El propósito gozoso de Dios

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English: The Joyful Purpose of God

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Por John Piper sobre El Evangelio
Una parte de la serie En Busca de la Dicha

Traducción por Javier Matus


Isaías 43:1-7

En los últimos años, el Señor ha estado cargando más y más al personal pastoral con la urgencia del evangelismo local. Hablar a la gente sobre Dios y el pecado, Jesús y la fe se elevan una y otra vez como una prioridad ardiente para [la iglesia de] Bethlehem.

Contenido

La urgencia del evangelismo

No importa cuál sea el enfoque de tu compromiso cristiano, la Biblia te guía desde ese enfoque hacia la urgencia del evangelismo. Por ejemplo:

Si nos enfocamos en el cristianismo como una vida de amor, la Biblia nos muestra que el amor está vacío si estamos dispuestos a hacer cosas buenas por las personas pero no les decimos cómo escapar del infierno y obtener el gozo eterno con Dios (Lucas 10:27).

  • O si nos enfocamos en el cristianismo como obediencia a los mandamientos de Dios, la Biblia rápidamente nos muestra que Dios nos ordenó a hacer discípulos y a rescatar a los que perecen (Mateo 28:19-10; comparar Santiago 1:22 con 5:20).
  • O si nos enfocamos en el cristianismo como una vida de gozo y satisfacción, la Biblia deja en claro que es más bendecido dar que recibir (Hechos 20:35) y que aquellos a quienes llevamos a Cristo serán nuestro gozo, esperanza y corona de exultación (1 Tesalonicenses 2:19).
  • O si nos enfocamos en el cristianismo como la manera de llenar la tierra con la gloria de Dios, la Biblia rápidamente nos muestra que Dios es glorificado cuando damos mucho fruto (Juan 15:8) y que la incredulidad es la raíz de todo lo que deshonra a Dios (Romanos 14:23).
  • O si nos enfocamos en el cristianismo como una fuerza para el cambio social y la justicia, la Biblia nos muestra que, sin la gracia salvadora, el corazón humano y la sociedad humana se hundirán más profundamente en el pecado, la inmoralidad y la decadencia (Romanos 1:16-32).
  • O si pensamos en el cristianismo como una demostración del poder del Reino, la Biblia nos muestra que el Evangelio es el poder de Dios para salvación (Romanos 1:16) y que la gran demostración del poder del Reino es cuando el control de Satanás sobre los incrédulos es quebrantado por el poder del Espíritu Santo en la fe salvadora (Marcos 3:27; Colosenses 1:13).

En otras palabras, no importa en qué nos enfoquemos como significado y propósito del cristianismo, el evangelismo inevitablemente sale a la superficie con urgencia. Dios nos ha demostrado más y más que no hay un cristianismo auténtico que no tenga un sentido de urgencia sobre el evangelismo. Y [la iglesia de] Bethlehem no será una iglesia fiel y obediente a menos que haya un anhelo y un esfuerzo entre nosotros para hablarle a las personas incrédulas a nuestro alrededor sobre Dios, el pecado, Cristo y la fe, con la esperanza de que el Espíritu Santo usará nuestras palabras para llevar a la gente a la fe en Jesús y a la salvación y el gozo eternos.

Una de nuestras respuestas a esta urgencia

Una de nuestras respuestas a este creciente sentido de urgencia (¡no es el único!) es el desarrollo del folleto que tienes en tus manos llamado “En busca del gozo” y esta serie de mensajes está basada en cada uno de los puntos en ese tratado. Imprimimos 5,000 de estos y están disponibles para ti sin costo, si Dios te guía a usarlos en tus propios esfuerzos para hablarle a la gente sobre el significado de tu fe.

Permíteme enfatizar desde el principio que hacer conocer a Cristo y ganar a la gente para que confíe en Él y lo siga es una empresa tan variada como las personas involucradas y tan rica y profunda como la verdad del mismo Jesús. Hay tantas maneras de hacer conocer a Cristo como hay formas de describir su gloria y obedecer su enseñanza.

