Masculinidad y Feminidad Antes del Pecado

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English: Manhood and Womanhood Before Sin

© Desiring God

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Por John Piper sobre Masculinidad y Feminidad
Una parte de la serie Biblical Manhood and Womanhood

Traducción por Raul Guerrero

Génesis 2:18-25

Y dijo Jehová Dios: “No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.” Formó, pues, Jehová Dios de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y las trajo a Adán, para que viese cómo les había de llamar; y de la manera que Adán llamó a los animales vivientes, ése es su nombre.
Y puso nombres a toda bestia y ave de los cielos y a todo animal del campo: mas para Adán no se halló ayuda idónea para él. Y Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y se quedó dormido; entonces tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar; Y dijo Adán: Ésta es ahora hueso de mis huesos, y carne de mi carne; ella será llamada Varona, porque del varón fue tomada. Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su esposa, y serán una sola carne. Y estaban ambos desnudos, Adán y su esposa, y no se avergonzaban.

La semana pasada nos enfocamos en el desastre en que los hombres y mujeres se encuentran a causa del pecado. Vimos que hombres pecadores utilizan sus poderes excepcionales para explotar a las mujeres para sus malvados propósitos. Y vimos que mujeres pecadoras utilizan sus poderes excepcionales para explotar a los hombres para sus malvados propósitos. Hay al menos un musculo que probablemente sea igual de fuerte en hombres y mujeres – la lengua. Y podemos oír a hombres y mujeres pecadores en sus pequeños mundos escarnecedores blandiendo esta arma para despedazarse uno al otro.

Pero hemos visto por dos semanas ya, que esta no es la manera en que Dios ha creado al mundo. Así que preguntamos, ¿Cómo es que el hombre y la mujer deberían haberse relacionado entre sí antes que el pecado arruinara las cosas? ¿Cómo debió ser la masculinidad y feminidad antes que el pecado los distorsionara en lo que es hoy?

Parte de la respuesta que dimos fue que el hombre y la mujer fueron creados a la imagen de Dios como hombre y mujer. Y enfatizamos que esto significa que al menos ellos puedan disfrutar equidad en la personalidad, equidad en la dignidad, respeto mutuo, armonía, complementariedad y un destino común. Pero enfatizamos también que esto es solamente parte de la respuesta.

Esto deja esta pregunta en el aire: ¿Dentro de la equidad en la personalidad y la equidad en la dignidad podría ser que haya algunas responsabilidades especiales que el hombre tiene por ser hombre y que la mujer tiene por ser mujer? ¿Al mostrar respeto y cuidado mutuo podría ser que de alguna manera especial el hombre tiene que respetar a la mujer y la mujer respetar al hombre? ¿Exige la equidad en la personalidad y respeto mutuo igualdad de responsabilidades o aún igualdad de acceso a todas las responsabilidades? O ¿Era la intención de Dios desde el principio que nuestra equidad se expresara diferente cuando nos relacionarnos entre nosotros como hombre y mujer?

Esta es la pregunta que asumimos hoy. Y permaneceremos en esto por varias semanas para tratar de encontrar lo que la Biblia enseña sobre este tema de diversidad y complementariedad. Hoy veremos la descripción bíblica de masculinidad y feminidad como Dios los propuso que fueran antes que el pecado arruinara las cosas.

Creo que esta es una buena pregunta para hacer por dos razones. Una es que Génesis capítulo 2 exige este tipo de pregunta. En Génesis 1 Moisés nos dice como Dios creó soberanamente todas las cosas de la nada y las puso juntas ordenadamente para que todo sirviera al hombre. Entonces Dios creó al hombre y la mujer como masculino y femenina a Su propia imagen y declaro que todo era muy bueno.

Pero en Génesis 2 Moisés coloca los teleobjetivos en su cámara y hace un acercamiento del sexto día de la creación. Y cuando usted llegue al final del capítulo se dará cuenta que una de las razones por las que hizo esto es para decir algo tremendamente importante sobre la relación de un hombre y una mujer. En Génesis 1 él dijo algo muy importante, que los dos son creados a la imagen de Dios. Pero en el capítulo 2 dice algo más específico. Así que el capítulo 2 requiere una pregunta: ¿Cómo son diferentes la masculinidad y la feminidad?

La otra razón por la que creo que esta es una buena pregunta (ej. La intención de Dios en la masculinidad y feminidad antes del pecado) es que en el Nuevo Testamento Jesús y Pablo, cuando utilizan el Antiguo Testamento para responder sobre como un hombre y una mujer deberían relacionarse entre ellos, vuelven a lo que debió ser antes de la caída. Ellos evitan tomar las relaciones desastrosas de Génesis 3 y convertirlas en normativas. Vuelven a Génesis 2 y hablan sobre como debió haber sido desde el principio.

Así que lo que quiero hacer es cuatro observaciones que empiezan contestando la pregunta de si el hombre y la mujer, en su equidad en la personalidad, deberían tener algunas responsabilidades diferentes. ¿Enseña Génesis que hay responsabilidades especiales que vienen con ser hombre y responsabilidades especiales que vienen con ser mujer?

