El Aroma de Cristo entre las Naciones

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English: The Aroma of Christ Among the Nations

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Por John Piper sobre Misiones

Traducción por Ruben Saenz Serrano


2 Corintios 2:12-17

«Cuando llegué a Troas para predicar el evangelio de Cristo, aunque se me abrió puerta en el Señor, no tuve reposo en mi espíritu, por no haber hallado a mi hermano Tito; así, despidiéndome de ellos partí para Macedonia. Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento. Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden; a estos ciertamente olor de muerte para muerte, y a aquellos olor de vida para vida, Y para estas cosas, ¿quién es suficiente? Pues no somos como muchos, que medran falsificando la Palabra de Dios, sino que con sinceridad, como de parte de Dios, y delante de Dios, hablamos en Cristo»

Hoy es el segundo Domingo de nuestro Enfoque Misionero de Otoño. Esta ha sido nuestra norma por muchos años: cerrar este servicio con un llamado a venir al frente del santuario a todos aquellos que creen que Dios está moviendo sus vidas para comprometerse, tarde o temprano, por un largo tiempo con las misiones transculturales. Por lo tanto, por favor ore junto conmigo para que Dios confirme en este servicio lo que El ha estado haciendo en su vida, o lo que comenzará a hacer el día de hoy.

Antes de que vayamos al texto de 2 Corintios 2:12-17, Déjeme ponerlo en un contexto misionero. El apóstol Pablo fue un misionero. Lo hemos visto claramente en Romanos 15, en donde él dice que su ambición –su santa ambición– fue predicar el evangelio, no en donde Cristo ya había sido dado a conocer, porque estaría construyendo sobre el fundamente de otra persona (Romanos 15:20) El fue llamado hacia las fronteras, en donde la iglesia todavía no había sido establecida. A esto le llamamos misiones en las fronteras, o misiones pioneras, o misiones para los grupos todavía no alcanzados. Pablo fue el primero y probablemente el más grande misionero. Pero, oh, qué grande línea de seguidores se formó de su enseñanza. Aún hasta el día presente, en esta iglesia y en este servicio.

Podemos exponer las razones de por qué esta larga fila de misioneros han servido al Señor estos últimos dos mil años en muchas y diferentes formas:

  1. La última cosa que Jesús nos dijo en Mateo 28 antes de volver al cielo fue:“Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones… y yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.” (Mateo 28:18-20) El tiene toda autoridad sobre las almas de toda esa gente y todas esas naciones, y El promete estar con nosotros para ayudarnos, y nos manda que vayamos. Esto es válido en el tiempo presente porque el fin de los tiempos todavía no ha llegado.
  2. Podemos dar las razones para las misiones de esta manera: «Cantad a Jehová, bendecid su nombre; Anunciad de día en día su salvación. Proclamad entre las naciones su gloria, en todos los pueblos sus maravillas» (Salmo 96:2-3) Dios creó el mundo para manifestar y magnificar su gloria. La gente que no cree, no magnifica la gloria de su gracia. Nosotros queremos que lo hagan. Queremos que la tierra esté llena con el conocimiento de la gloria del Señor como las aguas cubren el mar.
  3. Podemos dar las razones para las misiones de esta manera: «Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en El cree, no se pierda, mas tenga vida eterna» (Juan 3:16) El amor de Dios extiende la salvación a todos. Cualquiera que crea en Jesús, tiene vida eterna con El, y el que no cree, perecerá. Las misiones son la respuesta de nuestro corazón a ese amor.
  4. Podemos dar las razones para las misiones de esta manera: De acuerdo con los rigorosos esfuerzos estadísticos del Proyecto Josué, existen 15.988 diferentes etnias y lenguajes en el mundo. De estos, ellos cuentan 6.573 como no alcanzados, lo que significa que menos del dos por ciento son cristianos. En esos grupos viven 2.6 billones de personas no alcanzadas. Para darles una idea: de los 100 grupos más grandes de personas no alcanzadas, 44 están en la India, 8 en China y 7 en Indonesia y Pakistán. Los tres más grandes son los japoneses que viven en Japón, los bengalíes que viven en Bangladesh y los shaikh en la India. De esas grandes 100 etnias no alcanzadas, 43 son musulmanes, 36 son hindúes y 9 son budistas; 22 de ellas tienen poblaciones de más de 20 millones. En otras palabras, hay un gran trabajo que hacer en obediencia a Jesús. Y Jesús tiene toda la autoridad para hacerlo.

