Dios es más glorificado en nosotros cuando estamos más satisfechos en él

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Sobre esta Traducción
English: God Is Most Glorified in Us When We Are Most Satisfied in Him

© Desiring God

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Por John Piper sobre Hedonismo Cristiano
Una parte de la serie Thirty-Year Theological Trademarks

Traducción por Desiring God


Filipenses 1:12-26

Y quiero que sepáis, hermanos, que las circunstancias en que me he visto, han redundado en el mayor progreso del evangelio, de tal manera que mis prisiones por la causa de Cristo se han hecho notorias en toda la guardia pretoriana y a todos los demás; y que la mayoría de los hermanos, confiando en el Señor por causa de mis prisiones, tienen mucho más valor para hablar la palabra de Dios sin temor. Algunos, a la verdad, predican a Cristo aun por envidia y rivalidad, pero también otros lo hacen de buena voluntad; éstos lo hacen por amor, sabiendo que he sido designado para la defensa del evangelio; aquéllos proclaman a Cristo por ambición personal, no con sinceridad, pensando causarme angustia en mis prisiones. ¿Entonces qué? Que de todas maneras, ya sea fingidamente o en verdad, Cristo es proclamado; y en esto me regocijo, sí, y me regocijaré.

Porque sé que esto resultará en mi liberación mediante vuestras oraciones y la suministración del Espíritu de Jesucristo, conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado, sino que con toda confianza, aun ahora, como siempre, Cristo será exaltado en mi cuerpo, ya sea por vida o por muerte. Pues para mí, el vivir es Cristo y el morir es ganancia. Pero si el vivir en la carne, esto significa para mí una labor fructífera, entonces, no sé cuál escoger, pues de ambos lados me siento apremiado, teniendo el deseo de partir y estar con Cristo, pues eso es mucho mejor; y sin embargo, continuar en la carne es más necesario por causa de vosotros. Y convencido de esto, sé que permaneceré y continuaré con todos vosotros para vuestro progreso y gozo en la fe, para que vuestra profunda satisfacción por mí abunde en Cristo Jesús a causa de mi visita otra vez a vosotros.

En nuestra serie sobre las características teológicas distintivas de estos 30 años en Bethlehem, nos enfocamos en el Hedonismo Cristiano. Y aclaremos, desde el principio, que Bethlehem no ha sido edificado alrededor de un eslogan o una etiqueta. El término "Hedonismo Cristiano" no está en ninguno de los documentos oficiales de esta iglesia. No está en nuestra constitución o en el pacto de nuestra iglesia, o en nuestra Declaración de Fe de los Ancianos, o en el folleto de los Valores, o en nuestras Diez Dimensiones de la Vida de la Iglesia. Es pegajoso, es controversial, no está en la Biblia, y a usted no tiene por qué gustarle solo porque a mí me gusta. De modo que la idea de este mensaje no es promover una etiqueta o un eslogan. La idea es hablar sobre la inmensa y penetrante verdad bíblica que algunos de nosotros amamos llamar Hedonismo Cristiano.

Así que este sermón está formado por algunas de las verdades más juiciosas y maravillosas que amo conocer y experimentar. Necesitamos poner manos a la obra. Este es el bosquejo.

Esa es una tarea formidable para un sermón. Así que aquí vamos.

Contenido

1. Lo que dije en el segundo mensaje creó un problema.

Pregunté: ¿Por qué creó Dios el mundo? Y respondí: Dios creó este mundo para la alabanza de la gloria de su gracia mostrada supremamente en la muerte de Jesús. El problema es que, en el corazón de esa respuesta, está la auto-promoción de Dios. Dios creó el mundo para Su propia alabanza; para Su propia gloria.

Oprah Winfrey, Brad Pitt, el joven C. S. Lewis, Eric Reece, Michael Prowse todos ellos se alejan de un Dios semejante. Tropiezan con la auto-promoción de Dios.

Así que las personas ven este asunto como un problema: que Dios haya creado el mundo para Su propia alabanza. Ellos piensan que tal auto-exaltación sería inmoral y carente de amor. Puede que usted se sienta así.

2. El Hedonismo Cristiano es la solución bíblica a este problema.

El Hedonismo Cristiano dice que Dios es más glorificado en usted cuando usted está más satisfecho en él. Ése es el resumen más corto de lo que queremos decir por Hedonismo Cristiano. Si eso es cierto, entonces no hay conflicto entre nuestro mayor alborozo y la mayor glorificación de Dios.

