Las Reglas del Camino

De Libros y Sermones Bíblicos

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English: The Rules of the Road

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Por Dennis E. Johnson sobre La Biblia
Una parte de la serie Tabletalk

Traducción por Manuel Bento Falcón

"¿Cómo quiere decir la Biblia?" ¿No debería decir, "¿Qué quiere decir la Biblia?"? Una vez pensé lo mismo acerca del "¿Cómo quiere decir un Poema?" de John Ciardi. Nada como un poeta para trastocar una pregunta directa en algo extraño.

Pero Ciardi tiene un punto de razón. Los estudiantes de la Escritura a veces quieren el fondo de la cuestión "¿Qué quiere decir este pasaje?" sin perder tiempo en, "¿Cómo quiere decirlo?" Sin embargo no puedes llegar al "que" sin el "como". Si pensamos que la historia de Jesús acerca de los trabajadores rebeldes (Marcos 12:1-12) es una historia directa, quedaremos mistificados de que Él nos hable acerca de la violencia en una viña. O supongamos que tomamos la historia como una alegoría, pensando que cada cosa en la historia concuerda con algo real. Entonces, el propietario (que representa a Dios) dice, "Respetarán a mi hijo" (Vers. 6), ¡creeríamos que Dios quedó sorprendido cuando los líderes de Israel mataron a su hijo! En cambio si reconocemos que esto es una parábola, una historia que usualmente se asemeja a la realidad que simboliza en un punto principal, podemos escuchar lo que la historia quiere decir a través de reconocer cómo las parábolas lo quieren decir.

Cada texto bíblico es un camino, llevando a sus lectores desde su situación presente hacia un entendimiento más completo de la gracia de Dios. El camino comienza con un problema, cuestión, necesidad, defecto, error o pecado en la experiencia de la audiencia original. Lleva a un destino, la meta a la que Dios llama a Su gente: más confianza, sabiduría, amor, gozo, o unidad. Mientras viajamos a través de la ruta con los receptores originales, y vemos como nuestra necesidad es paralela a la suya y como la meta de Dios para su crecimiento debería ser reflejada en nosotros, estamos aprendiendo lo que el pasaje significa.

Punto de partida: Situación Vital y Ocasión

¿Qué necesidad evocaba esta porción de la Palabra de Dios?¿Quién era la gente a la cual Dios envió primero este mensaje y por qué necesitaban escucharlo? Esta es la situación vital de la audiencia original y la ocasión para el escrito. ¿Estaban confundidos acerca de comer carne consagrada en un templo pagano (1 Cor. 8–10)? ¿Casi persuadidos de que necesitaban la circuncisión para ser Cristianos de primera clase (Gálatas)? ¿Perplejos por el sufrimiento (Job)? ¿Sumidos en un materialismo egoísta (Malaquías)?

Destino: Propósito

¿En qué se convertirían los primeros lectores si tomaran el texto de corazón? Este es el propósito por el que se dio el texto, la meta que Dios intentaba conseguir en los corazones y vidas a través de la gracia vivificante de Su Santo Espíritu. ¿Necesitaban arrepentirse? ¿Ser confortados? ¿Humillarse a sí mismos? ¿Poner descanso a sus dudas? ¿Crecer en discernimiento, rechazar el error y abrazar la verdad? ¿Ver la conexión entre la verdad confesada y las vidas vividas? ¿Reemplazar la rivalidad egoísta con el servicio amoroso? ¿Alabar a Dios que es digno de toda adoración?

El Camino Intermedio: Género

"¿Cómo decir de la mejor manera lo que debe ser dicho?" C.S. Lewis explicaba el origen de las Crónicas de Narnia en su ensayo, "A veces las Historias de Hadas Pueden Decir Mejor lo que Tiene que Ser Dicho." El insistió en que las historias comenzaban no con el plan de disfrazar la doctrina Cristiana en alegorías de niños, sino con imágenes: un fauno con paraguas, una reina en un trineo, un león. Después, viviendo con las imágenes, vio la oportunidad de volver a derramar la verdad bíblica en una forma inesperada, que podía escabullirse de los "dragones vigilantes" del sentimiento piadoso, permitiendo a los lectores experimentar la verdad del Evangelio refrescada. Eligió el género de los cuentos de hadas a la luz del trasfondo religioso de sus lectores y la meta que quería que alcanzasen.

Nuestro inmensamente sabio Dios, que siempre sabe como decir de la mejor manera lo que tiene que ser dicho, ha hablado a Su pueblo en diferentes géneros, cambiando su método de acuerdo a su trasfondo y circunstancias y de acuerdo a Su propósito para cada texto en sus vidas. El Espíritu dirige a los autores humanos para seleccionar, de entre el tesoro de formas familiares para la audiencia, la herramienta correcta para cada tarea. Como los distintos géneros utilizan el lenguaje en diferentes maneras, nos dirigen a esperar diferentes "maneras" de significar, requiriendo estrategias interpretativas diferentes. Entre los géneros de la literatura bíblica están la narrativa histórica, las parábolas, los proverbios, los salmos, la ley, el oráculo profético, la visión apocalíptica, el sermón y la epístola. Parafraseando a Lewis: "A veces las parábolas pueden decir mejor lo que ha de decirse...y a veces lo hacen los salmos, y a veces la historia, y a veces las visiones."

