Por Qué Los Pastores Necesitan el Cuerpo de Cristo

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English: Why Pastors Need the Body of Christ

© The Gospel Coalition

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Por Paul Tripp sobre Ministerio Pastoral

Traducción por Manuel Bento Falcón


Pastor, ¿te has hecho alguna vez la pregunta, "Quién soy y qué es lo que necesito espiritualmente? " O ¿has pensado en tu pastor alguna vez preguntándote, "Quién es mi pastor, y que necesita para permanecer espiritualmente sano y crecer en gracia?" ¿Te parece correcto y saludable el que en muchas iglesias nadie obtenga menos del ministerio del cuerpo de Cristo que el pastor? ¿Te parece lo mejor el que la mayoría de los pastores vivan fuera y por encima del cuerpo de Cristo?

Si todo pastor está en el proceso de su propia santificación, ¿no debería recibir el rango normal de ministerio esencial del cuerpo de Cristo que Dios ha ordenado para todos sus miembros? ¿Existe alguna indicación en el Nuevo Testamento de que el pastor es una excepción a las reglas normales que Dios ha diseñado para la salud y crecimiento de su pueblo? ¿Es posible que hayamos creado un tipo de relación del pastor con su congregación que no pueda funcionar? ¿Podría ser que estemos pidiendo algo a nuestros pastores que no podrán hacer? ¿Es bíblico decir a los pastores que no pueden ser verdaderos amigos de nadie, que deben vivir en un aislamiento que diríamos que no es saludable para cualquier otra persona?

Ciego Guiando a Ciegos

Para saber el gran peligro que supone permitir que cualquiera viva separado del ministerio esencial del cuerpo de Cristo, solamente necesitas tomarte en serio lo que la Biblia dice acerca de la presencia y el poder del remanente de pecado. ¿Cuánto mayor es el peligro pues para la persona que está a cargo de dirigir, guiar y proteger ese cuerpo como representante de Cristo? Si Cristo es la cabeza de su cuerpo, entonces todo lo demás es simplemente cuerpo. El pastor más influyente o el líder del ministerio es un miembro del cuerpo de Cristo, por tanto, necesita lo que otros miembros del cuerpo necesitan. Una cultura intencional de separación pastoral y aislamiento no es bíblica ni espiritualmente saludable.

Dejadme sugerir un pasaje, sobre el cual he escrito antes, que refuerza poderosamente este punto. Está en Hebreos 3:12-13 (LBLA). "Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo; antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: 'Hoy'; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado." Este pasaje da una advertencia crítica y un llamado esencial que refuerzan la idea del poder del pecado que aún queda y la necesidad del ministerio diario al cuerpo de Cristo.

No se si lo has notado, pero la advertencia en este pasaje ejemplifica los pasos progresivos del endurecimiento del corazón del creyente. (El saludo, "hermanos," nos dice que este pasaje está escrito a los creyentes.) La advertencia dice esto: "Vigilad que ninguno de vosotros tenga un corazón malo--incrédulo---que se aparta---endurecido." Es una imagen de lo que el pecado hace si no es detectado, no es expuesto y no es rechazado. Pastor, ¿Podría ser que hayamos pasado tanto tiempo advirtiendo a otros que hayamos fallado en prestar atención a las advertencias nosotros mismos? ¿Podría ser que haya sitios sutiles en los que ya hayas caído? ¿Podría ser que incluso en tu corazón como pastor haya puñados de incredulidad?

Así que, pastor, aquí está la pregunta crítica: ¿te has tomado esta advertencia en serio? ¿observas adecuadamente la presencia y el poder del pecado que permanece en tu corazón? ¿Hace esto que vivas y ministres con un sentido personal de seriedad y necesidad? ¿Te lleva esto a una búsqueda diaria por la gracia perdonadora, rescatadora, transformadora y libertadora de Cristo? ¿O has intentado hacer solo (tu caminar con Dios) lo que fue diseñado como un proyecto comunitario?

En sucesivas columnas desarrollaré tanto la necesidad en la vida de un pastor de escuchar la advertencia como de perseguir el llamado de Hebreos 3:12-13.


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