Policarpo

De Libros y Sermones Bíblicos

MATEO 16:25

25Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por causa de mí, la hallará.

Durante las últimas semanas hemos revisado ejemplos de fe presentes en Hebreos 11. La audiencia original de Hebreos fue llamada para imitar la fe de aquellos santos de la antigua alianza que murieron antes de recibir las promesas de la nueva alianza.

Mientras esperamos las promesas de un nuevo cielo y una nueva tierra, también estamos llamados a imitar la fe perseverante de aquellos santos de la antigua alianza. Sin embargo, mientras estos ejemplos bíblicos son más que suficientes para nosotros hasta el retorno de Jesús, Dios nos ha seguido enviando ejemplos de fidelidad en el transcurso de la historia. En las próximas dos semanas revisaremos algunos hombres leales que Dios ha elevado en la historia de la iglesia con la ayuda de las series educativas del Dr. R.C. Sproul, tituladas Héroes de la Fe Cristiana.

Empezamos hoy con Policarpo, uno de los más famosos mártires en los inicios de la iglesia. Policarpo fue obispo de Esmirna (Izmir) en la mitad del segundo siglo A.D., y fue muy admirado por su aporte pastoral así como por la compasión que demostraba a sus feligreses. Tenía fuertes lazos tanto con los apóstoles como con los primeros padres de la iglesia. Policarpo había conocido al apóstol Juan durante su niñez y fue amigo de Ignacio, uno de los más importantes líderes de la iglesia en sus inicios. Policarpo fue también uno de los profesores de Ireneo, uno de los más influyentes teólogos y apologistas del segundo siglo.

Policarpo es muy conocido por su martirio en las manos de los Romanos, si bien su muerte no fue algo que buscara. A lo largo de la vida de Policarpo, muchos profesores de las herejías Cristianas recomendaban a sus discípulos que busquen maneras para ser mártires por sus creencias. Esta idea reflejaba una virtuosidad del pensamiento, donde una persona puede ganar su camino al cielo buscando su propia muerte.

Policarpo dijo que deberíamos buscar el martirio. Sin embargo, esto no significa que estaba dispuesto a morir por su fe. El martirio no es algo que tengamos que lograr, Policarpo nos enseñó que si llega, deberemos aceptarlo con los brazos abiertos. Fue eventualmente arrestado por las autoridades romanas y enviado a la arena para ejecución. Policarpo pudo haber evitado la muerte renunciando a su fe y venerando a César. Sin embargo, se rehusó hacerlo y murió por el fuego y la espada como precio por su confesión.

Coram Deo

Quien valora su propia vida más que la de Jesús, la perderá (Mateo 16:25). El martirio parece ajeno para nosotros en los Estados Unidos, pero es una diaria realidad para muchos en este mundo. Oren para que los creyentes que sufren puedan mantenerse firmes por Cristo y que puedan estar dispuestos a morir por Él, si tal persecución se convierte en realidad donde se encuentren.

Para un Estudio más Profundo

Génesis. 4:8 2 Crónicas 24:20–22 Lucas 21:10–19 Actos 7:54–60

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