De hecho, no solo no hay conflicto entre nuestra felicidad y la gloria de Dios, sino que Su gloria resplandece en nuestra felicidad, cuando nuestra felicidad está en Él. Y como Dios es la fuente de la mayor felicidad, y cómo Él es es mayor tesoro del mundo, y como Su gloria es el don más satisfactorio que Él podría darnos, entonces lo más amable y amoroso que podría hacer es revelarse a Sí mismo y exaltarse a Sí mismo y vindicarse a Sí mismo para nuestro gozo eterno. "El tu presencia hay plenitud de gozo; en tu diestra, deleites para siempre" (Salmo16:11).

Dios es Único ser para el cual la auto-exaltación es el acto más amoroso, porque su exaltación por nosotros es lo único que nos puede satisfacer plenamente y para siempre. Si nos exaltamos a nosotros mismos, no estamos amando, porque distraemos a las personas para que no miren a la única Persona que puede hacerles felices por siempre: Dios. Pero si Dios se exalta a Sí mismo, entonces dirige la atención hacia la única Persona que puede hacernos felices para siempre, Él mismo. Él no es un egomaníaco. Él es infinitamente glorioso, un Dios que todo lo satisface, ofreciéndonos un gozo supremo eterno en Sí mismo.

Ésa es la solución a nuestro problema.

Dios es más glorificado en ti cuando estás más satisfecho en él. La idea de Dios de buscar Su propia gloria resulta ser amor. Y nuestro deber de buscar la gloria de Dios resulta ser una cruzada para el gozo. Ésa es la solución para el problema de la auto-exaltación de Dios.

3. C.S Lewis y San Pablo dan el fundamento para esa solución, la base para el Hedonismo Cristiano.

Lewis vio la base en la experiencia humana. San Pablo la muestra en la carta a los filipenses. Éste es el gran descubrimiento según lo encontré la primera vez en el libro de Lewis: Reflections on the Psalms [Reflexionando sobre los Salmos]. Él está descubriendo por qué la demanda de nuestra alabanza, que Dios hace, no es en vano.

El hecho más obvio sobre la alabanza -sea de Dios o de cualquier cosa- se me había escapado extrañamente. Yo pensaba en ella en términos de cumplidos, de aprobación, o de dar honor. Nunca había notado que todo el gozo sobreabunda espontáneamente en alabanza a menos. . . que aparezca la timidez o el temor de aburrir a otros. El mundo resuena con la alabanza - los amantes aman a sus concubinas, los lectores a sus poetas favoritos, los caminantes alaban el paisaje campestre, los jugadores alaban su juego favorito, se alaba al estado del tiempo, a los vinos, a los platos, a los actores, motores, caballos, colegios, países, a los personajes históricos, a los niños, a las flores, a las montañas, a las estampillas exóticas, a los escarabajos raros, e incluso, a veces a los políticos o eruditos. No había notado cómo las mentes más humildes, y al mismo tiempo más equilibradas y capaces, alababan más, mientras que los cascarrabias, inadaptados, y descontentos alababan menos.

No había notado que así como los hombres alaban todo lo que valoran, así también nos animan a alabarlo: "¿No es tierno? ¿No fue glorioso? ¿No crees que es magnífico?" Los salmistas, al decir a todos que alaben a Dios, están haciendo lo que todos los hombres hacen cuando hablan de lo que les importa más. Toda mi dificultad, en sentido general, con la alabanza de Dios dependía de mi absurda negación, en lo relativo al supremamente Valioso, de que nosotros nos deleitamos (de hecho no podemos evitarlo), en todo lo demás que valoramos.

Creo que nos deleitamos en alabar lo que disfrutamos porque la alabanza no solo expresa, sino que completa el gozo; es su propósito consumado. No es por cumplir que los amantes siguen diciéndose uno al otro cuán hermosos son: el deleite es incompleto hasta que es expresado.

Ahí estaba. El mandamiento implacable de Dios a que le veamos como glorioso y a que le alabemos, es un mandamiento con el que nos conformamos por nada menos que la plenitud de nuestro gozo en Él. La alabanza no es solo la expresión, sino la consumación de nuestro gozo que es supremamente disfrutable, entiéndase: Dios. En Su presencia hay plenitud de gozo; en Su diestra, deleites para siempre (Salmo 16:11). Al demandar nuestra alabanza, Él está demandando la consumación de nuestro deleite. Dios es más glorificado en nosotros cuando estamos más satisfechos en él.

Que Cristo sea visto como grandioso

Y éso es lo que encontramos en Filipenses 1:20-21.

Conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado, sino que con toda confianza, aun ahora, como siempre, Cristo será exaltado [magnificado - provocar que sea visto como grandioso] en mi cuerpo, ya sea por vida o por muerte. Pues para mí, el vivir es Cristo y el morir es ganancia.

Pablo dice que su gran pasión en la vida - espero que sea la gran pasión en la vida de usted - es que en esta vida Cristo sea visto como grandioso, como supremamente grandioso. Es por esto que Dios nos creó y nos salvó, para que Cristo fuera visto como realmente es, supremamente grandioso.

