Recibiréis Poder, Hasta Que Jesús Venga
De Libros y Sermones BÃblicos
Por John Piper
sobre Espíritu Santo
Una parte de la serie Acts: What Jesus Did After the Beginning
Traducción por Silvia Griselda Buongiorne
Hechos 1:6-14
Entonces los que estaban reunidos, le preguntaban, diciendo: “¿Señor, restaurarás en este tiempo el reino a Israel?” Y El les dijo: “No os corresponde a vosotros saber los tiempos ni las épocas que el Padre ha fijado con su propia autoridad; pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros; y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.” Después de haber dicho estas cosas, fue elevado mientras ellos miraban, y una nube le recibió y le ocultó de sus ojos. Y estando mirando fijamente al cielo mientras El ascendía, aconteció que se presentaron junto a ellos dos varones en vestiduras blancas, que les dijeron: “Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, vendrá de la misma manera, tal como le habéis visto ir al cielo. Entonces regresaron a Jerusalén desde el monte llamado de los Olivos, que está cerca de Jerusalén, camino de un día de reposo. Cuando hubieron entrado en la ciudad, subieron al aposento alto donde estaban hospedados, Pedro, Juan, Jacobo y Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé y Mateo, Jacobo hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas, hijo de Jacobo. Todos éstos estaban unánimes, entregados de continuo a la oración junto con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con los hermanos de El.”
En el primer volumen de los dos volúmenes de la obra de Lucas, el Evangelio según Lucas, cuenta la historia de todo lo que Jesús comenzó a hacer y enseñar. Ahora, en el segundo volumen, los Hechos de los Apóstoles, Lucas relata la historia de lo que El Cristo resucitado, viviente, y quien reina ahora mismo, sigue haciendo y enseñando a través de su Espíritu y sus testigos.
Para preparar a los apóstoles para que fuesen sus instrumentos Él hace cuatro cosas:
- Él les da un mandamiento autenticado por el Espíritu (v. 2);
- Él verifica su resurrección de entre los muertos, presentándose a ellos durante 40 días. (v.3)
- Él les enseña acerca del reino de Dios (v. 3); y
- Él promete bautizarlos con el Espíritu Santo (vv. 4-5).
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Los discípulos le hacen una pregunta razonable
Cuando los apóstoles oyeron la promesa del bautismo del Espíritu Santo, se preguntan en el versículo 6: "Señor, ¿restaurarás en este tiempo el reino a Israel?" En otras palabras, ellos sabían que la promesa del Antiguo Testamento del derramamiento del Espíritu de Dios era una promesa para los últimos días en que Dios establecería su reino en la tierra y restauraría su pueblo. Por ejemplo, en Ezequiel 39 Dios dice: "Ahora restauraré el bienestar de Jacob, y tendré misericordia de toda la casa de Israel. . . No les ocultaré más mi rostro, porque habré derramado mi Espíritu sobre la casa de Israel —declara el Señor Dios."(vv. 25, 29). Así que cuando Jesús dice que el derramamiento esperado del Espíritu -el bautismo con el Espíritu Santo- está a sólo unos días de distancia, es natural que ellos pidieran una aclaración: "¿Usted quiere decir el final está cerca? ¿El reino final está a punto de establecerse en sólo cuestión de semanas o meses? "
No era una pregunta necia, a pesar de que el versículo 3 dice que Jesús había estado con ellos durante 40 días hablando acerca del reino de Dios. Porque, recuerde, que en Lucas 22:29-30, en la Última Cena, Jesús había dicho: " y así como mi Padre me ha otorgado un reino, yo os otorgo que comáis y bebáis a mi mesa en mi reino; y os sentéis en tronos juzgando a las doce tribus de Israel." En otras palabras, Jesús les había dicho que el reino sería restaurado a Israel y que ellos mismos se sentarían sobre tronos junto al Hijo del Hombre, como gobernantes sobre un Israel renovado y creyente. Y ellos sabían que por las escrituras del Antiguo Testamento (Ezequiel 39:29, Isaías 32:15; 44:3-5; Joel 2:28ff. Zacarías 12:10) que esta restauración iba a ser el resultado de un gran derramamiento del Espíritu de Dios. Así que no es una pregunta necia de preguntar: "¿Quieres decir a la restauración en este momento en nuestra vida, o incluso durante los próximos meses?"
