Predica la Palabra, porque el tiempo de mi partida ha llegado

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English: Preach the Word, For the Time of My Departure Has Come

© Desiring God

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Por John Piper sobre La Predicación y la Enseñanza

Traducción por Desiring God


2da a Timoteo 4:1-8

Te encargo solemnemente, en la presencia de Dios y de Cristo Jesús, que ha de juzgar a los vivos y a los muertos, por su manifestación y por su reino: Predica la palabra; insiste a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con mucha paciencia e instrucción. Porque vendrá tiempo cuando no soportarán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oídos, acumularán para sí maestros conforme a sus propios deseos; y apartarán sus oídos de la verdad, y se volverán a mitos. Pero tú, sé sobrio en todas las cosas, sufre penalidades, haz el trabajo de un evangelista, cumple tu ministerio. Porque yo ya estoy para ser derramado como una ofrenda de libación, y el tiempo de mi partida ha llegado. He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, he guardado la fe. En el futuro me está reservada la corona de justicia que el Señor, el Juez justo, me entregará en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.

Siempre me ha impactado, como algo extraño, que algunos de mis grandes héroes, especialmente los puritanos, y Jonathan Edwards en particular, casi nunca se refirieron a sí mismos y a su propia experiencia en sus sermones. Y ciertamente, si los predicadores vamos a errar, sería mejor errar en el sentido de dar demasiada poca referencia de nosotros mismos. Y estoy seguro que esto es lo que ellos dirían: No es la experiencia del predicador lo que lleva autoridad y poder en el púlpito, sino la Palabra de Dios. A lo que yo digo: ¡Amén!

Pero, ¿no nos hace bien cuando Dios inspira al apóstol Pablo a levantar la cortina de su propia vida y sufrimiento? Que es lo que hace, especialmente, en los versículos 6-8 de este texto. Pero, tal como debiéramos esperar, esta experiencia de Pablo no es la idea central del texto. Es un argumento para la idea central.

Podemos verlo ya que el versículo 6 comienza con la palabra "Porque". "Porque yo ya estoy para ser derramado como una ofrenda de libación, y el tiempo de mi partida ha llegado”. Mi muerte está cerca, Timoteo, mi recorrido terminó, mi recompensa espera detrás de la próxima colina. Por tanto, versículo 5: "Pero tú, sé sobrio en todas las cosas, sufre penalidades, haz el trabajo de un evangelista, cumple tu ministerio”. Porque, Timoteo, he hecho lo que te digo que debes hacer. He cumplido mi ministerio, terminado mi carrera, peleado la buena batalla; y quiero que sepas, al enfrentar la tuya, que vale la pena terminarla bien. Nos espera una corona de justicia. No solo para mí, Timoteo (versículo 8), la corona espera a todos los que aman la venida del Señor. Eso te incluye a ti. Por tanto, no te rindas. Cumple tu ministerio (versículo 5).

Contenido

Viendo la idea central

Así que podemos ver la estructura de los versículos 5-8. El versículo 5 es el mayor imperativo principal: "cumple tu ministerio [lo que incluye tener una mente sobria y soportar el sufrimiento, y hacer obra de evangelista, cumple tu ministerio]". Y entonces, los versículos 6-8 dan el argumento para la experiencia de Pablo: He cumplido mi ministerio, y al estar a las puertas de la muerte, quiero que sepas: Vale la pena. La recompensa que estoy a punto de recibir es incomparable. La corona de victoria que será puesta sobre mi cabeza, al final de esta carrera (1ra a los Corintios 9:24-25), es digna de toda la disciplina, de todo el "entrenamiento en justicia", de todo el sufrimiento. Por tanto, Timoteo, soporta el sufrimiento y cumple el ministerio que Cristo te ha dado. Ésa es la línea de pensamientos en los versículos 5-8.

Y los versículos 1-4 encajan en esta línea de pensamientos, en el sentido del que el versículo 2 da más detalles específicos sobre la amplia exhortación del versículo 5: "cumple tu ministerio". Y los versículos 3-4 dan otro argumento por el cuál Pablo debiera continuar esforzándose en cumplir este ministerio de la palabra en medio de las dificultades.

Más detalles específicos

Así que el versículo 2 dice: "Predica la palabra; insiste a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con mucha paciencia e instrucción”. Éste es un detalle extra de lo que significa cumplir su ministerio: la refrescante predicación de la Palabra de Dios. Y, entonces, el argumento en los versículos 3 y 4 es totalmente diferente del argumento en los versículos 6-8. Este argumento no es positivo, no dice que nos espera una gran recompensa, sino negativo, diciéndonos que nos espera gran oposición.

