Dios los creó hombre y mujer a Su imagen

De Libros y Sermones Bíblicos

(Diferencias entre revisiones)
Saltar anavegación, buscar
PagePush (Discusión | contribuciones)
(Automated: copied from main site)
Edición más nueva →

Revisión de 19:55 22 ago 2009

Recursos Relacionados
Leer más Por John Piper
Indice de Autores
Leer más sobre Masculinidad y Feminidad
Indice de Temas
Recurso de la Semana
Cada semana enviamos un nuevo recurso bíblico de autores como John Piper, R.C. Sproul, Mark Dever, y Charles Spurgeon. Inscríbete aquí—es gratis. RSS.

Sobre esta Traducción
English: Male and Female He Created Them in the Image of God

© Desiring God

Compartir esto
Nuestra Misión
Esta traducción ha sido publicada por Traducciones Evangelio, un ministerio que existe en internet para poner a disponibilidad de todas las naciones, sin costo alguno, libros y artículos centrados en el evangelio traducidos a diferentes idiomas.

Lea más (English).
Como Puedes Ayudar
Si tú puedes hablar Inglés bien, puedes ofrecerte de voluntario en traducir

Lea más (English).

Por John Piper sobre Masculinidad y Feminidad
Una parte de la serie Biblical Manhood and Womanhood

Traducción por Maria Patricia Oostdyk


Génesis 1:26-28

Luego Dios dijo: ‘Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza, y que tenga dominio sobre los peces del mar y las aves del cielo, sobre los animales del campo y toda criatura que esté sobre la tierra’. Entonces Dios creó al hombre a Su imagen y semejanza. Los creó hombre y mujer. Y Dios los bendijo y les dijo: ‘Multiplíquense, llenen la tierra y sean sus amos: y tengan dominio sobre los peces del mar y las aves del cielo, y sobre todo ser vivo que se mueva sobre la tierra.'

Quisiera reflexionar con ustedes acerca de tres enseñanzas de este texto. Una de ellas es que Dios creó al ser humano. La segunda, es que Dios nos creó a su imagen. La tercera, es que nos creó hombre y mujer.

Es posible creer estas tres verdades y no ser cristiano. Después de todo, se enseñan justamente aquí, en las Escrituras Judías. Por consiguiente, un judío que cree en las Escrituras aceptaría estas verdades. Pero aunque se puede creer estas verdades y no ser cristiano, todas apuntan al Cristianismo. Todas hablan de la realización que surge del trabajo y de Cristo. Es eso de lo que quiero hablar, especialmente en relación con la tercera verdad –que fuimos creados a imagen y semejanza de Dios, como hombre y mujer. 1. Tomemos, por ejemplo, la primera verdad: Que los seres humanos fueron creados por Dios. Creo que esto necesita clarificarse. ¿POR QUÉ nos creó? Cuando uno hace algo, tiene una razón para hacerlo. Pero, el mundo de hoy, ¿da una respuesta favorable a esta pregunta? El Viejo Testamento habla de que el hombre ponga al mundo ante Su dominio. Habla de haber sido creado para mostrar la gloria de Dios (Isaías 43:7) Habla de que toda la tierra tiene conocimiento de la gloria del Señor.

Pero, ¿que vemos nosotros? Vemos un mundo en rebeldía contra el Creador. Vemos que las Escrituras Judías terminan con la historia de la creación aún incompleta, y que la esperanza de gloria está aún por llegar. Entonces, sólo la creencia de que Dios creó al ser humano de la forma que las Escrituras Judías nos enseñan que Lo hizo, necesita que se cuente el resto de la historia, es decir, el Cristianismo. Sólo en Cristo puede lograrse el propósito de la creación.

2. O tomemos la segunda verdad, por ejemplo: Dios nos creó a su imagen y semejanza. Seguramente, esto debe tener algo que ver con el motivo por el que estamos aquí. Su propósito para crearnos debe tener que ver en forma maravillosa, con el hecho de que no somos ranas, lagartijas ni pájaros, ni tampoco monos. Somos seres humanos a imagen de Dios, sólo nosotros y ningún otro animal.

