“Haced todo sin murmuraciones”

De Libros y Sermones Bíblicos

Uno de los efectos de mi hablar nueve veces recientemente a los pastores en Alaska fue la convicción de mi pecado de murmuración. Lo que pasó fue esto. Hablé sobre las cosas que más me gustan. Hablé del gran y glorioso Dios del hedonismo cristiano—

• El Dios que “obra por el que en Él espera” (Isaías 64:4);
• El Dios que “no quitará el bien a los que andan en integridad” (Salmo 84:11);
• El Dios que “nos sigue con bien y misericordia todos nuestros días” (Salmo 23:6);
• El Dios que “ayuda todas las cosas a bien a los que Le aman” (Romanos 8:28);
• El Dios que “no escatimó ni a Su propio Hijo, sino que Lo entregó por todos nosotros, y nos dará también con Él todas las cosas” (Romanos 8:32);
• El Dios que “por medio del cual todo lo podemos” (Filipenses 4:13);
• El Dios que “suple todo lo que nos falta conforme a Sus riquezas en gloria en Cristo Jesús” (Filipenses 4:19);
• El Dios que “nos ayudará, nos fortalecerá y nos sustentará con la diestra de Su justicia” (Isaías 41:10);
• El Dios que “nunca nos dejará ni nos desamparará, de manera que podemos decir confiadamente: ‘El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre’” (Hebreos 13:5-6);
• El Dios que “comenzó la obra en mí la perfeccionará” (Filipenses 1:6);
• El Dios “en cuya presencia hay plenitud del gozo y delicias a Su diestra para siempre” (Salmo 16:11);
• El Dios que “tiene toda potestad en el cielo y en la tierra … y que estará con nosotros hasta el fin del mundo” (Mateo 28:18-20);
• El Dios que “nos disciplina para lo que nos es provechoso, para que participemos de Su santidad” (Hebreos 12:10);
• El Dios “cuyos ojos contemplan toda la tierra, para mostrar Su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con Él” (2 Crónicas 16:9);
• El Dios que “conoce los cabellos de nuestra cabeza y sin Él no cae ni un pájaro a la tierra” (Mateo 10:29-30);
• El Dios que “se alegra haciéndonos bien … de todo Su corazón y de toda Su alma” (Jeremías 32:41);
• El Dios que “se goza sobre nosotros con alegría y se regocija sobre nosotros con cánticos” (Sofonías 3:17).

Cuando oí estas cosas saliendo de mi boca, estaba profundamente convencido de que mi corazón había murmurado en estos últimos meses. Pablo dijo: “Haced todo sin murmuraciones”. La murmuración es una evidencia de poca fe en la gratuita providencia de Dios en todos los asuntos de nuestras vidas. Y la poca fe es una deshonra para Él. Desprecia Su soberanía, sabiduría y bondad.

¿Creo estas cosas? Si mi fe es fuerte, no murmuraré. Ora por mí, para que yo me regocije en el Señor y reciba voluntariamente de Su mano todo lo que Él planea para mi santidad. Entonces, como dice Pablo en el versículo siguiente, puedo ser “un luminar en el mundo”. La murmuración sólo aumenta la oscuridad porque oscurece la luz de la providencia bondadosa y controladora de Dios.

Gracias por luchar conmigo en la oración,

El Pastor John