Somos audaces en Dios

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English: We Had Boldness in Our God

© Desiring God

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Por John Piper sobre Audacia
Una parte de la serie The Righteous are As Bold as a Lion

Traducción por Beatriz G. Negron

1 Tesalonicenses 2:1-12

Porque vosotros mismos sabéis, hermanos, que nuestra visita a vosotros no resultó vana; pues habiendo antes padecido y sido ultrajados en Filipos, como sabéis, tuvimos denuedo en nuestro Dios para anunciaros el evangelio de Dios en medio de gran oposición. Porque nuestra exhortación no procedió de error ni de impureza, ni fue por engaño, sino que según fuimos aprobados por Dios para que se nos confiase el evangelio, así hablamos; no como para agradar a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestros corazones. Porque nunca usamos de palabras lisonjeras, como sabéis, ni encubrimos avaricia; Dios es testigo; ni buscamos gloria de los hombres; ni de vosotros, ni de otros, aunque podíamos seros carga como apóstoles de Cristo. Antes fuimos tiernos entre vosotros, como la nodriza que cuida con ternura a sus propios hijos. Tan grande es nuestro afecto por vosotros, que hubiéramos querido entregaros no sólo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas; porque habéis llegado a sernos muy queridos. Porque os acordáis, hermanos, de nuestro trabajo y fatiga; cómo trabajando de noche y de día, para no ser gravosos a ninguno de vosotros, os predicamos el evangelio de Dios. Vosotros sois testigos, y Dios también, de cuán santa, justa e irreprensiblemente nos comportamos con vosotros los creyentes; así como también sabéis de qué modo, como el padre a sus hijos, exhortábamos y consolábamos a cada uno de vosotros, y os encargábamos que anduvieseis como es digno de Dios, que os llamó a su reino y gloria.

Este pasaje nos enseña por qué la audacia es tan necesaria, donde obtenerla, y qué debe ocurrir dentro de una persona para que sea audaz. Si anhelas ejercer influencia a favor de Cristo y su reino, y si anhelas ser una persona libre y auténtica, entonces las respuestas a estas tres preguntas serán tan relevantes para tí hoy como lo fueron hace 2,000 años. Y es que Dios nunca ha cambiado, así como tampoco la naturaleza humana.

1. ¿Por qué es Necesaria la Audacia?

La audacia es necesaria porque no queremos vivir en vano. No queremos que al llegar al final de nuestras vidas—nuestros empleos, nuestros ministerios, nuestras familias—tengamos que decir, "Es vacío. Nada sucedió. Ningún resultado tuvo importancia. Todo fue en vano." No queremos sentirnos así ni tener que decir eso. Por eso es necesaria la audacia para evitar que eso suceda—para que nuestras vidas no sean en vano.

Para Que Nuestras Vidas No Sean en Vano

Veo esto en 1 Tesalonicenses 2:1-2, donde Pablo describe lo que ocurrió cuando vino de Filipos a Tesalónica, donde vivió y ministró entre los tesalonicenses:

Porque vosotros mismos sabéis, hermanos, que nuestra visita a vosotros no resultó vana; pues habiendo antes padecido y sido ultrajados en Filipos, como sabéis, tuvimos denuedo en nuestro Dios para anunciaros el evangelio de Dios en medio de gran oposición.

La vida de Pablo en Tesalónica no había sido en vano—aunque él vivió allí por un período relativamente corto. Y el motivo por el cual su estadía allí no fue vana ni inefectiva fue porque su audacia provino de Dios, y predicó él evangelio con valentía.

De modo que aprendemos que la razón por la cual necesitamos audacia es porque esta evita que nuestras vidas sean en vano. Hace que nuestras vidas tengan relevancia. Previene que lleguemos al final y digamos, "Nada ocurrió. No tuvo importancia. Viví en vano.

Algo Sobresaliente Sobre Este Pasaje

Para que esto sea claro y conciso, déjenme señalar algo sobresaliente acerca de este pasaje. Comienza en el verso 1 refiriéndose a lo que le pasó a los tesalonicenses: "Nuestra visita a vosotros no fue en vano." O sea, algo sucedió con ustedes. No ministramos sin resultado alguno. Fueron transformados.