1. Lo primero que el capítulo 2 deja claro es que el hombre fue creado primero y después de algunos intervalos la mujer fue creada. Versículo 7: “Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente." Versículo 21f: “Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras este dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar; y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer y la trajo al hombre.”

En 1 Timoteo 2:13 el apóstol Pable simplemente dice, “Adam fue formado primero, luego Eva.”

Entonces, ¿por qué creó Dios al hombre y la mujer de esta manera? ¿Por qué El no creó a ambos simultáneamente del mismo pedazo de barro? ¿No hubiera establecido la equidad en la personalidad de ellos más claramente? La respuesta es que El ya ha establecido esto más allá de toda duda en Génesis 1:27 donde dice que ambos fueron creados a Su imagen.

Ahora Dios quiere decir algo más sobre la relación entre el hombre y la mujer. Y lo que El quiere decir es que cuando hablamos de las diferentes responsabilidades hay una que es "la primordial" que se le da al hombre. Esto no es un asunto de tener mayor valor. Ese asunto ya fue establecido en Génesis 1:27. Es el de un hombre sin pecado, que tiene una dependencia en Dios como si fuera un niño, habiéndosele dado un papel o responsabilidad especial. Dios lo hace a él la mitad inicial de la pareja para decirle algo sobre su responsabilidad de ser el iniciador. Dios le hace ir de primero al ser creado para decirle algo sobre su responsabilidad de liderazgo.

Algunos maestros dicen que el orden de la creación no significa mucho porque en Génesis 1, por ejemplo, los animales fueron creados primero y luego el hombre. Así que si el orden implica responsabilidad para liderar entonces los animales deberían liderar al hombre.

Hay dos respuestas a esta objeción. Una es esta: Cuando el pueblo Hebreo dio una responsabilidad especial al "primogénito" de la familia, nunca estuvo en su mente que esta responsabilidad sería nula si el padre era dueño de ganado vacuno antes que tuviera hijos. En otras palabras cuando Moisés escribió esto, él sabía que los primeros lectores no incluirían animales y humanos juntos como candidatos iguales para las responsabilidades del “primogénito". Y tampoco debemos hacerlo nosotros.

La otra respuesta a esta objeción es que el apóstol Pablo, quien fue inspirado por el Espíritu Santo en su manejo de las Escrituras, sí vio significado en que el hombre fuera creado primero (1 Timoteo 2:13). Vamos hablar de eso en un par de semanas. No está bien decir que no hay significado en algo donde un apóstol inspirado encuentra un significado importante.

Así que la primera observación es muy importante: el hombre fue creado primero, luego la mujer. Y esto indica una responsabilidad de liderazgo para el hombre, especialmente en vista de los otros comentarios que siguen.

2. La segunda observación que se hace es esta: Una de las responsabilidades que viene con ser primero es la responsabilidad primordial (no la única, pero la responsabilidad primordial) para recibir y enseñar y dar cuentas del patrón moral de vida en el jardín del Edén.

Antes que Dios creara a la mujer vino al hombre en el versículo 16 y le dijo, “De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.”

Después que se creó a la mujer no hay registro que este patrón de moral de vida para el jardín fuera repetido por Dios a la mujer. Creo que Moisés, cuando escribe, espera que nosotros concluyamos que a Adam se le encomendó con el patrón moral del jardín y con la responsabilidad primordial de compartirlo con Eva y dar cuentas de ello.

Vamos por el camino correcto aquí o ¿Estamos interpretando más de la cuenta el que se le haya dado a Adán la instrucción moral? La tercera observación para mí es un muy fuerte indicativo que vamos por el camino correcto.

3. Después de que se rompió el patrón moral por Adán y Eva juntos, Dios llegó a pedir cuentas en el capítulo tres. Y a pesar de que la mujer había comido la fruta prohibida primero, Dios viene a Adán primero, no a Eva, para hacerlo responsable por el fracaso de no vivir por el patrón que El le había dado.

Versículo 9: “Mas Jehová llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás?” Adán ¿dónde estás? Verse 11 (todavía interrogando a Adán primero): “¿Quién te enseño que estabas desnudo?" ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses?

¿Por qué vendría Dios al hombre primero, y llamarlo a dar cuentas en lugar de ir a la mujer primero, especialmente cuando fue ella que comió primero? La respuesta más natural es que Dios le dio al hombre la responsabilidad primordial por la vida moral del jardín y por lo tanto él tiene que ser el primero en rendir cuentas por el fracaso de no vivir por ella.

Que no quepa la menor duda: Dios hace a la mujer responsable por sus acciones. Ella es un ser personal y moralmente responsable ante la misma imagen de Dios. Y nada de lo que el hombre haga o no haga va a lograr eximirla de la responsabilidad personal e individual de conocer y obedecer a Dios. Pero en su relación uno con el otro Dios mira al hombre y le dice, “¿Has sido el líder moral y espiritual que debiste haber sido?

