Aquel que se Gloría, Gloríese en el Señor

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English: Let Him Who Boasts Boast in the Lord!

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Por John Piper sobre Humildad
Una parte de la serie 1 Corinthians: The Present Power of Christ Crucified

Traducción por Maria Luisa Davalos

1 Corintos 1:31

Contenido

El Odio como Eco del Amor

Espero que esta mañana estén de acuerdo conmigo en que para amar profundamente, se debe odiar profundamente ciertas cosas. Pensemos en algunos ejemplos. Para amar a tus hijos profundamente debes odiar el maltrato o el descuido que los destruye. Si amas la amabilidad y el respeto lúcido, debes odiar el alcoholismo y drogadicción. Si amas la libertad, debes odiar la esclavitud y el totalitarismo. 

La razón por la que comienzo haciendo esta observación es porque estoy a punto de decirles algo que Dios odia, y sé que la palabra odio en sí misma conlleva un significado negativo y nada atractivo. Pero quiero que comprendan desde el principio que el odio de Dios es un reflejo de su amor.

La única razón por la que alguien podría odiar algo es porque reemplaza o arruina algo hermoso y maravilloso. El odio siempre debe estar al servicio del amor. Si odias algo, debe ser porque amas algo mucho más. De manera que cuando te digo que Dios odia algo, quiero que escuches ese odio como el eco de su amor. Él odia aquello que odia porque eso reemplaza o arruina algo hermoso.

Dios Odia el Orgullo Humano

  • Más que ninguna otra cosa en el mundo, Dios odia el orgullo humano.
  • Proverbios 6:16–17 dice, " Seis cosas aborrece Jehová, aun siete abomina su alma,. . . " y la primera que menciona es "ojos altivos."
  • En Salmos 101:5 David habla por Dios y dice, "Al que solapadamente infama a su prójimo, yo lo destruiré; No sufriré al de ojos altaneros y de corazón vanidoso."
  • Proverbios 16:5, " Abominación es a Jehová todo altivo de corazón; Ciertamente no quedará impune."
  • Isaías 2:11, " La altivez de los ojos del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y Jehová solo será exaltado en aquel día."
  • Jeremías 50:31, " He aquí yo estoy contra ti, oh soberbio, dice el Señor, Jehová de los ejércitos; porque tu día ha venido, el tiempo en que te castigaré."
  • Jesús dijo en Lucas 16:15, "porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación. "
  • Hechos 12:23 dice que un ángel del Señor hirió a Herodes y éste fue comido por gusanos y murió porque cuando la gente le aplaudió, él no le dio la gloria a Dios sino que se la atribuyó a si mismo.

El Orgullo Como Raíz del Problema en la Iglesia de Corinto

Dios odia el orgullo humano. Ésta es la raíz del problema en la iglesia de Corinto. Analicemos brevemente las cartas a Corinto para ver si esto es verdad, y para ver qué es el orgullo. Hagamos estas dos preguntas: ¿es el orgullo la raíz del problema en Corinto, y qué es en realidad el orgullo?

¿Es el Orgullo la Raíz del Problema en Corinto?
  • 1 Corintos 1:29—"a fin de que nadie se jacte en su presencia . . .”
  • 1 Corintos 1:31—"Para que, como está escrito, aquel que se gloríe, gloríese en el Señor."
  • 1 Corintos 3:7—"Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento."
  • 1 Corintos 3:21—"Así que, ninguno se gloríe en los hombres."
  • 1 Corintos 4:6 (al final)—" . . . no sea que por causa de uno, os envanezcáis unos contra otros." Al final del versículo 7—"Y si lo recibiste, ¿por qué te glorías como si no lo hubieras recibido?"
  • 1 Corintos 4:18—"Mas algunos están envanecidos, como si yo nunca hubiese de ir a vosotros."
  • 1 Corintos 5:2—"Y vosotros estáis envanecidos"
  • 1 Corintos 8:1—"El conocimiento envanece, pero el amor edifica."
  • 1 Corintos 13:4—"el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece."
  • 2 Corintos 1:9—"Pero tuvimos en nosotros mismos sentencia de muerte, para que no confiásemos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos."
  • 2 Corintos 3:5—"no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios."
  • 2 Corintos 4:7—"Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros."
  • 2 Corintos 12:9—"Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo."

