Desde Sión, perfección de la belleza, Dios resplandece

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English: Out of Zion, the Perfection of Beauty, God Shines Forth

© Desiring God

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Por John Piper sobre Cielo & Infierno
Una parte de la serie Psalm 50

Traducción por Maria del Carmen Zanassi


Salmo 50: 1-6

El poderoso Dios, el Señor, ha hablado y convocado a la tierra
Desde el nacimiento del sol hasta su ocaso
Desde Sión, perfección de la belleza, Dios resplandece
Qué venga nuestro Dios y no calle
El fuego consume delante de Él
Y a su derredor hay gran tempestad
El convoca a los cielos desde lo alto
Y a la tierra para juzgar a su pueblo
Y dice:´Juntadme a mis santos,
Los que han hecho conmigo pacto con sacrificio´
Y los cielos declaran su justicia
¡Porque Dios mismo es el juez!

En el mensaje de esta mañana, tengo dos objetivos. Uno es comenzar una serie de tres partes sobre este gran salmo. El otro objetivo es retomar el texto de la semana pasada en Hebreos 13:14, el cual dice: "No tenemos aquí una ciudad permanente, sino que buscamos la que está por venir”. Hablamos de cantar sobre “Sión, ciudad de nuestro Dios” la semana pasada, pero decidimos que Sión, la celestial Jerusalén y la ciudad por venir son ideas desconocidas para la mayoría de los cristianos hoy.

Contenido

Ver la Belleza de Sión en las Escrituras

Por eso, hemos decidido dedicar un mensaje a este tema de las Escrituras, es decir, el tema de Sión, la ciudad de Dios y la Nueva Jerusalén. Cantamos el himno:

Cosas gloriosas se han dicho de ti, ¡oh ciudad de Sión!
Quien es grande en fidelidad, te formó para en ti morar.
En la Roca Eterna afirmada. ¿Quién te podrá remover?
De gran salvación rodeada
Puedes confiar que el mal no te vencerá

Cuando pienso en el hombre que escribió este himno, espero que este tema bíblico se convierta en relevante y significativo para la persona, en Norteamérica, más secular, moderna, que no pertenece a ninguna iglesia. Fue escrita por John Newton, el mismo hombre que escribió “Sublime Gracia”. Fue, según su propia confesión, un hombre muy corrupto. Se escapó de su padre y de la ley y navegó los grandes mares. En los años 1750, operaba un navío de comercio de esclavos de las costas de África. Más tarde, él mismo se denominó “el antiguo blasfemo africano”

En otras palabras, no es la clase de persona que uno espera que use palabras bíblicas, como "Sión" - o hacer una canción como "Cosas gloriosas se han dicho de ti, ciudad de Sión"

Uno pensaría que ideas como "Sión" o la celestial Jerusalén están reservadas para los que son religiosos, que se pasan todo el tiempo leyendo la Biblia y no saben mucho acerca del mundo. Pero, eso no es cierto. Nunca lo ha sido y no lo es hoy. La persona menos religiosa e inmoral que conozcan es, probablemente, más religiosa y moral que lo que fue John Newton. ¿Se pueden imaginar a esa persona enamorándose del lenguaje de Sión? – ¡impensable! ¿O es así?

John Newton murió el 31 de diciembre de 1807. El mismo escribió el epitafio para su lápida. Dice: John Newton, clérigo, antes impío y libertino, un siervo de esclavos en África fue por la misericordia de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, protegido, recuperado, perdonado y designado a predicar la fe, por la que tanto trabajó para destruir”.

Sublime gracia del Señor
Que a mí, pecador, salvó.
Estuve perdido y El me halló
Estaba ciego, mas hoy veo yo

Y una de las cosas que este blasfemo vio cuando Dios los salvó y abrió sus ojos fue la belleza de Sión. Y yo quiero que ustedes también la vean, quienquiera que sean esta mañana.

¿Qué es Sión?

El versículo 2 de nuestro texto dice: “Desde Sión, perfección de la belleza, Dios resplandece”. La próxima semana, vamos a hablar más sobre el escenario, la escena del juicio y por qué Dios llama a los cielos y la tierra para que escuchen su juicio sobre Israel. Pero hoy quiero que solo nos enfoquemos en el término Sión. “Desde Sión, perfección de la belleza, Dios resplandece” ¿Qué es Sión? Y ¿por qué es una palabra tan rica y llena de esperanza para los cristianos?

