No Comáis el Pan de la Ansiedad por el Trabajo Duro

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English: Don't Eat the Bread of Anxious Toil

© Desiring God

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Por John Piper sobre Trabajo y Vocación
Una parte de la serie Summer Psalms

Traducción por Pau L. Manzano


Salmos de Verano

Mensaje del domingo por la tarde

Salmo 127

Mientras existan personas cuyos corazones no estén preocupados o llenos de ansiedad o de un frenesí de resentimiento, sino más bien sientan una tranquilidad en el corazón y una especie de pacífico abandono, que les inste a preocuparse por las preocupaciones de los demás, en lugar de ensimismarse en las propias, mientras exista gente así, el mundo se alzará y prestará atención. Y es precisamente así, porque con toda probabilidad en ello hay implicado algo de este mundo anhelado por todos, incluso si no están seguros de lo que es. El mundo está lleno de gente ansiosa: estudiantes ansiosos por si los otros se reirán de sus zapatos nuevos, por sacar buenas notas, por hacer una buena exposición de un libro ante la clase; existen adultos ansiosos por impresionar al jefe, perder un cliente, acabar un informe a tiempo, deshacerse de una inversión estúpida o un extraño dolor en el pecho. De vez en cuando, se instala sobre todos nosotros un oscuro, gris y pesado manto de deprimente ansiedad, que por momentos todo lo oscurece y parece imposible deshacerse de él. La experiencia es tan común que aquellos que viven en paz, libertad y júbilo brillan como estrellas en la oscuridad. Aquellos que han encontrado el modo de obedecer las palabras de Jesús "No estéis ansiosos por nada". Ellos son la sal de la tierra y la luz del mundo. Ellos aportan sazón y luz a lugares en los que la sigilosa niebla gris de la ansiedad todo lo ha tornado oscuro e insípido.

No Estéis Ansiosos

En el pasado año, por encima de todos los textos ha destacado uno que me ayudó a desvanecer aquella niebla. Lo he usado a menudo. Tengo el persistente recuerdo de salir de mi despacho para dirigirme a impartir mis clases sobre 1ª de Pedro y Romanos 9-11 cargando bajo el brazo una pila de libros y notas y diciéndome: "Padre, a menos que impartas la clase, mi preparación será en vano." Y se me aliviaba el corazón con la buena noticia de que últimamente podría ser Dios el que obtuviera o no los frutos de mi esfuerzo.

El texto pertenece al Salmo 127:1–2. "Si el Senor no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican; si el Senor no guarda la ciudad, en vano vela la guardia. Es en vano que os levantéis de madrugada, que os acostéis tarde, que comáis el pan de afanosa labor, pues El da a su amado aun mientras duerme." Pienso que la idea central de los tres versículos es la siguiente: "No comáis el pan de la ansiedad por el trabajo duro." Significa lo mismo que Jesús dio a entender cuando dijo "No estéis ansiosos por lo que comeréis." Cuando nos hacemos adultos debemos trabajar para ganarnos el pan. Y podemos trabajar, bien nerviosamente, preocupándonos sobre lo que pensarán los demás sobre nosotros, con lo que estaremos comiéndonos el pan de la ansiedad por el trabajo duro. O podemos trabajar con el corazón sereno, sirviendo a Cristo y no a los hombres, con lo que estaremos comiéndonos el pan de la paz. Así lo quiere Dios para sus hijos. De hecho, la prueba de si somos hijos o no está en que nosotros no nos comemos el pan de la ansiedad por el trabajo duro.

Dios no establece reglas específicas sobre la hora de levantarse para ir al trabajo o lo tarde que terminamos de trabajar por la noche. Pero sí establece el siguiente principio para sus hijos: No madruguéis y os retiréis tarde a descansar llenos de ansiedad, miedo y displicencia. Si el placer del trabajo fructífero os empuja a trabajar 12 horas al día, que así sea. Pero procurad no decepcionaros, dejándoos llevar por la ansiedad o por su hermana gemela la ambición ególatra. Los Cristianos trabajarán duro, pero trabajarán más por el placer de las cosas buenas que su trabajo proporciona a los demás, que por el miedo de lo que pensarán los demás si fracasan. Entonces,

Sed diligentes seguid al Señor
Y comed el pan que os ganáis,
Que no os inquiete la necesidad
Y que ardan las preocupaciones.

