"Estad quietos y conoced que yo soy Dios"

De Libros y Sermones Bíblicos

(Diferencias entre revisiones)
Saltar anavegación, buscar
(Página creada con '{{info|“Be Still and Know That I Am God”}}<br> Vuelvo de vacaciones temblando. Primero, porque temo que podría haber olvidado cómo hacerlo. Segundo, debido a que más de...')
Línea 1: Línea 1:
{{info|“Be Still and Know That I Am God”}}<br>  
{{info|“Be Still and Know That I Am God”}}<br>  
-
Vuelvo de vacaciones temblando. Primero, porque temo que podría haber olvidado cómo hacerlo. Segundo, debido a que más depende de este ministerio que de la cirugía cerebral.  
+
Vuelvo de las vacaciones temblando. Primero, porque temo haber olvidado cómo hacer mi trabajo. Segundo, porque en este ministerio se ponen en juego cuestiones más importantes que en una neurocirugía.  
-
¿No se acuerda regresar a la escuela después de un largo verano de diversión? Y, de repente, en algún momento de agosto, se da cuenta: “No he escrito nada durante todo el verano. Puede que no recuerde cómo escribir. Mi mano puede llegar a confundirse. Puede que no sea capaz de deletrear. Podría haber olvidado todas mis tablas de multiplicar. Y encima de eso, ¿cómo voy a recordar el nombre de todos?” Entonces tiene esta sensación de torsión en su abdomen, y desea huir.  
+
¿Recuerdan haber regresado a la escuela después de un largo verano de diversión? De repente, en algún momento empezadas las clases, uno se da cuenta: “No he escrito nada en todo el verano. Puede que no recuerde cómo escribir. Quizá se me trabe la mano. Quizá no pueda deletrear. Quizás haya olvidado todas las tablas de multiplicar. Y para colmo, ¿cómo voy a recordar el nombre de todos mis compañeros?”. Entonces uno tiene esa sensación de que se le revuelve el estómago y le dan ganas de salir corriendo.  
-
Bueno, no se ría, pero hay mucho de eso en mi abdomen esta semana. ¿Qué hace un pastor de todos modos? ¿Por dónde empiezo el lunes 19 de julio? Veamos, hay al menos tres personas en el hospital que tengo de ver; hay una gran cantidad de correspondencia; hay una reunión de personal y una reunión de pasantes; hay una boda el sábado y un ensayo el viernes; hay una pareja recién comprometida para ver el lunes; está la situación de los maestros de niños para ponerse al día; hay algunos avisos para enviar sobre la ordenación de Tom Steller. Oh sí, y estoy enseñando un curso de tres semanas en el programa de Doctorado en Ministerio y el Seminario Betel a partir del lunes, todas las mañanas, durante 2 1/2 horas; Tengo que estar listo para eso. Y los sermones para preparar. Me pone nervioso sólo pensar en ello.  
+
Bueno, no se rían, pero esa sensación me vino muchas veces esta semana. ¿Qué hace un pastor de todos modos? ¿Por dónde empiezo el lunes? Veamos, hay al menos tres personas en el hospital a las que tengo que visitar; hay una gran cantidad de correspondencia; hay una reunión de personal y una reunión con los pasantes; hay una boda el sábado y un ensayo el viernes; hay una pareja que se acaba de comprometer a la que tengo que ver el lunes; tengo que ponerme al día con la situación de los maestros de niños; tengo que enviar algunos avisos sobre la ordenación de Tom Steller. Ah, sí, y estoy dictando un curso de tres semanas en un programa de Doctorado en Ministerio y en Bethel Seminary a partir del lunes, todas las mañanas, durante 2 horas y media; tengo que estar listo para eso. Y los sermones que me falta preparar. Sólo pensar en eso me pone nervioso.  