No es difícil ver que la raíz del problema en la iglesia de Corintio es el orgullo. Y no es difícil ver qué es ese orgullo.

¿Qué es el Orgullo?
  • Es vanagloriarse en sí mismo y no en el Señor.
  • Es darse crédito a sí mismo por lo que solo Dios puede hacer.
  • Es confiar en sí mismo y no en Dios. Es sentir que la propia fuerza es suficiente y no la de Dios.
  • Es el no querer admitir que somos simples vasijas terrenales para que otro se lleve la gloria.
  • Es la falta de voluntad para admitir las debilidades que podrían asentar el poder de Cristo.

Qué es lo que Dios Ama Que le Hace Odiar el Orgullo

¿Qué es aquello hermoso que es remplazado o arruinado por el orgullo? ¿Qué es lo que Dios ama tanto que lo hace odiar el orgullo con todo su ser? La respuesta es sencilla, a partir de todos estos textos.

  • El ama el corazón que se gloría en el Señor.
  • El ama el corazón que le da crédito por lo que solo Él puede hacer.
  • El ama el corazón que confía en su poder.
  • El ama el corazón que desea que Él se lleve la gloria en todas las cosas y que desea que el poder de su Hijo brille en nuestra debilidad.

Si usted ya entendió la esencia del Hedonismo Cristiano, sabrá que cuando Dios se deleita en esto, Él se deleita en la experiencia humana más profunda y satisfactoria posible. Porque:

  • Fuimos hechos para gloriarnos en Dios.
  • Fuimos hechos para darle crédito por todo lo bueno.
  • Fuimos hechos para confiar en su poder.
  • Fuimos hechos para magnificar su gloria y su suficiencia en nuestras debilidades.

Esta es la fuente del máximo gozo y satisfacción. Si Dios se deleitara en algo diferente a que nosotros nos gloriemos en él, sería un idólatra y un aguafiestas. El orgullo desvía nuestra capacidad de júbilo de la gloria de Dios al grosero nivel de nuestros endebles logros. Es una calle sin salida bien decorada. De manera que Dios odia el orgullo. Y nosotros deberíamos odiar lo que Dios odia en nosotros, y blandir la espada del Espíritu tan bien como podamos para dar muerte a este dragón en nuestras almas.

Los Cinco Pasos de Pablo para Combatir el Orgullo

Lo que quiero hacer es llevarlos a través del proceso que Pablo siguió en 1 Corintos 1:18–31, el cual llega a su clímax en el versículo 31 con las palabras "Aquel que se gloríe, gloríese en el Señor." Lo que en realidad nos preguntamos es ¿cómo Pablo guía a una persona para que vaya de ser orgullosa y confiada en sí misma, a ser una persona que se goza en Dios y no en si misma?

Espero que todos podamos hacer esto esta mañana a medida que seguimos la Palabra de Dios.

Puedo ver al menos cinco pasos en el pensamiento de Pablo en estos versículos. Veámoslos uno por uno, no necesariamente en el orden en que él los escribió, sino desde la premisa más básica hasta su conclusión final.

1. Reconocer en Qué Queremos Gloriarnos Todos

El primer paso es el hecho básico de la experiencia de que los humanos queremos gloriarnos en algo pero no en Dios.

Versículo 22: "Porque los Judíos piden señales y los griegos buscan sabiduría".

Las "señales" son una demostración de poder y la "sabiduría" es una demostración de inteligencia. De manera que el punto subyacente es: algunas personas se enorgullecen en el poder y otros en la inteligencia. Puede ser su propio poder o inteligencia, o puede ser de alguien con quien se pueden sentir relacionados (como es el caso aquí en Corinto).

