Los tesoros más preciados se hallan en las situaciones más difíciles

De Libros y Sermones Bíblicos

Saltar anavegación, buscar

Recursos Relacionados
Leer más Por Jon Bloom
Indice de Autores
Leer más sobre Sufrimiento
Indice de Temas
Recurso de la Semana
Cada semana enviamos un nuevo recurso bíblico de autores como John Piper, R.C. Sproul, Mark Dever, y Charles Spurgeon. Inscríbete aquí—es gratis. RSS.

Sobre esta Traducción
English: The Most Precious Treasures Are in the Most Difficult Things

© Desiring God

Compartir esto
Nuestra Misión
Esta traducción ha sido publicada por Traducciones Evangelio, un ministerio que existe en internet para poner a disponibilidad de todas las naciones, sin costo alguno, libros y artículos centrados en el evangelio traducidos a diferentes idiomas.

Lea más (English).
Como Puedes Ayudar
Si tú puedes hablar Inglés bien, puedes ofrecerte de voluntario en traducir

Lea más (English).

Por Jon Bloom sobre Sufrimiento

Traducción por Silvia Griselda Buongiorne


Es pues la fe, la sustancia de las cosas que se esperan, la demostración de las cosas que no se ven. “Porque por ésta alcanzaron testimonio los ancianos”. (Hebreos 11:1-2).

Hebreos 11 está en la Biblia para recordarnos que Dios esconde sus tesoros más apreciados por su santos en las experiencias más difíciles y dolorosas.

Cuando leemos este capítulo se supone que debemos detenernos a reflexionar más profundamente sobre este tema extraño, porque tan sólo tenemos un breve resumen ("¿Y qué más digo, porque el tiempo me faltará contando de ..." (Hebreos 11:32).

Pensemos en cómo Abraham y Sara agonizaron sobre el tema de la infertilidad, luego esperó 25 años para que Dios cumpliera su promesa con Isaac. Pensemos en cómo Isaac y Rebeca agonizaron sobre la rivalidad traidora y casi asesina entre sus hijos gemelos. Pensemos en cómo Jacob agonizó durante años de dolor creyendo de que las bestias salvajes habían matado a José. Pensemos en cómo Moisés agonizó durante los 40 años en el desierto de Madián con el remordimiento de hacer perdido la oportunidad para liberar a su pueblo esclavizado. Pensemos en cómo David agonizó durante años cuando Saúl lo perseguía como a un animal salvaje.

Finalmente pensemos en el resultado final de toda esta agonía.

El tema de la agonía dando a luz a las bendiciones más grandes que el mundo haya conocido jamás, continúa durante toda la historia de redención. Y culmina en la agonía incomparable de Jesús en la cruz y en Sus discípulos que agonizaban por la pérdida brutal de su Rabino Mesiánico – cuyo final fue el de ser completamente transfigurado por la resurrección.

Y este tema sigue en marcha. Desde las edades, santos han agonizado sobre situaciones difíciles, encarcelamientos, terribles persecuciones; peligros de ladrones, no creyentes, hermanos falsos, los riesgos del viajar, los desastres naturales, el hambre, el frío y la exposición a los climas inclementes, los dolores de la enfermedad, los conflictos de la discapacidad familiar y por encima de todo esto, "la presión diaria ... de ... la preocupación por todas las iglesias "(ver 2 Corintios 11:23-28).

Ahora pensemos en lo que ha resultado de la agonía de la era de la iglesia.

Hebreos 11 está ahí para recordarnos de que Dios está haciendo mucho más de lo que podemos ver en las agonías que pasamos, esas cosas que son tan, tan difíciles y a veces, parecen insoportables. Uno clama a Dios para que seamos liberados de ellas y nos preguntamos por qué El sigue dejándolas continuar.

Así pues, nos hallamos en buena compañía. Es así como los creyentes a través de la historia también se han sentido, la mayoría de los cuales están ahora en la gran nube de testigos animándonos a que sigamos adelante y que no nos rindamos. (Hebreos 12:1). Y lo que nos animan a hacer principalmente es que pongamos nuestra confianza en las promesas de Dios y no en nuestras percepciones. La fe es " la sustancia de las cosas que se esperan, la demostración de las cosas que no se ven". Las promesas nos sostendrán, pero nuestras percepciones probablemente nos harán hundir.

Y, creo, que nos animan a que no escatimemos las aflicciones difíciles, ya que estas nos brindan "un eterno peso de gloria que sobrepasa toda comparación" (2 Corintios 4:17). “Recuérdenos ", creo que ellos nos dirían, "y podrán ver que Dios esconde Sus tesoros más apreciados para cada uno y para los demás a través nuestra, en las experiencias más difíciles y dolorosas que pasamos cada uno en nuestras vidas. "



Vota esta traducción

Puntúa utilizando las estrellas