Amor Es Más Que Una Elección

De Libros y Sermones Bíblicos

Saltar anavegación, buscar

Recursos Relacionados
Leer más Por John Piper
Indice de Autores
Leer más sobre Santificación y Crecimiento
Indice de Temas
Recurso de la Semana
Cada semana enviamos un nuevo recurso bíblico de autores como John Piper, R.C. Sproul, Mark Dever, y Charles Spurgeon. Inscríbete aquí—es gratis. RSS.

Sobre esta Traducción
English: Love Is More Than a Choice

© Desiring God

Compartir esto
Nuestra Misión
Esta traducción ha sido publicada por Traducciones Evangelio, un ministerio que existe en internet para poner a disponibilidad de todas las naciones, sin costo alguno, libros y artículos centrados en el evangelio traducidos a diferentes idiomas.

Lea más (English).
Como Puedes Ayudar
Si tú puedes hablar Inglés bien, puedes ofrecerte de voluntario en traducir

Lea más (English).

Por John Piper sobre Santificación y Crecimiento

Traducción por Norma Rodríguez


Esta es un sutil contraataque a un popular lema.

Existe verdad en decir, “el amor es una elección “ o “el amor es una decisión”. Es cierto que si tu no sientes el querer hacer el bien a tu prójimo el amor te inclinara a elegir hacerlo de todas maneras. Si tú tienes el deseo de conseguir un divorcio, el amor te inclinara a escoger permanecer casado y solucionarlo.

Si tú retrocedes ante el dolor de los clavos siendo atravesados a través de tus manos, el amor te inclinara a decir, “No se haga mi voluntad sino la tuya”. Esa es la verdad al escuchar estas afirmaciones. “El Amor es una elección”, o “El Amor es una decisión”.

Pero yo prefiero no usar estas afirmaciones. Demasiadas personas escuchan tres tendencias en ellas, que quienes las usan no pudieran pretender.

  1. Decir “el Amor es una elección “, suena como la tendencia de creer que el amor es en nosotros el poder de realización, incluso cuando nosotros no sentimos quererlo.
  2. Decir “el Amor es una elección” suena como la tendencia de hacer la voluntad, con sus decisiones, el agente moral decisivo, en lugar del corazón y sus afectos.
  3. Decir “el amor es una elección suena como la tendencia a establecerse un estándar muy bajo. Si te propones tratar a alguien bien, tú habrás hecho todo lo que debieras.

No estoy de acuerdo en todo, en estas tres tendencias. En su lugar, yo diría:

  1. Tanto en el nivel de desear hacer el bien y en el nivel de estar dispuesto a lo bueno que no deseamos. Nosotros somos totalmente dependientes de la decisiva gracia de Dios. Todo lo que honra a Cristo, ambos-afectos y elecciones- son regalos a pecadores caídos (1 Corintios 4:7); Gálatas 5:22).
  2. Tras la voluntad que conlleva las decisiones hay un corazón del cual emanan nuestras preferencias y esas preferencias guían la voluntad. “El hombre bueno del buen tesoro de su corazón saca lo que es bueno, y el hombre malo del mal tesoro saca lo que es malo, porque de la abundancia del corazón habla su boca” (Lucas 6:45)”.
  3. Si el amor es una elección, todavía no es lo que deberia ser.

He aquí algunos versículos de las Escrituras que me hacen retroceder ante estas afirmaciones, “el amor es una elección, o “el amor es una decisión.”

El amor de Dios para su pueblo es más que una decisión.

“El Señor tu Dios está en medio de ti, guerrero victorioso; se gozara en ti con alegría, en su amor guardara silencio, se regocijara por ti con cantos de júbilo.” (Sofonías 3:17).
Me regocijare en ellos haciéndoles bien y ciertamente los plantare en esta tierra, con todo mi corazón y con toda mi alma (Jeremías 32:41)
Porque como el joven se desposa con la doncella, se desposaran contigo tus hijos; y como se regocija el esposo por la esposa tu Dios se regocijara por ti. (Isaías 62:5)
¿Cómo podre abandonarte, Efraín? ¿Cómo podre entregarte, Israel? ¿Cómo podre yo hacerte como a Adma? ¿Cómo podre tratarte como a Zeboim? Mi corazón se conmueve dentro de mí, se enciende toda mi compasión. (Oseas 11:8)

Nuestro amor para Dios es más que una decisión.

Amaras al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. (Mateo 22:37)
En el futuro me está reservada la corona de justicia que el Señor, el Juez justo, me entregara en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que aman su venida. (2 Timoteo 4:8). Es decir nosotros anhelamos que Jesús este aquí, nosotros lo deseamos.

Nuestro amor para los demás creyentes es más que una decisión.

“Sed afectuosos uno con otros con amor fraternal” (Romanos 12:10).
“Amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro” (1 Pedro 1:22).
“Sea quitada de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritos, maledicencia, así como toda malicia. Sed más bien amables unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, así como también Dios os perdono en Cristo” (Efesios 4:31-32). (Estas dimensiones afectivas son lo que significa “andad en amor” de acuerdo a Efesios 5:2).
“Que cada uno de como propuso en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al dador alegre” (2 Corintios 9:7).
“El amor no tiene envidia, el amor nos jactancioso, no es arrogante… No se irrita, no toma en cuenta el mal recibido; no se regocija de la injusticia, sino que se alegra con la verdad” (1 Corintios 13:4-7)

Nuestro amor por nuestros enemigos es más que una decisión.

“Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen” (Mateo 5:44). Una oración para que nuestro enemigo sea bendecido, sin un deseo de corazón sincero de que sea bendecido, es hipocresía.

Es importante oírme decir, “más que una decisión”. Yo no estoy negando que hay elecciones y decisiones cruciales que son hechas en una vida de amor. Yo no estoy negando que esas elecciones y decisiones son parte de lo que el amor es. Tampoco yo estoy diciendo que las afirmaciones “el amor es una elección o el amor es una decisión”, son falsas.

Pero yo soy celoso, de que la riqueza y la profundidad (y la imposibilidad humana) de lo que el amor es en la Biblia, no se pierda. De ahí este pequeño contraataque.


Vota esta traducción

Puntúa utilizando las estrellas