Cómo las Señales y Prodigios Ayudaron a Añadir Multitudes al Señor

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English: How Signs and Wonders Helped Add Multitudes to the Lord

© Desiring God

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Por John Piper sobre Dones Espirituales
Una parte de la serie Acts: What Jesus Did After the Beginning

Traducción por Stacey Ramos


Hechos 5:12-16

Por mano de los apóstoles se realizaban muchas señales y prodigios entre el pueblo; y estaban todos unánimes en el pórtico de Salomón. Pero ninguno de los demás se atrevía a juntarse con ellos; sin embargo, el pueblo los tenía en gran estima. Y más y más creyentes en el Señor, multitud de hombres y de mujeres, se añadían constantemente al número de ellos, a tal punto que aun sacaban los enfermos a las calles y los tendían en lechos y camillas, para que al pasar Pedro, siquiera su sombra cayera sobre alguno de ellos. También la gente de las ciudades en los alrededores de Jerusalén acudía trayendo enfermos y atormentados por espíritus inmundos, y todos eran sanados.

Hace dos semanas examinamos la oración en Hechos 4:29–30 y concluí que así debemos orar. Las necesidades del mundo de hoy son tan grandes y la experiencia actual de la iglesia está tan débil, que debemos anhelar la misma cosa que anhelaron ellos. Ante gran oposición, los cristianos clamaron a Dios así: "Señor, considera sus amenazas, y permite que tus siervos hablen tu palabra con toda confianza mientras extiendes tu mano para que se hagan curaciones, señales y prodigios en el nombre de tu santo siervo Jesús." Clamaron por poder en su testimonio; clamaron para que la mano de Dios se extendiera para curar; y clamaron a Dios para hacer señales y prodigios. No sólo estaban "abiertos" a las señales y prodigios. Estaban desesperados por ello. Oraban para que se realizaran.

¿Por qué oraban por señales y prodigios?

Y la pregunta a la que quiero llegar en unos minutos es esta: ¿Por qué querían tanto que Dios les mostrara señales y prodigios? ¿Por qué querían que extendiera su mano para sanar? Esta era la generación que tenía la más inmediata y la más convincente evidencia de la verdad de la resurrección que cualquier otra generación desde aquel entonces. Cientos de testigos oculares del Señor Resucitado estaban en Jerusalén. Esta era la generación de testigos cuya palabra necesitaba menos de la autenticación sobrenatural que todas las generaciones siguientes. Esta fué la generación cuya predicación (aparte de las señales y prodigios) de la Palabra poderosa, la Palabra salva-almas de Dios, era más ungida que la predicación de cualquier generación siguiente – la predicación de Pedro, Esteban y Pablo. ¿Por qué esta generación, con su acceso inmediato a los testigos de la resurrección, y la predicación extraordinaria, siente tal pasión de ver a Dios extender su mano para sanar y hacer señales y prodigios entre ellos?

Necesitas saber de dónde exactamente saco esta idea. Esta cuestión histórica es importante porque una objeción clave a nuestro clamor por el poder sanador de Dios y por las señales y prodigios es la clave a la respuesta de esta pregunta. Volveré a este tema en unos minutos.

Ayudar a la gente a lograr una fé que salva

En el texto de hoy vemos una respuesta bastante clara a la pregunta de por qué la iglesia quería señales y prodigios — con todos sus peligros, con todos sus abusos —por qué oraban: "Señor, extiende tu mano para que se hagan sanaciones, señales y prodigios mediante el nombre de Jesús." Hechos 5:12 dice, “Por mano de los apóstoles se realizaban muchas señales y prodigios entre el pueblo; y ellos estaban todos unánimes en el pórtico de Salomón.” (Creo que "Ellos" se refiere a toda la iglesia por la secuencia de pensamientos en 2:43–44.)

Versículos 13 y 14 describen dos resultados de esta demostración de señales y prodigios. Primero, la gente de Jerusalén — los forasteros se quedaban asombrados de los apóstoles y de la iglesia. Ananías y Safira habían muerto, se hacían señales y prodigios, y en el versículo 13 dice, "Pero ninguno de los demás se atrevía a juntarse con ellos; sin embargo, el pueblo los tenía en gran estima." Pero eso no es todo. En medio de todo este miedo y asombro y maravilla, muchos lograron tener fé en Jesús. Versículo 14: "Y más y más creyentes en el Señor, multitud de hombres y de mujeres, se añadían constantemente al número de ellos.”

