Estás llamado a bendecir a los creyentes

De Libros y Sermones Bíblicos

Revisión a fecha de 16:22 13 mar 2012; Mollymullery (Discusión | contribuciones)
(dif) ← Revisión anterior | Revisión actual (dif) | Revisión siguiente → (dif)
Saltar anavegación, buscar

Recursos Relacionados
Leer más Por John Piper
Indice de Autores
Leer más sobre Grupos Pequeños
Indice de Temas
Recurso de la Semana
Cada semana enviamos un nuevo recurso bíblico de autores como John Piper, R.C. Sproul, Mark Dever, y Charles Spurgeon. Inscríbete aquí—es gratis. RSS.

Sobre esta Traducción
English: Your Calling Is to Bless Believers

© Desiring God

Compartir esto
Nuestra Misión
Esta traducción ha sido publicada por Traducciones Evangelio, un ministerio que existe en internet para poner a disponibilidad de todas las naciones, sin costo alguno, libros y artículos centrados en el evangelio traducidos a diferentes idiomas.

Lea más (English).
Como Puedes Ayudar
Si tú puedes hablar Inglés bien, puedes ofrecerte de voluntario en traducir

Lea más (English).

Por John Piper sobre Grupos Pequeños
Una parte de la serie 1 Peter: Grow in the Grace & Knowledge of Christ

Traducción por David Acuña Astorga


1 Pedro 3:8–12.

“En fin, vivan en armonía los unos con los otros; compartan penas y alegrías, practiquen el amor fraternal, sean compasivos y humildes. No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto; más bien, bendigan, porque para esto fueron llamados, para heredar una bendición. En efecto, «el que quiera amar la vida y gozar de días felices, que refrene su lengua de hablar el mal y sus labios de proferir engaños; que se aparte del mal y haga el bien; que busque la paz y la siga. Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos, atentos a sus oraciones; pero el rostro del Señor está contra los que hacen el mal.»”

Lo que Pedro ha estado haciendo desde 1 Pedro 2:13 es dar palabras especiales de guía, de enseñanza y de aliento a varios grupos de cristianos de las iglesias de Asia Menor. En 1 Pedro 2:13–17, se dirigió a los cristianos como ciudadanos y nos dijo cómo relacionarnos con las autoridades. En 1 Pedro 2:18–25, les habla a los sirvientes y les dice cómo relacionarse con sus maestros. En 1 Pedro 3:1–6, les habla a las esposas cristianas de los no creyentes y les muestra una forma de ganar a sus esposos. Y, en 1 Pedro 3:7, les habla a los esposos acerca de vivir sabia y consideradamente con sus esposas.

Las palabras de Pedro para todos los miembros de la iglesia.

Ahora, en el texto de hoy (1 Pedro 3:8–12), Pedro se dirige a nosotros como miembros de la iglesia. Podemos ver en el versículo 8: "En fin, vivan en armonía los unos con los otros…”, etc. El "todos" aquí significa "todos ustedes". No "todas las cosas", sino que todos los cristianos que viven juntos. El asunto aquí no es cómo relacionarse con las autoridades civiles, con los maestros, con los esposos no creyentes o con las esposas. El asunto es cómo relacionarse unos con otros en nuestra vida juntos como cristianos.

Esto es especialmente relevante para el enfoque de este domingo, porque te estamos instando a considerar con seriedad ser parte de un grupo pequeño como parte de nuestra vida juntos en Belén, y los grupos pequeños son instancias cruciales en que nos ministramos unos a otros como miembros del cuerpo. Este texto nos dice algo acerca del corazón que hay en un grupo pequeño próspero.

Sé un cierto tipo de persona: cinco rasgos.

Ahora, de los cientos de cosas que Pedro nos puede decir acerca de nuestras relaciones al vivir juntos como cristianos, ¿qué nos dice? La respuesta es que nos llama a, primero, ser un cierto tipo de persona, no sólo hacer una lista de cosas. Y no es un tipo de persona que puedes ser por ti mismo. Está tan en contra de los principios de la naturaleza humana que es prácticamente imposible sin la obra de la misericordia de Dios, llamada "nuevo nacimiento", a la que se refiere en 1 Pedro 1:3.

