El Impedimento de “Todo o Nada” a la Oración
De Libros y Sermones BÃblicos
Por John Piper
sobre Oración
Una parte de la serie Taste & See
Traducción por Javier Matus
He hecho un descubrimiento en los últimos tres meses que está revolucionando mi vida de oración. Se lo debo al libro de Francis MacNutt, El Poder Para Sanar. El descubrimiento es que una mentalidad de “todo o nada” en la oración impide la perseverancia. Por ejemplo, si yo oro, “Dios, por favor convierte y salva a mi vecino”, y él no se convierte en un año o dos, es difícil seguir orando esta misma oración día tras día. Así que llego a cansarme. Pero si me doy cuenta de que hay innumerables pasos que Dios podría usar cada día para influenciar a mi vecino, entonces puedo tomar un día a la vez y pedirle a Dios que haga algo ese día que lo llevará un paso más cerca. La alternativa de “todo” no es “nada”. Es “algo”.
Esto ha permitido que aumente la expectativa de mi fe. En lugar de sentir que mis oraciones están siendo recibidas por un tajante “No” de Dios cada día que no se convierte mi vecino, ahora tengo el valor de creer que Dios está haciendo algo en la vida de mi vecino y que en el tiempo de Dios la oración perseverante será la vencedora.
Creo que la mentalidad de “todo o nada” es una de las principales razones por la cual nuestras oraciones se estancan y se hacen inflexibles y repetitivas. Tenemos la tendencia de pedirle a Dios por todo el paquete en cada área. Decimos: “Señor, por favor, salva a Bill.” “Señor, sana a María.” “Señor, haz Tu voluntad en la vida de Jim.” “Señor, provee las necesidades de Jane.” Cada una de ellas es un tipo de oración de “todo o nada”. No es malo orar de esta manera (véase el Padre Nuestro). Es malo solamente cuando sólo ora de esta manera.
Tome la sanidad, por ejemplo. Yo creo que Dios sana a las personas a través de la medicina y a veces en formas más inusuales y sobrenaturales. Creo que podríamos ver más de esto si orásemos con más expectativa, y si no impidiéramos nuestra fe con una mentalidad de “todo o nada”. Una vez Jesús llevó a un ciego fuera de la ciudad, le tocó los ojos y le preguntó: “¿Ves algo?” ¡Imagínese! ¿Él dijo, “algo,” no “todo”? Y de hecho, el hombre no podía ver todo. Él dijo, “Veo los hombres como árboles, pero los veo que andan.” Entonces Jesús volvió a tocarlo. Y Marcos 8:25 dice, “Fue restablecido, y vio de lejos y claramente a todos.” ¿Y qué si Jesús hubiera tenido la mentalidad de “todo o nada”? Podría haber dejado al hombre medio sanado y dicho: “¡Ay de ti de poca fe!”
Por lo tanto, en la oración por la sanidad (así como la salvación espiritual) ¿no deberíamos ser alentados a romper el hábito de “todo o nada” y orar para que hoy algo poderoso sea hecho por Dios en el cuerpo de nuestro ser querido? ¿Y mañana algo más? ¿Y el siguiente día algo más? Si Jesús tocó a un hombre dos veces, ¿no deberíamos esperar tocar más a menudo a los enfermos antes de que sean sanados?
Así que no deje que una mentalidad de “todo o nada” impida su perseverancia. Ore por la sanidad total y la salvación total. Pero no prejuzgue el tiempo de Dios. Hasta que el trabajo total esté hecho, siga orando para que Dios haga “algo” hoy para ayudar, y crea que lo hará. Siempre ore y no desmaye.
Perseverando en la oración por usted,
El Pastor John
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