Cuatro Maneras de Trabajar en Vano

Según creo, la idea central es la siguiente: Los hijos de Dios no deben emprender sus tareas con ansiedad. Entonces, además de la idea central veo que se dan dos razones por las que es inútil e innecesario y, de hecho, un error para los hijos de Dios, comerse el pan de la ansiedad por el trabajo duro. La primera razón se aporta en el versículo 1: "A menos que el Señor construya la casa, quienes la construyan trabajarán en vano. A menos que el Señor cuide la ciudad, el vigilante se mantendrá en vigilia en vano." ¿Qué significa contruir en vano y cuidar la ciudad en vano? ¿Como es posible que los esfuerzos de un hombre que construye su casa se muestren como futiles, vacíos y vanos? Se me ocurren cuatro maneras:

1) Si Dios no está contigo

En primer lugar, si Dios no está construyendo la casa con él, puede que, sencillamente, no la termine. Recordaréis los constructores de la Torre de Banel en el Génesis 11. La construyeron, pero Dios no estaba en ella, y por eso trabajaron en vano. No les permitió acabarla. Esta es la primera manera en que nuestro trabajo podría resultar en vano por no estar Dios en él.

2) Si el edificio se desmorona en un año

La segunda manera es que con la buena providencia de Dios se complete la obra y se desmorone tras un año por su deficiente cimentación. "El hombre estúpido construyó su casa sobre la arena. Llegaron lluvias, inundaciones y vientos que golpearon la casa, la derrumbaron y provocaron su caída. Dios nos puede apoyar y permitir que construyamos con total desconocimiento de su apoyo secreto. Cuando se avecina una situación dificultosa, tiembla el suelo y caemos de espaldas, deberemos aprender, antes de que sea demasiado tarde, que, a menos que confiemos nuestra construcción al Señor, nuestro trabajo será en vano.

3) Si mueres antes de entrar en la casa

Pero existe una tercera manera de que mi trabajo sea en vano. El proyecto se completa sin interrupciones, el logro el pleno y duradero. Pero el mismo día en que voy a entrar en la casa, muero de un ataque al corazón. Salomón fue dolorosamente consciente de lo que escribió en Eclesiastés 2:20f.:

Entonces me di la vuelta y perdí toda la esperanza de los grandes esfuerzos de mi trabajo bajo el sol, porque a veces un hombre que se ha esforzado con sabiduría, conocimiento y pericia debe dejar que lo disfrute otro hombre que no hizo esfuerzo alguno por ello. Esto también es vanidad y gran maldad.
La vida y la muerte están en manos del Señor y ninguno de nosotros puede alargar nuestras vidas ni un segundo más allá del tiempo fijado.

Quiza algunos esgriman que el salmo dice que trabajmos en vano sólo si el Señor no está en nuestro trabajo, pero la gente muere incluso cuando el Señor está en su trabajo. ¿No será que ellos también trabajaron en vano, a pesar de haber confiado en Dios para que les ayudara en su construcción? De hecho, mi respuesta es No, ya que la muerta no es el final de los hijos de Dios. Bien es cierto, que cuando mueren no llevan consigo sus casas, negocios o familias, pero todo el trabajo realizado en comunión con el Señor va con ellos y es el testimonio de su fe hacia Dios. Como se dice en Revelación 14:13 "Benditos sean los que mueren en el Señor de ahora en adelante. Benditos sean, dice el Espíritu, los que descansen de su trabajo, porque sus hechos los acompañarán." Y como escribió el apóstol Pablo en Corintios 15:58 "Se categórico, inamovible, sin dejar de ahondar el trabajo del Señor, porque sabes que no trabajarás en vano en el Señor."

