La Chequera del Banco de la Fe/19 de Agosto

De Libros y Sermones Bíblicos

Saltar anavegación, buscar

Recursos Relacionados
Leer más Por Charles H. Spurgeon
Indice de Autores
Leer más sobre Vida Devocional
Indice de Temas
Recurso de la Semana
Cada semana enviamos un nuevo recurso bíblico de autores como John Piper, R.C. Sproul, Mark Dever, y Charles Spurgeon. Inscríbete aquí—es gratis. RSS.

Sobre esta Traducción
English: Faith's Checkbook/August 19

© Public Domain

Compartir esto
Nuestra Misión
Esta traducción ha sido publicada por Traducciones Evangelio, un ministerio que existe en internet para poner a disponibilidad de todas las naciones, sin costo alguno, libros y artículos centrados en el evangelio traducidos a diferentes idiomas.

Lea más (English).
Como Puedes Ayudar
Si tú puedes hablar Inglés bien, puedes ofrecerte de voluntario en traducir

Lea más (English).

Por Charles H. Spurgeon sobre Vida Devocional
Capítulo 233 del Libro La Chequera del Banco de la Fe

Traducción por Allan Aviles


19 de Agosto

“Entonces dirá el hombre: Ciertamente hay galardón para el justo; ciertamente hay Dios que juzga en la tierra.” Salmo 58: 11.

No siempre podemos ver con claridad los juicios de Dios en esta vida, pues en muchos casos un mismo evento sucede igualmente para todos. Este es un estado de prueba, no de castigo o de recompensa. Sin embargo, a veces, Dios obra terribles cosas en justicia, y aun los indiferentes se ven forzados a reconocer Su mano. Incluso en esta vida, la justicia tiene ese tipo de recompensa que le resulta preferible por sobre todas las demás recompensas, es decir, la sonrisa de Dios que crea una conciencia tranquila. Algunas veces viene acompañada de otras recompensas, pues Dios no estará en deuda con nadie. Pero, al mismo tiempo, la principal recompensa del justo radica en el más allá.

Mientras tanto, a gran escala, observamos la presencia del grandioso Soberano entre las naciones. Él quebranta en pedazos los tronos, y castiga a las naciones culpables. Nadie puede estudiar la historia del surgimiento y de la caída de los imperios, sin percibir que hay un poder que promueve la justicia, y que, al final, lleva a la iniquidad delante de su tribunal, y la condena con justicia inapelable. El pecado no quedará sin castigo, y el bien no quedará sin recompensa. El Juez de toda la tierra hace lo justo. Por tanto, tengamos temor de Él, y no temamos más el poder del malvado.


Vota esta traducción

Puntúa utilizando las estrellas