Sólo Jesús

De Libros y Sermones Bíblicos

“Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios” (Heb. 12:2).

- Hebreos 12:2

Durante el último año, hemos tenido el privilegio de pasar tiempo concentrándonos en la epístola a los Hebreos. Nuestro viaje ha sido largo, y oramos para que Dios haya usado este estudio de Su Palabra para fortalecer nuestra fe para el viaje por delante. Los temas magníficos y difíciles asuntos que fueron lidiados nos serán muy útiles mientras nos ocupamos en nuestra salvación con temor y temblor (Filipenses 2:12).

Este estudio ha tratado de remarcar el contexto original de Hebreos para que nuestra aplicación moderna sea basada en la intención original del autor. Una visión general de la epístola nos informó que aunque no podemos estar seguros de las circunstancias exactas del público original de esta carta, sabemos que este público conocía muy bien el Antiguo Testamento y estaba pensando en abandonar a Cristo y regresar al sistema del antiguo pacto debido a la fuerte persecución.

Tratando de evitar esto, el corazón pastoral del autor brilla a través de toda su carta. Comenzó remarcando la superioridad de Jesús sobre los ángeles y Moisés, quienes fueron figuras clave en el antiguo pacto y su revelación (1:1-3:6). A la luz de la superioridad y la finalidad de Cristo, si este público lo abandonara, nunca sería capaz de encontrar el reposo de Dios. Al contrario, sería como la primera generación incrédula de Israel, quien se quejó en el desierto y por lo tanto fue cortado de la Tierra Prometida (3:7-4:13). Esto no quiere decir que el autor creyó que los elegidos de Dios no están seguros de su salvación. Después de todo, Jesús es el Sumo Sacerdote perfecto y eterno, designado por Dios para salvar a Su pueblo a través del sacrificio de Sí Mismo y a través de hacer intercesión continua para todos los miembros del pacto que tienen fe verdadera (04:14-10:18). Este mismo Jesús, quien salva a todo el pueblo de Dios, tanto en el nuevo pacto y como en el antiguo, es Aquel por el que los santos del antiguo pacto esperaron, y a quien tenemos que acercarnos para perseverar en nuestra fe (10:19-12:2). Este Jesús siempre se mueve para asegurar nuestra fidelidad disciplinándonos y trabajando a través de nuestra adoración y santificación para mantenernos prosiguiendo hacia la meta (12:3-13:25).

Aunque demostramos nuestra elección a través de nuestra obediencia a Jesús, sólo Él ha hecho todo el trabajo necesario para asegurar nuestra redención eterna. Si verdaderamente confiamos en Él, si verdaderamente miramos a Él y sólo a Él, vamos a perseverar. ¡Así que mire a Jesús, y termine la carrera!

Coram Deo

Tome un poco de tiempo hoy para leer todo el libro de Hebreos, y considere los muchos temas que hemos cubierto: la superioridad de Cristo, el llamado a perseverar y la relación entre el antiguo pacto y el nuevo. Sobre todo, permita que las exhortaciones en este libro lo muevan a acercarse cada vez más a Jesús para que termine la carrera puesta delante de usted.

Pasajes para Estudio Adicional

Sal. 20:7
Mat. 8:22
Heb. 2:18; 5:7-10; 10:39
Ap. 3.2