Señor, ayúdame a distinguir el bien del mal

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English: Lord, Help Me Know Right from Wrong

© Desiring God

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Por Jon Bloom sobre Santificación y Crecimiento

Traducción por Mariana Ramirez


El discernimiento es muy necesario actualmente. Siempre lo es. La mayoría de nosotros nos estamos dando cuenta de su necesidad en este momento. El escenario político más grande del mundo se desarrolla, la elección del presidente de los Estados Unidos de América, es un ejercicio de liderazgo y discernimiento moral para el electorado estadounidense como ningún otro que venga a la memoria. De cierta forma, no tiene precedentes.

Hay cristianos a los que respeto mucho que están tomando posiciones opuestas. El discernimiento está llevando a algunos cristianos a apoyar a un candidato de un partido importante y a otros al otro, a algunos a un candidato de un tercer partido, y a otros a un candidato por escrito, otros más a dejar la boleta presidencial en blanco, votando solo por congresistas y candidatos locales. Yo tengo mi propio plan, basado en lo que discierno que es el mejor camino (por ahora). Eso puede cambiar entre el día de hoy y el 8 de noviembre, dependiendo de la posibilidad de que salga nueva información o nuevas opciones.

Presento mi caso en conversaciones personales, pero también intento escuchar. No hay nada simple sobre esta elección, y las cuestiones morales y políticas en juego son serias y aleccionadoras. No le tiro piedras a los hermanos y hermanas que tienen un discernimiento distinto al mío. Entiendo la mayoría de los fundamentos que escucho por parte de amigos y familiares que son maduros espiritualmente y con discernimiento, incluso si mi discernimiento me está dirigiendo de forma distinta.

Mientras la elección se acerca, tengo la esperanza de que la mayoría de cristianos - y no solo cristianos estadounidenses, considerando las consecuencias globales de las decisiones económicas y de política exterior de los Estados Unidos - se encuentren orando , “¡Señor, danos (o dales) discernimiento!”.

¿Comó nos da Dios discernimiento? Todos queremos tener discernimiento. Queremos caminar con sabiduría en un mundo de engaño que engaña hasta a los más brillantes. Pero, ¿Cómo nos volvemos hábiles en el discernimiento? El escritor de Hebreos nos dice:

Pero el alimento sólido es para los adultos, los cuales por la práctica tienen los sentidos ejercitados para discernir el bien y el mal (Hebreos 5:14 LBLA).

Nuestro discernimiento es entrenado a través del riguroso ejercicio que es la práctica constante.

¿Sabe lo que esto significa? Significa que Dios nos pone en situaciones difíciles día a día, y nos hace confrontar dificultades que nos llevan al límite ( y más allá) de nuestra sabiduría y entendimiento. Nos pasan cosas inesperadas. En ocasiones se siente como si estuviéramos en un laberinto, o en un cuarto de espejos, donde todo lo que vemos está distorsionado. Nos sentimos confundidos, a veces al final de nosotros mismos, porque los problemas involucrados son pesados e importantes - experiencias no muy diferentes a esta elección presidencial.

Cristianos del primer siglo

Los cristianos que originalmente recibieron la carta a los Hebreos vivían en un mundo hostil al Evangelio. Todo lo que creían y les habían enseñado estaba bajo ataque y estaban confundidos.

Necesitaban recordar que la madurez espiritual se gana a través de la práctica constante del discernimiento.

Algo más grande que las elecciones

Nosotros también necesitamos recordar, porque también estamos en una guerra espiritual y bajo ataque constante. Dios nos llama a la madurez espiritual a través de nuestras dificultades, confusas, a veces irritantes, situaciones individuales, familiares y de la iglesia (así como las nacionales). No debemos envidiarlas. Hay más misericordia en ellas de lo que podemos ver, ya que nos fuerzan a ser constantes en la práctica de leer la palabra de Dios, atesorarla en nuestros corazones (Salmo 119:11), y crecer en oración (1 Tesalonicenses 5:17) y discernimiento.

Hay cosas más grandes en juego para convertirnos en personas con discernimiento que las próximas elecciones. Los Estados Unidos, y todas las demás naciones, son solo una gota en un cubo a los ojos de Dios (Isaías 40:15). La principal preocupación de Dios es su nación santa, la iglesia de Jesucristo (1 Pedro 2:9).

Lo principal que está sucediendo en el mundo no sale en las noticias, sino lo que está sucediendo dentro y a través de la iglesia. La historia se trata de la venida de Cristo, su obra de redención, la difusión de su evangelio y la reunión de todo su pueblo de todos los pueblos en su iglesia (Mateo 24:14; 28:19-20) - algo que las puertas del infierno no resistirán, mucho menos los gobiernos humanos (Mateo 16:18). Mientras más discernimiento tengamos, mayor beneficio traemos a la iglesia de Dios.

Esto significa que hay mayor misericordia para nosotros y para otros, para nuestras iglesias locales y la iglesia global, en Dios haciendo lo necesario para que seamos más maduros espiritualmente y tengamos discernimiento. El fruto de nuestro sufrimiento y batallas nunca es solo para nosotros, también es para el bien de nuestros hermanos y hermanas.

¡Lo que sea necesario!

Dios tiene muchos propósitos en las elecciones estadounidenses. Él es muy poderoso, brillante y complejo en su tejer providente de la historia para que sea enteramente posible para los cristianos con discernimiento votar de manera diferente con buena conciencia y, sin embargo, todos están sirviendo las misteriosas capas de la voluntad perfecta de Dios.

Dios sabe cómo derribar a los soberbios (Proverbios 15:25), humillar al diablo y sus ángeles (Colosenses 2:15), y mantener a sus santos caminando por fe y no por vista (2 Corintios 5:7). Seguido orquestra eventos de manera que nadie vea venir por completo su asombrosa victoria, hasta que estalla sobre nosotros como un ladrón en la noche. Dios nos revelará a todos algún día como toda la furia de las naciones sirvió para lograr lo que su mano y su plan habían predestinado que sucediera (Hechos 4:25-28).

No tratemos de seguir todos los hilos de su glorioso tapiz providencial. En vez de eso, persigamos la madurez espiritual haciendo la siguiente oración:

Lo que sea necesario, Señor, aumenta mi habilidad para discernir el bien del mal a través del riguroso ejercicio de la práctica constante.

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