Sin embargo, para aquellos que en esta vida trabajan sin confiar en el Señor, se muestra una tercera manera de tal vanidad cuando se consigue el objetivo y antes de su uso, mueren o no sienten placer por ello.

4) Si se convierte en un hogar trágico

La cuarta manera en que podemos trabajar en vano si Dios no está con nosotros es la siguiente: quizá se haya construido la mansión sin complicaciones; puede estar bien y ser duradera y la providencia de Dios nos ha permitido entrar a vivir allí sólo para ver que se ha convertido en un hogar trágico: un matrimonio roto, hijos rebeldes, en medio de una abundancia de banales adornitos y estanterías de mármol. Vacío, futilidad, vanidad porque Dios no construyó la casa.

Me parece que la ide del versículo 1 es que no importa lo duro que trabajes para conseguir algo, ya que la consecución y el pleno disfrute de la satisfacción dependen de Dios de forma decisiva. Si no confiamos en Dios con todo nuestro corazón en lugar de confiar en nuestro interior, podríamos, si así lo desease Él, crear un monumento, que, a fin y al cabo, sólo sería un tributo a la futilidad.

Dije que el versículo 1 era la primera de las dos razones por la que los hijos de Dios no deben sentir ansiedad en su trabajo. ¿Cómo nos ayuda dicho pasaje, pues, a superar la ansiedad? A mi me funcionó de la siguiente manera. Cuando salía del despacho de camino a clase, pensaba que si mis mayores esfuerzos los hacía en vano sin la ayuda especial de Dios, entonces, el éxito o fracaso de la clase dependía, en última instancia, de él, no de mí. De este modo, me quitaba un enorme peso de encima, con el que no me correspondía cargar, es decir, la responsabilidad final del éxito o fracaso de cualquier acción que emprendiera. En ocasiones estaba tan empapado de esta verdad que me sentía tan ligero como una mariposa. No puedo llevar el peso de si le voy a gustar a esta clase de hoy, Señor. No puedo llevar el peso de si me preguntarán algo que esté más allá de mi conocimiento, Señor. No puedo llevar el peso de abrir sus corazones a creer en la doctrina de tu soberanía, Señor. ¡Estas son cargas muy pesadas! ¡Te pertenecen! Y he descubierto que Dios no sólo las desea sino que se siente motivado para cargar con el peso de la responsabilidad final sobre si la casa se construye o la ciudad se salva. Y para mí esa es una poderosa razón para no sentir ansiedad en mi trabajo.

Dios da a sus hijos mientras descansan

La segunda razón se aporta en el versículo 2: No comáis el pan de la ansiedad por el trabajo duro porque "Dios da a sus hijos mientras descansan". Algunas traducciones dicen: "El da a sus hijos descanso" Bien se trata de una posible traducción del hebreo. Una da a entender que Dios ayuda a una persona a descansar por la noche y la otra da a entender que mientras una persona descansa Dios está ocupándose de trabajar en el mundo para bendecirlo ¿Cuál es más apropiada para el contexto?

La primera mitad del versículo 2 dice que es vano madrugar y retirarse tarde a descansar. Cómo es posible que Dios desanime el sueño de la gente para evitar que madruguen y se retiren tarde a descansar. Él no está interesado en el sueño, se preocupa y quiere preocuparse sobre su trabajo. Pero si Salomón quiso decir, como así creo, "Dios da a sus hijos mientras duermen", entonces, existe un incentivo monumental para dejar de sentir ansiedad y reducir nuestras horas de descanso. El incentivo es el siguiente: Dios puede hacer más cosas buenas por quienes creen en él mientras duermen, de la que ellos mismos pueden hacer con ansiedad en el trabajo por si mismos mientras están despiertos. ¿No se os ocurre una mejor razón para no madrugar y retirarse tarde a descansar, comiéndoos el pan de la ansiedad por el trabajo duro?

