Por el amor de Dios, volumen 1/16 de noviembre

De Libros y Sermones Bíblicos

16 DE NOVIEMBRE

1 Crónicas 7-8; Hebreos 11; Amos 5; Lucas 1:1-38

LA FE TIENE MUCHAS FACETAS. Algunos de ellas aparecen en Hebreos 11, y también lo que la fe no es.

(1) Ni una sola vez “fe” toma el sentido moderno de “preferencia religiosa” o “creencia sin enfatizar si es un hecho o la verdad”. Tanto ha lavado lo científico el cerebro de nuestro mundo en este sentido que creemos fácilmente de la “fe” en este sentido puramente subjetivo. Si usted le dice a los demás lo que usted cree, no preguntan cuáles son sus razones para determinar si o no su creencia está bien fundamentada. Se asume automáticamente que esa fe no puede ser más que la preferencia religiosa, para los cuales hay, por definición, no hay criterios útiles.

(2) Por el contrario, la fe en este capítulo es una facultad para percibir lo que es objetivamente cierto. El autor no está poniendo en duda la afirmación de que “el universo fue formado por la palabra de Dios” (11:03). Más bien, implica que no tenemos ninguna manera preparada para demostrarla, podemos reconocer la veracidad de esta afirmación sólo si la Persona que estaba allí, describe lo que sucedió, y le creemos. Del mismo modo, a el autor no le cabe duda de que la consumación cristiana, “la que esperábamos” (11:01), está por venir. Pero no podemos medirlo o empaquetarlo o probarlo. Por muy buenas razones, creemos en las promesas de Dios en cuanto a lo que está por venir. Nuestra “fe” es, pues, una facilidad dada por un Dios glorioso que nos permite estar “seguros de lo que esperamos, y convencidos de lo que no se ve” (11:01).

(3) En ciertos aspectos, entonces, esta fe es como la fe de “los antiguos” (11:02). A muchos de ellos se les prometió cosas que no vieron en sus vidas. Porque creían en las promesas de Dios y actuar por ellas, fueron elogiados por su fe. Así Abraham actuó en la promesa de que sus descendientes se multiplicarían en abundancia y heredarían la tierra de Canaán. No vivió para verlo, pero él actuó en consecuencia. Los doce patriarcas creyeron la promesa, Joseph con tanta fuerza, que dio instrucciones a los israelitas acerca de tomar su cuerpo con ellos cuando salieran de Egipto, a pesar de que la salida era a siglos de distancia. Muchas de esas promesas ya se han cumplido, por analogía, ¿no debemos esperar con fe contenta con el cumplimiento de las promesas de Dios aún pendientes?

(4) Tal fe obra no sólo en los que fácilmente se ven como vencedores (por ej., 11:32 - 35a), pero en los que se ven como víctimas (11:35 b- 38). Si pertenecemos a los que son llamados a conquistar reinos, administrar justicia, escapar del filo de espada, y recibir a los muertos devueltos a la vida, o a los que son torturados, a los que se enfrentan a burlas y azotes, encarcelamiento, la miseria y la muerte ignominiosa , es por completo secundaria. La pregunta crítica es si tomamos la palabra a Dios