Creemos que nuestro trabajo como líderes en la iglesia no es meter a todos en el mismo molde con respecto a cómo le hablas a las personas acerca de Cristo, sino inspirarte a hacerlo, proporcionar bases bíblicas y darte posibilidades para que las consideres. Eso es lo que estamos haciendo en este folleto y en esta serie de mensajes.

¿Cómo se llegó a esto? El libro Sed de Dios es un intento de capturar por escrito la visión de Dios y la vida cristiana que impulsa y guía al liderazgo de esta iglesia. No sé si Dios usará el libro extensamente para convertir a los incrédulos. Dan Chalmers sí nos contó en Missions in the Manse [Misiones en la casa pastoral, un seminario] acerca de un sacerdote católico nominal en Manila que se convirtió al estudiar el libro.

Pero probablemente da por sabido demasiado como para ser un libro efectivo para los incrédulos. Entonces la gente comenzó a preguntarme: ¿Podríamos desarrollar un tratado del Evangelio que fuera lo suficientemente básico para los incrédulos, y aun así estar arraigado en la visión de Dios apreciada en [la iglesia de] Bethlehem y presentada en Sed de Dios? Eso es lo que hemos tratado de hacer en el folleto “En busca del gozo”.

El objetivo de estos mensajes

Mi objetivo en esta serie de mensajes es desglosar para nosotros las seis verdades bíblicas en el folleto, explicar por qué consideramos estas seis tan importantes, y mientras mostrar cómo funcionan para hacer que el Evangelio cristiano sea claro en nuestros días. Mi oración es que Dios use los mensajes para fortalecerte en tu comprensión de la naturaleza de Dios, la naturaleza del pecado, la obra de Cristo y el significado de la fe salvadora. ¡Dios—pecado—Cristo—fe! Eso es lo que tiene que ser explicado a la gente.

¿Cómo es Dios? ¿Cuál es el significado y la consecuencia del pecado? ¿Qué logró Cristo cuando murió? ¿Y qué es la fe? La manera en que respondas esas preguntas marca una gran diferencia en la forma en cómo compartes tu fe —esa ES tu fe. Cientos de personas han llegado a ver estas preguntas de maneras nuevas y emocionantes en [la iglesia de] Bethlehem, y espero que lo que hace a Dios tan emocionante para tantos de nosotros en Bethlehem se transmita en este folleto y en tu vida a medida que crezcas en el conocimiento y gracia del Señor.

Una mirada al folleto “En busca del gozo”

Veámoslo juntos.

Nuestra base común con todas las personas

El panel frontal está destinado a establecer de forma muy honesta una base común que creemos que existe entre nosotros los cristianos y cada persona que alguna vez conoceremos (“En busca del gozo: Seis verdades bíblicas”). Tanto nosotros como ellos queremos ser felices. Puede que ellos lo busquen en la vía rápida, mientras nosotros lo buscamos en la senda angosta, pero no creo que haya ninguna duda seria de que todos quieran ser felices —o usa cualquier palabra que quieras: gozo, satisfacción, plenitud, placer. Incluso aquellos que parecen empeñados en arruinar sus vidas, tratan de minimizar el dolor en las cosas que hacen. Tenemos una base común con todos los que conocemos.

Una tensión atractiva

En el primer panel interior hacemos una pregunta para atrapar la atención y comenzar un puente entre Dios y el deseo de alegría de ellos. “¿Sabías que Dios nos ordena que seamos felices?” La pregunta es molesta. Para la mayoría de la gente de hoy, ser feliz no encaja bien con que se le ordene hacer algo. Y sin embargo, la pregunta es atractiva porque la mayoría de la gente nunca antes ha escuchado a nadie decir esto acerca de Dios.