-
Pero yo no huyo. Corro hacia el sótano y cierro la puerta. Y leo el Salmo 46, “Estad quietos, y conoced que yo soy Dios.Quietud. Puedo oír a algunos pasos arriba y el deshumidificador zumbando en la habitación contigua. Pero esto bastará. ¡Estate quieta, alma! Deja de ensayar. Relájate. Respira profundo. Quieta. Ahora, conoce esto: Dios es Dios. Dios es Dios. Solo estate quieta y deja que eso te invada. Déjalo crecer. Deja que llene la habitación y el sótano, la casa, Elliot Park, Minnesota, los EEUU, la Tierra, el sistema solar, la Vía Láctea, el universo y más allá. ¡Dios es Dios! Oh, el conocer esto en el fondo de mi alma. Oh, el llevar esta quietud conmigo a través de estos días agitados. ¡Dios es Dios! Oh, el vivir estos días para que alguien diga en mi funeral: él fue un individuo totalmente aturdido por Dios.  
+
Pero no salgo corriendo. Más bien, corro hacia el sótano y cierro la puerta. Leo el Salmo 46: “Estad quietos, y conoced que yo soy Dios”. Quietud. Puedo oír a algunos pasos arriba y el deshumidificador zumbando en la habitación contigua, pero tendré que conformarme con eso. ¡Estate quieta, alma! Deja de ensayar. Relájate. Respira profundo. Quieta. Ahora, conoce esto: Dios es Dios. Dios es Dios. Solo estate quieta y deja que esa verdad te invada. Déjala crecer. Deja que llene la habitación y el sótano, la casa, Elliot Park, Minnesota, Estados Unidos, la Tierra, el Sistema Solar, la Vía Láctea, el universo y más allá. ¡Dios es Dios! Dios, que pueda saberlo desde lo profundo de mi alma. Que pueda llevar esta quietud conmigo a través de estos días agitados. ¡Dios es Dios! Dios, que pueda vivir estos días de modo que alguien diga en mi funeral: John fue una persona totalmente apasionada por Dios.  
-
Pero cuanto más de Dios lleve en su alma, tanto más siente que la cirugía cerebral es un juego de niños comparada con el ministerio pastoral. Ellos obran en el tiempo, nosotros obramos en la eternidad. Si ellos son derrotados, es por la muerte. Si nosotros somos derrotados, es por el infierno. Este trabajo no es trivial. Si mis vacaciones, con su ocio, su libertad total para la mente, sus paisajes de mar y estrelladas noches —si mis vacaciones han hecho algo por mí, es el poner sobre el peso de mi llamamiento. Si lo hago bien me salvaré a mí mismo y a los santos (1 Timoteo 4:16). Si fracaso…  
+
No obstante, cuanto más de Dios llevo en el alma, tanto más siento que una neurocirugía es un juego de niños comparada con el ministerio pastoral. Ellos transitan el tiempo, nosotros transitamos la eternidad. Si ellos son derrotados, es por la muerte. Si nosotros somos derrotados, es por el infierno. Este trabajo no es trivial. Si mis vacaciones —con su ocio, su libertad total para la mente, sus paisajes de mar y sus noches estrelladas— han hecho algo por mí, es poner sobre mis hombros el peso de mi llamamiento. Si lo hago bien me salvaré a mí mismo y a los santos (1 Timoteo 4:16). Si fracaso…  
-
“Estad quietos, y conoced que yo soy Dios…Jehová de los ejércitos está con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob.”  
+
“Estad quietos, y conoced que yo soy Dios […]. Jehová de los ejércitos está con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob.”  
-
Temblando en el yugo,  
+
Temblando bajo el yugo,  
-
El Pastor John
+
Pastor John