Versículos 3-4: Predica la Palabra, Timoteo. Sé refrescante en ella y alístate para sufrir (fuera de tiempo), "Porque vendrá tiempo cuando no soportarán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oídos, acumularán para sí maestros conforme a sus propios deseos; y apartarán sus oídos de la verdad, y se volverán a mitos".

Así que esa es la idea general del texto de hoy, 2da a Timoteo 4:1-8. Hay una exhortación general y amplia para Timoteo. Versículo 5: Cumple tu ministerio; con muchos detalles específicos. Los detalles específicos del versículo 5: "Pero tú, sé sobrio en todas las cosas, sufre penalidades, haz el trabajo de un evangelista", y los detalles específicos del versículo 2: "Predica la palabra; insiste a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con mucha paciencia e instrucción”.

Dos tipos de argumentos

Y, debajo de esta exhortación amplia y general para que cumpla su ministerio, hay dos argumentos, uno negativo, y uno positivo. Negativamente, en los versículos 3-4: Esfuérzate en esta predicación y enseñanza saturadas en la Palabra, llenas del evangelio, Timoteo, porque se acerca el día en que las personas ya no aceptarán tu enseñanza y dejarán tu iglesia y buscarán maestros que les den lo que les gusta. Y, eventualmente, deambularán hacia los mitos. No permitas que esto te disuada. No es una señal de tu fracaso. Por tanto, no renuncies. Cumple tu ministerio.

Y el argumento positivo está en los versículos 6-8: Esfuérzate en esa predicación y enseñanza saturadas de la Palabra y llenas del evangelio, cumple tu ministerio, porque yo he cumplido el mío. Sé lo que me costó terminar mi carrera y pelear la buena batalla y guardar la fe. Y, Timoteo, te prometo que valdrá la pena. La corona que nos espera, al otro lado de la muerte, compensará diez mil veces más cualquier sufrimiento en el servicio de Cristo.

Avanzando hacia la aplicación

Creo que ahora será muy útil decir unas pocas palabras más a modo de aplicación sobre estos dos argumentos, que se relacionen directamente con ustedes como oidores de la Palabra de Dios, y luego concluir con un enfoque final en la exhortación más prominente a Timoteo, y me refiero a "predica la palabra" (versículo 2).

Veamos el argumento de la experiencia de Pablo, versículos 6-8. El argumento funciona porque Pablo está persuadido de que al que cumple su ministerio le espera una gran recompensa. Versículo 8: "En el futuro me está reservada la corona de justicia que el Señor, el Juez justo, me entregará en aquel día". Acababa de referirse a la pelea de la batalla y a la terminación de la carrera y, por tanto, la corona que tiene en mente es la que se otorga a los que han ganado la pelea y han ganado la carrera (como en 1ra a los Corintios 9:24-25).

¿Qué tipo de justicia?

E identifica esta corona de victoria como la corona de justicia. Sea que signifique que somos recompensados por ser justos (2da a Timoteo 3:16), o que la recompensa es la justicia perfecta y final (Hebreos 12:11), los dos significados son ciertos. Cuando muramos seremos perfeccionados en justicia, y seremos recompensados por la medida de justicia que Dios ha obrado en nosotros durante esta vida. Y tenemos esta confianza porque la perfecta justicia de Cristo nos es imputada mediante la fe (Filipenses 3:8-9).

¿Y cuál es la clave para obtener esa corona? Algo muy hermoso, quizás sorprendente. En el versículo 7, Pablo dice que lo que será recompensado es su logro: "He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, he guardado la fe”. ¿Qué buena batalla? La buena batalla de la fe (1ra a Timoteo 6:12). ¿Qué carrera? La carrera de la fe (Gálatas 2:20; 2da a los Corintios 5:7). ¿Qué has guardado? He guardado la fe (versículo 7). En otras palabras, lo que se recompensa es una vida de fe en Jesús. Confianza en Jesús. Recibiéndole y atesorándole constantemente. Y cuando usted lo dice así, realmente suena a amor a Jesús.

Amar su venida

Hacia allí es exactamente que Pablo se dirige cuando aplica la recompensa de justicia a todos los creyentes. Versículo 8: "Y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida" ¿Qué significa amar su venida? Significa que usted le ama en modo en que le quiere a Él. Usted se siente emocionado porque Él vino la primera vez. Y anhela verle y estar con Él cuando venga la segunda vez. Amar su venida es quererle, esperarle, desearle, atesorarle.