Uno de los grandes anhelos de mi vida es que nosotros aquí en Bethlehem podamos estar enviando un número grande misioneros hacia los pueblos no alcanzados y que podamos enviarlos con mayor efectividad y mayor fidelidad bíblica y también con mayor cuidado para ellos y sus familias. Cuando pienso en no desperdiciar mi vida, esto es lo que pienso más que nada: estudiar, orar, escribir, hablar y dirigir de una manera que resulte en más y más visionaria gente joven inquieta y a la mitad de su carrera, así como también personas retiradas maduras, sabias que puedan levantar sus pertenencias, empacar su tienda y marchar con Jesús y con el evangelio a la gente no alcanzada, sin importar en dónde sea que se encuentren, lejos o cerca.

Contenido

Dios Usa Su Palabra Para El Llamado Misionero

Entonces, con la pasión en mente, y orando mientras avanzamos, vamos a mirar un testimonio misionero sobre lo que eso significa. Tenga en mente que Dios muy continuamente usa su Palabra para despertar y confirmar su llamado misionero. Esto puede ocurrir ahora, al solo hecho de abrir 2 Corintios 2:12-17

La situación detrás de este texto es que Pablo escribió una dolorosa carta a Corinto, y está ansioso por saber si los había ofendido o los había sanado. Por lo tanto, envió a Tito a Corinto, para ver cómo estaban ellos. Sería de ayuda el clari- ficar la geografía: Corinto está en el extremo sur de Grecia. Si vas hacia el norte por la costa este, llegas a la parte norte de la península llamada Macedonia, donde estaba situadas Tesalónica y Filipo. En dirección al este y al otro lado del mar Egeo que separa las actuales Grecia y Turquía, estaba Troas.

Dejando Una Puerta Abierta Por Seguir Un Espíritu Inquieto

Vamos a tomar la historia en los versículos 12-13: «Cuando llegué a Troas para predicar el evangelio de Cristo, aunque se me abrió puerta en el Señor, no tuve reposo en mi espíritu, por no haber hallado a mi hermano Tito; así, despidiéndome de ellos, partí para Macedonia» Por lo tanto, y a pesar de tener una puerta abierta para el evangelio en Troas, su corazón estaba tan perturbado por la situación en Corinto, que decidió no permanecer allí y partir hacia donde habría de reunirse con Tito en su camino de regreso a Corinto.

No me voy a detener en eso, pero esto es sumamente llamativo y puede estar relacionado con la situación en que te encuentras en este momento de tu vida. Una puerta está completamente abierta en donde tú estás. Allí hay necesidad de hacer muchas cosas. Pero tu espíritu no tiene descanso. Y así estaba Pablo. Y sorprendentemente, dejó la puerta abierta en Troas detrás para seguir a su espíritu inquieto. ¿Debía haberse ido de Troas? ¿Lo harías tú? El lo hizo. Y porque lo hizo, ahora tenemos esta sorprendente parte de la Escritura.

Pablo Fue Conquistado En Cristo

Pues bien, ahora Pablo está en Macedonia y finalmente Tito regresa. No dice eso aquí, pero sí lo hace en el capítulo 7, versículos 5-7

«Porque de cierto, cuando vinimos a Macedonia, ningún reposo tuvo nuestro cuerpo, sino que en todo fuimos atribulados; de fuera, conflictos; de dentro temores. Pero Dios, que consuela a los humildes, nos consoló con la venida de Tito; y no sólo con su venida, sino también con la consolación con que él había sido consolado en cuanto a vosotros, haciéndonos saber vuestro gran afecto, vuestro llanto, vuestra solicitud por mí, de manera que me regocijé aún más» (2 Corintios 7:5-7)

Esto es lo que está detrás del capítulo 2, y en este capítulo, Pablo se regocija de una manera diferente sobre las noticias. Escoge dos metáforas o figuras de palabras que son sorprendentes. Primero, dice en el Vs. 14: «Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús…» Esto no significa lo que usted probablemente piensa que significa. La palabra que se ha traducido por “dirigir en una procesión triunfal,” (thriambeuonti) se refiere a lo que un gran general romano hace cuando lleva cautivos a los enemigos que ha conquistado y los lleva a la muerte o a la esclavitud.

Esa palabra es usada en otro lugar del Nuevo Testamento,. Allí puede ver su significado: «y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando (thriambeusas) sobre ellos en la cruz» (Colosenses 2:15)

Así, en Colosenses, Pablo dice que Dios lleva al diablo en triunfo, y en 2 Corintios dice que Dios lleva a Pablo en triunfo. Ambos han sido derrotados por su rebelión contra Dios. Ambos son llevados en procesión triunfal y avergonzados por su rebeldía. Pero la gran diferencia es que Pablo es llevado “en Cristo” y Satanás no. Otra vez el Vs. 14: «Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús…» En otras palabras, Pablo fue derrotado y llevado cautivo; pero fue traído hacia la fe y perdonado y justificado y hecho un siervo contento por el más grande general que nunca ha existido. Pablo estaba “en Cristo” y eso hace toda la diferencia.