Pero cómo hemos estropeado esta increíble dignidad. ¿Somos como Dios? En realidad, si y no. Sí, somos como Dios, aún siendo pecadores y descreídos, hay una similitud. Lo sabemos porque en Génesis 9:6 Dios dijo a Noé: “Sólo por el hombre será derramada la sangre del hombre; porque Dios creó al hombre a su imagen.” En otras palabras, aún en un mundo donde abunda el pecado (del tipo de asesinato), los seres humanos son aún a imagen de Dios. Puede que no los maten como a los ratones y mosquitos. Pierdes el derecho a la vida si asesinas a un ser humano. (Ver Santiago 3:9)

Pero ¿somos la imagen que Dios quiso que seamos? ¿No está esa imagen, a veces, casi imposible de reconocer? ¿Sientes que eres como Dios en la forma que deberías serlo? De modo que aquí nuevamente, la idea de ser creados a imagen de Dios necesita completarse, -en este caso un cambio, una transformación, una forma de re-creación. Y eso es exactamente lo que proporciona el Cristianismo. “Por la gracia eres salvado a través de la fe; y esto no es por tu victoria, sino que es el don de Dios -no por los trabajos de los que algún hombre debiera vanagloriarse. Porque somos Su obra, creados en Cristo Jesús para realizar buenas obras... Y revestirse de la nueva naturaleza creada a similitud de Dios por verdadera justicia y santidad” (Ef. 2:8-10; 4:24). Dios nos creó a Su imagen y semejanza, pero nosotros lo hemos echado a perder completamente y Jesús es la respuesta. El viene por la fe, perdona, limpia y comienza un proyecto de recuperación llamado santificación, que terminará en la gloria que Dios tenía preparada para el ser humano en primer lugar. Por consiguiente, si sabemos que fuimos creados a imagen y semejanza de Dios, nuestro pecado y corrupción pide una respuesta. Y Jesús es la respuesta.

3. La tercera verdad en estos versos es que Dios nos creó hombre y mujer. Y esto también apunta al Cristianismo e implora la redención de Cristo. ¿Cómo? De dos maneras, por lo menos. Una proviene del misterio del matrimonio. La otra, de la histórica fealdad de las relaciones masculino-femeninas en pecado.

Tomemos el misterio del matrimonio. En Génesis 2:24, justo luego de la explicación de cómo fue creada la mujer, Moisés (quien escribió el Génesis) dice: “Por lo tanto, el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su esposa y los dos serán una sola carne.” Ahora bien, cuando el apóstol Pablo cita este verso en Efesios 5:31 dice: “Esto es un gran misterio, y yo digo que se refiere a Dios y a la iglesia.” Y utilizando esto como indicio, desarrolla el significado del matrimonio: Es un símbolo del amor de Dios por la iglesia, representado en el amor del esposo hacia su mujer; y es un símbolo de la feliz sumisión de la iglesia a Cristo representada en la relación de la esposa hacia su marido. Él llama al Génesis 2:24 un “misterio” porque Dios no reveló claramente en el Génesis, todos Sus propósitos para el matrimonio del hombre y la mujer. Hubo referencia en el Viejo Testamento de que el matrimonio era como la relación de Dios con Su pueblo. Pero sólo con la venida de Cristo el misterio del matrimonio queda explicado en detalle. Intenta ser un reflejo de la alianza de Cristo con Su pueblo, Su compromiso con la iglesia.

Se puede observar entonces, cómo Dios al crear al ser humano hombre y mujer y luego al ordenar al matrimonio, como la relación en la cual el hombre deja a su madre y a su padre y se une a su esposa en compromiso y alianza, se observa cómo este acto de creación y este mandato del matrimonio piden la revelación de Cristo y Su iglesia. Imploran al Cristianismo como la revelación del misterio.

Este es un pensamiento muy extraño para muchos, incluso para la mayoría de los cristianos, porque el matrimonio es una institución secular y también cristiana. Que se encuentra en todas las culturas, no sólo en sociedades Cristianas. Entonces, no creemos que los matrimonios no Cristianos que conocemos sean símbolos misteriosos de la relación de Cristo con la iglesia. Pero lo son, y nuestra sola existencia como hombres y mujeres en matrimonio pide que Cristo haga conocer Su relación con la iglesia. El Cristianismo completa nuestro conocimiento acerca de la alianza del matrimonio.

