Misericordia para las Naciones

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English: Mercy to the Nations

© Desiring God

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Por John Piper sobre Misiones

Traducción por Ruben Saenz Serrano


Romanos 15:8-9

«Pues os digo que Cristo se hizo servidor de la circuncisión para demostrar la verdad de Dios, para confirmar las promesas dadas a los padres y para que los gentiles glorifiquen a Dios por su misericordia…»

La Semana de Misiones, es el tiempo más emocionante del año para mí. Aún más emocio-nante que la Navidad, o la Semana Santa o que mi cumpleaños. La razón es que cada año mientras se desarrolla la Semana de Misiones, me vuelvo muy serio al investigar qué está haciendo Dios en el mundo para el avance del reino y para finalizar la Gran Comisión. Y lo que hallo es casi siempre alucinante para la mente y lleno de esperanza y de estímulo. Oh, cómo quisiera que todos ustedes siguieran los increíbles trabajos de Dios. Cómo necesitamos ver lo que lo que está sucediendo en nuestra pequeña esquina, es una fracción infinitesimal del trabajo extraordinario de Dios en el mundo.

Qué está Haciendo Dios en el Mundo

Sabías que:

¿Sabías que Dios está trayendo a gente inconversa fuera de sus lugares y llevándoles a ciudades del occidente? Por ejemplo: sería muy difícil encontrar diez millones de kazajos en la Unión Soviética, pero 10.000 de ellos viven en Munich, Alemania. Y cuán grande evento misionero se realizó aquí el domingo pasado, cuando reconocimos a la Iglesia Laosiana de Paz de la ciudad de Minneapolis, la cual es el más importante trabajo de Dios para alcanzar a 6.000 laosianos en nuestra ciudad. (Dios se gloría en pequeños ministerios del tamaño de una semilla de mostaza)

¿Sabías que en 1900 solo había alrededor de 50.000 protestantes en toda Latinoamérica? Ahora existen 35 millones. Y todas las predicciones dicen que en el año 2000 serán más de 100 millones. Esa es una tasa de crecimiento de 20.000% más rápida que el crecimiento total de la población. Ralph Winter dice: “El rápido crecimiento de los evangélicos en la turbulenta América Central es positivamente legendario.”

¿Sabías que solamente 100 años atrás no habían iglesias cristianas en Korea? Ahora existen 6.000 solamente en la ciudad de Seúl.

Sabias que en 1900 por cada creyente evangélico habían 27 personas que no se consideraban cristianas? Pero ahora, en el mundo, solamente hay siete de los que no son cristianos por cada evangélico. Y aún más sorprendente, el mismo porcentaje de ganancia en esta comparación, fue efectuado en los últimos nueve años, como fue en los 900 años de historia de la iglesia. (Ver el libro de Ralph Winter, “Momentum Building in Global Mission, pg. 11)

¿Sabías que en 1980 habían 160 congregaciones evangélicas en el mundo, por cada persona no alcanzada, pero ahora, nueve años después, hay más de 400 congregaciones por cada inconverso. Si solamente el diez por ciento de las iglesias que creen en la Biblia se unieran en una forma cooperativa, toda la demás gente inconversa podría ser “adoptada” para finales de 1991; y estarían comprometidas con equipos misioneros para el final de 1994, y, con la bendición del Señor, un movimiento evangelizador de la iglesia podría ser plantado para el año 2000. (Para ver el significado de los términos “adopted” y “engage” la pg. 14 del libro de Winter)

El Dr. Ralph Winter dijo el mes pasado: “Una de las tareas más difíciles es tratar de mantenerse a la par con las cosas que Dios aparentemente está haciendo sin consultar con nosotros. Nuestra tarea es solamente encajar en sus planes, no el manipularle para que se adapte a los nuestros. El está haciendo cosas asombrosas. Necesitamos dejar que lo que está haciendo Dios venga a nuestros corazones. El final del trabajo está a la vista. (Winter, pg. 16)

El Clamor de las Naciones por Misericordia

Pero a menos que seamos ingenuos y nos volvamos eufóricos y satisfechos con nosotros mismos, consideren esto: 800.000.000 personas en nuestro mundo (más o menos el 15%) viven en absoluta pobreza; 70.000.000 de ellos están al borde de la inanición. La mitad de los niños de esos absolutamente pobres, no viven para cumplir los cinco años. Cada semana mueren 125.000.000 de infantes, las cuales pueden ser prevenidas con simple cuidado preventivo de la salud.

En los cuarenta países menos desarrollados, la esperanza de vida es de un término medio de 46 años. 45% de la población de esos países es menor de 15 años. Solamente el 33% de sus adultos saben leer. La mitad de esos países son los menos evangelizados. El resto tienen muy pocos cristianos.