Ahora lo que yo esperaría después de una declaración como esa es alguna ilustración del efecto del ministerio de Pablo en la vida de los tesalonicenses. Algo como: "Ustedes saben que nuestra visita a ustedes no resultó vana... porque se volvieron de los ídolos, y confiaron en Cristo como Señor y Salvador, y dejaron de mentir, robar, odiar, y comenzaron a preocuparse los unos por los otros y a compartir sus cosas y a amar a sus enemigos y a adorar al Dios verdadero."

Pero lo maravilloso es que en unos 10 versos (2-11), no hay una palabra sobre el efecto del ministerio de Pablo a los tesalonicenses cuando él vino. En cambio, todos estos 10 versos describen la vida y el ministerio de Pablo. Diez cosas:

Ahora, ¿por qué esto? ¿Qué está diciendo Pablo? ¿Por qué comienza él diciendo, "Saben que nuestra visita a vosotros no resultó en vano," y luego les dice diez cosas sobre su ministerio en vez de el efecto del mismo en los tesalonicenses?

Dos Razones por las que Pablo lo Hace de Esta Manera

Hay por los menos dos razones, pienso yo. Una es que Pablo está siendo calumniado por sus oponentes en Tesalónica. Nos encontramos con ellos en Hechos 17. Estos tienen celos de él y levantaron una turba, llevando a los líderes de la iglesia a las autoridades. Pablo todavía está preocupado acerca de la persecución que la iglesia experimenta (3:3-4).

Evidentemente, los enemigos de Pablo decían que él era engañoso, que solo buscaba la alabanza de los hombres, que era codicioso, que quería el dinero de ellos y que usaba de lisonjas para obtenerlo. Así que Pablo responde en los versos 2-11, recordando a los tesalonicenses lo que ellos realmente sabían con respecto a él. Seis veces él dice "como saben" o "recuerdan" o "ustedes son testigos" (vv. 1, 2, 5, 9, 10, 11).

Pero Pablo no está primeramente preocupado por sí mismo. El verdadero asunto es que el descrédito de Pablo y su mensaje también desacreditaría la autenticidad de la fe de los tesalonicenses.

Entonces lo que Pablo esta realmente haciendo es defenderles y defender la realidad de la fe de ellos. Esa es la segunda razón por la cual él habla tanto sobre su ministerio. Él dice en el verso 1, "Ustedes saben que nuestra visita a ustedes no resultó vana," y entonces por 10 versos habla sobre la autenticidad de su propio ministerio. Entonces lo que él está diciendo es que, "Nuestro ministerio hacia ustedes no fue sin efecto. Fueron transformados. Ustedes dejaron los ídolos. Ustedes estuvieron dispuestos a sufrir por Cristo con gozo. Así que no echen al lado su confianza cuando sus oponentes calumnien mi vida y ministerio, recuerden como realmente fue cuando yo estuve ahí. No fui lisonjero ni codicioso. Yo fui audaz en Dios y arriesgué mi vida para predicarles el evangelio. Trabajé día y noche. Les amé como ama una nodriza y como ama un padre.

Fue la audacia de Pablo al evangelizar que hizo que su vida no fuera en vano. Y será nuestra audacia la que impedirá que al final nuestras vidas sean sosas, desabridas, vacías, débiles e insignificantes.

Lo Que Pablo Dice en 1:5-6

Puedes confirmar que vamos por buen camino al comparar lo que Pablo dice en 1:5-6.

... nuestro evangelio no vino a ustedes solo en palabra, sino también en el poder y en el Espíritu Santo y con completa convicción [en otras palabras, no vino en vano, como dice en 2:1; entonces él continúa tal y como lo hace en 2:2ff. con referencia a su propio ministerio]; así como ustedes saben qué clase de hombres probamos ser entre vosotros por causa vuestra [a saber, predicando con audacia frente al peligro; entonces él dice explícitamente como su ministerio les afectó a ellos]. También se convirtieron en imitadores nuestros y del Señor, habiendo recibido la palabra con mucha tribulación, con gozo del Espíritu Santo.

Así que la audacia de Pablo evitó que su vida y ministerio fueran en vano, porque produjo en ellos la disposición de soportar la tribulación con gozo en el Espíritu Santo.

Así que mi respuesta a la primera pregunta (¿Por qué es necesaria la audacia?) es porque evita que nuestras vidas sean en vano. Hace que nuestras vidas sean efectivas, fructíferas y significativas. Trae cambio a las vidas de las personas y las lleva a tener valentía en Cristo. Y nada es mas significativo que guiar a las personas hacia Cristo y su Reino.

