El Pastor como Padre de su Familia y Rebaño

De Libros y Sermones Bíblicos

1 Timoteo 3:1–7

(El siguiente es un resumen de notas tomadas durante el mensaje.)

¿Llamar al pastor padre de su rebaño es algo artificial? No lo era para Pablo (1 Corintios 4:15; 1 Tesalonicenses 2:11-12).

Hay varias similitudes entre ser padre de familia y ser padre de una iglesia. Los dos requieren:

1) Capacitar y enseñar el consejo completo de Dios.

Esto se hace evidente en Proverbios y Nehemías 8-9. Debemos estar atentos en desarrollar nuestras familias en la instrucción del Señor. No lo debemos delegar en otros. Nuestros hijos nunca deben pensar que leer y enseñar la Biblia es algo solo para las mujeres y los niños. Tampoco en nuestra iglesia (Hechos20:27).

2) Construir autoridad.

Eso es parte del liderazgo. Ejercer liderazgo no solo implica enseñar aunque es el centro de ello. También la supervisión es necesaria. Por eso a los pastores en el Nuevo Testamento se los llama ancianos o supervisores. El sermón no es un fin en el trabajo de un ministerio pastoral. Es solo un camino a un fin.

Mateo 20:20-28. Debemos rechazar la autoridad tal como la usan los gobernantes mundanos. En vez de eso, la debemos usar como Jesús la usa. ¿Cuál es la diferencia? Las autoridades paganas quieren mandar porque les gusta mandar, les gusta ser el centro de atención. Es muy raro encontrar a alguien que no tenga en la cabeza la idea de liderar.

Jesús no tiene que pelear por esta posición porque el Padre se la ha dado. Su autoridad es ejercida por su entrega espectacular para el bien de los demás.

Donde un ministro está dando de sí de manera transparente para el bien de los demás es de destacar cuánta autoridad empieza a acumular para sí mismo.

3) Ejercitar amor compasivo

Es evidente la exhortación de Pablo de no exasperar a los hijos en el hogar (Efesios 6:4). Para la iglesia, es evidente en 1 Timoteo 5:1-2.

4) Disciplinar

Incluye amonestar y reprochar. Esto incluye excomulgar en los casos de 1) pecados doctrinales graves, 2) pecados morales graves, o 3) tener una actitud o comportamiento cismático. Se hace para el bien del individuo, para que pueda ser salvo en el Día Final. También es para el bien de todo el cuerpo.

La disciplina de la iglesia puede ser algo urticante, con nada dulce al final. Pero hay casos donde la reconciliación puede ser muy fortalecedora y refrescante.

Es necesario el disciplinamiento en el hogar también. Si un hombre no sabe cómo dirigir su propia casa, no tiene derecho a mandar en la iglesia.

5) Tener flexibilidad.

Distintos enfoques en la enseñanza y en la conducción son necesarios según la situación de los miembros de tu familia y amigos. Los padres deben adaptar sus métodos de enseñanza a medida que van creciendo los hijos.

También es así para los pastores. Las iglesias deben ser capaces de custodiar las enseñanzas de manera que le sean como carne para los que ya no necesitan leche.

6) Prolongar la dureza.

7) Preservar.

8) Ser consejero.

Juega con tus hijos. Ríete de ti mismo. Invierte en la vida de la próxima generación de líderes y santos. Algunos de ustedes que son mayores deben buscar hombres jóvenes en los que invertir. Y los que son jóvenes deben buscar consejeros.

9) Incentivar la independencia.

No quieres que la salud de los demás dependa de ti. El objetivo es construir madurez.

10) Invertir tiempo con la gente.

Esto quiere decir hablar con ellos, escucharlos, y llevarlos a cenar. Para tus hijos terrenales quiere decir llevarlos a tirar con el arco, con las pistolas si eso es lo que les gusta.