Ahora, la relación entre el versículo 20 y el 21 es la clave para ver cómo piensa Pablo que ello ocurrirá. Ocurrirá, dice Pablo (Cristo será magnificado en mi cuerpo por vida o por muerte), porque "para mí, el vivir es Cristo y el morir es ganancia" (versículo 21). Note que la "vida" en el versículo 20 corresponde a "vivir" en el versículo 21, y que la "muerte" en el versículo 20, corresponde a "morir" en el versículo 21. Así que Pablo está explicando, en ambos casos (en la vida y en la muerte), cómo es que Cristo será engrandecido.

Él se verá grande en mi vida, porque "para mí, el vivir es Cristo”. En Filipenses 3:8, explica: "yo estimo como pérdida todas las cosas en vista del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor". Así que Cristo es más precioso, más valioso, más satisfactorio, que todo lo que puede dar esta vida en esta tierra. "Yo estimo como pérdida todas las cosas en vista del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor".

Esto es lo que quiere expresar cuando dice en Filipenses 1:21: "para mí, el vivir es Cristo”. Y así, dice, es cómo su vida magnifica a Cristo, le hace ver grande. Cristo es más glorificado en la vida de Pablo cuando Pablo, en su vida, está más satisfecho en Cristo. Esa es la clara enseñanza de estos dos textos.

¿Muerte como ganancia?

Y se vuelve aun más claro cuando usted considera la parte de la muerte en Filipenses 1:20-21. Cristo será magnificado en mi cuerpo mediante la muerte, porque para mí "el morir es ganancia" (versículo 21). ¿Por qué es que la muerte sería ganancia? La respuesta está en el versículo 23b: "teniendo el deseo de partir y estar con Cristo, pues eso es mucho mejor". La muerte es ganancia porque significa una mayor cercanía a Cristo. La muerte es "partir y estar con Cristo”.

Es por eso que Pablo dice en el versículo 21 que morir es ganancia. Usted adiciona todas las pérdidas que le costará su muerte (su familia, su trabajo, su retiro soñado, los amigos que dejó atrás, sus placeres corporales favoritos), usted adiciona todas esas pérdidas, y luego las reemplaza solo con la muerte y con Cristo; y si cuando usted lo hace entonces dice gozosamente ¡ganancia!, entonces Cristo es exaltado en su muerte. Cristo es más exaltado en su muerte, cuando usted está tan satisfecho en Cristo, que perderlo todo y obtener solo a Cristo, es llamado ganancia.

O para sumar las dos partes del versículo: Cristo es glorificado en usted cuando Él es más precioso para usted que todo lo que la vida puede dar o la muerte puede quitar.

La centralidad de la cruz

Ése es el fundamento bíblico para el Hedonismo Cristiano: Dios es más glorificado en nosotros cuando estamos más satisfechos en él.

Y verdaderamente esto ya estaba implícito en el segundo mensaje de esta serie. Dios creó este mundo para la alabanza de la gloria de su gracia mostrada supremamente en la muerte de Jesús. Esto significa que la búsqueda de Su propia alabanza alcanza su clímax en el lugar donde nos hace el mayor bien: la cruz. En la cruz, Dios sostiene Su gloria y provee nuestro perdón. En la cruz, Dios vindica Su propio honor y asegura nuestra felicidad. En la cruz, Dios magnifica Su propia dignidad y satisface nuestra alma.

En el mayor acto de la historia, Cristo hizo real, para los pecadores inmerecedores, que Dios sería más glorificado en nosotros al estar nosotros más satisfechos en Él.

4. El Hedonismo Cristiano lo reta todo: 11 ilustraciones

Muerte

1) Ya hemos visto cómo cambia la muerte. Si usted quiere que Cristo sea engrandecido en su muerte, no requiere de un gran desempeño o un logro o un sacrificio heroico. Solo es necesario reposar en los brazos de quien hace que la pérdida de todo sea ganancia.

Conversión

2) El Hedonismo Cristiano cambia el modo en que pensamos sobre la conversión. Mateo 13:44: "El reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en el campo, que al encontrarlo un hombre, lo vuelve a esconder, y de alegría por ello, va, vende todo lo que tiene y compra aquel campo". Volverse cristiano no solo significa creer la verdad. Significa encontrar un tesoro. Así que el evangelismo no solo se convierte en la persuación sobre la verdad, sino en señalar el Tesoro a las personas, ese Tesoro es más valioso que todo lo que ellos tienen.