2. ¿Dónde Adquieres Audacia?

La respuesta de Pablo es clara: La adquieres de Dios. Verso 2: "pues habiendo antes padecido y sido ultrajados en Filipos, como sabéis, tuvimos denuedo en nuestro Dios para anunciaros el evangelio de Dios en medio de gran oposición." Tuvimos audacia en Dios.

La Audacia de Pablo Era en Dios

Pablo hubo padecido en Filipos. Fue públicamente arrastrado hacia el mercado de la ciudad y acusado de sedición por haber echado fuera un demonio de una muchacha. Y entonces él pasó la noche en la cárcel. Ahora en Tesalónica la turba estaba aun más airada y Pablo apenas escapó de noche hacia Berea. Ese fue el marco para su ministerio. Y en ese enmarco él predicó el evangelio con valentía porque era audaz en su Dios.

Él rindió su vida a Dios. Su vida estaba escondida en Dios (Colosenses 3:3). Él confió en Dios (2 Corintios 1:9). Él esperó en Dios (Romanos 15:13). La gloria de Dios era más atractiva para Pablo que cualquier comodidad terrenal: "Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse." (Romanos 8:18) Dios era tan real, tan poderoso, tan sabio, y tan absolutamente comprometido a hacer todo por el bienestar de Pablo que éste sabía que nada podría separarle del amor de Dios—ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo porvenir, ni potestades, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna cosa en toda la creación.

Entonces vemos que toda su audacia provenía de Dios, y no de sí mismo. Y esa ha sido la fuente de toda audacia manifestada en todos los mártires.

La Historia de Agata y Agnes

Lutero cuenta la historia de dos jóvenes cristianas vírgenes que fueron a prisión y a la muerte a mediados del tercer siglo. Sus nombres son Agata y Agnes. Lutero dice que ellas estaban muy seguras y gozosas.

Ellas sentían, y así lo decían en alta voz, como si fueran a unas bodas. Verdaderamente, mi querida hija, si para tí el ir a prisión y ser decapitada es como ir a un baile, en verdad debes tener un corazón, una mente y una valentía diferentes de los que viven en el mundo... Sin lugar a dudas, tal valentía es unicamente el trabajo del Espíritu Santo. Lo Que Dice Lutero , I,p. 349)

Su valentía provenía de Dios, no del hombre. No de ningún elemento de procedencia humana. Vivían para Dios. Dios era mejor que la vida.

La Historia de Hugh Mackail

Otro ejemplo de lo que significa que tu audacia provenga de Dios lo encontramos en el escocés presbiteriano Hugh Mackail. Él era un presbiteriano de Escocia en una década sangrienta (1660s) cuando el serlo era visto como sedicioso. Él fue torturado con lo que llamaban la bota a fin de forzarlo a poner al descubierto a otros miembros de su banda. Su pierna fue insertada dentro de una carcása de fundición y luego un trozo de hierro fue insertado ajustadamente entre su rodilla y la carcása. Cuando él se negó a responder, el verdugo golpeó el trozo de hierro con un mazo. Once veces fue golpeado el mazo hasta que la pierna de Mackail fue destrozada.

Él dijo, "Solemnemente afirmo delante de Dios que no puedo decir nada más, aunque todas las coyunturas de mi cuerpo estuvieran en tan gran angustia como lo está mi pierna." La pierna no le iba a servir de mucho de todas maneras. Se le sentenció a ser ejecutado. Sus palabras finales fueron famosas y se convirtieron en el grito de algunos de los mártires que vinieron después de él. Esto es lo que él dijo. Y lo que estas palabras ilustran es lo que Pablo quizo decir en cuanto a que su audacia provenía de Dios.

Ahora abandono el hablar a las criaturas, y dirijo mis palabras a Tí, Oh Señor. Ahora comienzo mi trato con Dios, el cual nunca será interrumpido. ¡Adiós, padre y madre, amigos y parientes! ¡Adiós, mundo y todo deleite! ¡Adiós, meollo y bebida! ¡Adiós, sol, luna y estrellas! ¡Bienvenido, Dios y Padre! ¡Bienvenido, dulce Señor Jesús, Mediador de un nuevo pacto! ¡Bienvenido, bendito Espíritu de gracia, Dios de toda consolación! ¡Bienvenida, gloria! ¡Bienvenida, vida eterna! ¡Bienvenida, muerte! Hombres del Pacto , pp. 150)

La vida de Hugh Mackail no fue en vano. Su muerte no fue en vano. Porque su audacia provenía de su Dios. Oh, que pueda el Señor revelarse a nosotros con tal poder y belleza en Belén que vivamos para él que para alguna otra cosa, y que seamos audazes en nuestro Dios.

