Ejemplos Sin Número
De Libros y Sermones BÃblicos
Por Ligonier Ministries Staff
sobre Fe
Una parte de la serie Tabletalk
Traducción por Javier Matus
“¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas; que por fe…” (Heb. 11:32-33).
- Hebreos 11:32-34
La Biblia es clara en que los elegidos de Dios están seguros en su salvación. Aquellos quienes Dios ha predestinado y llamado también serán glorificados (Rom. 8:29-30). Ninguno de los hijos del Padre puede ser arrebatado de Su mano (Juan 10:28-29). Si Dios ha comenzado la buena obra de la salvación en nosotros, Él siempre la llevará hasta su perfección (Fil. 1:6).
Dios no sólo obra afuera de nosotros con el fin de garantizar nuestra salvación, Él también usa nuestra fe. Demostramos nuestra elección y hacemos seguro nuestro llamado a través del ejercicio de nuestra fe (2 Pedro 1:10). Cuando ejercemos la fe, mostramos que Dios está obrando en nosotros para preservar nuestras almas a través del ejercicio de esta misma fe (Heb. 10:39).
Tal vez el aspecto más importante de la verdadera fe es que siempre persevera. Continúa confiando en Dios aún en medio de las circunstancias más difíciles e imposibles. El autor de Hebreos nos ha mostrado esto haciendo referencia a los ejemplos de los santos del antiguo pacto, incluyendo Abel, Enoc, Noé, Abraham, Sara, Isaac, Jacob, José, Moisés y Rahab (Heb. 11:1-31).
En el pasaje de hoy, nuestro autor empieza a concluir su sección sobre los modelos de fe del antiguo pacto. Empieza a hablar de una manera más general, porque su punto se ha hecho y ya no es necesario dar a su público ejemplos individuales de la verdadera fe perseverante.
Lo más destacable de los versículos 32-34 no es la lista de los milagros realizados por Gedeón, Barac, Sansón, Jefté, David, Samuel y otros. Más bien, notamos que nadie en esta lista evidenció la fe perfecta en cada momento y en cada punto de su vida. Sansón puso en peligro al pueblo de Dios por causa de una hermosa mujer (Jue. 16:1-21). David cometió adulterio e indirectamente, asesinato (2 Sam. 11-12). La mayoría de estos hombres tenían serias deficiencias.
La verdadera fe perseverante no significa que nunca pecamos o que nuestra fe es perfecta. Significa que cuando pecamos nos arrepentimos y luego resolvemos seguir adelante, siempre aferrados a las promesas de Dios. Como dice Calvin, “En todos los santos, siempre se encuentra algo reprobable; sin embargo, la fe, aunque vacilante e imperfecta, todavía está aprobada por Dios. No hay, por lo tanto, ninguna razón por la cual las fallas bajo las cuales laboramos deban quebrantarnos o descorazonarnos, siempre que por la fe prosigamos en la carrera de nuestro llamado.”
Coram Deo
¿Está descorazonado porque a veces su fe parece tan débil e imperfecta? Si es así, no se desanime, porque ningún hombre de Dios fuera de Jesucristo siempre ha tenido fe perfecta. Vaya al Señor en oración confesando su necesidad de que Él aumente su fe. Luego, resuelva seguir adelante en la fe, no importa lo que pase, y pídale que le ayude a hacerlo.
Pasajes para Estudio Adicional
Jue. 8:22-28
Dan. 3:8-30
Jonás 1:1-3
Hechos 15:36-41
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