Dios ha distribuido una medida de fe a cada uno

De Libros y Sermones Bíblicos

(Diferencias entre revisiones)
Saltar anavegación, buscar
(Página creada con '{{info|God Has Allotted to Each a Measure of Faith}}<br> :'''Romanos 12:3 ''' En mi mensaje de Romanos 12:3-8, en el versículo 3 comenté que Dios distribuye diversas medida...')
Línea 3: Línea 3:
:'''Romanos 12:3 '''
:'''Romanos 12:3 '''
-
En mi mensaje de Romanos 12:3-8, en el versículo 3 comenté que Dios distribuye diversas medidas de fe a su gente. Pablo dice que debemos de “pensar con buen juicio, según la medida de fe que Dios ha distribuido a cada uno.” En el contexto esta no es una referencia limitada al único don espiritual de fe (1 Corintios 12:9). Porque Pablo dice, “digo a cada uno de vosotros que no piense más alto de sí que lo que debe pensar, sino que piense con buen juicio, según la medida de fe que Dios ha distribuido a cada uno. “A cada uno” se refiere “a cada uno de vosotros”. Dios ha distribuido a todos los Cristianos diversas medidas de fe. Esta es la fe por medio de la cual recibimos y utilizamos nuestros diversos dones. Es la fe diaria y ordinaria por medio de la cual vivimos y ministramos.  
+
En mi mensaje de Romanos 12:3-8, en el versículo 3 comenté que Dios da diversas medidas de fe a su gente. Pablo dice que debemos de “pensar con buen juicio, según la medida de fe que Dios ha dado a cada uno.” En el contexto esta no es una referencia limitada al único don espiritual de fe (1 Corintios 12:9). Porque Pablo dice, “digo a cada uno de vosotros que no piense más alto de sí que lo que debe pensar, sino que piense con buen juicio, según la medida de fe que Dios ha distribuido a cada uno. “A cada uno” se refiere “a cada uno de vosotros”. Dios ha distribuido a todos los Cristianos diversas medidas de fe. Esta es la fe por medio de la cual recibimos y utilizamos nuestros diversos dones. Es la fe diaria y ordinaria por medio de la cual vivimos y ministramos.  
En el contexto, Pablo está preocupado que la gente “piense más alto de sí que lo que debe pensar”. Su solución final para esta jactancia es que no únicamente los dones espirituales son obra de la gracia gratuita de Dios en nuestras vidas, sino también la propia fe con la cual utilizamos esos dones. Esto quiere decir que cualquier posible jactancia es desechada. ¿Cómo podemos jactarnos si aún el requisito para recibir un don es también un regalo?  
En el contexto, Pablo está preocupado que la gente “piense más alto de sí que lo que debe pensar”. Su solución final para esta jactancia es que no únicamente los dones espirituales son obra de la gracia gratuita de Dios en nuestras vidas, sino también la propia fe con la cual utilizamos esos dones. Esto quiere decir que cualquier posible jactancia es desechada. ¿Cómo podemos jactarnos si aún el requisito para recibir un don es también un regalo?  

Revisión de 21:17 28 oct 2015

Recursos Relacionados
Leer más Por John Piper
Indice de Autores
Leer más sobre Fe
Indice de Temas
Recurso de la Semana
Cada semana enviamos un nuevo recurso bíblico de autores como John Piper, R.C. Sproul, Mark Dever, y Charles Spurgeon. Inscríbete aquí—es gratis. RSS.

Sobre esta Traducción
English: God Has Allotted to Each a Measure of Faith

© Desiring God

Compartir esto
Nuestra Misión
Esta traducción ha sido publicada por Traducciones Evangelio, un ministerio que existe en internet para poner a disponibilidad de todas las naciones, sin costo alguno, libros y artículos centrados en el evangelio traducidos a diferentes idiomas.

Lea más (English).
Como Puedes Ayudar
Si tú puedes hablar Inglés bien, puedes ofrecerte de voluntario en traducir

Lea más (English).

