Por el amor de Dios, Volumen 1/6 de marzo

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Sobre esta Traducción
English: For the Love of God, Volume 1/March 6

© The Gospel Coalition

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Por D.A. Carson sobre Vida Devocional
Capítulo 67 del Libro Por el amor de Dios, Volumen 1

Traducción por Gabriella Maldonado


6 DE MARZO

Éxodo 17, Lucas 20, Job 34, 2 Corintios 4

EN ESTA ETAPA DEL MINISTERIO DE JESÚS, las tensiones entre él y las autoridades se han agudizado. Algunos son totalmente teológicos, mientras que otros tienen connotaciones pragmáticas y elementos de protección del territorio. Cada unidad en Lucas 20 refleja algo de esta tensión que va en aumento.

Nos centraremos en la parábola de los labradores (20:9-19). La historia se vuelve más comprensible para las mentes occidentales, cuando recordamos que estos "labradores" en la cultura del primer siglo no eran simples empleados (en el sentido moderno), sino trabajadores vinculados a una estructura social completa. Ellos le debían al dueño de la viña, no sólo un porcentaje de la producción, sino también una lealtad respetuosa. El trato que dieron los labradores al sirviente enviado por el dueño, no sólo fue duro y avaro, sino también vergonzoso. De tal manera que él debió enviar a su hijo y nunca pensó lo estúpido de este acto: Nunca se imaginó que pudieran matarlo. Pero en la historia que Jesús dice, eso es exactamente lo que hacen: lo matan, esperando que de alguna manera la tierra sería de ellos ahora que el heredero está muerto. ¿Entonces, qué hará el dueño? Jesús responde su propia pregunta: "Él vendrá y matará a los labradores, y dará la viña a otros" (20:16).

La gente comprende el sentido de la parábola. Las primeras líneas son claras: Dios era el dueño de la viña, los labradores fueron el pueblo de Israel, los sirvientes rechazados por los labradores fueron los profetas, y, finalmente, Dios envía a su "hijo" (sin duda, una categoría un poco ambigua para ellos) y el resultado es que la tierra y la prosperidad que el propietario ofreció, son despojadas de ellos y dado a otros. Asombrados exclaman: "¡Que jamás suceda tal cosa!

Eso era exactamente la respuesta que Jesús esperaba de ellos. Él los había preparado para esta respuesta. Pero ahora los mira fijamente, y cita las Escrituras para demostrar que eso es exactamente cómo saldrán las cosas, exactamente cómo funcionan las cosas, por lo tanto, así resultará. Cuando la Escritura dice: "¿La piedra que desecharon los constructores se ha convertido en la piedra más importante de todas (20:17;. Salmo 118:22)?" Esa "piedra" finalmente gana; los que caen en ella se rompen en pedazos, y si la piedra cae sobre ellos serán aplastados. Pero el hecho es que la piedra es inicialmente rechazada por los constructores.

Sin duda, los oyentes de Jesús no entendían todas las ramificaciones de esta parábola. Pero los maestros de la ley y los sacerdotes principales se dieron cuenta de que Jesús los estaba comparando con los hombres malos que golpearon a los profetas y finalmente rechazan al hijo de Dios. Políticamente, esto es un paso más hacia la cruz, teológicamente, Jesús enseña a sus seguidores qué tipo de Mesías él es, y cómo su muerte es tan inevitable como las profecías bíblicas que la predicen.



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