La Chequera del Banco de la Fe/29 de Julio

De Libros y Sermones Bíblicos

Saltar anavegación, buscar
 

Recursos Relacionados
Leer más Por Charles H. Spurgeon
Indice de Autores
Leer más sobre Vida Devocional
Indice de Temas
Recurso de la Semana
Cada semana enviamos un nuevo recurso bíblico de autores como John Piper, R.C. Sproul, Mark Dever, y Charles Spurgeon. Inscríbete aquí—es gratis. RSS.

Sobre esta Traducción
English: Faith's Checkbook/July 29

© Public Domain

Compartir esto
Nuestra Misión
Esta traducción ha sido publicada por Traducciones Evangelio, un ministerio que existe en internet para poner a disponibilidad de todas las naciones, sin costo alguno, libros y artículos centrados en el evangelio traducidos a diferentes idiomas.

Lea más (English).
Como Puedes Ayudar
Si tú puedes hablar Inglés bien, puedes ofrecerte de voluntario en traducir

Lea más (English).

Por Charles H. Spurgeon sobre Vida Devocional
Capítulo 212 del Libro La Chequera del Banco de la Fe

Traducción por Allan Aviles



29 de Julio

“Ha echado fuera tus enemigos.” Sofonías 3: 15.

¡Qué expulsión fue esa! Satanás ha perdido su trono en nuestra naturaleza igual
que perdió su asiento en el cielo. Nuestro Señor Jesús ha destruido el poder de
reinar del enemigo sobre nosotros. Es posible que el enemigo pueda
preocuparnos, pero no puede reclamarnos como suyos. Sus cadenas no atan
más a nuestros espíritus: el Hijo nos ha hecho libres, y, en verdad, somos libres.
Todavía el archienemigo es el acusador de los hermanos; pero el Señor lo ha
echado incluso de esta posición. Nuestro abogado silencia a nuestro acusador. El
Señor reprende a nuestros enemigos, e intercede por las causas de nuestra alma,
de tal forma que ningún daño se deriva de todos los ultrajes del demonio.
El espíritu maligno todavía arremete en contra nuestra como tentador, y se
insinúa a nuestras mentes; pero es echado fuera de allí como también fue echado
de su antigua preeminencia. Se arrastra rondando como una serpiente, pero no
puede gobernar como un soberano. Inculca pensamientos blasfemos cuando
tiene la oportunidad; pero ¡qué alivio es cuando recibe la orden de estar tranquilo,
y es obligado a escabullirse como un perro apaleado! Señor, haz esto por todos
los que estén en este momento preocupados y desfallecidos por sus ladridos.
Echa fuera a sus enemigos, y glorifícate a sus ojos. Tú lo has derribado. Señor,
échalo fuera. ¡Oh, que Tú lo desterraras del mundo!


Vota esta traducción

Puntúa utilizando las estrellas