¿Nunca os habéis preguntado porque Dios nos hizo de una modo que pasamos durmiendo un tercio de nuestra vida? Dios podría haber diseñado a un hombre que siempre estuviera fresco y descanso y no necesitara dormir. ¿Por qué decretó que el sueño fuera parte de la experiencia humana? Os daré mi opinión. Quería dar un recordatorio universal a la raza humana de que no somos más que niños y deberíamos admitirlo. Somos endebles y nos hemos convertido poco a poco en unos indefensos, inconscientes, ciegos y débiles para poder vivir la vida. El sueño es una experiencia harto humillante. En ningún momento somos tan débiles, tan niños como cuando dormimos llenos de fe. Dios no dijo: "Mi poder está hecho de una debilidad perfecta." Y "a menos que seáis como niños, no entraréis en el reino de Dios."

Si el poder de dios está hecho de una debilidad perfecta, podemos creer con seguridad cuando el salmo dice que si descargamos nuestras ansiedades en Dios y descansamos en paz, Dios trabajará durante toda la noche con todo su poder a nuestro favor.

La gran prueba de fe es creer que cuando sólo veamos un pequeño resultado en alguna situación y no sea muy bueno, Dios todopoderoso creará a partir de la nada una serie de situaciones o actitudes portadoras de grandes bendiciones. Y puede hacer esto mientras dormimos. Procura no interpretar su trabajo apresuradamente, puesto que puede que no sea lo que esperas o puede no haberlo terminado aún. William Cowper escribió un gran himno que me ha ayudado bastante cn esto último.

No juzgues al Señor con débil sentido
Más cree en Él por su gracia,
Tras una providencia dificil
Esconde un rostro providente Sus propósitos madurarán rápido
Desplegándose a cada hora
Quizá el brote sepa amargo
Pero la flor será dulce. La incredulidad ciega se equivoca
Y escruta sus obras en vano.
Dios es su propio intérprete
Y Él lo hará sencillo.

Finalizaré con una experiencia personal. Recuerdo que hace algunos años sufrí insomnio durante algunas semanas. Incluso cuando pensaba que era inútil preocuparse, seguía sin poder dormir Finalmente, la solución llego bajo la forma de una imagen que visualizaba cada noche antes de dormir.

Me veía en una embarcación sobre un mar embravecido y la tripulación se esforzaba frenéticamente en mantener la proa en la dirección del viento y asegurar la carga. Yo me dirigía hacia una parte de la embarcación en la que estaba Jesús durmiendo en un catre. No se apreciaba tensión en su rostro y su cabeza se balanceaba a la merced de las olas. Me abalancé sobre su hombro y le dije "Jesús no puedo dormir, por favor, ayúdame." Se levantó lentamente y se sentó en el borde del catre. Me indicó que me tumbara y pusiera mi cabeza sobre su regazo. A continuación, me puso la mano en el hombro y dijo: "Cuidaré de ti esta noche, no te preocupes." Me aseguraré de que estarás preparado para las clases de mañana."

No os podría decir cuántas noches fui a dormir en esa posición. Pero fueron muchas. A veces, sigo adoptando esa posición cuando no me duermo. Porque Él da a sus hijos mientras descansan.

Así pues, no os comáis el pan de la ansiedad por el trabajo duro, porque no importa los mucho que os esforcéis en conseguir algo, ya que Dios os ha quitado de la espalda el peso de la responsabilidad final por el éxito y Dios puede hacer más cosas buenas por aquellos que creen en Él mientras duermen, de las que ellos pueden hacer por si mismos trabajando con ansiedad mientras están despiertos.

Textos complementarios 1 Cor 3:7; 15:10; Fil 2:13; 1 Pet 5:7; 4:19

¿Quienes son los hijos? Cf. Sal 146:8 (Sal 32:8, 11); Jn 16:27

1 Reyes 3:3–15—Recepción de Salomón de la promesa en sus sueño
Is 43:13—Yo trabajo y quien lo puede impedir
Sal 60:11; 108:12—vana es la ayuda del hombre
Jer 46:11—vanos lo médium que utilizasteis</blockquote>


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