, el momento de recoger a alguien de la pista, otro viaje rápido a la tienda de abarrotes. Estas son las muy buenas obras para las que me está preparando la palabra. ¿Por qué creo que estos momentos no son dignos de la palabra? ¿O que estos momentos están de alguna manera por debajo de eso, que el alimento espiritual es innecesario para lo que claramente es un maratón espiritual?

Esta mi es mi vida. Este es mi llamado. Estos son mis deberes. Y este es el alimento espiritual que me fortalece para esta vida, este llamado y estos deberes.

Mi sueño para las mujeres

Me encantaría que cada mujer pudiera imaginar otro tipo de piedad porque la hemos visto en acción. Mujeres que cantan salmos mientras doblan la ropa. Mujeres que escuchan la Biblia mientras limpian baños o aspiran. Mujeres que hablan sobre lo que acaban de notar en la palabra a los niños en la parte trasera del auto, arrebatando un segundo para leer otro capítulo mientras esperan en un estacionamiento. Mujeres cuyas manos están tan llenas de buenas obras para las cuales están perfectamente preparadas porque están siendo alimentadas por la buena palabra, por más que se alimenten de ella apresuradamente.

¿Cómo sería el mundo si todas esas mujeres, cuyas manos están en tantos lugares haciendo tanto bien, estuvieran completamente equipadas por el poder de la palabra? ¿Qué pasa si superamos nuestras ideas de cómo se ve la piedad y nos damos cuenta de que ciertamente también incluye nuestros llamados?

Rezando por una súper floración

Pablo dice: "Ahora, al que puede hacer mucho más abundantemente que todo lo que pedimos o pensamos, de acuerdo con el poder que trabaja en nuestro interior, para que sea gloria en la iglesia y en Cristo Jesús a través de todas las generaciones, por los siglos de los siglos. Amén" (Efesios 3:20-21).

De vez en cuando, en un clima desértico, hay una primavera inusualmente húmeda y todo el desierto estalla en floración, se llama súper floración. Es un fenómeno impresionante. Las semillas que siempre han estado allí, secas y latentes, responden repentinamente a la inesperada humedad en la vida, el color y la alegría. Colinas desérticas repentinamente cubiertas de púrpura, naranja y amarillo.

Esa es mi esperanza y mi oración: que mientras las mujeres cristianas busquen la lectura fiel de la palabra en nuestras vidas normales, encontrando todas las formas inesperadas de hacerlo sin importar nuestro entorno y los obstáculos aparentes, veremos una súper floración de mujeres piadosas. Mujeres que están tan saturadas con la palabra que en todo el paisaje generalmente árido veremos florecer el evangelio. La vida del evangelio alimentada por el agua del evangelio, en la vida de las mujeres cuyas manos están en todo.

A medida que nos volvemos creativos en nuestra lectura de la Biblia, Dios derramará su Espíritu para ayudarnos a vivir y prosperar, y a ser madres en formas que aún no hemos imaginado.