James Dobson (de “Enfoque a la Familia”) ha visto la tremenda importancia de esta verdad muy claramente, y los terribles efectos cuando un esposo y padre no asume su responsabilidad. Esto es lo que él dijo,

Un hombre cristiano está obligado a guiar a su familia de la mejor manera. . . Si su familia ha comprado muchas cosas a crédito, entonces el apuro económico es al final su culpa. Si la familia nunca lee la Biblia o rara vez va a la iglesia los domingos, Dios le echa la culpa al hombre. Si los hijos irrespetan y desobedecen, la responsabilidad primordial cae sobre el padre. . . no su esposa. . . Desde mi perspectiva (dice Dobson), la más grande necesidad de América es que los esposos empiecen guiando sus familias, en lugar de invertir todo recurso físico y emocional para la mera adquisición de dinero. (Straight Talk to Men and Their Wives, Word Books, 1980, pp. 64f.)

Estoy de acuerdo con Dobson porque pienso que esto es lo que se enseña en estos capítulos. Dios trajo al hombre a la escena primero para ser el líder. Le encomendó a él primero el patrón moral del jardín. Y Él lo llamó a rendir cuentas primero por el fracaso de la desobediencia. Por lo cual, a pesar de que el hombre y la mujer tienen responsabilidades individuales iguales ante Dios por su propia obediencia (eso es lo que quiere decir ser creado a Su imagen), sin embargo en la relación uno con el otro, el hombre tiene mayor responsabilidad que la mujer a causa del liderazgo.

Esta es la manera que Dios quería que fuera antes que el pecado apareciera en el mundo: un hombre sin pecado, con un liderazgo lleno de amor, tierno, fuerte y moral con relación a la mujer; y una mujer sin pecado, con su apoyo receptivo, llena de amor y gozosa por el liderazgo de un hombre. Sin subestimar departe del hombre, sin humillar departe de la mujer. Dos seres inteligentes, humildes y embelesados por Dios viviendo, en armonía maravillosa, con sus diferentes y particulares responsabilidades.

Por supuesto que Satanás sabe que este es un bellísimo acuerdo. El sabe que el patrón de vida de Dios está diseñado para el bienestar del hombre. Pero Satanás odia a Dios y al hombre. El es un mentiroso y asesino desde el principio. ¿Y que es lo que hace? Esta es la cuarta observación.

4. Satanás agrede el patrón de Dios atacando a la mujer en lugar del hombre. Si Dios quiere que el hombre tome la responsabilidad especial del liderazgo en el jardín entonces Satanás hará lo que sea para destruir el patrón.

¿Por qué se acercó a la mujer en Génesis 3:1? ¿Por qué la llevo a una discusión primero y la hizo la portavoz de la pareja? ¿Por qué la atrajo a ser el guardián moral del jardín? ¿Sería porque era una presa más fácil? ¿Es la mujer más ingenua que el hombre? O podría que la respuesta sea:

Satanás llamo la atención de la mujer primero y la hizo la portavoz y el guardian moral porque es exactamente lo contrario a lo que debía hacerse.

En otras palabras Satanás rechaza la orden que Dios ha establecido y simplemente ignora al hombre y emprende la sutil batalla contra la mujer. Y haciendo esto él hace del hombre exactamente lo que él quería hacer: un pelele callado, retraído, débil, temeroso y pasivo. Y un pelele masculino es una persona muy peligrosa. Un momento es pasivo y sigue a su mujer; y el próximo momento está enojado y le echa la culpa a ella por todos sus problemas.

Y Satanás ríe para sí mismo y dijo, “Ahora he creado tal confusión de papeles que nunca podrán ponerlo en orden.” Y mirarán al hombre abusador y le dirán que sea más pasivo con las mujeres. Y mirarán a la mujer abusadora y le dirán que sea más firme con los hombres. Y nunca llegarán a la raíz del problema.

Pero en Génesis 3:17 Dios va justo a la raíz del problema. El dice al hombre, “Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol del que te mande diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida.” En otras palabras, “Adán, estabas escuchando cuando debiste ser líder.” Dios no está confundido sobre lo que Satanás hizo.

Y El no quiere que nosotros nos confundamos tampoco. El creó al hombre primero; El le dio el patrón moral del jardín primero; El lo hizo responsable por su fracaso primero; y lo castigo por ponerse en línea con el archí enemigo de Dios, cuando Satanás atrajo al hombre y la mujer a invertir desastrosamente los papeles en la caída.

Entonces ¿qué debemos hacer? Bueno, hombres, debemos humillarnos delante de Dios por nuestros fracasos. Todos nosotros. Este no es un llamado para exaltarse sobre cualquier mujer. Este no es un llamado para dominar, o subestimar o poner a la mujer en su lugar. Ella es, después de todo, una co-heredera de Dios y destinada para una gloria que nos cegara un día. Este es un llamado a rebajarse y tomar la responsabilidad de ser un líder – un servidor líder en las diversas maneras que sean adecuadas a todas las diferentes relaciones con mujeres.

Es un llamado a nosotros los hombres

¡Qué pueda Dios continuar enseñándonos y humillándonos y sanándonos en todas nuestras relaciones para Su gran gloria y para su gozo!


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