Vamos a revisar estos cinco rasgos de este nuevo tipo de persona al que Pedro nos llama a ser. Observa el versículo 8. Primero, dice "vivan en armonía", es decir, tener una mentalidad común, no necesariamente los mismos gustos, dones o hábitos, sino que los mismos pensamientos y juicios sobre las cosas esenciales de la vida: Dios, la salvación, la virtud. A continuación, dice “compartan penas y alegrías". Esto es ser comprensivo, sentir lo que otros sienten, para poder responder con sensibilidad a la necesidad. Las personas que son verdaderamente "comprensivas", generalmente, no dicen "sé cómo te sientes", pues, ya que ellos saben cómo te sientes, también saben cuán inútil es decirlo. La verdadera comprensión es una forma de ser silenciosa e intensa en tiempo y presencia. A continuación, este versículo dice “compartan el amor fraternal”, que significa no verse unos a otros como extraños, conocidos o familiares distantes, sino que como una familia cercana. En la familia, pueden existir algunas peleas bastante graves y algunos intercambios de fuertes palabras, pero sólo en los casos más extraños la familia se quiebra por eso. Luego, el versículo dice "compasivos". Esta no es una palabra acerca de la conducta, sino que de los pensamientos, pues, literalmente, se refiere a las tripas, al vientre. La traducción literal del griego aquí sería "sentirse generoso en el vientre". Estar dispuestos en lo más adentro a ayudar a los demás. Es exactamente lo contrario de la hipocresía, que finge sensibilidad y siente malicia. A continuación, el versículo dice “humildes". Nuevamente, no se refiere a que finjamos el rol de un sirviente, sino que, en nuestro interior, con toda autenticidad, tengamos un espíritu humilde. Se refiere a sentir que somos completamente dependientes de Dios en cuanto a la vida, el respiro, la inteligencia, la estabilidad emocional, la fe, la seguridad y el uso de nuestros sentidos, y a sentir que somos completamente frágiles y vulnerables por nosotros mismos. Y, encima de eso, se refiere a sentirnos pecadores e indignos si nos vemos apartados de la gracia de Dios. Es esta gracia la que nos maravilla al sentirnos amados, no avasalladores ni dominantes.

Estos cinco rasgos son descripciones de lo que somos en nuestro interior, no de cómo actuamos principalmente. Una mentalidad común, comprensiva en cuanto a los sentimientos, un amor familiar, con agradable disposición en el fondo de nuestro ser, humilde en espíritu. Eso es un ser humano inusual. Es por esto que dije que responder el llamado de Pedro a nosotros no es posible sin el milagroso nuevo nacimiento mediante la misericordia de Dios descrito en 1 Pedro 1:3.

Confía en Dios y conviértete en este tipo de persona.

Podemos imaginar que decimos: "Pero Pedro no era el tipo de persona que soy yo. Me están pidiendo que sea algo que yo no soy".

La respuesta a eso sería: "Si naces otra vez, si el Espíritu de Dios realmente habita en ti, si eres un hijo de Dios por adopción, si Cristo es ahora tu tesoro y Dios es tu esperanza, entonces la semilla de todos estos rasgos está en tu y florecerá si confías en la gracia futura de Dios. Como leí esta semana en Isaías 26:3–4:

“Al de carácter firme lo guardarás en perfecta *paz, porque en ti confía. Confíen en el Señor para siempre, porque el Señor es una *Roca eterna.”

En otras palabras, confía en Dios, para que la dependencia de Él, futura e interminable, similar a la que se tiene de una roca, satisfaga todas tus necesidades (físicas, morales, espirituales), y el Espíritu se liberará en ti para trabajar estos rasgos maravillosos y para nada naturales.

