Para tu gozo/¿Qué implica todo esto para mí?

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Sobre esta Traducción
English: For Your Joy/What Does All This Mean for Me?

© Desiring God

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Por John Piper sobre El Evangelio
Capítulo 7 del Libro Para tu gozo

Traducción por Desiring God


Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna. - 1 Juan 5.13

El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida. - Juan 5.24

Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados. - Hechos 3.19

Conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna. - Judas 1.21

Dios nos creó para su gloria.

Trae de lejos mis hijos, y mis hijas de los confi nes de la tierra (…); para gloria mía los he creado. -Isaías 43.6-7

Dios nos creó para magnifi car su grandeza, al igual que un telescopio magnifi ca las estrellas. Nos creó para poner de manifi esto su bondad y verdad, su hermosura, sabiduría y justicia. La gloria de Dios se manifi esta en grado máximo cuando nos deleitamos profundamente en todo lo que Él es. Así, Dios recibe la alabanza y nosotros el placer. Dios nos creó de tal forma que cuanto más nos satisfacemos en Él, más se glorifi ca Él en nosotros.

Todo ser humano debería vivir para la gloria de Dios.

Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios. - 1 Corintios 10.31

Si Dios nos creó para su gloria, está claro que deberíamos vivir para glorifi carlo. Éste es nuestro deber porque fuimos diseñados precisamente con ese propósito, así que nuestra primera obligación es mostrar el valor de Dios sintiéndonos satisfechos con todo lo que Él es para nosotros. En esta satisfacción se encuentra la esencia del amor a Dios (Mateo 22.37) y de la confi anza (1 Juan 5.3-4) y el agradecimiento a Él (Salmo 100.2-4). Ésa es la raíz de toda verdadera obediencia, especialmente del amor hacia los demás (Colosenses 1.4-5).

Ninguno de nosotros ha glorificado a Dios como debería.

Todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios. - Romanos 3.23

¿Qué signifi ca “estar destituido de la gloria de Dios”? Signifi ca que ninguno de nosotros ha confi ado en Dios ni lo ha valorado como debería. No nos hemos satisfechos con su grandeza ni hemos andado en sus caminos. Hemos buscado nuestra satisfacción en otras cosas a las cuales hemos dado más valor que a Dios, y ésta es la esencia de la idolatría (Romanos 1.21-23). Desde que entró el pecado en el mundo todos nos hemos resistido a dejar que Dios sea el tesoro que nos proporcione una satisfacción plena (Efesios 2.3), lo cual constituye una terrible ofensa contra la grandeza de Dios (Jeremías 2.12-13).

Todos nosotros estamos sujetos a la justa condenación de Dios.

La paga del pecado es muerte… -Romanos 6.23

Todos hemos menospreciado la gloria de Dios. ¿De qué manera? Prefi riendo otras cosas en vez de a él. Siendo ingratos, desconfi ados y desobedientes. Por lo tanto, Dios nos trata con justicia cuando nos niega el placer de su gloria por la eternidad. “Sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder” (2 Tesalonicenses 1.9).

La palabra “infi erno” aparece en el Nuevo Testamento en doce ocasiones, y en once de ellas es Jesús mismo quien la usa. No se trata, pues, de un mito creado por predicadores taciturnos y llenos de ira. Es una advertencia solemne de parte del Hijo de Dios, quien murió para librar a los pecadores de la maldición. Corremos un gran peligro al ignorarlo.

Si la Biblia acabara aquí su análisis de la condición humana, estaríamos condenados a un futuro sin esperanza. Sin embargo, hay más…


Dios envió a su único hijo, Jesús, para que podamos tener vida y gozo eternos.

Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores…'- '1 Timoteo 1.15

Las buenas nuevas son que Cristo murió por pecadores como nosotros, y resucitó físicamente para hacer valer el poder salvador de su muerte y abrir las puertas de la vida y el gozo eternos (1 Corintios 15.20). Es decir, Dios puede perdonar a los pecadores sin dejar de ser justo (Romanos 3.25-26). “Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios” (1 Pedro 3.18). De la reconciliación con Dios es de donde surge toda satisfacción profunda y duradera.

Los beneficios comprados con la muerte de Cristo les pertenecen a los que se arrepienten y confían en Él.

Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo. - Hechos 16.31

“Arrepentirse” signifi ca rechazar todas las engañosas promesas del pecado. “Fe” signifi ca estar satisfecho con todo lo que Dios promete ser para nosotros en Jesús. “El que en mí cree,” dice Jesús, “no tendrá sed jamás” (Juan 6.35). No nos ganamos la salvación; no podemos merecerla (Romanos 4.4-5). La recibimos por gracia, por medio de la fe (Efesios 2.8-9); es un don gratuito (Romanos 3.24). La tendremos si la valoramos sobre todas la cosas (Mateo 13.44). Cuando así lo hacemos, se cumple el propósito de Dios para la Creación: Él se glorifi ca en nosotros y nosotros estamos satisfechos en él —para siempre.



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