Así que yo diría que lo que Lucas quiere que veamos es esta conexión entre las señales y los prodigios hecho por los apóstoles en versículo 12 y las multitudes que se añadían al Señor en el versículo 14. Y yo diría, entonces, que por eso la iglesia oraba con tanta seriedad para que se hicieran señales y prodigios. Las señales y prodigios ayudaron a añadir creyentes al Señor. Ayudaron a la gente a lograr una fé que salva.

Un Patrón en el Libro de Hechos

Esto no era un caso aislado en el libro de Hechos. Sigue un patrón. Cuento por lo menos 17 veces en donde un milagro ayuda a llevar a la conversión sólo en el libro de Hechos. Hemos visto el milagro del Pentecostés llevar a convertir a 3,000 personas y el milagro del hombre cojo en Hechos 3:6 convertir a 2,000 personas (Hechos 4:4). Hechos 9:34–35 y Hechos 9:40, 42 son los ejemplos más claros. Pedro cura a Eneas y Lucas dice, "Todos los que vivían en Lida y en Sarón lo vieron, y se convirtieron al Señor." Pedro levantó a Tabita desde la muerte, y Lucas dice, "Y esto se supo en todo Jope, y muchos creyeron en el Señor."

No hay duda de que hacer milagros—señales y prodigios—ayudaron a llevar a la gente a Cristo. Esto es lo que Lucas quiere que veamos y seguramente por eso oraban los cristianos en Hechos 4:30 que Dios extendiera su mano a hacer sanaciones, señales y prodigios. Ayudaría llevar a la gente a Cristo.

Una oposición contra orar por señales y prodigios

Ahora dejenme traer la oposición que a veces es llevada en contra de orar hoy por un derramamiento del Espíritu Santo con el poder de las señales y prodigios. Algunas personas dicen que compromete la centralidad de la Palabra de Dios. Desprecia el valor de predicar la Palabra de Dios. Pone en peligro la suficiencia de la Palabra de Dios en salvar a pecadores. Si se añaden las señales y los prodigios a la predicación, debe ser porque no se confía en la Palabra de Dios o porque se cree que no es suficiente para salvar. Esa es la clase de rumores que se escucha. ¿Verdad?

Los textos parecen apoyarlo

Bueno, esta opsición parece tener algunos textos cruciales que la apoyan. Romanos 1:16 dice, "Porque no me avergüenzo del evangelio, pues es el poder de Dios para la salvación de todo el que cree." El evangelio, no las señales y prodigios. En 1 Corintios 1:22–23 Pablo dice, "Los Judíos piden señales y los Griegos buscan sabiduría, pero nosotros predicamos a Cristo crucificado… poder de Dios.” Y Jesús mismo dijo, "una generación perversa y adúltera demanda señal. " (Mateo 12:39; 16:4).

Crea un nuevo problema

Estas son la clase de textos que se trae en contra de buscar el Señor hoy pidiéndole señales y prodigios. Pero aún no he escuchado a ninguno de estos opositores hacer ni una pregunta, menos responder a ella; si orar por señales y prodigios desprecia la predicación del evangelio, y si solamente gente perversa y adúltera quiere señales, entonces ¿por qué oraron Pedro y Juan y los discípulos por ellos en Hechos 4:30? ¿Por qué hace Lucas todo lo que puede para mostrar qué valiosos son en ganar gente a Cristo?

¿Ves lo que hace la gente? Dan la impresión de que buscar señales y prodigios hoy es un problema, por los mismas razones que también era un problema en el libro de Hechos, a saber, compromete la suficiencia de predicar. Pero no abordan ese problema. Así que dejame a mí hacerlo, porque es una pregunta realmente importante. ¿Por qué no fue perversa y adúltera la oración por señales y prodigios en Hechos 4:30, y por qué no puso en peligro la suficiencia de la predicación como el poder de Dios para la salvación?

¿Por qué no es perversa la oración de Hechos 4:30?

La respuesta a la primera cuestión es esta: la búsqueda de señales de Dios es perversa y adúltera cuando la exigencia para más y más evidencia viene de un corazón resistente y simplemente cubre una falta de voluntad a creer. Si estamos llevando una aventura amorosa con el mundo y nuestro esposo, Jesús, después de una larga separación, viene a nosotros y nos dice, "Te amo y te quiero de vuelta conmigo," una de las mejores maneras de proteger nuestra relación adúltera con el mundo es decir, "No eres de verdad mi esposo; no me amas de verdad. Demuéstramelo. Dame alguna señal." Si así exigimos una señal, entonces sí somos una generación perversa y adúltera.