De acuerdo con 1 Pedro 1:3, la señal de una persona que nació de nuevo mediante la misericordia de Dios es una "esperanza viva" (una confianza continua y viva en la futura gracia de Dios) en Dios, la Roca eterna.

Aún cuando nuestra meta es ser lo que sólo Dios puede hacer que seamos, esto no quiere decir que no haya nada que podamos hacer o que podamos hacer por los otros en nuestros grupos pequeños para liberar este trabajo continuo de Dios en nosotros.

No devuelvas mal por mal. En vez de eso, bendice.

El versículo 9 nos ayuda a ver cómo funciona esto, cómo podemos ayudarnos unos a otros en nuestros grupos pequeños. Dice que, fuera de toda esta transformación interna de la que habla el versículo 8 (unidad de mente, comprensión, fraternidad, compasión y humildad), fuera de toda esa transformación interna, se debe actuar de cierta forma, que es en concreto "no devolviendo mal por mal, o insulto por insulto, sino más bien bendiciendo, porque fuisteis llamados con el propósito de heredar bendición".

¿A qué estamos llamados en este versículo?

Observemos cuidadosamente el versículo 9. Existe una pregunta crucial que debemos responder antes de aplicar este versículo a nosotros mismos y a los hábitos de nuestros grupos pequeños. ¿Se refiere el "llamado" del versículo 9 a nuestro acto de bendecir a aquellos que nos insultan? ¿Estamos llamados a esto? ¿O se refiere a la bendición que heredaremos? Ambas opciones son gramaticalmente posibles. Permíteme parafrasear ambas opciones para que veas la diferencia.

¿Quiere decir el versículo: "Bendice a aquellos que te insultan, pues has sido llamado a vivir así; responde al llamado para poder heredar una bendición"? ¿O quiere decir: "bendice a aquellos que te insultan, pues has sido llamado a heredar una bendición"? ¿Se refiere el "llamado" a lo que viene antes (bendecir a otros) o a lo que viene después (heredar una bendición)?

¿Por qué importa esto? ¿Hace alguna diferencia, pues en ambos casos tenemos que bendecir y en ambos casos vamos a heredar una bendición? La diferencia es la relación entre nuestro acto de bendecir a otros y la promesa de que recibiremos una bendición. Y esto es completamente crucial.

Si nuestro llamado es a bendecir a otros, entonces el versículo 9 enseña que esta es una condición que debemos cumplir para poder obtener nuestra herencia futura. El versículo quiere decir que nuestra bendición futura depende de que bendigamos a otros. "Fuiste llamado a bendecir para poder heredar una bendición". Si nuestro llamado en este versículo es a heredar la bendición, entonces el versículo no enseña esto. No se menciona la condicionalidad. "Bendice, pues has sido llamado a heredar una bendición".

Estamos llamados a bendecir a quienes nos insultan.

Mi respuesta es que el llamado del versículo 9 se refiere a que debemos bendecir a quienes nos insultan. Estamos llamados a vivir así. La razón por la que creo esto se debe al paralelo en 1 Pedro 2:21. El versículo 20 dice que, al sufrir por hacer el bien y soportarlo pacientemente, encontramos el favor de Dios. En otras palabras, es bueno no devolver mal por mal o el insulto por insulto, como dice 1 Pedro 3:9.

¿Por qué? En 1 Pedro 2:21, se entrega la razón: "Para esto fueron llamados, porque *Cristo sufrió por ustedes, dándoles ejemplo para que sigan sus pasos". Aquí está la palabra clave "llamados" y se refiere indudablemente al versículo 21, y dice que nuestro llamado no es a devolver mal por mal, sino que a soportar pacientemente y, como dice el versículo 9, a bendecir a aquellos que nos insultan.

Si quieres conocer el llamado de tu vida, está en dos textos de 1 Pedro (2:21 y 3:9): soportar el sufrimiento injusto pacientemente y bendecir a aquellos que te hacen el mal y te injurian. Ese es nuestro llamado. Para eso existen los pequeños grupos, para ayudarnos unos a otros a convertirnos en personas que viven de esa forma para la gloria de Cristo que vivió y murió de así mismo.

