La Cosa Más Grande Del Mundo Es Ser Salvo

De Libros y Sermones Bíblicos

Ese título es el legado permanente del Dr. Widen, un gran santo que en 1955 dirigió la campaña de construcción del edificio donde se encuentran la mayoría de nuestras clases de escuela dominical y las oficinas de nuestra iglesia. Lo visité en el hospital hace unos 16 años cuando se estaba muriendo. Me miró desde su cama con una sonrisa y dijo: “Pastor John, la cosa más grande del mundo es ser salvo”.

¿Sientes esto? Si no, probablemente nunca te sentiste realmente muy perdido y desesperado ante el juicio de Dios, o amenazado por una eternidad de tormento consciente en el infierno. Oh, cómo nos encanta ser salvados después de haber estado cerca de morir. Quizás por una poderosa resaca marina. O un dedo atrapado en el desagüe en el fondo de una piscina (¡sí, llena de agua!). O casi caminar frente a un automóvil que no viste a solo un metro de ti y pasa rápidamente a 60 kilómetros por hora, pero la voz de tu esposa te alertó en la fracción de segundo antes de dar un paso hacia la muerte. O una remisión de una larga batalla contra el cáncer. O ser liberado de un campo de prisioneros en el Gulag después de 16 años de esperar la muerte. O después de sobrevivir inexplicablemente a un accidente aéreo cuando otros perecieron.

Oh, cómo amamos la vida en esos momentos y nos aferramos a todo lo precioso. Así es cuando saboreas la preciosidad de ser salvo del pecado. No son solo las palabras. No es solo un hecho aprendido de la Biblia, sino que realmente sientes que estás justamente condenado y perdido sin esperanza y apartado de Dios y de la vida y del gozo. Y luego aprender que Dios ha abierto un camino. Que Él te perdonará. Que Él te aceptará y te amará y obrará todas las cosas para tu bien. Que TODOS tus pecados pueden ser perdonados y arrojados al mar más profundo y nunca más ser traídos contra ti otra vez. ¡Oh, la preciosidad de ser salvo del pecado, del juicio y del infierno!

Pero ¿es bíblico decir que la cosa más grande del mundo es ser salvo? Bueno, por supuesto, la cosa más grande del mundo es DIOS. Pero el Dr. Widen no quiso comparar nuestra experiencia con Dios. Tenía la intención de compararla con todas las demás experiencias. La razón por la que ser salvo es la experiencia más grande del mundo es porque DIOS es la Persona más grande del mundo, y ser salvo significa ser rescatado del pecado y la condenación para conocer y disfrutar de Dios para siempre. Si DIOS no fuera la Realidad más grande en el universo, ser salvo para estar con Él no sería la cosa más grande en el universo.

Sí, sí, pero ¿es bíblico decir esto? Bueno, aquí está el texto que tengo en mente mientras lo digo. Jesús dijo a los setenta discípulos en Lucas 10:20: “No os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos”. En otras palabras, ustedes acaban de tener un gran éxito ministerial. Los demonios han caído ante ustedes. La gente ha sido liberada. Esto es grandioso. Esto es maravilloso. Esto es lo que han sido enviados a hacer. Alabado sea Dios por este triunfo.

PERO, no dejen que esto sea su primer gozo, o su gozo raíz, o su gozo indispensable. Más bien “regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos”. Es decir, regocijaos de que están inscritos en los redimidos. Regocijaos de que irán al cielo cuando mueran. Regocijaos de que Dios los ha escrito entre los elegidos. Regocijaos de que son salvos. Esto es la cosa más grande. No el ministerio. Sino conociendo a Dios, viendo a Dios, disfrutando de Dios. La cosa más grande del mundo es ser salvo. Porque es estar siendo salvo para DIOS.

Salvo y regocijándome contigo al acercarse el Viernes Santo y la Pascua,

El pastor John