Una Figura Que Cumple Dos Propósitos

Entonces, ¿Por qué el uso de la figura en palabras? Porque al mismo tiempo quiere hacer dos cosas que son casi opuestas la una a la otra. Por un lado, Dios está triunfante y Pablo está a su servicio. Pero por otro lado, Dios es como un gran general y Pablo es conquistado y llamado a sufrir en su servicio –inclusive hasta la muerte. Eso es lo que esta figura en palabras nos muestra.

Por un lado, Pablo quiere regocijarse y agradece a Dios que los corintios se hayan arrepentido y que su carta no los afectara negativamente sino que les trajo bendición. Ese es un triunfo digno de celebrarlo con una procesión triunfal.

Pero por el otro lado, Pablo sabe que tiene muchos adversarios en Corinto que no aceptan su autoridad como apóstol, y que han predicado un evangelio diferente (2 Corintios 11:4) Los llama “grandes apóstoles” en 11:5 y 12:11. Ellos no reconocen la autoridad de Pablo y no ven a Cristo en su ministerio. En otras palabras, Pablo sabe que no ha triunfado como misionero de la forma como algunos piensan que debería ser. Algunas personas se han convertido, y algunas no. Algunos ven a Cristo en él y otros no. Sólo ven debilidad. El tiene cierto éxito y también cierto fracaso. Por eso él escoge una figuras de palabras que lo describe a él como perteneciente a una gran victoria, y como un enemigo conquistado cuyo servicio a su rey es sufrir y mirarse débil y aún morir por el que guía la procesión triunfal, como un enemigo derrotado en el servicio de su rey.

Una Segunda Figura

Esa es la primera figura. La segunda es la de su vida como ofrenda sacrificial que tiene una dulce fragancia delante de Dios. Esta figura empieza en la mitad del versículo 14: «…y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento» Así describe Pablo su vida misionera y su ministerio, como despidiendo una fragancia del conocimiento de Cristo. Y la razón por la cual yo digo que es una figura de un sacrificio ofrecido a Dios es que en el versículo 15 él dice que el aroma es primero para Dios. Es como incienso siendo ofrecido a Dios: «porque para Dios somos grato olor de Cristo…» No primero para el mundo, sino para Dios.

Efesios 5:2 nos da la mejor explicación de esta figura: «Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante» Cuando Cristo murió por los pecadores, fue como una ofrenda y sacrificio fragante que fue agradable para Dios. Ahora tenemos a Pablo en el lugar de Cristo como un misionero y sufriendo igual que Cristo en el servicio de su Señor y conquistador, y él dice: “Somos el aroma de Cristo para Dios.” En otras palabras, cuando sufrimos como misioneros en el servicio de Cristo, es igual que Cristo sufriendo por los perdidos, y Dios huele la fragancia del amor sacrificial y le agrada. Esa es la figura, hasta ahora.

Pero luego vienen las partes del servicio misionero que dan gozo y también quebrantan a tu corazón. Este aroma del amor de Cristo en el servicio sacrificial de las misiones, pude agradar a Dios, pero no agrada a todo el mundo. Este aroma divide al mundo. Mire a esta división en los versículos 15-16: «Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden; a éstos ciertamente olor de muerte, y a aquello olor de vida para vida»

El Lado de las Misiones Que Quebranta el Corazón

En otras palabras, algunas personas buscan el olor sacrificial de Cristo en la vida de un misionero, pero solo perciben el olor de muerte. Escuchan el evangelio y lo único que oyen es muerte. Miran a la cruz y lo único que ven es muerte. No ven vida. No ven esperanza. No ven futuro. No ven gozo. Y por lo tanto huyen. Y si huyen para siempre, ellos mueren. Ellos son de los que perecen. El olor a muerte lleva a la muerte. Ese es el lado de las misiones que quebranta el corazón. Son gente que no cree. No ven a Cristo como algo precioso. No ven su sufrimiento como un tesoro. No huelen su muerte por los pecadores como la más dulce fragancia en el universo. No es una fragancia satisfactoria. Es simplemente el olor a muerte.

El Lado de las Misiones Que Regocija el Corazón

Pero también está el lado de las misiones que regocija el corazón. Versículo 16: «olor de muerte para muerte… y olor de vida para vida» Aquellos que han sido salvos huelen la muerte de Cristo como el aroma de la vida. Ellos ven en su muerte el substituto que necesitan desesperadamente delante de Dios. El Hijo de Dios muriendo en vez de ellos es la fragancia de vida. Por lo tanto no huyen. Le creen a El y lo reciben y lo abrazan, y lo atesoran y viven para siempre. El aroma de Cristo es vida que da vida.