De manera que podemos generalizar y decir que un gran número de la gente no alcanzada es también la más pobre. Alcanzar a esta gente con un mensaje entendible del evangelio significa más identificación –una identificación más radical y una simplificación que aquí en Belén hemos experimentado.

Aquellos que en el mundo claman ser cristianos ganan el 68% del ingreso mundial. Y damos solamente el 3% de ello a la iglesia y de ese 3% solamente alrededor del 5% se invierte en cualquier ministerio internacional, si es que se lo hace. Continuamente debemos comprobar nuestra falta de sensibilidad a las necesidades masivas del mundo.

Si alguna vez hubo una razón para la esperanza del triunfo del evangelio, esa es ahora. Y si alguna vez hubo un clamor por misericordia para las naciones, ese es ahora.

El texto de esta mañana es una palabra sumamente importante para nosotros, que viene del más grande misionero que haya vivido jamás, el apóstol Pablo. Y no solamente de Pablo, sino de Dios, que fue quien inspiró al apóstol a escribirlo.

Cuatro Grandes Verdades Misioneras

El texto es maravillosamente claro y simple. Y espero que mientras extraigo cuatro grandes verdades del texto, el Señor despierte en ti un celo nuevo por hacer cuanto sea posible para ayudar a finalizar la Gran Comisión.

Verdad # 1

Celo por la gloria de Dios es el principal motivo para las misiones mundiales –para poner todo el dinero y el esfuerzo que podemos, para finalizar la Gran Comisión.

Yo veo esto en tres frases de Romanos 15:8-9, - tres frases que enseñan la razón primordial de por qué Cristo vino al mundo, en aquella gran jornada misionera: la encarnación.

  1. Primero, el texto dice en el versículo 8: «Cristo se hizo servidor de la circuncisión para demostrar la verdad de Dios…» (Esto es a los judíos)
  2. Segundo, continuando con el versículo 8: «. (Las promesas de Dios)
  3. Tercero, en el versículo 9: «y para que los gentiles glorifiquen a Dios por su misericordia…»

Entonces, ¿por qué vino Cristo? El vino para demostrar que Dios es verdadero. El vino para demostrar que Dios mantiene sus promesas. Y El vino para demostrar que Dios es glorioso. O para ponerlo de otra manera, Jesús vino al mundo por el amor de Dios. El vino para certificar la integridad de Dios. El vino para confirmar la Palabra de Dios. El vino para magnificar la gloria de Dios. El principal motivo de la primera Gran Comisión a la gente no alcanzada – la misión de Jesús desde los cielos – fue su celo por la gloria de Dios. Y ese debe ser también nuestro motivo principal.

Este verano en Manila, en Lausanne II, John Stott predicó sobre el libro de Romanos. En su primer mensaje, él dijo en voz alta y clara en Romanos 1:5: que la gloria de Cristo, y a través de El, la gloria de Dios, es nuestro principal motivo para las misiones. Allí Pablo dice: «Por medio de quien hemos recibido la gracia y el apostolado para promover la obediencia a la fe entre todos los gentiles, por amor de su nombre» Los misioneros que van en el espíritu de Pablo, van primeramente por el amor del nombre de Jesús, para la gloria del Padre.

Esto significa simplemente que nos aflige que Cristo sea deshonrado a través de la incredulidad. Y lo que nos emociona es el prospecto de que Jesús puede ser amado, y honrado, y alabado, y obedecido entre las naciones. Viendo a Cristo y a Dios el Padre exaltado entre las naciones es el sueño que impulsa al misionero que tiene el corazón de Jesús y el corazón de Pablo.

Esta es la primera verdad de nuestro texto: Celo por la gloria de Dios es el motivo primario para las misiones mundiales.

Verdad # 2

Un espíritu de servicio y un corazón misericordioso, motivan al misionero que es igual a Cristo.

Esto es claro en el texto, así como en las mismas frases que acabamos de leer en el versículo 8: Cristo se hizo siervo a los de la circuncisión (los Judíos) para demostrar la verdad de Dios. Y en el versículo 9: A fin de que los gentiles glorifiquen a Dios por su misericordia. Cristo se hizo siervo… y Cristo trajo misericordia.

Note la conexión entre compasión y misiones en Mateo 9:36-38: «Y viendo las multitudes, tuvo compasión de ellas, porque estaban angustiadas y abatidas como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: La mies es mucha, pero los obreros pocos. Por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies»

¿Por qué estaban siendo enviados? Porque Jesús tuvo compasión de las multitudes – lo cual es lo mismo que decir, un corazón de misericordia es lo que motiva a un misionero que es imitador de Cristo.