Permítanme presentarles una situación y dar un giro que quizá no hayan pensado antes. Cristo vendrá nuevamente a la tierra. Aún si Lo vieron irse, vendrá nuevamente, según dijeron los ángeles. Entonces imaginemos ese día. Se abren los cielos y suenan las trompetas y el Hijo del Hombre aparece sobre las nubes con poder y gloria y con miles de ángeles brillando como el sol. Él los envía a buscar a Sus elegidos por todo el mundo y resucita de entre los muertos a quienes murieron en Cristo. Él les da cuerpos nuevos y gloriosos como el Suyo propio y transforma al resto de nosotros en un cerrar y abrir de ojos, para que estemos listos para la gloria.

La preparación de toda la vida de la esposa de Cristo (la iglesia!) finalmente se ha completado y Él toma su brazo, figurativamente, y la conduce a la mesa. La cena del Cordero del casamiento ha llegado. Él está a la cabecera de la mesa y un gran silencio cae sobre todos los santos. Y Él dice: " Éste, mis amados, era el significado del matrimonio. Esto es hacia lo que todo apuntaba. Este es el motivo por el cual los creé hombre y mujer y les ordené celebrar la alianza del matrimonio. De aquí en adelante, no habrá más matrimonio, porque la realidad final ha llegado y la sombra puede desaparece". (Véase Marcos 12:25; Lucas 20:34-36)

Ahora, recuerda lo que estamos haciendo: Estamos tratando de ver que la tercera verdad, Dios nos creó a su imagen, hombre y mujer, apunta al Cristianismo como su realización. Y yo dije que lo hace de dos formas. La primera fue por el misterio del matrimonio. La creación del ser humano como hombre y mujer da el marco necesario en la creación, para el sacramento del matrimonio. No podría haber existido el matrimonio sin el hombre y la mujer. Y el significado del matrimonio no es conocido en su esencia o completamente, hasta que uno lo ve como una parábola de la relación de Cristo con la iglesia.

Entonces, la creación del ser humano como hombre y mujer apunta al matrimonio, y el matrimonio apunta a Cristo y la iglesia. Consecuentemente, la creencia de que Dios nos creó a Su imagen como hombre y mujer no está completa sin el Cristianismo, sin Cristo y Su trabajo de salvación para la iglesia.

Ahora bien, dije que había otra forma en que la creación como hombre y mujer apunta al Cristianismo como realización necesaria, es decir de su distorsión en la histórica fealdad de las relaciones entre el hombre y la mujer. Déjenme que trate de explicar.

Cuando el pecado entró en nuestro mundo, el efecto sobe nuestras relaciones como hombre y mujer fue devastador. Dios se presenta a Adán, luego de que éste comiera del fruto prohibido, y le pregunta qué ha sucedido. Adán contesta en Génesis 3:12, “La mujer que has traído para que esté conmigo me dio del fruto del árbol y yo comí” En otras palabras, es culpa de ella (o tuya por traerla conmigo!), entonces, si alguien debe morir por comer el fruto es mejor que sea ella!

Allí tenemos el comienzo de toda violencia familiar, todo el abuso hacia la esposa, toda violación sexual, todas las formas de pequeñez de la mujer que Dios creó a Su imagen. Génesis 3:16 pronuncia la siguiente maldición del hombre en decadencia: Dios le dice a la mujer, “Multiplicaré tu dolor en los embarazos; con dolor darás a luz a tus hijos, no obstante sentirás atracción hacia tu esposo y él te dominará.” En otras palabras, el resultado del pecado y la maldición de nuestra era es el conflicto entre los sexos. Este verso no es una descripción de cómo deberían ser las cosas. Es una descripción de la forma en que serán las cosas mientras reine el pecado. Hombres dominantes y mujeres engañosas. Este no es el significado de hombre y mujer a imagen de Dios. Es la fealdad del pecado.

Ahora bien, ¿cómo apunta esa fealdad al Cristianismo? Apunta al Cristianismo porque ansía la curación que el Cristianismo otorga a la relación entre hombres y mujeres. Si Dios nos creó a Su imagen COMO HOMBRE Y MUJER, ello implica igualdad en la dignidad, respeto mutuo, armonía, complementariedad, un solo destino. Pero ¿dónde está todo esto en la historia del mundo? Está en la curación que nos trae Jesús.

