Orad por quienes os vituperan

De Libros y Sermones Bíblicos

Revisión a fecha de 02:19 14 may 2020; Kathyyee (Discusión | contribuciones)
(dif) ← Revisión anterior | Revisión actual (dif) | Revisión siguiente → (dif)
Saltar anavegación, buscar

Recursos Relacionados
Leer más Por John Piper
Indice de Autores
Leer más sobre Sufrimiento
Indice de Temas
Recurso de la Semana
Cada semana enviamos un nuevo recurso bíblico de autores como John Piper, R.C. Sproul, Mark Dever, y Charles Spurgeon. Inscríbete aquí—es gratis. RSS.

Sobre esta Traducción
English: Pray for Those Who Abuse You

© Desiring God

Compartir esto
Nuestra Misión
Esta traducción ha sido publicada por Traducciones Evangelio, un ministerio que existe en internet para poner a disponibilidad de todas las naciones, sin costo alguno, libros y artículos centrados en el evangelio traducidos a diferentes idiomas.

Lea más (English).
Como Puedes Ayudar
Si tú puedes hablar Inglés bien, puedes ofrecerte de voluntario en traducir

Lea más (English).

Por John Piper sobre Sufrimiento

Traducción por Paola Montano

Jesús dijo: “Amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen” (Mateo 5:44, LBLA). También dijo: “haced bien a los que os aborrecen; bendecid a los que os maldicen; orad por los que os vituperan” (Lucas 6:27–28, LBLA).

Ya sea que otros nos "persigan", "vituperen", "odien" o nos "maldigan", debemos orar por ellos. Podría tratarse de pequeñas y molestas "calumnias" por parte de un familiar — "seres queridos" que no consideramos como "enemigos", pero a veces actúan como si lo fueran. O pueden ser enemigos mortales que realmente planean matarnos. Grandes o pequeños, debemos orar por ellos.

Este mandato hace de Dios una parte necesaria del amor al enemigo. Oramos a Dios. Por lo tanto, Dios está involucrado en amar a nuestro enemigo. Debemos recurrir a Dios cuando nuestro enemigo nos maltrate. Debemos hablar con Dios sobre esto. Debemos pedirle que haga algo al respecto.

Cómo Orar por Aquellos Que Te Odian

¿Cómo estás orando por tus enemigos — las personas que te tratan mal?

Aquí está un buen punto de partida: la manera en que oras por ti mismo. ¿No sería extraño que al orar por nuestro enemigo pidamos cosas menos importantes de lo que se nos dice que pidamos para nosotros mismos? No hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti (Mateo 7:12). No. Más que eso. Haz a los demás lo que quisieras que hicieran por ti. Y también ora por los demás como quisieras que oraran por ti.

Me gustaría que la palabra "deberías" no fuera necesaria en la Regla de Oro. Pero muchos cristianos son tan mundanos que solo oran por cosas naturales en lugar de cosas espirituales. Es decir, oran por sustento, salud, seguridad, éxito y por relaciones felices. Pero no oran por más fe, santidad, arrepentimiento, pureza de corazón, amor a Cristo, o valor para dar testimonio. Así que no servirá decirles: Ora por los demás como quieres que oren por ti. Demuestran con sus propias oraciones que no oran por las cosas que realmente necesitan.

No es así como debemos orar por nuestros enemigos.

La Oración del Señor — Incluso Para Tus Enemigos

Comenzamos a orar por nuestros enemigos como el Señor nos enseñó a orar. Cualquier cosa por la que ores por tus enemigos, hazlo así:

Así deberíamos orar para nosotros mismos. Y por lo tanto, así debemos orar por nuestros enemigos.

Sé cómo Jesús y Ora como Él

No pienses que has amado a tu enemigo si solo oras por sus necesidades naturales, y omites sus necesidades eternas.

Es terrible y patético ver el amor despojado de Dios. Incluso algunos cristianos creen que pueden amar a otros sin anhelar, aspirar y orar por la exaltación de Dios en sus corazones. Lo más triste de esto es que no solo traiciona el lugar de Dios en los corazones de los cristianos, sino que también implica que podría haber un verdadero amor donde no nos importe si alguien perezca eternamente, siempre y cuando haya prosperado aquí en la tierra.

Es verdad que nuestro amor y oraciones pueden no tener éxito en llevar a nuestro enemigo a la fe en Jesús, y a santificar del nombre de Dios. Nuestro amor no está condicionado a eso. El amor es el objetivo de nuestro sacrificio, no el éxito. Podemos o no tener éxito en lograr una transformación que exalte a Jesús y santifique a Dios.

Pero un corazón que no aspira a que su enemigo goce eternamente de Jesús no es el tipo de amor que Jesús exige. Es un patético sustituto, sin importar si nuestro trabajo por el bienestar terrenal de nuestro enemigo sea creativo, lleno de sacrificios y admirado por los medios. El verdadero amor es orar por nuestro enemigo con el anhelo con el que debemos orar por nosotros mismos.

Ven, únete conmigo a la aventura de ser, y orar, como Jesús.


Vota esta traducción

Puntúa utilizando las estrellas