La pregunta final que el verso responde es: "¿Qué tiene que ocurrir dentro de nosotros para que seamos personas audaces?"

3. ¿Qué Debe Ocurrir Para Que Seamos Audaces?

Déjenme mencionarle solo dos cosas que Pablo enfatiza aquí. Quizás los dos obstáculos más grandes para la audacia son el amor a la aceptación y alabanza humanas, y el amor a la comodidad y a la seguridad que el dinero puede comprar. ¿Qué tiene que ocurrir en el interior para que el poder de estos dos amores sea desecho?

Liberado del Amor a la Aceptación y Alabanza Humanas

Esto hubo ocurrido en la vida de Pablo, y por esa razón él es tan audaz. Verso 4b: "así hablamos; no como para agradar a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestros corazones." Verso 6: "ni buscamos gloria de los hombres; ni de vosotros, ni de otros." Y debido a que él está libre de la necesidad de agradar a los hombres y buscar gloria y alabanza de amigo o enemigo, también es libre de la necesidad de ser adulado y de engañar a los demás. Verso 5: "Porque nunca usamos de palabras lisonjeras, como sabéis."

La adicción a la aceptación, el reconocimiento y la alabanza que hace a tanta gente cojear fue desecha en la vida de Pablo. Él era libre y por lo tanto, audaz.

Libre del Amor al Dinero y a Las Comodidades

Pero también él era libre del amor al dinero y a las seguridades y comodidades que éste puede comprar. Nuevamente el verso 5: "Porque nunca usamos de palabras lisonjeras, como sabéis, ni encubrimos avaricia; Dios es testigo." Él no andaba detrás del dinero de ellos. No estaba interesado en ello, y por lo tanto podía hablar con audacia sin medir sus palabras con tal de hacerse amigo de los más adinerados. De hecho, el verso 9 muestra con cuanta vigilancia Pablo cuidaba de su libertad financiera: "Porque os acordáis, hermanos, de nuestro trabajo y fatiga; cómo trabajando de noche y de día, para no ser gravosos a ninguno de vosotros, os predicamos el evangelio de Dios."

Él se ganaba la vida trabajando de manera que sus manos estuvieran limpias de depender del dinero de los demás. Él procuraba andar en libertad y ser audaz en sus palabras.

El Camino a la Libertad

De modo que tienen que ocurrir por lo menos dos cosas en nuestro interior si vamos a ser audaces: tenemos que liberarnos de la necesidad de la aceptación y alabanza humanas, y tenemos que liberarnos de la necesidad de poseer las comodidades y seguridades que el dinero puede comprar. Si somos libres, seremos audaces.

Y el camino a la libertad está en abrazar la aceptación que viene de Dios, la alabanza que viene de Dios, y las comodidades y la seguridad que vienen de Dios. El verso 4 señala la clave de todo esto: "sino que según fuimos aprobados por Dios para que se nos confiase el evangelio, así hablamos; no como para agradar a los hombres, sino a Dios."

Pablo tenía la aprobación de Dios. Él no necesitaba la aprobación humana. Su futuro estaba en Dios. Así que ninguna amenaza humana podía detener su valentía.

Que El Señor Nos Conceda Ser Audaces

Necesitamos audacia porque sin ella nuestras vidas serán en vano. Y nuestra audacia viene de Dios porque solo su aprobación puede deshacer el poder de anhelar la aprobación humana, y solo la seguridad y comodidad que provienen de Él pueden romper el temor de perder la seguridad y comodidad humanas.

Que El Señor Nos Conceda Ser Como Hugh Mackail!

¡Adiós, padre y madre, amigos y familiares! ¡Adiós, mundo y todo deleite! ¡Adiós, meollo y bebida! ¡Adiós, sol, luna y estrellas! ¡Bienvenido, Dios y Padre! ¡Bienvenido, dulce Señor Jesús! ¡Bienvenido, bendito Espíritu de gracia! ¡Bienvenida, gloria! ¡Bienvenida, vida eterna! ¡Bienvenida, muerte!

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