No hay escapatoria a la tensión que esto crea: Dios es una autoridad —y a la gente no le gusta la autoridad. Pero Dios usa su autoridad para ordenarnos ser felices, y a las personas les gusta la felicidad. Ahí está la tensión. Solo el Espíritu Santo puede vencerla y hacer que la gente esté dispuesta a encontrar su felicidad de un Dios que tiene autoridad absoluta sobre sus vidas. Ese es nuestro objetivo.

La evidencia bíblica del mandato autoritario de Dios para ser feliz es el Salmo 37:4 (en la parte inferior del panel): “Pon tu delicia en el Señor, y Él te dará las peticiones de tu corazón”. Y , por supuesto, hay docenas de otros lugares en la Biblia donde se nos ordena regocijarnos en el Señor, estar alegres, cantar de gozo o estar contentos.

El corazón del Evangelio

Luego, en la parte superior del panel frontal aparecen tres frases por las que moriría. No son mera retórica. No son meras florituras verbales. Son el corazón del Evangelio bíblico. Son la liberación de la tensión creada entre la asombrosa autoridad de Dios y mi deseo de felicidad. Estas tres frases son un resumen de todo el libro Sed de Dios. Estas son las frases que han de ser explicadas al compartir el Evangelio.

La mejor noticia del mundo es que no hay un conflicto necesario entre nuestra felicidad y la santidad de Dios. Confiar en Dios en todo, le da honor Él y felicidad a nosotros. El propósito de Dios de ser glorificado y nuestro anhelo de ser satisfechos triunfan juntos.

Señalamos desde el principio que el mensaje cristiano no es solo acerca de mi felicidad sino también acerca de la santidad de Dios. No se trata solo de mi felicidad, sino de la honra de Dios. No se trata solo de mi pasión por estar satisfecho, sino del objetivo de Dios de ser glorificado.

Estas tres frases señalan alto y claro que no puedes explicar el Evangelio si la gente no sabe acerca de la santidad y el honor de la gloria de Dios. Pero también señalan que existe una forma (¡hay una forma!) en la que Dios puede ser Dios, grande, glorioso, santo y honorable, y yo puedo ser feliz. La felicidad del hombre no se ve enfatizada a expensas de la grandeza de Dios, y la grandeza de Dios no se enfatiza a expensas de la felicidad del hombre. Hay una forma (¡hay una forma!) de que, juntos para siempre, Dios sea glorificado y yo sea satisfecho.

El camino hacia el gozo pleno y eterno

Como dice el Salmo 16:11 (en la parte inferior del panel), “[Dios] me darás a conocer la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; en tu diestra, deleites para siempre”. Esto es lo que la gente busca: plenitud de gozo y placer sin fin. Completo e interminable. Completo e interminable.

El Evangelio que tenemos que compartir es que hay una manera de conocer este gozo, pero solo si estamos dispuestos y deseosos de que Dios sea Dios —de que Dios sea glorificado por sobre todas las cosas.

Y eso nos lleva a las seis verdades dentro de las cuales se dan las bases bíblicas para que Dios sea glorificado y nosotros seamos satisfechos juntamente.

Verdad #1: Dios nos creó para Su gloria

Ahora bien, ¿por qué empezamos aquí?

1. “No alcanzar la gloria de Dios”

Prácticamente todas las presentaciones del Evangelio eventualmente citan Romanos 3:23, “Por cuanto todos pecaron y no alcanzan la gloria de Dios”. Pero casi ninguna presentación del Evangelio ha sentado las bases para entender lo que significa no alcanzar la gloria de Dios. Si comienzas con el compromiso de Dios por su gloria, no tienes ese problema.

2. Restaurando la centralidad de la gloria de Dios

La gloria de Dios —su grandeza, su excelencia, su poder y belleza, sabiduría, bondad, valor y perfección (¡te tomará tiempo desarrollar esta palabra, gloria!)— la gloria de Dios es central en la revelación bíblica. Pablo a menudo podía dar por supuesto este hecho entre los judíos cuando predicaba el Evangelio, ya que ellos conocían el Antiguo Testamento. Hoy día no podemos suponer esto en absoluto.

