Sustitución Vicaria

De Libros y Sermones Bíblicos

(Diferencias entre revisiones)
Saltar anavegación, buscar
Pcain (Discusión | contribuciones)
(Página creada con '{{info|Vicarious Substitution}}<br> <blockquote> “Mas Juan se le oponía, diciendo: ‘Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?’ Pero Jesús le respondió: ...')

Última versión de 14:23 24 feb 2014

Recursos Relacionados
Leer más Por Ligonier Ministries Staff
Indice de Autores
Leer más sobre Expiación
Indice de Temas
Recurso de la Semana
Cada semana enviamos un nuevo recurso bíblico de autores como John Piper, R.C. Sproul, Mark Dever, y Charles Spurgeon. Inscríbete aquí—es gratis. RSS.

Sobre esta Traducción
English: Vicarious Substitution

© Ligonier Ministries

Compartir esto
Nuestra Misión
Esta traducción ha sido publicada por Traducciones Evangelio, un ministerio que existe en internet para poner a disponibilidad de todas las naciones, sin costo alguno, libros y artículos centrados en el evangelio traducidos a diferentes idiomas.

Lea más (English).
Como Puedes Ayudar
Si tú puedes hablar Inglés bien, puedes ofrecerte de voluntario en traducir

Lea más (English).

Por Ligonier Ministries Staff sobre Expiación
Una parte de la serie Tabletalk

Traducción por Javier Matus


“Mas Juan se le oponía, diciendo: ‘Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?’ Pero Jesús le respondió: ‘Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia’” (Mat. 3:14-15).

- Mateo 3:13-17

Ayer examinamos cómo la justicia de Dios exige que Él castigue a los pecadores. El castigo que la humanidad merece es una eternidad en el infierno, y Dios nunca permitirá que ningún pecador quede impune.

Sin embargo, Dios también es misericordioso, deseando que algunos de Su creación no sufran Su ira eternamente. Por lo cual Dios, a fin de mostrar Su justicia y demostrar Su misericordia hacia los pecadores, envió a Cristo para sufrir en la cruz. En este sufrimiento, Dios imputó nuestros pecados a Cristo para que, en Su Hijo, Él pudiera satisfacer las demandas de Su justicia y evitar que Su pueblo tuviera que soportar una eternidad de castigo.

La muerte de Cristo satisface todos los requerimientos justos de Dios porque la muerte de Cristo fue una sustitución vicaria. Es decir, fue una muerte por nosotros. Fue la muerte de un cordero sin mancha sobre el cual Dios pudo derramar la ira que Su pueblo merecía.

El concepto de la muerte de Cristo como una sustitución vicaria está presente desde el principio de Su ministerio. Vemos un claro ejemplo de ello en los relatos de los evangelios del bautismo de Jesús por Juan el Bautista. Por ejemplo, Juan llama a Jesús “¡el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo!” en Juan 1:29.

Cuando vamos al relato del bautismo de Jesús en Mateo, vemos un intercambio interesante entre Jesús y Juan. Jesús viene a ser bautizado, pero Juan no quiere hacerlo, bien reconociendo que Jesús no necesitaba ser limpiado del pecado (3:13-14). Jesús responde que Su bautismo era necesario para cumplir toda justicia (v. 15).

¿Cómo debemos de tomar la declaración de Jesús? Bueno, debemos entender que para que Jesús fuese un sacrificio sin pecado, Él tenía que obedecer toda la Ley perfectamente. Mientras que Dios dio Su Ley a Israel principalmente en los cinco libros de Moisés, Él no dejó de añadir mandamientos desde ese entonces. El bautismo de Juan era un mandamiento nuevo, dado por Dios a través del Bautista, quien fue el último profeta del antiguo pacto. Jesús tuvo que ser bautizado para obedecer este mandamiento, no porque Él necesitaba ser limpiado del pecado, sino para que Él cumpliera todos los mandamientos de Dios y poseyera la justicia que luego nos fue imputada.

Desde su nacimiento, Jesús hizo lo que nosotros nunca pudimos hacer. Él obedeció la Ley perfectamente. Y porque Él hizo todo lo que Dios requirió perfectamente, Él estaba calificado para ser el cordero sin mancha que podría llevar el castigo completo por el pecado.

Coram Deo

Cristo ha hecho por nosotros lo que nunca podíamos hacer. Él ha logrado la perfecta obediencia a Dios en todos los sentidos. Esta obediencia perfecta Le permitió ser un cordero puro, libre de toda mancha y por lo tanto aceptable como el sacrificio perfecto. Dé gracias Jesús por hacer todo lo necesario para llevar la ira que merecemos.

Pasajes para Estudio Adicional

Ex. 12:1-32
Lev. 16:6-22
Isa. 53:4-6
Mat. 20:28


Vota esta traducción

Puntúa utilizando las estrellas