Por John Piper sobre Fe
Una parte de la serie Taste & See

Traducción por Rudy Martinez Lopez


Romanos 12:3

En mi mensaje de Romanos 12:3-8, en el versículo 3 comenté que Dios da diversas medidas de fe a su gente. Pablo dice que debemos de “pensar con buen juicio, según la medida de fe que Dios ha dado a cada uno.” En el contexto esta no es una referencia limitada al único don espiritual de fe (1 Corintios 12:9). Porque Pablo dice, “digo a cada uno de vosotros que no piense más alto de sí que lo que debe pensar, sino que piense con buen juicio, según la medida de fe que Dios ha distribuido a cada uno. “A cada uno” se refiere “a cada uno de vosotros”. Dios ha distribuido a todos los Cristianos diversas medidas de fe. Esta es la fe por medio de la cual recibimos y utilizamos nuestros diversos dones. Es la fe diaria y ordinaria por medio de la cual vivimos y ministramos.

En el contexto, Pablo está preocupado que la gente “piense más alto de sí que lo que debe pensar”. Su solución final para esta jactancia es que no únicamente los dones espirituales son obra de la gracia gratuita de Dios en nuestras vidas, sino también la propia fe con la cual utilizamos esos dones. Esto quiere decir que cualquier posible jactancia es desechada. ¿Cómo podemos jactarnos si aún el requisito para recibir un don es también un regalo?

Por tal motivo la humildad es importante ante los ojos de Dios. Este es exactamente el mismo propósito de Dios mencionado en Efesios 2:8-9 donde Pablo dice que la fe salvadora es un don: “Porque por gracia habéis sido salvados por medio de la fe, y esto no de vosotros, sino que es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”. La fe es un don de Dios, para que nadie se gloríe, o como dice Romanos 12:3 que no pensemos más alto de nosotros mismos que lo que debemos pensar. El último bastión de la jactancia es creer que somos los originadores de nuestra propia fe.

Pablo sabía que la gracia abundante de Dios fue la fuente de su propia fe. Dijo en 1 Timoteo 1:13-14, “aun habiendo sido yo antes blasfemo, perseguidor y agresor. Sin embargo, se me mostró misericordia porque lo hice por ignorancia en mi incredulidad. Pero la gracia de nuestro Señor fue más que abundante [sobre mi], con la fe y el amor que se hallan en Cristo Jesús”. Pablo era un incrédulo pero entonces la gracia sobre abundó en él con la fe.

Pablo sabía que esto mismo sucede con cualquier otro creyente. Le dijo a los Filipenses “Porque a vosotros se os ha concedido por amor de Cristo, no sólo creer en El, sino también sufrir por El” (Filipenses 1:29). Por esta razón Pablo da gracias a Dios y no a la iniciativa humana por la fe que vio en sus iglesias: “Siempre tenemos que dar gracias a Dios por vosotros, hermanos, como es justo, porque vuestra fe aumenta grandemente” (2 Tesalonicenses 1:3). Damos gracias a Dios por el aumento de la fe ya que “Dios ha distribuido a cada uno [su propia] medida de fe” (Romanos 12:3).

Esta verdad tiene un profundo impacto en la forma como oramos. En Lucas 22:31-32 Jesús nos da un ejemplo. Antes de que Pedro lo negara 3 veces, Jesús le dijo “Simón, Simón, mira que Satanás os ha reclamado para zarandearos como a trigo; pero yo he rogado por ti para que tu fe no falle; y tú, una vez que hayas regresado, fortalece a tus hermanos”. Jesús ora para que la fe de Pedro se mantenga aun con el pecado, porque sabe que Dios es el único que sustenta la fe.

Así que debemos de orar por nosotros y por otros de esta forma. De tal manera que el padre del muchacho epiléptico gritó y dijo: “Creo; ayúdame en mi incredulidad” (Marco 9:24). Esta es una buena oración ya que reconoce que sin Dios no podemos creer como debemos de creer. Similarmente, los apóstoles le ruegan a Jesús “¡Auméntanos la fe! (Lucas 17:5). Ellos ruegan de esta manera porque Jesús es quien puede hacer eso.

Esta enseñanza de que la fe es un don de Dios plantea muchas preguntas. Dios tiene respuestas para todas esas interrogantes. Aun si nosotros no podemos, procuremos aplicar la enseñanza en su uso bíblico práctico: particularmente en la humillación de nuestra jactancia y la estimulación de nuestras oraciones. En otras palabras, oremos diariamente: “oh Dios, te doy gracias por mi fe, mantenla, fortalécela, increméntala. No dejes que falle. Conviértela en la fuerza de mi vida, para que en todo lo que haga, tú recibas la gloria como el gran dador. Amen”.

Pastor John


Vota esta traducción

Puntúa utilizando las estrellas