Revisión de 19:40 21 sep 2016

Recursos Relacionados
Leer más Por John Piper
Indice de Autores
Leer más sobre Ministerio Pastoral
Indice de Temas
Recurso de la Semana
Cada semana enviamos un nuevo recurso bíblico de autores como John Piper, R.C. Sproul, Mark Dever, y Charles Spurgeon. Inscríbete aquí—es gratis. RSS.

Sobre esta Traducción
English: “Be Still and Know That I Am God”

© Desiring God

Compartir esto
Nuestra Misión
Esta traducción ha sido publicada por Traducciones Evangelio, un ministerio que existe en internet para poner a disponibilidad de todas las naciones, sin costo alguno, libros y artículos centrados en el evangelio traducidos a diferentes idiomas.

Lea más (English).
Como Puedes Ayudar
Si tú puedes hablar Inglés bien, puedes ofrecerte de voluntario en traducir

Lea más (English).

Por John Piper sobre Ministerio Pastoral
Una parte de la serie Taste & See

Traducción por Javier Matus


Vuelvo de las vacaciones temblando. Primero, porque temo haber olvidado cómo hacer mi trabajo. Segundo, porque en este ministerio se ponen en juego cuestiones más importantes que en una neurocirugía.

¿Recuerdan haber regresado a la escuela después de un largo verano de diversión? De repente, en algún momento empezadas las clases, uno se da cuenta: “No he escrito nada en todo el verano. Puede que no recuerde cómo escribir. Quizá se me trabe la mano. Quizá no pueda deletrear. Quizás haya olvidado todas las tablas de multiplicar. Y para colmo, ¿cómo voy a recordar el nombre de todos mis compañeros?”. Entonces uno tiene esa sensación de que se le revuelve el estómago y le dan ganas de salir corriendo.

Bueno, no se rían, pero esa sensación me vino muchas veces esta semana. ¿Qué hace un pastor de todos modos? ¿Por dónde empiezo el lunes? Veamos, hay al menos tres personas en el hospital a las que tengo que visitar; hay una gran cantidad de correspondencia; hay una reunión de personal y una reunión con los pasantes; hay una boda el sábado y un ensayo el viernes; hay una pareja que se acaba de comprometer a la que tengo que ver el lunes; tengo que ponerme al día con la situación de los maestros de niños; tengo que enviar algunos avisos sobre la ordenación de Tom Steller. Ah, sí, y estoy dictando un curso de tres semanas en un programa de Doctorado en Ministerio y en Bethel Seminary a partir del lunes, todas las mañanas, durante 2 horas y media; tengo que estar listo para eso. Y los sermones que me falta preparar. Sólo pensar en eso me pone nervioso.

Pero no salgo corriendo. Más bien, corro hacia el sótano y cierro la puerta. Leo el Salmo 46: “Estad quietos, y conoced que yo soy Dios”. Quietud. Puedo oír a algunos pasos arriba y el deshumidificador zumbando en la habitación contigua, pero tendré que conformarme con eso. ¡Estate quieta, alma! Deja de ensayar. Relájate. Respira profundo. Quieta. Ahora, conoce esto: Dios es Dios. Dios es Dios. Solo estate quieta y deja que esa verdad te invada. Déjala crecer. Deja que llene la habitación y el sótano, la casa, Elliot Park, Minnesota, Estados Unidos, la Tierra, el Sistema Solar, la Vía Láctea, el universo y más allá. ¡Dios es Dios! Dios, que pueda saberlo desde lo profundo de mi alma. Que pueda llevar esta quietud conmigo a través de estos días agitados. ¡Dios es Dios! Dios, que pueda vivir estos días de modo que alguien diga en mi funeral: John fue una persona totalmente apasionada por Dios.

No obstante, cuanto más de Dios llevo en el alma, tanto más siento que una neurocirugía es un juego de niños comparada con el ministerio pastoral. Ellos transitan el tiempo, nosotros transitamos la eternidad. Si ellos son derrotados, es por la muerte. Si nosotros somos derrotados, es por el infierno. Este trabajo no es trivial. Si mis vacaciones —con su ocio, su libertad total para la mente, sus paisajes de mar y sus noches estrelladas— han hecho algo por mí, es poner sobre mis hombros el peso de mi llamamiento. Si lo hago bien me salvaré a mí mismo y a los santos (1 Timoteo 4:16). Si fracaso…

“Estad quietos, y conoced que yo soy Dios […]. Jehová de los ejércitos está con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob.”

Temblando bajo el yugo,

Pastor John


Vota esta traducción

Puntúa utilizando las estrellas