Respuesta de Jesús
Dado que no es una pregunta necia, Jesús no los reprende. Él no les corrige la teología de la restauración (de la cual veremos mas en Hechos 3:21). El corrige la suposición de ellos, de que pueden deducir el tiempo de la misma. Él dice en el versículo 7: "No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones que el Padre puso en su sola potestad." En otras palabras, no debemos asumir que el derramamiento largamente esperado del Espíritu introducirá inmediatamente al reino y restaurará los tesoros de Israel. Dios ha designado los tiempos y las sazones de todas las cosas, y han sido mantenidos en el secreto de Su propia sabiduría. Esas cosas no son para que las sepamos. No sería bueno para nosotros saberlas – como tampoco sería bueno saber el momento de nuestra propia muerte. De hecho, el saber estas cosas serían perjudiciales para nosotros.
Pero entonces Jesús continúa diciéndoles lo que el bautismo con el Espíritu va a significar para ellos. Esto no significa la restauración inmediata de Israel, no significa el completo e inmediato, establecimiento del reino. PERO -note esta palabra fuerte al comienzo del versículo 8-. PERO, aquí está lo que significa: "Recibiréis poder", en otras palabras, a pesar de que puede parecer que les haya desinflado el globo - al decir esto no significa que el final sea mañana, a pesar de que puedan pensar que les haya quitado el viento a sus velas, escúchenme ! Escúchenme! Aunque el bautismo con el Espíritu no significa que, TODAVÍA. . . PERO. . . sí quiere decir esto: "Recibiréis el poder cuando el Espíritu Santo, venga sobre vosotros, y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta el fin de la tierra." Jesús no quiere minimizar la maravilla de lo que les está prometiendo. No es mañana, PERO es poder -hasta el fin de la tierra!
Cuatro paralelos entre Hechos 1 y Lucas 24
Observen cuatro cosas aquí. Quiero que las vean en Lucas 24 también, para que podamos sentir cuán absolutamente fundamentales son para Lucas al relatar esta historia.
- En primer lugar, está el objetivo de comenzar en Jerusalén y llegar al final de la tierra con el testimonio de Jesús.
- En segundo lugar, es el propio testimonio, el testimonio de la verdad de Cristo.
- En tercer lugar, está el Espíritu Santo que desciende sobre los discípulos.
- Y en cuarto lugar, está el poder - poder para ser testigos.
Lucas 24
Ahora vaya conmigo a Lucas 24:47-49. Se da cuenta no es así, que el volumen uno y el volumen dos se superponen por 40 días? Así que Lucas nos habla de las últimas palabras y la Ascensión de Jesús dos veces al final del evangelio y al comienzo de los Hechos. Esto se puede ver ahora como se compara Lucas 24:47-49 con Hechos 1:08. Recogiendo las palabras de Jesús en el versículo 47 donde les dice a los apóstoles que
- . . . y que en su nombre se predicara el arrepentimiento para el perdón de los pecados a todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. Vosotros sois testigos de estas cosas. Y he aquí, yo enviaré sobre vosotros la promesa de mi Padre; pero vosotros, permaneced en la ciudad hasta que seáis investidos con poder de lo alto.
Ahora vamos a señalar las cuatro cosas que vimos en Hechos 1:08.
- En primer lugar, vemos el objetivo de comenzar en Jerusalén y llegar al final de la tierra en el versículo 47: "y que en su nombre se predicara el arrepentimiento para el perdón de los pecados a todas las naciones [es decir, hasta el fin de la tierra], comenzando en Jerusalén.
- En segundo lugar, los Apóstoles son llamados testigos en el versículo 48: "Vosotros sois testigos de estas cosas."
- En tercer lugar, el Espíritu Santo es prometido en las palabras "la promesa de mi Padre" en el versículo 49 - estas son las palabras de Hechos 1:04 que se refieren a la venida el bautismo con el Espíritu Santo.
- Por último, se hace referencia explícita en el versículo 49 al poder necesario para realizar esta misión: "permaneced en la ciudad hasta que seáis revestidos de poder desde lo alto."
La Ascensión de Jesús
Entonces, tanto en Lucas 24 como en Hechos 1 lo siguiente que sucedió fue la Ascensión de Jesús, fue elevado mientras ellos miraban, y una nube lo recibió y lo ocultó de sus ojos.