Volvamos donde la palabra es usada por primera vez en la Biblia (2 Samuel 5:7). Dice de David: “Y el rey y sus hombres fueron a Jerusalén contra los jebuseos… [y] no obstante, David conquistó la fortaleza de Sión, es decir, la ciudad de David”. Por lo tanto, desde el tiempo de David, Sión fue sinónimo de la ciudad de David.

Lo que empieza a hacer que este lugar sea tan significativo es que inmediatamente (en Samuel 6:12), David lleva el arco del pacto a su fortaleza de Sión. El arco del pacto fue la sede secreta de la santidad de santidades donde Dios se encuentra con su gente en el tabernáculo. Por lo tanto, Sión se convierte en el centro del culto y de la presencia de Dios. Y cuando Salomón mudó el arco del pacto dentro del templo que él había construido (1 Reyes 8:1), toda Jerusalén se conoció como Sión.

Por eso, la mayoría de las veces ( en sus más de 150 usos en el Antiguo Testamento), “Sión” se refiere a la ciudad de Jerusalén, no como otro nombre, sino porque es la ciudad de la presencia de Dios y la ciudad de la gran esperanza para el pueblo de Dios.

La Ciudad de la Presencia de Dios y la Salvación

Permítanme ilustrarles este significado con algunos textos

Por lo tanto, Sión significaba el lugar donde Dios estaba presente y cerca de su pueblo. Pero, eso no es todo. Sigue que Sión se volvió el lugar en el cual la gente esperaba ayuda. Sión se convirtió en la fuente de liberación y salvación. Por ejemplo:

Por consiguiente, Sión era el lugar de la presencia especial de Dios entre su gente y era el lugar donde podían obtener ayuda y liberación.

Pero, porque había desenfreno entre la gente y porque el juicio divino era inevitable, aún en Sión (Lamentaciones 2:15), se hizo más y más obvio, especialmente para los profetas, que Sión, la ciudad de David, la terrenal Jerusalén, no era la ciudad ideal. Empezaron a ver más claramente que esta Sión, apuntaba hacia adelante, a una futura Sión, y hacia arriba a una Sión celestial.. O para decirlo de otra forma, si la imperfecta Sión es el lugar de la presencia de Dios en la tierra, entonces debe haber una Sión perfecta donde Dios habita en el Cielo (cf. Actos 7:48 f.). Y si la Sión imperfecta es el lugar de la presencia de Dios en la tierra ahora, entonces todas las promesas de un reino completo y perfecto en la tierra debe significar que habrá algún día una Sión nueva e ideal en la tierra, donde Dios reine sobre todas las naciones. En otras palabras, la antigua Jerusalén apunta hacia arriba a una Sión celestial y hacia adelante a una Sión futura.

Indicadores de una Futura Sión

Permítanme mostrarles esto de algunas Escrituras.Primero algunos indicadores de la Sión futura.

Por eso, la Biblia enseña que vendrá el día en que el Señor reinará sobre todas las naciones desde su trono en Sión. Y habrá paz y justicia. Creo que esto es lo que la Biblia quiere decir por el Milenio – un reino de Dios de mil años en la tierra desde el Monte Sión. “Yo he consagrado mi reino en Sión, mi santo monte” (Salmo 2:6). Por lo tanto, la antigua Jerusalén apunta adelante hacia una gloriosa Sión futura, desde donde Dios reinará sobre la tierra.

Apuntando a una Sión Celestial

Pero, el Antiguo Testamento apunta no solo a una futura, gloriosa Sión, donde Dios reinará en la tierra, sino también a una Sión celestial, donde Dios ya reina ahora. No es tan fácil de ver, pero una vez que lo vemos, se convierte realmente en valioso para nosotros, que vivimos lejos de la terrenal Jerusalén y ni siquiera somos judíos.

Salmo 87

Hay pocos pasajes claves que muestran esto. Uno es el Salmo 87.

En los montes santos están sus cimientos.
El Señor ama las puertas de Sión
Más que todas las otras moradas de Jacob.
Cosas gloriosas se dicen de ti,
Oh, ciudad de Dios [Esto es de donde John Newton hizo su canción. Ahora el Señor habla respecto de los verdaderos ciudadanos de Sión:]
Entre los que me conocen, mencionaré a Rahab [Egipto] y a Babilonia; he aquí Filistea y Tiro con Etiopía. [Por lo tanto, él predice el día en que estas naciones paganas se convertirán y conocerán a Dios. Y luego las describe como ciudadanos naturales nacidos en Sión] – “Este nació allí”, dirán.
Y de Sión se dirá: “Este y aquel nacieron en ella”, y el Altísimo mismo la establecerá.
El Señor contará al inscribir a los pueblos: “Este nació allí”.