Las misiones cristianas son las empresas más misericordiosas en todo el mundo. Sin Cristo, las naciones no pueden saber quiénes son o por qué existen. Sin Cristo, ellos no pueden recibir el perdón por sus pecados. Sin Cristo, no pueden disfrutar de una conciencia limpia. Sin Cristo, no pueden descansar en la aceptación de Dios. Sin Cristo, no pueden ser libres de la decepción y la esclavitud del temor y la mentira. Sin Cristo, no pueden tener vida eterna. Pero las misiones cristianas llevan Cristo a las naciones y por tanto, le da sentido y perdón y una conciencia limpia y aceptación con Dios y libertad y vida eterna a todos los que creen. Sin mencionar todos los beneficios personales y sociales que llegan cuando un grupo de gente – una sociedad – es controlada por el Espíritu de Jesús. Por lo tanto, las misiones son la más misericordiosa empresa en el mundo. Y la persona que no tiene un corazón misericordioso, no puede ser un misionero igual a Cristo.

Esta es la verdad # 2: Un espíritu de siervo y un corazón misericordioso son lo que motiva a un misionero que es igual a Cristo.

Verdad # 3

La verdad # 1 y la verdad # 2 son una sola verdad. Celo por la gloria del Señor y un corazón lleno de misericordia por los perdidos son uno, y no pueden ser separados.

Podemos ver esto en las palabras del versículo 9. Dice que Cristo vino (y por lo tanto nosotros debemos ir) a fin de que los gentiles puedan glorificar a Dios… ¡Sí! Esa fue la pasión de Cristo, y debe ser nuestra pasión – que las naciones puedan amar y celebrar la gloria de Dios.

Pero el versículo continúa: que los gentiles puedan glorificar a Dios por su misericordia. Si nuestra pasión es porque la gente glorifique a Dios por su misericordia, entonces nosotros tenemos que ser misericordiosos y sentir compasión por los perdidos. Nuestro celo por la gloria del Señor debe ser un celo por la gloria de la misericordia del Señor.

Entonces el celo por la gloria del Señor, por un lado, y el corazón misericordioso por el otro, no son dos motivos desconectados en el corazón de los misioneros iguales a Cristo aunque ellos estuvieren de alguna manera en tensión o competencia. Ellos están unidos en uno. Y la razón por la que están unidos es que la misericordia es el toque final de la gloria de Dios. Todo el poder soberano de Dios y toda la sabiduría divina se descomponen en el más espléndido y colorido despliegue en los ríos de la misericordia. Celo por la gloria del Señor, es celo por la gloria de su misericordia, de lo contrario, no es celo por las misiones, y no es celo santo. Porque Romanos 15:9 dice que la meta de las misiones es que las naciones glorifique a Dios por su misericordia.

Celo por la gloria del Señor y un corazón misericordioso es lo que hace a un misionero parecerse a Cristo. Estos tienen que mantenerse unidos. Si no tenemos celo por la gloria de Dios, nuestra misericordia se hace bienestar social superficial sin un significado eterno. Y si en nuestros corazones no sentimos misericordia, nuestro llamado celo por la gloria del Señor es hipocresía (Mateo 9:13) Porque el toque final de su gloria es la inmensidad de su misericordia para los pecadores perdidos en todas las naciones.

Verdad # 4

La gloria de la misericordia de Dios es para toda la gente en todo el mundo.

Al final del versículo 9, Pablo menciona cuatro pasajes del Antiguo Testamento para probar esta verdad. El quiere establecer más allá de toda duda, que la misericordia de Dios es para las naciones, no solamente para los judíos, no solamente para los romanos, sino para toda la gente. Esto está más claramente establecido en el versículo 11, en donde el menciona el Salmo 117:

«Alabad al Señor, naciones todas; alabadle, pueblos todos»

La frase clave aquí, es “pueblos todos”. El punto no es solamente individuos. El punto es que allí hay tribus, lenguas, gentes y naciones (Apocalipsis 5:9) quienes alabarán al Señor por la gloria de su misericordia. Doce mil permanecen sin ser alcanzados. Ellos son más identificables ahora, que en toda la historia del mundo. Tenemos una lista de los más numerosos pueblos no alcanzados. La puede obtener en nuestra oficina.

Recuerde que hay más de 400 iglesias evangélicas por cada uno de esos 12.000 grupos. Es una tarea que se puede finalizar. Recuerde lo dicho por el Dr. Winter: Necesitamos dejar que lo que está haciendo Dios llegue a nuestros corazones. El final del trabajo está a la vista. Cómo puede ser de otra manera cuando el gran propósito de Dios es ser glorificado entre todas las naciones por su MISERICORDIA.


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