Hechos nos dice que dos hombres con vestiduras blancas, es decir, dos ángeles en forma de hombres-dice (en el versículo 11),
- Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, vendrá de la misma manera, tal como le habéis visto ir al cielo.. (Lucas 21:27).
Así que las últimas palabras que Jesús dijo en Lucas 24 y Hechos 1 significan claramente que las palabras para guiar a sus discípulos en el tiempo entre su ascensión y su retorno. Por eso, retrocedamos y reflexionemos sobre estas cosas de nuevo. Y entonces, en conclusión, vamos a mirar hacia adelante al versículo 14 para ver cómo los discípulos se prepararon para recibir el poder de Dios.
¿Entonces es el Poder Prometido Disponible ahora Mismo?
Una pregunta crucial que debemos hacernos es si el poder prometido en Hechos 01:08 y Lucas 24:49 era sólo para la primera generación de cristianos, o si es algo el cual podemos pedirle a Jesús hoy?
Más que Una Vida Cristiana Cotidiana
Antes de responder a eso, permítanme hacer hincapié en que este poder, esta experiencia del “llegar a" o "estar re-vestido" por el Espíritu Santo era algo más allá de la vida cristiana cotidiana y feliz. En el Antiguo Testamento "estar re-vestido" con el Espíritu se refiere a los tiempos extraordinarios de empoderamiento y la profecía como en la vida de Gedeón y Amasai y Zacarías (Jueces 06:34, 1 Crónicas 12:18, 2 Crónicas 24:20). Pero es aún más obvio en los sucesos del día de Pentecostés, el viento y el sonido, las lenguas de fuego y las lenguas milagrosas, la profecía, la exuberante alabanza y las 3.000 conversiones.
Un ejemplo de Lloyd-Jones
Permítanme utilizar un ejemplo de Martin Lloyd-Jones en su libro Joy Unspeakable – Gozo Inefable, para describir la diferencia entre la vida cristiana común y lo que sucede cuando el Espíritu Santo "arropa" a una persona con poder o "viene sobre" una persona con este poder inusual.
Él dice que es como un niño caminando tomado de la mano de su padre. Todo está bien. El niño es feliz. Se siente seguro. Su padre lo ama. Él cree que su padre lo ama, pero no hay necesidad de hablar o cantar sobre ello. Es cierto y es agradable.
Entonces, de repente el padre asusta al niño, cuando lo recoge en sus brazos, abrazándolo con fuerza, besándolo en el cuello, y susurrándole, "Te amo tanto!" Y luego, mientras el niño lo observa aturdido, le mira en la cara y le dice de todo corazón: "Estoy tan contento de que eres mío." Luego lo abraza una vez más con calidez y afecto indecible. Después pone al niño en el suelo y ambos siguen su caminata.
Esto, Lloyd-Jones dice, es lo que ocurre cuando una persona es bautizada con el Espíritu Santo. Un paseo agradable y feliz con Dios se transforma en un nuevo nivel indescriptible de alegría, de amor, de seguridad y de una realidad que deja al cristiano tan absolutamente asegurado de la realidad inmediata de Jesús - que se desborda en alabanza y en una libertad y valentía en el dar testimonio que nunca antes imaginó que pudiera ser.
El niño está más que sorprendido. Él no sabe si llorar, gritar, caerse o correr, es tan feliz. Los fusibles de amor están tan sobrecargados que casi se queman. Las dudas del subconsciente sobre las cuales no estaba pensando en ese momento - pero que aparecen de vez en cuando - se han ido! Y en su lugar queda la garantía absoluta e indestructible, por lo cual sabemos, que Dios es real, que Jesús vive y que usted es amado, y que el ser salvo es la cosa más grande en el mundo. Mientras camina por la calle apenas puede contenerse a sí mismo, y quiere gritar: "¡Mi padre me ama! ¡Mi padre me ama! ¡O, que gran padre que tengo! ¡Qué padre! ¡Qué padre!
¿Qué sucedió en Pentecostés?
Creo que esto es básicamente lo que sucedió en Pentecostés, y ha sucedido en varias ocasiones en la vida de la iglesia. Ellos estaban tan llenos de la plenitud de Dios y se vieron tan abrumados con la longitud, la anchura, la altura y la profundidad del amor de Cristo, que comenzaron (como dice Hechos 2:11) a hablar "de las grandezas de Dios. "Su mente estaba llena de una visión de Dios fresca, nueva, impresionante y sus bocas se desbordaban con alabanzas proféticas-hijos e hijas, jóvenes y viejos, esclavos y libres.