Pero si vienes a Dios con un corazón adolorido con anhelo por la reivindicación de su Gloria y de la salvación de pecadores, y por eso anhelas verlo extender su mano a hacer sanaciones, señales y prodigios en el nombre de Jesús, entonces no eres perverso y adúltero. Eres una esposa fiel, queriendo solamente honorrar a tu esposo, Jesús.

¿Por qué las señales y prodigios no comprometen la predicación?

La respuesta a la segunda pregunta—la pregunta de por qué las señales y los prodigios no tienen que comprometer el poder de predicar el Evangelio – sigue así: Hechos 14:3 dice que Pablo y Bernabé " Permanecieron mucho tiempo [en Iconio] hablando valientemente confiados en el Señor que confirmaba la palabra de su gracia, concediendo que se hicieran señales y prodigios por medio de sus manos." Esto es completamente crucial: Las señales y prodigios son el testimonio de Dios de su Palabra. No están en competencia con la Palabra. No están en contra de la Palabra. No están superior de la Palabra. Son testimonios divinos al valor y la verdad y la necesidad y la centralidad de la Palabra.

Aquí es cómo yo resumiría la relación entre el Evangelio y las señales y prodigios: las señales y los prodigios no son la Palabra que salva, la de gracia; son el testimonio secundario de Dios a la Palabra de su gracia. Las señales y prodigios no salvan. No son el poder de Dios para salvación. No transforman el corazón—no más que la música o el arte o el drama o los espectáculos de magia. Lo que transforma el corazón y salva el alma es la gloria auto-autenticada de Cristo vista en el mensaje del Evangelio (2 Corintios 3:18–4:6).

Pero aun si las señales y prodigios no pueden salvar el alma, pueden, si a Dios le place, destrozar la coraza del desinterés; pueden destrozar la coraza de cinismo; pueden destrozar la coraza de la falsa religión. Como cualquier otro testimonio a la Palabra de gracia, puede ayudar al corazón caído a fijar su mirada en el Evangelio, donde brilla la gloria de salvar almas, auto-autenticando la gloria del Señor.

Buscar las señales y prodigios en oración hoy

Mi propósito esta mañana no ha sido defender la validez de las señales y prodigios para hoy. Lo he hecho antes, y sin duda lo volveré a hacer. El propósito ha sido mostrar cuál fue su función en el libro de Hechos y cómo eso no es un obstáculo para buscarlos hoy, justamente igual que los buscaban en Hechos 4:30—como testimonios divinos a la Palabra de la gracia de Dios.

Y sí, creo que Dios quiere que oremos por ellos hoy. Tampoco soy el único de la comunidad reformada que ama la soberanía de Dios y las doctrinas de gracia. Así que termino este sermón con un reto de uno de nuestros voceros más honrados, Martyn Lloyd-Jones.

Está perfectamente claro que en tiempos del Nuevo Testamento, el evangelio fue autenticado en esta manera por señales, prodigios, y milagros de varias formas y descripciones… ¿Fue solamente intencionado como una verdad de la iglesia primitiva? . . . Las Escrituras nunca dicen por ninguna parte que estas cosas eran temporales – ¡nunca! No hay ninguna afirmación así en ninguna parte. (El Espíritu Soberano, pp. 31–32)

Lloyd-Jones creía en el ministerio regular, ordinario, de estado estacionario de la iglesia. Este ministerio recibe la bendición y la gloria del Señor. Pero creo que se puso más y más desilusionado con el ministerio sin novedades alrededor de sus 30 años de ministerio de estado estable en Westminster Chapel en Londres en 1965.

Podemos convertir a una cantidad de gente, gracias a Dios por eso, y esto ocurre regularmente en las iglesias evangélicas cada domingo. Pero la necesidad de hoy es demasiado grande para eso. La necesidad de hoy es para una autenticación de Dios, de lo sobrenatural, de lo espiritual, de lo eterno, y esto solamente puede estar satisfecho por Dios graciosamente escuchando nuestro clamor y despojándose de nuevo de su Espíritu sobre nosotros y llenándonos como llenaba a la iglesia primitiva. (Alegría Inefable, p. 278)

Lo que se necesita es alguna muestra poderosa del poder de Dios, alguna promulgación del Todopoderoso, que obligaría a la gente a prestar atenciónٕ y a ver, y a escuchar…. Por eso estoy pidiéndo con insistencia a orar por esto. Cuando Dios actúa, puede hacer más en un instante que lo que un hombre puede organizar en cincuenta años. (Avivamiento, pp. 121–122)


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