Estas son las dos figuras de Pablo en su vida como misionero. 1) Dios le conquistó cuando él era su enemigo. Ahora está guiando a Pablo en el triunfo y en el sufrimiento. Hay razón para regocijarse en esta procesión. Y hay razón para quejarse en esta procesión. El llamado de Pablo es para enseñar al mundo los sufrimientos de Cristo en sus propios sufrimientos. 2) La otra figura es de Cristo como un dulce sacrificio o incienso para Dios, y de Pablo compartiendo la misión y los sufrimientos de Cristo, para poder ser esa misma fragancia en el mundo –como un olor de vida para vida, pero otros huelen a muerte y mueren.

¿Quién es Competente para estas Cosas?

Ahora Pablo pregunta, al final del versículo 16 –y la hago mi pregunta final– ¿Quién es competente para estas cosas? ¿Quién puede soportar el peso de saber que una vida que exalta a Cristo llevará a algunos a la vida eterna y a otros a la muerte eterna? Esto es tan serio como si caminas por Nicollet Mall a la hora del almuerzo y alguien te sonríe y viene detrás de ti y tú te salvas y todos los demás caen muertos. ¿Quién lo podría soportar? Eso es lo que Pablo pregunta.

En un sentido, la respuesta es nadie. Pero ese no es el punto principal de Pablo. El dice en 2 Corintios 1:12 y en Romanos 1:5 que él tiene este ministerio por la gracia de Dios. Y por nosotros mismos, él no es competente –tú y yo no somos competentes– Ningún misioneros se siente competente. Pero 2 Corintios 3:5 dice: «nuestra competencia viene de Dios»

Entonces, la pregunta crucial para muchos de ustedes, mientras han orado y pensado acerca de dar su vida, o una substancial parte de ella a las misiones, es: ¿Puedo hacer esto? ¿Puedo llevar el peso de ser el aroma de Cristo en algún otro lugar nuevo? Por la gracia de Dios, sí puedes.

Cinco Pruebas

En el versículo 17, Pablo nos da cinco pruebas para ayudarnos a saber que eso. Las pondré en forma de preguntas para que las contesten:

1) ¿Atesoras suficientemente a Cristo, de manera que no vendas su Palabra? Pablo dice: «Pues no somos como muchos, que medran falsificando la Palabra de Dios» Esto significa que esas personas no aman a Cristo. Ellos aman el dinero y usan a Cristo. Entonces, la primera prueba es: ¿Amas a Cristo más que al dinero?

Las cuatro siguientes frases del versículo 17, verdaderamente modifican la palabra “hablar”. Literalmente: hablar 2) con sinceridad 3) de parte de Dios 4) delante de Dios 5) en Cristo Entonces, te pregunto:

2) ¿Hablas con sinceridad? ¿Eres real? ¿Es verdad lo que dices? ¿Renuncias a toda simulación e hipocresía?

3) ¿Hablas como de parte de Dios? Eso es, ¿tomarás no sólo tu comisión de parte de Dios, sino también tus palabras y autoridad de su parte? ¿Hablarás su Palabra y no las tuyas? ¿Hablarás en su autoridad y no en la tuya? ¿Obtendrás tu fortaleza y guía de su poder y sabiduría y no de la tuya?

4) ¿Hablarás como si estuvieras delante de Dios? Esto es, ¿Reconoces que El es tu juez y no un hombre? ¿Te preocuparás más por su valoración de tus palabras antes que ser disuadido por el criticismo humano?

5) ¿Hablarás como en Cristo? Esto es, ¿Obtendrás tu identidad, tu seguridad, tu confianza, tu esperanza y tu coraje de tu unión con Cristo?

No Hay Misioneros Perfectos

No existen misioneros perfectos. La respuesta a esas preguntas debe ser: OH si Señor, tanto como conozco mi corazón, eso es lo que intento ser. Ayúdame. Quiero amarte más que al dinero. Ser real y sincero. Hablar tu Palabra. No temer a ningún hombre. Obtener todo lo que necesito de Cristo.

En un momento, me gustaría invitar a todos ustedes que creen que Dios les está moviendo tarde o temprano hacia el trabajo en las misiones trans-culturales de tiempo completo (no solamente por unas cuantas semanas, sino por varios años), para que vengan al frente y nos permitan orar por ustedes. Y si quieren continuar con el programa de estudios, les daremos para llenar una tarjeta, de manera que los lideres de nuestras misiones puedan ponerse en contacto con ustedes y ayudarlos en cualquier forma que sea necesaria. Estoy pensando en los jóvenes que ya tienen la edad para considerar las misiones, también jóvenes adultos, hombres y mujeres, casados o solteros, de mediana edad o retirados. Dios tiene formas para desatar sus raíces. Si pueden discernir lo que El está haciendo, espero que vengan.

Vamos a orar.


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