Entonces, ¿es esa la recompensa de justo juicio con la corona de justicia? La pelea de la fe, la carrera de la fe, guardar la fe, o para decirlo de otro modo: desear a Jesús por encima de todo lo demás, anhelando realmente su aparición, es lo que Dios recompensa, Dios recompensa el disfrute de Jesús, y el deseo de que este gozo sea consumado con su venida. Esa es la esencia de la fe.

Y por tanto, Timoteo, cuando te digo (versículo 5) que seas sobrio en todas las cosas, que soportes el sufrimiento, y que hagas la obra de un evangelista, y por tanto cumplas tu ministerio, recuerda que quiero decir: hazlo todo por fe, es decir, hazlo porque disfrutas la comunión con Jesús y deseas Su plenitud.

El argumento negativo

Entonces, considere la aplicación del argumento negativo para que Timoteo se esfuerce en medio de las dificultades para cumplir su ministerio, a saber, los versículos 3-4: "Porque vendrá tiempo cuando no soportarán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oídos, acumularán para sí maestros conforme a sus propios deseos; y apartarán sus oídos de la verdad, y se volverán a mitos".

Yo pudiera aplicar este argumento a Jason Meyer, al tomar el puesto principal del ministerio de predicación en Bethlehem. No te sorprendas si algunas veces algunas personas dejan la iglesia porque no les gusta lo que enseñas. Pero quiero aplicarlo, principalmente a ustedes, el pueblo de Bethlehem. Esta no es solo una exhortación a Timoteo y a los predicadores para que terminen su carrera a pesar de la oposición. También es una advertencia a las congregaciones.

La advertencia que ustedes debieran sentir

Y esta es la advertencia que quiero que ustedes sientan. La raíz del problema con quienes rechazan la enseñanza ortodoxa, y terminan llevándose por los mitos, no es intelectual, ni física. Pablo no dice que ellos no soportarán la enseñanza ortodoxa debido a la confusión doctrinal, sino debido a que les molestará. Ellos la abandonan porque les molesta (versículo 3), y Timoteo no les va a decir lo que les gusta oír. Y Pablo no dice que ellos acumulan maestros para satisfacer sus propias ideas; dice que acumulan maestros "conforme a sus propios deseos".

Oculto bajo el rechazo de la verdad hay siempre algo más profundo: los deseos y pasiones, que están siendo amenazados, lo que duele. Por tanto, no solo peleen por la verdad al nivel intelectual. Peleen al nivel del corazón, de las emociones, de los deseos y pasiones. Oren para que Dios les dé deseos que reciban la verdad.

Lo más importante en la mente de Pablo

Finalmente, enfóquense conmigo en lo que creo que es el factor más prominente en el cumplimiento de Timoteo de su ministerio, versículo 2: "predica la palabra". Cuando digo que es el más prominente, no quiero decir que haya que descontar a los otros. Enumerémoslos: Versículo 2: "insiste a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con mucha paciencia e instrucción”. Versículo 5: "sé sobrio en todas las cosas, sufre penalidades, haz el trabajo de un evangelista”. Y yo estoy argumentando que el primero: "predica la palabra", es el más prominente en la mente de Pablo. Tiene un lugar prominente.

Predicar ha sido prominente en Bethlehem. El púlpito es grande, y es pesado, y está en medio y frente del salón. Ninguno de esos detalles es un accidente. Y nada tiene que ver conmigo, y tiene todo que ver con la prominencia de la predicación y la posición central de la Palabra de Dios predicada. En la historia de la iglesia, la predicación ha sido prominente cuando la iglesia ha florecido, desde el mismo comienzo. Y donde la predicación ha sido disminuida de este rol prominente y central en la adoración del pueblo de Dios, la causa de la verdad (la fortaleza de la iglesia como pilar y baluarte de la verdad (1ra a Timoteo 3:15), ha languidecido.

Y lo que quiero que ustedes vean, por amor del futuro de la salud de Bethlehem, es que no esta es una torsión de la cultura, ni una tendencia protestante. Es el fruto de la verdad bíblica. De hecho, pudiéramos decir, es el fruto de 2da a Timoteo 4:1. Porque en ninguna otra parte de la Biblia, de la que soy consciente, hay otra introducción intensificadora que se acerque a un mandamiento como este en el versículo 1 (1ra a Timoteo 5:21). En el versículo 2, Pablo presenta el mandamiento: "predica la palabra", con cinco intensificadores precedentes en el versículo 1. Y cada uno de ellos es seleccionado para fortalecer y profundizar la seriedad del mandamiento que sigue. Aquí están.