La batalla de la fe

3) El Hedonismo Cristiano cambia "la buena batalla de la fe" (1ra a Timoteo 6:12). Juan dice en Juan 1:12: "a todos los que le recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en su nombre" (Juan 1:12). Creer en Jesús es recibirle. ¿Cómo qué? Como el Tesoro infinitamente valioso que es. La fe es ver y deleitarse en ese Tesoro. Y así la batalla de la fe es una batalla por el gozo en Jesús. Una batalla para ver y deleitarse comprendiendo que Jesús es más precioso que nada en el mundo, porque este deleite lo muestra a Él como supremamente valioso.

Batallar el mal

4) El Hedonismo Cristiano cambia el modo en que combatimos el mal en nuestras vidas. Jeremías 2:13 da la definición de maldad del hedonista cristiano: "Porque dos males ha hecho mi pueblo: me han abandonado a mí, fuente de aguas vivas, y han cavado para sí cisternas, cisternas agrietadas que no retienen el agua”. La maldad es la preferencia suicida por los pozos vacíos del mundo antes que por las aguas vivas de la comunión con Dios. Peleamos contra el mal al buscar la satisfacción más plena en los ríos de los deleites de Dios (Salmo 36:8).

Lo que es el infierno

5) El Hedonismo Cristiano cambia el modo en que pensamos del infierno. Como el modo de ser salvados e ir al cielo es aceptar a Jesús como la fuente de gozo supremo, entonces el infierno es un lugar de sufrimiento, un lugar de infelicidad eterna, preparado para las personas quienes rehúsan ser felices en el Dios trino.

Abnegación

6) El Hedonismo Cristiano cambia el modo en que pensamos sobre la abnegación. Oh, la abnegación sí está realmente entre las enseñanzas de Jesús: "Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz, y sígame" (Marcos 8:34). Pero ahora el significado llega a ser:

Esto significa que no existe algo como la abnegación suprema, porque vivir es Cristo, y morir es ganancia.

Dinero

7) El Hedonismo Cristiano cambia el modo en que pensamos sobre la manera de manejar nuestro dinero y la acción de dar. Hechos 20:35: "más bienaventurado es dar que recibir". 2da a los Corintios 9:7. "Que cada uno dé como propuso en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al dador alegre”. El motivo para ser una persona generosa es que ello expresa y expande nuestro gozo en Dios. Y la búsqueda del gozo más profundo es la búsqueda de dar, no de obtener.

Adoración juntos

8) El Hedonismo Cristiano cambia el modo en que adoramos juntos. La adoración juntos es el acto colectivo de glorificar a Dios. Pero Dios es más glorificado en ése servicio donde la gente está más satisfecha en él. Por tanto, los líderes de adoración -músicos y predicadores- ven que su tarea fundamental es abrir una fuente de agua viva y repartir un festín de rica comida. La tarea de los adoradores es beber y comer y decir un satisfecho "Ahhh", porque Dios es más glorificado en ésos adoradores cuando ellos están más satisfechos en Él.

La discapacidad y la debilidad

9) El Hedonismo Cristiano cambia el modo en que experimentamos la discapacidad y la debilidad. Sorprendentemente, paradójicamente, Jesús dice al débil y aguijoneado Pablo: "Te basta mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad". A lo que Pablo responde: "Por tanto, muy gustosamente me gloriaré más bien en mis debilidades, para que el poder de Cristo more en mí". (2da a los Corintios 12:9).

Amor

10) El Hedonismo Cristiano cambia el significado del amor. Pablo describe así el amor de los macedonios: "En medio de una gran prueba de aflicción, abundó su gozo, y su profunda pobreza sobreabundó en la riqueza de su liberalidad" (2da a los Corintios 8:2). En el versículo 8, Pablo dice que esto es "amor". Abundante gozo en una "gran prueba de aflicción", y "profunda pobreza" que sobreabundó en la amorosa generosidad. Aun son pobres, aun están afligidos, pero están tan llenos de gozo, que el gozo sobreabundó como amor. Así que el Hedonismo Cristiano define al amor como la sobreabundancia (o expansión) del gozo en Dios que satisface las necesidades de otros.

Ministerio

11) El Hedonismo Cristiano cambia el significado del ministerio. ¿Cuál era el propósito ministerial del gran apóstol Pablo? 2da a los Corintios 1:24: "No es que nos enseñoreemos de vuestra fe, sino que somos colaboradores con vosotros para vuestro gozo; porque en la fe permanecéis firmes". Todos los ministerios debieran, de un modo u otro, estar trabajando con los demás para su gozo.

Es por eso que Dios les creó. Es por eso que Cristo murió por ustedes. Es por eso que servimos como sus pastores. Y es por eso que he predicado este mensaje. Somos trabajadores para su gozo en Dios. Porque Dios es más glorificado en ustedes cuando ustedes están más satisfechos en él.


C. S. Lewis, Reflections on the Psalms (New York: Harcourt, Brace and World, 1958), 93–95.

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