El Pacto de Noé
De Libros y Sermones BÃblicos
Por Ligonier Ministries Staff
sobre Los Pactos
Una parte de la serie Tabletalk
Traducción por Javier Matus
- “Mientras la tierra permanezca, no cesarán la sementera y la siega, el frío y el calor, el verano y el invierno, y el día y la noche” (Gén. 8:22).
- Génesis 8:20-9:17
La relación entre Dios y el hombre está estructurada por acuerdos que llamamos pactos. Cuando Dios creó la tierra, Él entró en un pacto de obras con Adán en el cual Adán podía asegurar la bendición si obedecía los términos del pacto. Adán desobedeció y rompió el pacto de obras al comer del árbol del conocimiento del bien y del mal. Sin embargo, Dios tuvo gracia con Adán. Aunque Adán murió espiritualmente, no experimentó la muerte física de inmediato debido a la indulgente misericordia de Dios. Aún más importante, Dios dio la esperanza de que un día Él quitaría las maldiciones a través de un agente que sería fiel al pacto de obras (Gén. 3:15; Rom. 5:16-17).
Con la maldición de la serpiente, se anunció por primera vez el pacto salvífico de gracia. A diferencia del pacto de obras, el pacto de gracia está desplegado por varios “sub-pactos” más pequeños, el primero siendo el pacto con Noé.
En Génesis 4:1-16:7 leemos de una creación que se hace cada vez más corrupta. Abundan el asesinato y la injusticia de todo tipo, lo que lleva a Dios a enviar un diluvio que destruye toda la vida, excepto por el fiel Noé y los representantes del reino animal (6:8-8:19). Dios salva a un remanente de Su creación debido a Su gran misericordia. Pero es sólo un remanente. Aunque podemos estar seguros de la gran gracia de Dios, nunca debemos pensar que Él permitirá que el pecado quede sin castigo.
Leemos del pacto con Noé en Génesis 8:20-9:17. El pacto con Noé, como el pacto hecho con Adán, es un pacto hecho con toda la humanidad; se realiza en la “re-creación” de la tierra, en el nuevo comienzo para la tierra después del diluvio. Este pacto es ratificado por el sacrificio (8:20-21), y Dios promete nunca volver a destruir la tierra por medio de un diluvio. Mientras la tierra permanezca, el ciclo estacional continuará (v. 22). A Noé se le ordena repoblar la tierra (9:1) y ejercer la pena capital (9:6).
En este pacto, Dios se compromete a preservar la estabilidad de la naturaleza. Dicha estabilidad es necesaria si Él va a entrar en la historia para salvar a Su pueblo. Además, dado que todos los seres vivos nunca más serán destruidos completamente por Dios en un diluvio, vemos que toda la tierra es la beneficiaria de este pacto. Esto demuestra el amor de Dios por todas sus criaturas y nos da una idea de que un día se renovarán todas las cosas.
Coram Deo
Hay una desafortunada tendencia de algunos cristianos de ver la salvación en términos puramente espirituales. Pero la protección de los animales en el arca muestra el amor de Dios por todas Sus criaturas, y prefigura la renovación que llegará a toda la tierra. Sea un buen administrador del mundo físico ahora en previsión de su futura renovación.
Pasajes para Estudio Adicional
Isa. 54:9-10
Rom. 8:18-21
2 Pedro 2:4-10
Rev. 21:1
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