Puede ser que usted se gloríe de su equipo de fútbol local que llegó a la Serie Mundial, puede ser de su alma mater, o la compañía en la que trabaja, o un amigo, incluso una religión, o una iglesia. El orgullo puede gloriarse en sí mismo directamente o puede hacerlo indirectamente por asociación. De manera que unos futbolistas totalmente incompetentes pueden jactarse del equipo local como si ellos tuvieran algo que ver con el éxito del equipo.

Pienso que Dios creó al hombre con un profundo deseo de gloriarse en algo grandioso, pero el pecado entró en el mundo e hizo que todos odiáramos gloriarnos en Dios. De manera que buscamos demostraciones de poder y de inteligencia y los convertimos en dioses. Puede ser el poder de un tractor de arrastre, o un cohete espacial, o una motocicleta, o bíceps que parecen toronjas, o (si usted es mujer) el poder de una figura bien formada. O puede ser un promedio excelente de notas en la escuela, o la obtención de un título superior, o la publicación de un artículo, o la obtención de una beca por méritos, o una inversión, o la habilidad para ganar en un juego de suerte.

Los griegos tenían ansias de elocuentes demostraciones de inteligencia y los judíos querían maravillosas demostraciones de poder. Un hombre dice, muéstrame algo grandioso con tu mente, otro dice, muéstrame algo grandioso con tu cuerpo. Pero ninguno dice nunca (aparte del Espíritu; 1 Corintos 12:3), muéstrame a Dios. El pecado nos ha enceguecido.

2. Afirmemos la Superioridad de Dios Sobre Todo lo Demás

El segundo paso de Pablo es afirmar lo que todos niegan, es decir, la superioridad de Dios sobre todo el poder y sabiduría del mundo.

Versículo 25: "Porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres."

En otras palabras, es una gran tragedia cuando nuestra lucha por el poder y la sabiduría deja de lado a Dios. Porque Dios es un tesoro de poder y un tesoro de sabiduría infinitamente más grande que cualquier cosa que te pueda emocionar en este mundo.

Pablo quiere estampar esta verdad en nosotros tan profundamente que se arriesga a usar un lenguaje muy peligroso al referirse a Dios, ¿no lo creen? Él dice que cuando Dios es tan insensato como puede ser, aún así es mayor que toda la sabiduría de los hombres. Y cuando Dios es tan débil como puede ser, aún así es más fuerte que todo el poder que el hombre puede desatar.

Cuando Dios se agacha para tomar a un niño y sentarlo en su regazo, también toma las partículas subatómicas del cuerpo de ese niño con el poder de su pensamiento. Y cuando se agachó para dejar que los hombres se burlen de él, lo golpeen lo crucifiquen, y apuñalen, destruyó el poder de Satanás sobre su gente, cubrió los pecados de millones de pecadores, y reivindicó la gloria de su nombre.

¡Qué tontos somos al buscar la sabiduría y el poder en el mundo y no en Dios cuando la debilidad de Dios es más fuerte que cualquier poder en el mundo y la insensatez de Dios es más sabia que toda la sabiduría del mundo!

3. Describe Cómo Dios Maneja el Orgullo Humano

El tercer paso de Pablo es describir cómo Dios maneja el amor del hombre por la inteligencia y el poder humanos. Esto está en el versículo 19 y en el versículo 21.

  • Versículo 19: " Pues está escrito: Destruiré la sabiduría de los sabios, y desecharé el entendimiento de los entendidos."
  • Versículo 21: " Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación."
Él Bloquea la Vía de la Autoconfianza y el Orgullo

Así es como yo lo pondría en mis propias palabras: en su sabiduría Dios decidió bloquear todas las vías que los hombres están construyendo hacia el cielo por medio de su propio poder e inteligencia, y puso en su lugar una angosta puerta y una vía difícil, esto es, la vía del Calvario y la puerta de la cruz.

Hay dos maneras en que Dios destruye la sabiduría de los sabios y frustra la inteligencia de los listos.

