Las razones por las cuales deberíamos estar seguros de que Dios nos animará a “seguir confiando”

De Libros y Sermones Bíblicos

El domingo pasado cantamos este rezo como congregación. “Mantenme confiando para siempre, descansando, lléname de tu gloria” (“Jesús, estoy descansando, descansando” (“Jesus, I Am Resting, Resting”)). Comenté que este rezo implica que dependemos de Dios para impedir que nos despertemos mañana como incrédulos. Vi unos ceños fruncidos con perplejidad.

Intentamos de nuevo. ¿En qué depende usted para que su fe dure hasta que venga Jesucristo? La cuestión no es si se cree en la eterna seguridad, sino es ¿Cómo estamos protegidos? ¿Se apoya la perseverancia de nuestra fe en la fiabilidad de nuestra propia determinación? ¿O se apoya en la tarea de Dios de animarnos a seguir confiando?

Dije que la gran y maravillosa verdad de las Escrituras es que Dios es fiel, y guardará para siempre aquellos a quienes ha llamado. La confianza que estamos eternamente seguros es la confianza que Dios nos animara a “seguir confiando”. La certeza de lo eterno no es más grande que la certeza que Dios nos animara a seguir confiando en él.

Pero esta certeza es muy grande para todos aquellos a quienes ha llamado. A menos tres textos juntan la llamada y la custodia de Dios.

1 Corintios 1:8-9 - “Dios os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es Dios, por medio de quien fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo, Señor nuestro.”

1 Tesalonicenses 5:23-24 - “Que el mismo Dios de paz os santifique por completo; y que todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea preservado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es el que os llama, el cual también lo hará.”

Judas 1 - “Judas, siervo de Jesucristo y hermano de Jacobo, a los llamados, amados en Dios Padre y guardados para Jesucristo: Misericordia, paz y amor os sean multiplicados.”

La “lealtad” de Dios garantice que protegerá todos aquellos que ha llamado.

A los que predestinó, a ésos también llamó; y a los que llamó, a ésos también justificó; y a los que justificó, a ésos también glorificó.” (Romanos 8:30)

“El que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús.” (Filipenses 1:6)

“Que sois protegidos por el poder de Dios mediante la fe, para la salvación que está preparada para ser revelada en el último tiempo. (1 Pedro 1:5)

“Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída y para presentaros sin mancha en presencia de su gloria con gran alegría” (Judas 24).

Que sois protegidos por el poder de Dios,

El Pastor John.

Referencias
La Biblia de las Américas (n.d.) La Biblia de las Américas [en línea] Disponible en: http://www.biblegateway.com/versions/La-Biblia-de-las-Am%C3%A9ricas-LBLA/ (Consultado 02/09/13)