Hay tanto para decir aquí. Pero permítanme mencionar sólo dos cosas.

3.1 Primero, Pedro dice en Pedro 3:7, que los esposos cristianos son “coherederos de la gracia de la vida.” ¿Qué significa esto? Significa que en Cristo los hombres y mujeres recuperan el sentido por el que fueron creados hombre y mujer a imagen de Dios. Significa que juntos, como hombre y mujer, deben dar la imagen de la gloria de Dios y juntos como coherederos, deben heredar la gloria de Dios.

La creación como hombre y mujer a imagen de Dios (cuando lo vemos con el pecado) ansía la realización de la curación que surge del trabajo de transformación de Cristo, y la herencia que Él dejó para los pecadores. Cristo recupera del pecado la realidad de que el hombre y mujer son coherederos de la gracia de la vida.

3.2 El otro aspecto para mencionar sobre la forma en que Cristo adapta las cosas y supera la fealdad de nuestro conflicto, y además cumple el destino al ser creados hombre y mujer a imagen de Dios, se encuentra en los Corintios 7. Allí, Pablo dice algo increíblemente radical para esos días: “A los solteros y viudas les digo que es mejor para ellos permanecer solteros como yo... el hombre que no tiene esposa se preocupa por las cosas del Señor y cómo agradarlo…la mujer que no tiene esposo se preocupa por las cosas del Señor y trata de ser santa en cuerpo y espíritu… Les digo esto…no para ponerles un obstáculo, sino para…asegurar su entrega total al Señor” (1 Corintios 7: 8, 32-35).

¿Pueden ver lo que esto implica? Implica que la curación que Jesús brinda al hombre y la mujer, creados a imagen de Dios no depende del matrimonio. En realidad, la experiencia de Pablo como hombre soltero (y el modelo de Jesús como soltero) le enseñó que hay cierta devoción ciega al Señor, que es sólo posible para el hombre o mujer solteros, que no es común en los santos casados.

En otras palabras: El matrimonio es una institución temporaria en estos días, hasta la resurrección de los muertos. La esencia de su significado y propósito es representar la relación de Cristo con la iglesia. Pero en realidad, la representación que conocemos será dejada de lado. Y no existirá el matrimonio en la era que viene. Y aquellos que han sido solteros y devotos del Señor, se sentarán a la cena matrimonial del Cordero, como herederos plenos del don de la vida. Y según su devoción y sacrificios al Señor serán recompensados con afecto, relaciones y alegrías más allá de toda imaginación.

Vamos a resumir lo expresado.

1) Dios creó a los seres humanos. Y al finalizar el Viejo Testamento, este hecho sorprendente necesita del resto de la historia, la Cristiandad, para que tenga sentido lo que Dios intentó hacer. Sus propósitos en la creación están incompletos sin el trabajo de Cristo.

2) Dios nos creó A SU IMAGEN. Pero nosotros hemos estropeado esa imagen de tal manera que es casi irreconocible. Consecuentemente, esta verdad implora la consumación o realización del Cristianismo, porque lo que hace Jesús es reclamar lo que ha sido perdido. Esto es una "nueva creación en Cristo." Se restaura la imagen en justicia y santidad.

3) Dios nos creó a Su imagen como HOMBRE Y MUJER. Y esto también implora la consumación de la verdad del Cristianismo. Nadie puede darse cuenta completamente lo que significa ser hombre y mujer casados hasta ver que el matrimonio es para mostrar a Cristo y la iglesia. Y nadie puede entender el verdadero destino de ser creados hombre y mujer a imagen de Dios hasta que entienden que el hombre y la mujer son ambos herederos de la gracia de la vida. Y finalmente, nadie puede entender completamente el significado de estar soltero como hombre y mujer a imagen de Dios, hasta que se entera por Cristo que en el futuro no existirá el matrimonio y consecuentemente, el glorioso destino de ser hombre y mujer a imagen de Dios, no depende del matrimonio, sino de la devoción al Señor.

Entonces, permanezcan/persistan en estas verdades: Dios te ha creado, Él te ha creado a Su imagen, y te ha creado hombre o mujer para que puedas tener completa, radical y única devoción al Señor.


Vota esta traducción

Puntúa utilizando las estrellas