¡Este es un salmo asombroso! Si Sión es el lugar de la presencia de Dios, si Sión es el lugar del poder, la bendición y la protección de Dios, si Sión es la esperanza del reinado futuro de Dios sobre la tierra, entonces ¿cuál es la esperanza para nosotros, los gentiles? ¿Qué será de nosotros que pagamos nuestros impuestos en Minneapolis, St. Paul, Roseville, Eagan, Bloomington y New Brighton y nunca hemos visto Jerusalén, mucho menos ser un ciudadano de la ciudad de Dios? ¿Qué será de nosotros de quienes Pablo dijo que estamos separados del territorio de Israel y no tenemos ciudadanía en Sión, la ciudad de Dios (Efesios 2:12)?

“Este Nació en Sión”

La respuesta es que hay una Sión cuya ciudadanía no es terrenal. Salmo 87:5 dice que el Altísimo mismo establecerá esta Sión al declarar con libertad soberana y efecto salvador: "Este nación allí". Este de Minneapolis nació en Sión. Este de Moscú nació en Sión. Este de Yakarta nació en Sión. Este de Cancán nació en Sión. Dios está poblando Sión con extranjeros de cada pueblo, tribu, lengua y nación.

Pero, ¿cómo puede ser esto? ¿Qué significa? Significa que hay una Sión verdadera en el Cielo, hay una Jerusalén celestial. Y el verdadero pueblo de Dios, ya sean judíos o no, allí son ciudadanos. Para pertenecer al pueblo de Dios, el certificado de nacimiento tiene que decir: “Este nació en Sión”.

En los Términos del Nuevo Testamento

¿Qué significa en los términos del Nuevo Testamento? Gálatas 4:26 dice algo sorprendentemente similar: “Mas la Jerusalén de arriba es libre, es la madre de todos nosotros”. Fuimos concebidos y nacidos en la Jerusalén celestial. En otras palabras, todos hemos nacido alguna vez en alguna ciudad terrenal. Y ese nacimiento simplemente nos ha hecho de carne y sangre y nos dio ciudadanía en algún país aquí en la tierra. Pero, si queremos conocer a Dios y estar con Dios en su ciudad, si queremos ser parte de ese reino futuro de paz, alegría, amor y justicia donde Dios reine desde Sión, entonces tenemos que nacer de arriba. Tenemos que tener un segundo nacimiento espiritual. Tenemos que tener nuestra ciudadanía en el Cielo (Filipenses 3:20) y en la Jerusalén de arriba. Nuestro certificado de segundo nacimiento tiene que decir: “Este nació en Sión”. “En verdad, en verdad os digo que el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios" (Juan 3:3).

Hebreos 12:22 dice a los cristianos, a aquellos que confían en Cristo: “Vosotros, en cambio, os habéis acercado al monte Sión y a la ciudad de Dios vivo, la Jerusalén celestial, y a miríadas de ángeles, a la asamblea general e iglesia de los primogénitos que están inscriptos en los cielos”.

Noten que el versículo dice “Os habéis acercado al monte Sión”. No: se acercarán. Sino se HAN ACERCADO. Una de las grandes cosas de ser cristiano es que cuando volvemos a nacer, no tenemos que preguntarnos más si vamos a ser parte de la ciudad de Dios. Aquellos que han nacido de arriba YA SE HAN ACERCADO al monte Sión; YA están inscriptos en la Jerusalén celestial; ya son ciudadanos de la ciudad de Dios. Pablo les dijo a aquellos que se habían entregado a Jesús: “Habéis muerto y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, nuestra vida, sea manifestado entonces vosotros también seréis manifestado con Él en gloria” (Colosenses 3:3-4).

Así es con Sión, la ciudad de Dios. Si confiamos en Cristo, ya somos ciudadanos permanentes de la Jerusalén celestial. Y cuando esta nueva Jerusalén aparece, estaremos también allí en gloria.

Una Invitación Concluyente

Quiero cerrar este mensaje de la manera que lo hace la Biblia, con una invitación a cualquiera que nunca ha llegado al monte Sión, la ciudad de Dios, la nueva Jerusalén – quizás un John Newton entre nosotros. Los dos últimos capítulos d la Biblia describen la Nueva Jerusalén, bajando del cielo al final de los tiempos.

"El Espíritu y la esposa dicen: Ven. Y el que oye diga: Ven. Y el que tiene sed venga y el que quiera tome del agua de la vida gratuitamente"

Notas Adicionales




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