Por eso es que los sermones del Evangelio en el libro de Hechos no se parecerán a este tratado. Pero compara lo que Pablo enfatizó en su sermón a los griegos en Hechos 17. Él enfatiza la gloriosa y soberana libertad de Dios antes de llegar a la obra de Cristo (ver el versículo 25, LBLA: “Ni es servido por manos humanas, como si necesitara de algo, puesto que Él da a todos vida y aliento y todas las cosas”).

Tenemos que restaurar la centralidad de Dios en el universo antes de que la obra de Cristo pueda ser entendida. No podemos simplemente apelar al egocentrismo de las personas y esperar mantener puro el Evangelio.

3. Descubriendo por qué existimos

La tercera razón para comenzar con la declaración de que Dios nos creó para su gloria, es que puede tener sentido para la gente descubrir por qué existen, ya que es una buena manera de encontrar satisfacción y felicidad. Si la gente cree que hay un Dios Creador (o lo concede para el argumento), tal vez vean que estamos en un callejón sin salida si nuestros propósitos en la vida son diferentes a los propósitos de quien nos hizo y gobierna el mundo.

Supongamos que entras en la casa de una persona que acaba de llegar a Estados Unidos desde una parte muy primitiva del mundo, y te das cuenta de que tiene un cazo en la chimenea y está gruñendo. La persona dice: “No funciona”. Y tú dices: “¿Qué no funciona?” “El colector de agua. No funciona. Hay un agujero que llega hasta el techo y está abierto para dejar entrar la lluvia, pero no funciona”. Le dirías a esa persona: “Eso no es un colector de agua. Es una chimenea. Quemas leña allí y el agujero es para que salga el humo de la casa. Está hecho para mantenerte caliente y no para recolectar agua”.

Todos pueden ver que cuando sabes que algo es para ti, sacas más provecho de ello. Lo mismo pasa con la vida. Si sabemos para qué somos creados, hay una esperanza mucho mayor de sacar todo lo posible de la vida.

Esas son las razones para comenzar con la Verdad #1: DIOS NOS CREÓ PARA SU GLORIA. Y entonces agregamos la breve palabra de interpretación:

El gozo profundo y duradero proviene de ser aquello para lo que fuimos creados. Y fuimos creados para ser espejos de la gloria de Dios: llenar la tierra con la luz de su belleza al reflejarla a los demás.

Una palabra personal de aplicación

Voy a continuar desde aquí en dos semanas porque hay mucho más que decir sobre esta verdad fundamental. Pero permíteme cerrar con una palabra personal de aplicación. En Isaías 43:7, Dios dice que creó a los hombres y mujeres para su gloria. Eso te incluye a ti. Él te hizo —concibió tu personalidad, te tejió en el vientre de tu madre— para su gloria. Tu vida no es un accidente. No es la consecuencia sin sentido de mutaciones evolutivas aleatorias.

Dios te creó. Y lo hizo con un propósito elevado y noble en mente —que tu personalidad completamente única, e incluso tu cuerpo (1 Corintios 6:20), pueda reflejar alguna característica de la gloria de Dios que ninguna otra persona puede reflejar. Eres como un cristal, formado como ningún otro. Y la razón por la que tú existes es para caminar a la luz de la gloria de Dios de tal manera que sus rayos y colores se reflejarán de ti y harán que los demás admiren a Dios.

Lo que veremos más plenamente en las próximas semanas es que caminar a la luz de la gloria de Dios significa confiar en la grandeza de la gracia de Dios. Y nada es más satisfactorio que un reposo seguro en la gracia omnipotente de Dios. Por lo tanto, el propósito de Dios para ser glorificado y tu anhelo de ser satisfecho triunfan juntos. Confiar en Dios para todo le trae honor, y a ti te trae felicidad. Es un glorioso Evangelio de un Dios glorioso.

¡Te insto a poner toda tu confianza en Él! —para su gloria y para tu gozo. Y que ese gozo comience a extenderse y ampliarse para llevar a otros a la luz.



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