La condición para heredar nuestra bendición.

Ahora vemos cómo la última parte del versículo 9 encaja, esa última frase crucial. Cuando Pedro dice: "porque para esto fueron llamados (en concreto, a bendecir a otros)” y añade: "para heredar una bendición". Cuando él dice esto, demuestra que el hecho de que bendigamos a otros es una de las condiciones que debemos cumplir para heredar nuestra bendición en la era que vendrá. Es lo mismo que en la bienaventuranza de Jesús, donde dice: "Dichosos los compasivos, porque serán tratados con compasión". Mostrar compasión a otros es la condición para recibir la compasión de Dios.

Esto no nos enseña que nuestra bendición futura es algo que ganamos al hacer obras meritorias. Bendecir a aquellos que nos insultan no nos hace ganar nuestra bendición de Dios. Pedro dice, en 1 Pedro 1:13, que la bendición que vendrá a nosotros en la revelación de Jesús es la gracia, no el pago por nuestras obras, sino que una gracia gratuita. Dice en 1 Pedro 1:5 que "el poder de Dios protege mediante la fe (no obras) hasta que llegue la salvación que se ha de revelar en los últimos tiempos".

La bendición será "heredada", no ganada (1 Pedro 3:9). Será entregada por gracia, no por méritos.

La evidencia del nuevo nacimiento.

Sin embargo (y aquí muchos se pierden, así que pon atención), quienes han nacido de nuevo en Dios heredarán esa bendición por gracia. Y la evidencia de eso es una esperanza viva y vital en esa bendición futura. La evidencia de haber nacido nuevamente es la fe en la gracia futura. Y la esencia de esta fe es que abrazamos la promesa de bendición como nuestro tesoro y depositamos nuestra esperanza en eso y aquello nos da satisfacción.

La evidencia de que esto último está pasando en tu vida es que ésta se vuelve un anticipo del futuro prometido que anhelas. Si anhelas el futuro de la gracia prometida de Dios por sobre todas las cosas, entonces tu vida se vuelve un anticipo de la gracia futura. No devolverás mal por mal, pues la mayor esperanza de tu vida es que Dios no te devuelva mal por mal a ti. Por el contrario, bendecirás a quienes te insultan a ti, pues la bendición futura que abrazas como tu tesoro y en la que depositas tu esperanza, lo que te da satisfacción, es ese tipo de bendición misericordiosa precisamente. La evidencia de que somos nacidos en Dios y de que heredaremos una bendición futura es que nuestras vidas se vuelven un anticipo del futuro que anhelamos.

Por lo tanto, cuando Pedro dice que bendecir a quienes nos insultan es nuestro llamado divino y que este llamado es una condición para heredar nuestra bendición futura, no está diciendo que ganamos nuestra bendición futura con obras meritorias. Está diciendo que debes nacer nuevamente de verdad, que debes poner tu esperanza y tu fe de manera tan genuina en esa bendición que la cualidad de esa bendición misericordiosa sea traída desde el futuro al presente y se muestre en tu vida.

La función número uno de los grupos pequeños.

Esto significa que la función número uno de los grupos pequeños de Belén es ayudarnos unos a otros a mantener esta completa convicción de fe en la gracia futura, para alertarnos unos a otros de falsas esperanzas y tesoros engañosos y para ayudarnos unos a otros, semana tras semana, a ver el valor sin precedentes de Jesús y de el futuro en Él, para que le abracemos como nuestro tesoro, para que nos convirtamos en el tipo de persona que sólo Él puede hacernos y para vivir vidas que entreguen bendiciones a miles de personas.


--

N.T.: Las citas bíblicas utilizadas en este texto se han traducido a la versión de la Biblia NVI en español, pues reflejan con mayor claridad los ejemplos y las explicaciones que el autor entrega en la versión en inglés.


Vota esta traducción

Puntúa utilizando las estrellas