Acerquémonos en confianza
De Libros y Sermones BÃblicos
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<blockquote>"Por tanto, acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que recibamos misericordia, y hallemos gracia para la ayuda oportuna." (Heb.4:16) </blockquote><blockquote> | <blockquote>"Por tanto, acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que recibamos misericordia, y hallemos gracia para la ayuda oportuna." (Heb.4:16) </blockquote><blockquote> | ||
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El autor de Hebreos realiza un hermético caso de la superioridad de Cristo como nuestro Sumo Sacerdote. La ascención de Jesús a los cielos (4:14) y Su simpatía hacia lo que experimentamos (4:15) son los fundamentos de esta superioridad. Concluyamos pues que la superioridad de Cristo nos debe asustar tanto como para acercarnos a Su trono, 4:16 nos exhorta a acercarnos a su trono de gracia de modo que podamos encontrar piedad y gracia para ayudarnos cuando las necesitemos. | El autor de Hebreos realiza un hermético caso de la superioridad de Cristo como nuestro Sumo Sacerdote. La ascención de Jesús a los cielos (4:14) y Su simpatía hacia lo que experimentamos (4:15) son los fundamentos de esta superioridad. Concluyamos pues que la superioridad de Cristo nos debe asustar tanto como para acercarnos a Su trono, 4:16 nos exhorta a acercarnos a su trono de gracia de modo que podamos encontrar piedad y gracia para ayudarnos cuando las necesitemos. |
Revisión de 22:18 18 sep 2017
Por Ligonier Ministries Staff
sobre La Gracia de Dios
Una parte de la serie Tabletalk
Traducción por Caridad Adriana Zayas Velázquez
"Por tanto, acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que recibamos misericordia, y hallemos gracia para la ayuda oportuna." (Heb.4:16)
- Hebreos 4:16
El autor de Hebreos realiza un hermético caso de la superioridad de Cristo como nuestro Sumo Sacerdote. La ascención de Jesús a los cielos (4:14) y Su simpatía hacia lo que experimentamos (4:15) son los fundamentos de esta superioridad. Concluyamos pues que la superioridad de Cristo nos debe asustar tanto como para acercarnos a Su trono, 4:16 nos exhorta a acercarnos a su trono de gracia de modo que podamos encontrar piedad y gracia para ayudarnos cuando las necesitemos.
Este versículo fue una gran novedad para la audiencia original de esta epístola. Recuerde que en los capítulos 3 y 4, el autor les advertía que, al igual que los israelíes originarios, ellos podrían renunciar a los convenios y ser separados de las promesas. La audiencia original fue empapada de las Escrituras Hebreas y sabían que cuando Dios prometía castigo, El realmente a eso se refería (Num 12:1-16). Sabiendo que ellos estaban en la misma posición que la generación que nunca entró a la Tierra Prometida realmente les provocó mucho temor. Ellos podrían haber pensado si había algo que pudieran hacer para evitar que Dios les diera la espalda.
En esta situación, el temor podía haberles tentado a evitar a Cristo. Pero desviarse de los convenios reales podría haberlos llevado a la apostasía. No somos muy diferentes de aquella audiencia original de esta epístola. Aun cuando no nos veamos tentados a retornar al viejo convenio, lo atroz de nuestro pecado nos ocasionaría el retraernos de Cristo. Pero si nos apartamos de Cristo, cometeríamos apostasía y eso probaría que verdaderamente nunca le conocimos.
Pero nuestro pecado y convenio de infidelidad no nos debe apartar de Cristo. Por el contrario, debemos acercarnos a Su trono. Cristo nos ha abierto lo más sagrado, el lugar Santísimo mediante su muerte en la cruz. No enviemos más a Aarón al lugar sagrado en vez de nosotros. Nosotros mismos podemos ir si hemos sido cubiertos por la sangre de Cristo.
No sólo debemos acercarnos a Cristo, sino también debemos acercarnos a El en confianza. Esto no significa que debemos venir de un modo arrogante demandando el perdón como un derecho. Nos acercamos en confianza no debido a nuestros "derechos" sino debido a la persona y a la obra de Cristo. Somos confiados porque Dios, quien no estaba obligado a redimirnos, no obstante prometió perdonarnos si nos sometíamos a Cristo. Acercarnos en confianza significa que creemos firmemente en la promesa de Dios de la gracia de Cristo.
Coram Deo -En la presencia de Dios-
La Santidad de Dios debe, efectivamente, provocar en esos que no lo conocen, la huída de El. Aquellos que conocen a Cristo, sin embargo, deben recordar la aserción de Calvino : "...cuando Cristo nos recibe bajo su protección y compasión, El cubre con su bondad la majestuosidad de Dios...de modo que nada reluzca sino la gracia y la protección paternal. "
Pasajes para posteriores estudios
Joel 2:12-14
Zacarías 1:1-3
Mateo 11:28-30
1 Juan 2:1-2
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