Algunos de los Géneros de la Escritura

Las narrativas históricas y las parábolas son ambas historias. Las historias atrapan nuestra atención porque involucran a gente en acción, moviéndose a través de las complicaciones de un problema hacia un clímax y luego una resolución. A través de las narrativas históricas (Génesis, Samuel, Evangelios, Hechos), Dios declara Sus actos en la historia real para liberar al pueblo de la esclavitud del pecado y de la muerte, para traerlos hacia Su pacto y juzgar a Sus enemigos. La historia bíblica centra nuestras esperanzas finalmente en la redención que Jesús consiguió "cuando vino la plenitud del tiempo" (Gal. 4:4,LBA). La historia bíblica no es simplemente un registro de hechos secos, sino un recital de eventos que nos llaman a confiar y obedecer al Dios que salva en el tiempo y el espacio.

Las parábolas son la "ejecución final" de Dios rodeando nuestras defensas, camuflando Sus demandas en una forma ficticia con el objetivo de emboscarnos desde la retaguardia (Ver 2 Samuel 12:1-10). La clave de la parábola es el elemento inesperado que muestra que somos más culpables de lo que habíamos intuido, y la gracia que es mayor de lo que habíamos soñado que podía ser.

Los proverbios, como las parábolas, son provocativos y nos empujan a sopesar que es lo que está tras la experiencia de la superficie y a penetrar en los problemas de la vida. Su misma brevedad incita a nuestros cerebros y nos provoca a admitir que el "sentido común" a menudo no lo es -es decir, no es común.

Los salmos son canciones del corazón y la mente en todas las circunstancias, desde las altas hasta los bajas, y por todos los propósitos: para levantar lamento en los problemas, acción de gracias en el rescate, alabanza en la adoración, entrenar en sabiduría, y más. Como la poesía, están marcados por expresiones intensas y compactas y un simbolismo vivo. El Salterio se mueve de la pena y el sufrimiento al gozo y la alabanza, proveyendo una ventana en la experiencia de Cristo para nosotros y la gracia transformadora de Su Espíritu en nosotros.

La ley nos recuerda que nuestro Dios es el Rey, que rescata a Su gente de la esclavitud a otros señores para traerlos bajo Su autoridad y protección. "Sed santos, porque Yo soy santo," dice el Señor en el amplio rango de Sus mandamientos. Sus mandamientos exponen nuestra culpa, haciéndonos huir hacia Jesús el Soportador de maldiciones. Sus promesas cambian nuestra confianza hacia Jesús el Cumplidor de la ley, quien nos da Su registro perfecto sólo por gracia, a través de sólo la fe. Vista a través de la lente del trabajo redentor de Jesús, la ley desvela el diseño del Espíritu para renovarnos a la imagen de Dios.

Los oráculos proféticos son malas noticias y buenas noticias. Como abogados que persiguen, los profetas exponen cargos contra los culpables, presentando las pruebas de cargo de nuestro traspaso de la ley, y anuncian la sentencia que viene. Sin embargo los profetas también llevan palabras de esperanza: Cuando la gente ha fallado y todo parece perdido, Dios vendrá al rescate, a través de una nueva creación, un nuevo éxodo, una nueva conquista, un nuevo David, un nuevo templo. A través de buenas y malas noticias, los profetas estimulan los apetitos por Jesús.

Las visiones apocalípticas proveen de rayos x para las fuerzas espirituales que son invisibles al ojo desnudo, utilizando acción dramática en un vívido símbolo para pintar las eternas dimensiones de la lucha entre Cristo y Satanás, fe e idolatría. Las visiones de Ezequiel, Daniel, Zacarías, y el Apocalipsis hablan un lenguaje distintivo, en la frontera entre la prosa y la poesía, rico en metáforas visuales y alusiones a Escrituras previas. Aquellos que buscan obtener su mensaje deben sumergirse en el lenguaje de los símbolos proféticos.

Los sermones (Deuteronomio, los profetas, Hechos, Hebreos) son llamados urgentes al arrepentimiento y cálidas promesas de misericordia. Los sermones persuaden y motivan a través de menciones a la historia, a Escrituras previas, y a la demostración de la verdad de Dios en la creación y los signos milagrosos.

Las epístolas son interactivas, registrando la mitad de una conversación por correspondencia. Algunas contestan un único problema (Gálatas, sobre cómo estar a bien con Dios), mientras que otras abordan una serie de cuestiones en las que se necesita la guía de Dios (1 Corintios). Algunas son pesadas en doctrina y más ligeras en aplicación, mientras que otras cambian el equilibrio al otro extremo. Pero ninguna omite la verdad del Evangelio, y ninguna ignora la diferencia que supone. Las cartas de Pablo a menudo nos mueven desde la gracia del Evangelio de Cristo hasta los cambios que esta gracia enciende en los creyentes y nuestras relaciones.

Desde el "Cómo" al "Qué"

Prestando atención a la ocasión original de un pasaje, a su género y propósito, honramos al Dios que habló Su Palabra en la historia y en lenguaje humano, en un rico complejo de contextos: el trasfondo cultural de los primeros receptores, su lugar en la historia de redención (tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo), su experiencia espiritual, y las figuras de discurso y tipos de literatura que utilizaron. Cuanto mejor entendamos esos contextos, mejor atraparemos lo que Dios está diciendo y lo que tiene intención de hacer en nosotros a través de ese pasaje. Y cuando vemos el cambio que Dios intenta que el texto cumpla en nuestros pensamientos, emociones y acciones, estamos descubriendo lo que la Biblia quiere decir.


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