Creo que este tipo de experiencia es lo que Jesús quiso significar con el ser "testigos" en Hechos 01:08 que sería capaz de extender el Evangelio a los confines de la tierra. "Vais a recibir este poder. . . y seréis mis testigos. "Usted ya no será meramente un defensor que puede demostrar, como un buen abogado, que Jesús resucitó de entre los muertos. Sin embargo, bajo la influencia de este poder-esta experiencia del Espíritu de Cristo resucitado, usted hablará con la garantía incondicional de alguien que ha probado y conoce la realidad de modo tan inmediato - que toda duda se desvanece. Así, pasa de ser un defensor del Cristianismo a ser un testigo del Cristo viviente. Pasa del plano de simplemente poder deducir verdades cristianas a partir de premisas válidas - al plano de poder proclamarlas valientemente, como realidades experimentadas. Este es el poder y el testimonio que llevará al Cristo hasta el fin de la tierra.
La promesa es también para nosotros
Así que cerrando yo pregunto ¿Jesús nos está hablando a nosotros o es algo sólo para la primera generación? Y mi respuesta es que sí es para nosotros. Y el argumento que voy a dar es simplemente este. La promesa de este extraordinario poder - esta extraordinaria experiencia de la plenitud de Dios se da, dice Jesús, para que sus testigos tomen el evangelio y lo lleven a los confines de la tierra (Hechos 1:8), o, en Lucas 24:47 dice, a todas las naciones. Pero no hemos terminado esa tarea todavía. Por tanto, yo no creo tampoco, que El haya quitado la promesa aún. Si la promesa fue dada para dar poder a la iglesia para cumplir la Gran Comisión, la promesa es válida hasta que la Gran Comisión sea completa, y el testimonio de Cristo haya sido plantado en todos los grupos de personas en el mundo, que no hayan sido alcanzados aún.
Por lo tanto, llego a la conclusión de que el poder prometido aquí - la extraordinaria experiencia de estar "revestidos de poder"- es para nosotros. Y si amamos la gloria de Dios, y si anhelamos que Su reino avance, y si tenemos compasión por los perdidos y dolidos del mundo, vamos a querer buscar ese poder, cada vez más. Lo que significa simplemente que vamos a clamar por él, como la mujer de la parábola que quería que el juez le vindicara su causa (Lucas 18:1-8). Esto es lo que Hechos 1:14 dice que hicieron los discípulos hasta que vino el Pentecostés: "Acudían asiduamente a la oración." Así debemos hacerlo nosotros.
¿Qué pasa si no ha tenido tal experiencia?
Esto deja una última pregunta. ¿Está desempeñando una vida Cristiana y un ministerio que valga la pena si no ha tenido esta experiencia, pero está tratando de honrar al Señor todos los días de su vida? La respuesta es sí. Llamemos a esto un cristianismo básico. Es fiel, honesto, obediente, afectuoso, perseverante en su servicio a Cristo y a Su reino. Recuerde que el niño caminaba con su padre.
No quiero a minimizar las bendiciones que Dios ha traído a nuestras vidas de convivencia básica. Han sido muchas y maravillosas. Pero me pregunto, ¿Puede imaginar como sería si nuestro Padre nos levantase en sus brazos? No es o esto o aquello. Es ambos-y. En la historia de la iglesia, los años vividos en un estado de solidez, equilibrio, obediencia, fidelidad y perseverancia, han mantenido y nutrido el fruto de las épocas donde se ha manifestado un extraordinario poder. Y, para decirlo a la inversa, los tiempos de una solidez básica, de fidelidad y de una vida obediente - a su vez - han preparado el suelo y han permitido extraordinarias manifestaciones del Espíritu de Dios que han llevado a la obra del reino hacia adelante en un salto espectacular, logrando – como si fuera - en una noche, lo que la gente ha estado esforzándose por ver de hace años.
No es o esto o aquello. Es ambos-y. Oro para que el Señor nos dé una doble porción de gracia: la gracia de poder caminar con gozo y obediencia en la maravillosa misericordia de un Cristianismo con una solidez básica, cogidos de la mano de nuestro Padre. Pero también por que tengamos la gracia de anhelar y orar más y más para que podamos ser vestidos con poder de lo alto, y levantados en los brazos de nuestro Padre, para que todo el mundo sepa que Dios es real.
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