¿Cómo enseñarles a nuestros hijos el carácter de Dios y no solo sus mandamientos?
De Libros y Sermones BÃblicos
Por John Piper
sobre Crianza de los Hijos
Una parte de la serie Ask Pastor John
Traducción por Ana Villoslada
Fragmento de una serie. El texto es la transcripción de un audio.
Cómo enseñarles a nuestros hijos el carácter de Dios y no solo sus mandamientos.
No creo que los niños entiendan los mandamientos como lo que realmente son, o sea, la receta de un médico para traer gozo y vida con amor, si no conocen al Dios que hay detrás. Lo único que tenemos que hacer es ayudarles a ver y a sentir lo maravilloso que es haber sido creados y estar sostenidos y redimidos por un Dios personal, que nos ama, que es glorioso, omnipotente, que todo lo sabe y es todo soberano. De este modo, los “debes” y “no debes” cobrarán sentido.
Si solo tenemos “debes” y “no debes” con los niños, tenemos ley, y la Biblia dice claramente que nadie está justificado por la ley. Y si solo nos referimos a Dios como "Él me da obligaciones y ¡yo intento cumplirlas! Espero que hoy esté contento conmigo porque cumplí más”, entonces, nunca conoceremos al verdadero Dios de la Biblia. Así que sea como sea, incluso desde el principio, tenemos que enseñarles y ser modelos de la grandeza de Dios.
Quiero reconocer lo difícil que es porque cuando uno está criando a un niño pequeño, prácticamente todo son “debes” y “no debes”: ¡eso no se toca! ¡Cómetelo! ¡Eso no se hace! ¡Cómetelo!" Uno tiene que estar diciendo a todas horas lo que se debe y no se debe hacer. Por tanto, hay que completarlo con una declaración personal de que Dios es bueno y maravilloso para que los niños puedan ver gozo y alegría en papá y mamá, y empiecen a entender que eso está relacionado con Dios. Dios es la razón por la que papá y mamá están felices; Dios es la razón por la que mamá y papá me abrazan; Dios es la razón por la que me alimentan. Dios es la razón por la que mamá y papá cantan en la cocina y entonces, los “debes" y “no debes”, empiezan a cobrar sentido.
¿Podría orar por los padres que creemos que no hemos sido capaces de ser modelos y enseñarles bien estas cosas a nuestros hijos?
Padre que estás en el cielo: todavía soy padre, siempre lo seré y me siento unido a estos padres que están ahí afuera. Me he sentido un incompetente. He tenido que ir con lágrimas en los ojos a disculparme con mi hijo de quince años por decirle cosas horribles. He tenido que pedirle a Talitha que me perdonase, incluso cuando tenía ocho años, por haberle levantado la voz más de lo debido y haberla hecho llorar.
Así que, Señor, sé lo que es necesitar perdón. Y en primer lugar, pido perdón para los padres, allá donde hayamos fallado. Y pido que después tengamos la humildad tanto de ir ante ti con nuestra confesión como de ir a nuestros hijos, ya sean pequeños o adolescentes, y decirles: “papá y mamá no son perfectos. Nos hemos equivocado y lo sentimos. ¿Nos perdonas?” Señor, perdona a los padres por sus equivocaciones.
Después, Señor, te pido que des abundante gracia y sabiduría. Concédele a cada padre paciencia sufrida con sus hijos y dales sabiduría, perspectiva bíblica, amor y firmeza. Mi padre solía decirle siempre a mi madre: "Sé dulce y firme, sé firme y dulce”. Señor, que la combinación perfecta de firmeza y dulzura se adhiera a los padres y los capacite.
Y oro para que los padres tengan la disciplina de apagar el televisor, de levantarse e ir a atender al niño. Señor, ayúdanos a tener la suficiente disciplina con nosotros mismos para poder bendecirlos y disciplinarlos apropiadamente.
Señor, ayúdanos. Los padres somos un grupo necesitado y te pedimos que perdones nuestras equivocaciones, que nos ayudes ante nuestras necesidades y que nuestros hijos lleguen a conocerte, a amarte y a tener vidas productivas que exalten a Jesucristo.
En Su nombre,
Amén.
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