Nuestra santa y obstinada canción

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English: Our Holy, Stubborn Song

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Por Gloria Furman sobre Alabanza

Traducción por Susana Belvedere

Hay algo de obstinación cuando cantamos alabanzas a Dios.

Vivimos en un mundo caído. Las cosas no son como deberían ser. ¿Cómo puede nuestra boca estar llena de alabanzas en medio de tanta oscuridad?

Aun así cantamos.

Cantamos porque una vez anduvimos conforme al príncipe de la potestad del aire (Efesios 2:2) pero ahora el Rey se ha dado a sí mismo por nosotros y nos ha rescatado de esta era de maldad en la que vivimos (Gálatas 1:5).

Cantamos porque “sabemos que somos de Dios” a pesar de que el mundo entero está bajo el poder del maligno (1 Juan 5:19).

Cantamos por que el Rey nos ha escogido del mundo (Juan 15:19) y su gracia “nos instruye para que podamos apartarnos de una vida mundana y de los placeres pecaminosos, llevando en este mundo maligno una vida recta, justa, con devoción a Dios” (Tito 2:12).

Pablo y Silas fueron golpeados por su fe y arrojados a la cárcel. Y allí, en la oscuridad, ellos cantaban (Hechos 16:25). Luego un terremoto sacudió la prisión como un gran tambor que resuena a través de las paredes y sacude el corazón.

Las fundaciones del edificio de la iglesia pueden no sacudirse cuando cantas, pero el grito de guerra de amor ondula atravesando la eternidad y son oídas por la audiencia invisible.

Corazones Rebosantes

Como alguien que apenas puede afinar un tono, me ayuda tener presente algo que nuestro pastor asociado siempre dice acerca de nuestro canto en la congregación. En su acento australiano él dice, “Nosotros cantamos a Dios, sí, pero también nos estamos cantando verdad unos a otros”.

Que la palabra de Cristo habite en abundancia en ustedes, con toda sabiduría enseñándose y amonestándose unos a otros con salmos, himnos y canciones espirituales, cantando a Dios con acción de gracias en sus corazones (Colosenses 3:16)

Nosotros somos un pueblo puesto obstinadamente en las cosas invisibles. El mundo ve la aflicción como evidencia de que nuestro Dios está en silencio o ausente. El príncipe de la potestad del aire imagina que él está ganando terreno que pertenece a Cristo. Pero nosotros nos tomamos fuerte de la palabra de Dios que dice,

Porque esta leve tribulación momentánea nos produce, en una medida que sobrepasa toda medida, un eterno peso de gloria; no poniendo nosotros la mira en las cosas que se ven, sino en las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas. (2 Corintios 4:17-18)

C.S.Lewis una vez describió a la Iglesia como, “a través de todas las eras y espacio y arraigada a la eternidad, temible como un ejército con banderas” (Screwtape Letters/Cartas del Diablo A su Sobrino)

Keith Getty y Stuart Townend llama a la iglesia, “Un valiente ejército cuyo grito de guerra es ‘¡Amor!’/ Reaching out those in darkness” / Alcanzando a aquellos en oscuridad (O AriseChurch)/(O Iglesia Levántate).

Cantando a Viva Voz

Quizás Buddy, el Duende[1], tenía una intención cuando dijo, “La mejor manera de contagiar el entusiasmo por la Navidad, es cantar a viva voz para que todos nos escuchen”

Nosotros hacemos saber la noticia de que la muerte será devorada para siempre; y el Señor nuestro Dios secará las lágrimas de nuestros rostros, y quitará para siempre los insultos y las burlas contra su tierra y su pueblo porque el Señor lo ha dich (Isaías 28:8). La boca del Señor lo ha dicho y nosotros cantamos a viva voz para que todos nos escuchen.

Temible es un ejército con banderas, nosotros somos un pueblo que va cantando en pos de la cuidad que está por venir (Hebreos 13:14).

Que otros escuchen nuestra santa, obstinada canción y se unan a nosotros a medida que vamos.

  1. Personaje de una película


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