  1. Dios bloquea su búsqueda autosuficiente de Dios—esto es lo que quiere decir en la primera mitad del versículo 21: "en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría".
  2. Predica a Cristo crucificado como el único camino hacia Dios. Esto destruye la sabiduría de los sabios y frustra la inteligencia de los listos porque es sumamente humillante compararse con los logros de un redentor de sangre.

Veamos el versículo 30: "Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención."

Abre Un Solo Camino Hacia la Gloria: la Cruz

Fácilmente podemos ver porqué la cruz marca el final de la línea para el orgullo humano. Imaginemos a un hombre de negocios americano bien respetado, un banquero, abogado, o doctor, bien vestido, bien arreglado, que es sacado de la ciudad hacia el botadero de basura y colocado en frente de un poste en donde un hombre desnudo está colgado de unos clavos que atraviesan sus muñecas, cubierto en sangre, respirando con dificultad, y alguien diciéndole "esto, señor, es sabiduría, rectitud, santidad y redención. ¿Te arrodillarías y te fundirías en él para obtener misericordia?"

En otras palabras, Dios ha escogido un camino para la salvación que devasta el orgullo humano. "¡Eso! ¡Quieres que me incline ante eso! ¡Tú crees que necesito eso! ¡No ves cómo estoy vestido! ¡Has visto el auto que manejo! ¡No sabes dónde trabajo! ¡No sabes cuánto dinero gano! ¡Y crees que necesito ese montón de carne sangrienta! ¿Qué crees que soy, un perro? ¿Un gusano?"

"Predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura" (versículo 23). "Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden" (versículo 18).

De manera que en su sabiduría Dios corta la vía del orgullo y frustra la confianza del hombre en el poder humano y en la sabiduría humana. Y luego abre un camino hacia la gloria y hacia Dios que los hombres orgullosos no pueden soportar, esto es, el camino de la cruz.

¿Por qué? ¿Es porque odia al hombre? No. Es porque odia el orgullo. Cuando Dios bloquea el camino del orgullo, Él bloquea el camino hacia la destrucción. Y cuando te dirige por el camino del Calvario de quebrantamiento, humildad y fe, te dirige hacia la gloria y hacia Dios—y en la presencia de Dios hay plenitud de gozo y delicias en su diestra para siempre (Salmos 16:11).

4. Explica la Elección General de Dios de su Gente

Entonces el cuarto paso de Pablo es un tipo de advertencia: no hay muchas personas poderosas o astutas que respondan a la palabra salvadora de la cruz.

Versículo 20: "¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el disputador de este siglo? ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo?"

Versículo 26–28: "Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es."

En otras palabras, Dios no solo ha bloqueado los caminos del orgullo y ha abierto el camino de la cruz, sino que también está abriendo los corazones de muchas personas necias, débiles, bajas y despreciables, junto con algunas personas de clase alta, para avergonzar a aquellos que se glorían en el poder, en la sabiduría, en la clase social y en sus logros.

¿Por qué? Esto nos lleva al último paso.

5. Declara el Propósito de Dios en Actuar Así

Esto se establece en forma negativa en el versículo 29 y positiva en el versículo 31.

  • Versículo 29: "A fin de que nadie se jacte en la presencia de Dios."
  • Versículo 31: "para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor.'"

El propósito de Dios en la creación del hombre y la salvación de los pecadores es que podamos gloriarnos en ÉL. Esta es la voluntad de Dios para usted esta mañana. Dios está hablando con estas palabras muy claramente, y esto es lo que dice: en este mismo momento deja de vanagloriarte en ti mismo. Ya no busques placer en tu propia sabiduría, ni en tu propia fuerza, ni en tus libros o tus logros. Mira a Cristo crucificado y ve lo que sucede después.

Pablo dijo en Gálatas 6:14, "Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo."

De manera que hoy hago un llamado para que vengan a Cristo y mueran esta mañana – y que vivan. La promesa de Dios es ésta: ¡no hay mayor vida ni mayor gozo que gloriarse en él!


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