Cinco intensificadores para predicar la Palabra

1. "Te encargo solemnemente. . .". Es la palabra "testifica" con un intensificador delante. Por tanto pienso que "te encargo solemnemente" o "testifica solemnemente" es una frase autoritaria.

2. “. . . en la presencia de Dios. . .". No hablo de algún modo ordinario, con una seriedad ordinaria, o con una autoridad ordinaria. Esto te digo en la misma presencia de Dios. Escucha este mandamiento, Timoteo, como proveniente de Dios en la misma presencia de Dios.

3. “. . . y de Cristo Jesús. . .". Tanto el Padre como el Hijo tienen un gran interés en este asunto. Mientras te ordeno predicar, tú y yo estamos delante del trono de Dios, con Dios el Padre y Dios el Hijo, añadiendo su solemnidad y su autoridad a lo que digo.

4. “. . . que ha de juzgar a los vivos y a los muertos. . .". De los cientos de verdades que pudo haber dicho sobre Jesús, dice esta. La idea parece ser: en lo referido a la predicación, los riesgos se elevan hasta llegar a la vida y a la muerte, y más allá de la vida y la muerte, hasta el juicio final por Jesucristo. Es por esto que el oficio de predicador es mucho más importante que el de alcalde o gobernador o senador o presidente. Un predicador no solo lidia con la vida y la muerte, sino con la vida y muerte eternas.

5. “. . . por su manifestación y por su reino. . .". ¡Qué gran intensificador es este! "Te encargo solemnemente. . . por la aparición y el reino de Cristo". Predicador, tenga esto en mente, usted es heraldo de la palabra de la venida del Rey del universo. Por ahora puede parecer distante, porque Él no llega. Pero le digo que predique sabiendo (sin olvidar nunca) que Él vendrá. Y cuando lo haga, será Rey, y Su reino será ampliamente establecido, y toda la verdad que usted proclamó alguna vez, será vindicada, y todos los que se han alejado del camino porque les molesta al oído, serán avergonzados.

Por tanto, Timoteo, una vez más: "Te encargo solemnemente, en la presencia de Dios y de Cristo Jesús, que ha de juzgar a los vivos y a los muertos, por su manifestación y por su reino: Predica la palabra".

Ese tipo de introducción intensificadora al mandamiento, muestra que este primer mandamiento: "predica la palabra", es preeminente en el cumplimiento del ministerio de Timoteo, el ministerio del pastor.

Pero, ¿qué predicar?

Solo queda tiempo para un pequeño comentario sobre el contenido de la predicación y la naturaleza de la predicación.

Versículo 2a: "Predica la palabra". ¿Qué es esta palabra? Ignore la división del capítulo y piense en el contenido que entonces se vuelve claro. 2da de Timoteo 3:16: "Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, equipado para toda buena obra". "Te encargo solemnemente, en la presencia de Dios y de Cristo Jesús, que ha de juzgar a los vivos y a los muertos, por su manifestación y por su reino: Predica la palabra".

Es decir, predica La Escritura. Toda La Escritura. Toda ella es inspirada, y toda ella es útil. Y toda ella nos hace sabios para salvación mediante Jesucristo y Su evangelio. Predica todo el consejo de Dios, y muestra a las personas que proviene de la Palabra de Dios.

Exultación expositiva

Y, ¿cuál es la naturaleza de esta predicación? La palabra significa "proclamar como heraldo". Uno, quien en los días anteriores a la Internet, la televisión, el radio, los telégrafos, sería enviado a proclamar las noticias, el vocero de la ciudad. No era principalmente un maestro. Tenía noticias, no una lección. Él levantaba su voz y decía.

"Escuchad. Escuchad. Un mensaje del Rey. Del rollo con el sello imperial. En este día, el Rey, convoca a todos los que le odian, minimizan, o conspiran en su contra, a venir y deponer las armas de su rebelión, y alejarse de su sedición y jurar lealtad a su Rey, quien por (por el sacrificio de Su propio Hijo), concederá un perdón pleno y eterno. Y ese día, señalado por consejo secreto, Él vendrá y vivirá con ustedes y les dará cada bendición en Su tesoro. ¡Esta es la palabra del Rey!"

A ese tipo de predicación, en Bethlehem, la llamamos exultación expositiva. Quiera el Señor preservar la fidelidad de Su Palabra en el ministerio de Jason Meyer, y nuestra fidelidad amando escuchar la Palabra predicada. Amén.



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